InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: 2018

9.03.18

Meditaciones de Cuaresma- Personajes de Cuaresma: Juan, Boanarges

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Se suele decir que es el propio Juan, Evangelista, el que se nombra, por decirlo así, el “discípulo amado” por Cristo. Sería como una especie de autobombo que lo pusiera por encima de sus compañeros de apostolado.

Esto, a lo mejor, es cierto en cuanto a lo escrito pero no podemos negar que Jesús tenía cierta preferencia por aquel joven que, al fin y al cabo, sería el único que lo acompañó, si hablamos de sus Apóstoles, en el momento trágico de la Cruz.

Eso lo manifestó el Hijo de Dios en varias ocasiones cuando, por ejemplo, le dijo a Pedro que si quería él que estuviera allí aquel joven apóstol, a él qué le importaba. También sería uno de los que lo acompañó en el episodio de la Transfiguración o, por último, sería uno de los que acompañarían a Jesús en el Huerto de los Olivos antes de ser apresado por los enviados del Mal.

Juan era, junto con su hermano Santiago, de aquel grupo de dos al que Jesucristo llamó Boanerges porque, al parecer, tenían una personalidad muy fuerte y en una ocasión no tuvieron mejor idea que pedirle al Maestro que si pedían al cielo que hiciera caer fuego sobre un pueblo que no quería acogerlos… a los que Jesús tuvo que reprender porque, según parecía, no acababan de entender qué era eso de la misericordia.

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8.03.18

Meditaciones de Cuaresma- Personajes de Cuaresma: Pedro, primus inter pares

Cartel Francesco De Vito

En estos días previos a la semana de Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, Pedro aún no había caído en la delación que lo haría indigno de ser llamado discípulo de Cristo. Y, aunque seguramente seguía teniendo muchas dudas, era considerado el primero entre aquellos apóstoles que, no por ser igualmente considerados por el Maestro, dejaba de tener una importancia muy especial.

El Hijo de Dios debió ver algo en el corazón de aquel pescador llamado Cefas. Y es que, entre los que había escogido como personas más cercanas a la Suya, creyó oportuno darle un papel muy importante.

“Te llamarás Pedro”. Así le cambia el nombre Jesucristo al hermano de Andrés.

Cambiar el nombre no era algo que dejara de tener importancia. Es más, a lo largo de la historia de la salvación, Dios había hecho lo propio con quien, como Abrán, había recibido un encargo, una misión, muy importante que llevar a cabo. Por eso cuando Jesús hace eso con aquel hombre rudo le está diciendo que tiene, para él, algo importante que cumplir.

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7.03.18

Meditaciones de Cuaresma- Personajes de Cuaresma: la Madre

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Cuando, en algunas ocasiones, se dice en el Nuevo Testamento, que la Virgen María “guardaba aquellas cosas en su corazón” era porque lo que debía guardar era importante pues, de otra forma, habría pasado sin pena ni gloria por su vida.

Podemos imaginar a María guardando en su corazón un momento como fue la Anunciación. No era poca cosa que el Ángel del Señor se le presente y le diga que, si acepta lo que le va a decir, dará a luz al Hijo de Dios. Ni aquello era muy ordinario ni ella se consideraba la mujer más agraciada del mundo… con serlo, como le diría Gabriel.

También podemos estar seguros de que la esposa de José guardaría en el corazón un momento como aquel en el que vino su hijo al mundo y tuvo que hacerlo en aquel lugar donde tuvo que hacerlo. Ni era poca cosa aquello ni podía ser olvidado.

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6.03.18

Meditaciones de Cuaresma- Personajes de Cuaresma: Jesucristo

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No es nada extraño que sea el mismo Hijo de Dios quien dé comienzo ésta muy pequeña serie de personas que, relacionadas con la Cuaresma, vamos a traer aquí. Y es que lo tiene más que bien merecido y le debemos un respeto más que grande.

Jesucristo se encontraba, como suele decirse, “en capilla”. Vamos, que sabía que lo que tantas veces había anunciado que iba a pasar, ¡diantre!, es que iba a pasar.

Podemos imaginar el estado espiritual en el que puede encontrarse alguien que sabe, a ciencia y corazón ciertos que va a morir. Y no que “presume” que, a lo mejor, lo van a matar, sino que tiene seguridad absoluta de lo que ha de sucederle.

El Espíritu de Cristo, claro, no se manifiesta, por decirlo así, como se manifiesta en cualquier otra persona. Y es que siendo Dios hecho hombre, el Espíritu Santo gemía en su corazón con sus sonidos que, a diferencia del común de los mortales creyentes, eran perfectamente entendidos por Jesucristo.

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5.03.18

Meditaciones de Cuaresma – En mitad de la Cuaresma

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Ahora que estamos en mitad de la Cuaresma y muy cerca de la Pasión de Nuestro Señor, bien podemos descubrir las huellas de Dios en nuestra vida espiritual.

Y podríamos, por ejemplo, mirar un crucifijo y saber qué podríamos hacer o decir.

Sin embargo, algo hay que no deberíamos hacer.

No deberíamos mirarle a los ojos porque su mirada limpia descubriría nuestras faltas.

No deberíamos mirarle a las manos porque su profunda llaga se clavaría en nuestra alma. 

No deberíamos mirarle a los pies porque las pisadas que nos amaron nos, me, sorprenderían llorando; no deberíamos mirar su costado porque su luz cegaría nuestra causa.

Y, así vemos sus ojos, y nos sentimos ciegos.

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