InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: 2013

4.12.13

¿Qué les parecen estas buenas razones?

Visita a Jesús sacramentado

“A cualquier alma que visita a Jesús en el Santísimo Sacramento le dice este Señor: ‘Alma que me visitas, levántate de tus miserias, pues estoy aquí para enriquecerte de gracias. Date prisa, llega a mi, no temas mi majestad, porque está humillada en este Sacramento, para apartar de ti el miedo y darte toda confianza’”

San Alfonso Mª. de Ligorio
Visitas al Stmo. Sacramento, 8

Aunque es cierto, una hermana ya me lo dijo por correo electrónico, que el decálogo que aquí traigo se encuentra en la red de redes, no puedo callar el hecho de que me llegó a través de un mensaje electrónico de una hermana perteneciente a la Asociación Pública Internacional de Fieles denominada “Hogar de la Madre”. Y, como es de justicia agradecer lo agradecible… pues así queda hecho.

Pues bien, como sabemos, desde que Dios entregara a Moisés el Decálogo conteniendo su Ley, muchos otros decálogos han ido desfilando por el mundo en el que peregrinamos. Todos ellos buscan, en el mismo número de recomendaciones o de lo que bien esté en ellos indicado, decir que algo es bueno y benéfico. No siempre, claro, eso es así pero es de suponer que la intención de quien eso hace es dejar dicho, en el mismo número que aquel citado arriba de los llamados Mandamientos de la Ley de Dios, lo que se cree vale la pena tener en cuenta.

Otro tanto, lo mismo, podemos decir del que ahora traemos aquí. Es más que posible que sea conocido por muchas de las personas que esto lean pero no está mal recordarlo por lo que supone y porque es más que probable que otras muchas personas nada sepan de este decálogo.

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3.12.13

Un amigo de Lolo - El incordiante e incordial Satanás

Presentación
Manuel Lozano Garrido

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

El incordiante e incordial Satanás

“Quien no crea en el Demonio, que explique la guerra”
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (672)

En efecto, Satanás no es muy cordial con el ser humano que es fiel. Lo es, a lo mejor, con aquel que se le somete pero con el resto, o lo que es lo mismo, con quien se sabe hijo de Dios, quiere tratar lo menos posible y si lo consigue, se los lleva a su nido podrido.

Mientras Dios siembra en el corazón del hombre, creatura suya, el amor, la misericordia y demás virtudes y gracias que lo hacen bueno a sus ojos, quien es el Príncipe de este mundo, llamado así por manipular al mismo o querer tenerlo en la palma de sus manos con sus adulaciones y proposiciones cierta deshonestas o, lo que es lo mismo, el Ángel caído que fue enviado al mundo para que lo dominara contra natura y en la tiniebla, procura que los mismos hijos que Dios tiene como creación buena, caigan en sus fauces que no son sino fosas que aniquilan lo que de bueno hay en el corazón del hombre.

Satanás, el Maligno, el Demonio o el Diablo, llámesele como se le llama, existe tan ciertamente como existe Dios que todo lo creó y mantiene. Pero, a diferencia de Quien es Todopoderoso, el primero es todo-vengativo y nos ama con la misma precisión que un animal salvaje ama a la presa que quiere acechar, cazar y, luego, comer y deglutir. Así nos quiere quien se opuso a Dios, por ejemplo, al travestirse de serpiente, animal ciertamente repugnante (digan lo que digan los amantes de la naturaleza) e incitar a la mujer, llamada Eva por ser madre de todas las criaturas, a que contradiciendo lo que Dios había dicho acerca del árbol que no les estaba permitido comer, no sólo comiera ella sino que convenciera al hombre, ¡pobre criatura en manos de la perfección que Dios le había entregado!, de que hiciera lo mismo de ella.

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2.12.13

Serie oraciones – invocaciones - Oración para pedir la gracia de bien morir

Orar

No sé cómo me llamo…
Tú lo sabes, Señor.
Tú conoces el nombre
que hay en tu corazón
y es solamente mío;
el nombre que tu amor
me dará para siempre
si respondo a tu voz.
Pronuncia esa palabra
De júbilo o dolor…
¡Llámame por el nombre
que me diste, Señor!

Este poema de Ernestina de Champurcin habla de aquella llamada que hace quien así lo entiende importante para su vida. Se dirige a Dios para que, si es su voluntad, la voz del corazón del Padre se dirija a su corazón. Y lo espera con ansia porque conoce que es el Creador quien llama y, como mucho, quien responde es su criatura.

No obstante, con el Salmo 138 también pide algo que es, en sí mismo, una prueba de amor y de entrega:

“Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno”

Porque el camino que le lleva al definitivo Reino de Dios es, sin duda alguna, el que garantiza eternidad y el que, por eso mismo, es anhelado y soñado por todo hijo de Dios.

Sin embargo, además de ser las personas que quieren seguir una vocación cierta y segura, la de Dios, la del Hijo y la del Espíritu Santo y quieren manifestar tal voluntad perteneciendo al elegido pueblo de Dios que así lo manifiesta, también, el resto de creyentes en Dios estamos en disposición de hacer algo que puede resultar decisivo para que el Padre envíe viñadores: orar.

Orar es, por eso mismo, quizá decir esto:

-Estoy, Señor, aquí, porque no te olvido.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero tenerte presente.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero vivir el Evangelio en su plenitud.

-Estoy, Señor, aquí, porque necesito tu impulso para compartir.

-Estoy, Señor, aquí, porque no puedo dejar de tener un corazón generoso.

-Estoy, Señor, aquí, porque no quiero olvidar Quién es mi Creador.

-Estoy, Señor, aquí, porque tu tienda espera para hospedarme en ella.

Pero orar es querer manifestar a Dios que creemos en nuestra filiación divina y que la tenemos como muy importante para nosotros.

Dice, a tal respecto, san Josemaría (Forja, 439) que “La oración es el arma más poderosa del cristiano. La oración nos hace eficaces. La oración nos hace felices. La oración nos da toda la fuerza necesaria, para cumplir los mandatos de Dios. —¡Sí!, toda tu vida puede y debe ser oración”.

Por tanto, el santo de lo ordinario nos dice que es muy conveniente para nosotros, hijos de Dios que sabemos que lo somos, orar: nos hace eficaces en el mundo en el que nos movemos y existimos pero, sobre todo, nos hace felices. Y nos hace felices porque nos hace conscientes de quiénes somos y qué somos de cara al Padre. Es más, por eso nos dice san Josemaría que nuestra vida, nuestra existencia, nuestro devenir no sólo “puede” sino que “debe” ser oración.

Por otra parte, decía santa Teresita del Niño Jesús (ms autob. C 25r) que, para ella la oración “es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría”.

Pero, como ejemplos de cómo ha de ser la oración, con qué perseverancia debemos llevarla a cabo, el evangelista san Lucas nos transmite tres parábolas que bien podemos considerarlas relacionadas directamente con la oración. Son a saber:

La del “amigo importuno” (cf Lc 11, 5-13) y la de la “mujer importuna” (cf. Lc 18, 1-8), donde se nos invita a una oración insistente en la confianza de a Quién se pide.

La del “fariseo y el publicano” (cf Lc 18, 9-14), que nos muestra que en la oración debemos ser humildes porque, en realidad, lo somos, recordando aquello sobre la compasión que pide el publicano a Dios cuando, encontrándose al final del templo se sabe pecador frente al fariseo que, en los primeros lugares del mismo, se alaba a sí mismo frente a Dios y no recuerda, eso parece, que es pecador.

Así, orar es, para nosotros, una manera de sentirnos cercanos a Dios porque, si bien es cierto que no siempre nos dirigimos a Dios sino a su propio Hijo, a su Madre o a los muchos santos y beatos que en el Cielo son y están, no es menos cierto que orando somos, sin duda alguna, mejores hijos pues manifestamos, de tal forma, una confianza sin límite en la bondad y misericordia del Todopoderoso.

Esta serie se dedica, por lo tanto, al orar o, mejor, a algunas de las oraciones de las que nos podemos valer en nuestra especial situación personal y pecadora.

Serie Oraciones – Invocaciones: Oración para pedir la gracia de bien morir

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1.12.13

La Palabra del Domingo - 1 de diciembre de 2013

Biblia

Mt 24, 37-44

“37 ‘Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. 38 Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca, 39 y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. 40 Entonces, estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado; 41 dos mujeres moliendo en el molino: una es tomada, la otra dejada. 42 ‘Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. 43 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa. 44 Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre’”.

COMENTARIO

Estamos más que avisados

Jesús vino para volver a venir.

Así es la verdad de las cosas. Jesús, por lo tanto, el Hijo de Dios, el Mesías y el Emmanuel, no fue enviado por el Creador para cumplir una misión, digamos, de una vez.

Hubo un tiempo en el que predicó el hijo del carpintero José y de María, la Virgen de Nazaret. En aquel tiempo se obtuvieron muchos frutos que han llegado hasta hoy día. Sin embargo, no todo el fruto se dio sino que ha de dar mucho más. Así se ha comprobado y así se comprobará porque la Palabra de Dios no es falsa ni falso es el mensaje del Ungido.

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30.11.13

Serie Fundación GRATIS DATE – Vida del Padre Pío, de Enrique Calicó.

GRATIS DATE

Escribir de la Fundación GRATIS DATE es algo, además de muy personal muy relacionado con lo bueno que supone reconocer que hay hermanos en la fe que tienen de la misma un sentido que ya quisiéramos otros muchos.

No soy nada original si digo qué es GRATIS DATE porque cualquiera puede verlo en su página web (www.gratisdate.org). Sin embargo no siempre lo obvio puede ser dejado de lado por obvio sino que, por su bondad, hay que hacer explícito y generalizar su conocimiento.

Seguramente, todas las personas que lean estas cuatro letras que estoy juntando ya saben a qué me refiero pero como considero de especial importancia poner las cosas en su sitio y los puntos sobre todas las letras “i” que deben llevarlos, pues me permito decir lo que sigue.

Sin duda alguna GRATIS DATE es un regalo que Dios ha hecho al mundo católico y que, sirviéndose de algunas personas (tienen nombres y apellidos cada una de ellas) han hecho, hacen y, Dios mediante, harán posible que los creyentes en el Todopoderoso que nos consideramos miembros de la Iglesia católica podamos llevarnos a nuestros corazones muchas palabras sin las cuales no seríamos los mismos.

No quiero, tampoco, que se crean muy especiales las citadas personas porque, en su humildad y modestia a lo mejor no les gusta la coba excesiva o el poner el mérito que tienen sobre la mesa. Pero, ¡qué diantre!, un día es un día y ¡a cada uno lo suyo!

Por eso, el que esto escribe agradece mucho a José Rivera (+1991), José María Iraburu, Carmen Bellido y a los matrimonios Jaurrieta-Galdiano y Iraburu-Allegue que decidieran fundar GRATIS DATE como Fundación benéfica, privada, no lucrativa. Lo hicieron el 7 de junio de 1988 y, hasta ahora mismo, julio de 2013 han conseguido publicar una serie de títulos que son muy importantes para la formación del católico.

Como tal fundación, sin ánimo de lucro, difunden las obras de una forma original que consiste, sobre todo, en enviar a Hispanoamérica los ejemplares que, desde aquellas tierras se les piden y hacerlo de forma gratuita. Si, hasta 2011 habían sido 277.698 los ejemplares publicados es fácil pensar que a día de la fecha estén casi cerca de los 300.000. De tales ejemplares, un tanto por ciento muy alto (80% en 2011) eran enviados, como decimos, a Hispanoamérica.

De tal forman hacen efectivo aquel “gratis lo recibisteis, dadlo gratis” (Mt 10,8) y, también, “dad y se os dará” (Lc 6,38) pues, como es de imaginar no son contrarios a las donaciones que se puedan hacer a favor de la Fundación. Además, claro, se venden ejemplares a precios muy, pero que muy, económicos, a quien quiera comprarlos.

Es fácil pensar que la labor evangelizadora de la Fundación GRATIS DATE ha des estar siendo muy grande y que Dios pagará ampliamente la dedicación que desde la misma se hace a favor de tantos hermanos y hermanas en la fe.

Por tanto, esta serie va a estar dedicada a los libros que de la Fundación GD a los que no he hecho referencia en este blog. Esto lo digo porque ya he dedicado dos series a algunos de ellos como son, por ejemplo, al P. José María Iraburu y al P. Julio Alonso Ampuero. Y, como podrán imaginar, no voy a traer aquí el listado completo de los libros porque esto se haría interminable. Es más, es mejor ir descubriéndolos uno a uno, como Dios me dé a entender que debo tratarlos.

Espero, por otra parte, que las personas “afectadas” por mi labor no me guarden gran rencor por lo que sea capaz de hacer…

Vida del Padre Pío, de Enrique Calicó

Vida del Padre del Pío

En los últimos siglos, digamos por ejemplo dos o tres, es bien cierto que ha habido muchos creyentes católicos que han pasado a la historia de nuestra fe con las notas más altas que puedan ostentarse en tal materia espiritual. Sin embargo, si hay una persona que se ha significado, no por ella misma por ánimo de hacerlo así sino por la realidad de las cosas que han estado relacionadas con tal católico, es el Padre Pío de Pietrelcina.

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que aquel religioso humilde que tanto sufrió (física y espiritualmente) es otro arquetipo de los que refiere en sus libros el P. Alfredo Sáenz, S.J. y que Enrique Calicó ha biografiado de forma magistral y profunda.

Empieza bien este libro cuando trae a sus páginas unas palabras del ahora Obispo de San Sebastián, el P. José Ignacio Munilla Aguirre y entonces, cuando se publicó el mismo Párroco de El Salvador, en Zumárraga (Guipúzcoa).

Pues bien, el bueno de don José Ignacio dice, (p. 3) allí mismo, preguntándose por la explicación que tiene el hecho del fenómeno popular suscitado por el Padre Pío que, en realidad, es Dios quien suscita entre nosotros modelos de santidad. Entonces “Algo querrá decirnos con los dones místicos que ha dado el Padre Pío, poniéndolo como ‘signo de la prioridad de lo sobrenatural’, ante los ojos de este mundo. ¡El Padre Pío es un santo para tiempos de secularización!” (p. 3).

Por lo tanto, san Pío de Pietrelcina es un santo más que actual y nada pasado de moda ni de tiempo.

Corría el año 1887 y, en concreto, un 25 de mayo, cuando en Pietrelcina, pueblo situado en el Benevento italiano, nace Francesco Forgione más conocido, pasados los años, como Padre Pío.

Su espiritualidad es profunda desde muy temprana edad pues a los cinco años de edad ya empieza a tener sus primeras experiencias místicas. Tal es así que llega “a creer que era cosa normal y corriente para todos los creyentes” (pp. 6-7) de tan habituales como se habían hecho. Es más, a los once años de edad ya sabe que va a continuar su vida de la única manera que puede: siendo sacerdote. Así, si el 27 de septiembre de 1899 recibe su primera comunión y la confirmación, en junio de 1902 (contaba, entonces, quince años de edad) fue admitido en el noviado de Morcone.

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