6.01.22

Epifanía del Señor

Epifanía del Señor

A lo largo del año litúrgico hay una serie de días especiales que son, digamos, de Precepto en el sentido de que no son el propio del domingo, día de Precepto por antonomasia. Y hoy, 6 de enero es el segundo de este nuevo año del Señor de 2022habiendo sido el primero de ellos el pasado 1 de este mismo mes de enero, especialmente dedicado a Santa María, Madre de DiosPor eso, tratamos de comentar el conjunto de los textos que el Calendario Litúrgico nos propone para hoy y no, como suele ser habitual los domingos, sólo el Evangelio.

Por tanto, los textos para el día de hoy, Epifanía del Señor, son los siguientes:

 

Is 60, 1-6

Sal 71

Ef 3, 2-3a.5-6

Mt 2, 1-12



Isaías 60

1 ¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz
y la gloria del Señor brilla sobre ti!

2 Porque las tinieblas cubren la tierra
y una densa oscuridad, a las naciones,
pero sobre ti brillará el Señor
y su gloria aparecerá sobre ti.

3 Las naciones caminarán a tu luz
y los reyes, al esplendor de tu aurora.

4 Mira a tu alrededor y observa:
todos se han reunido y vienen hacia ti;
tus hijos llegan desde lejos
y tus hijas son llevadas en brazos.

5 Al ver esto, estarás radiante,
palpitará y se ensanchará tu corazón,
porque se volcarán sobre tilos tesoros del mar
y las riquezas de las naciones llegarán hasta ti.

6 Te cubrirá una multitud de camellos,
de dromedarios de Madián y de Efá.
Todos ellos vendrán desde Sabá,
trayendo oro e incienso,
y pregonarán las alabanzas del Señor.


Sal 71

1 De Salomón.
Concede, Señor, tu justicia al rey
y tu rectitud al descendiente de reyes,
2 para que gobierne a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud.

3 Que las montañas traigan al pueblo la paz,
y las colinas, la justicia;
4 que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos de los pobres
y aplaste al opresor.

5 Que dure tanto como el sol y la luna,
a lo largo de las generaciones;
6 que sea como lluvia que cae sobre el césped
y como chaparrones que riegan la tierra.

7 Que en sus días florezca la justicia
y abunde la paz, mientras dure la luna;
8 que domine de un mar hasta el otro,
y desde el Río hasta los confines de la tierra.

9 Que se inclinen ante él las tribus del desierto,
y sus enemigos muerdan el polvo;
10 que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas
le paguen tributo.
Que los reyes de Arabia y de Sebá
le traigan regalos;
11 que todos los reyes le rindan homenaje
y lo sirvan todas las naciones.

12 Porque él librará al pobre que suplica
y al humilde que está desamparado.

13 Tendrá compasión del débil y del pobre,
y salvará la vida de los indigentes.

14 Los rescatará de la opresión y la violencia,
y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

15 Por eso, que viva largamente
y le regalen oro de Arabia;
que oren por él sin cesar
y lo bendigan todo el día.

16 Que en el país abunden los trigales
y ondeen sobre las cumbres de las montañas;
que sus frutos broten como el Líbano
y florezcan como la hierba de los campos.

17 Que perdure su nombre para siempre
y su linaje permanezca como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos
y todas las naciones lo proclamen feliz.

* * *

18 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas.

19 Sea bendito eternamente su Nombre glorioso
y que su gloria llene toda la tierra.
¡Amén! ¡Amén!

20 Fin de las oraciones de David, hijo de Jesé.

Ef 3, 2-3a. 5-6

2 Si es que conocéis la misión de la gracia que Dios me concedió en orden a vosotros: 3 cómo me fue comunicado por una revelación el conocimiento del Misterio.

5 Misterio que en generaciones pasadas no fue dado a conocer a los hombres, como ha sido ahora revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 que los gentiles sois coherederos, miembros del mismo Cuerpo y partícipes de la misma Promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio.

Mt 2, 1-12

1 Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén 2 y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo". 3 Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. 4 Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. 5 “En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta: 6 Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel". 7 Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, 8 los envió a Belén, diciéndoles: “Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje". 9 Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. 10 Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, 11 y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. 12 Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

 

COMENTARIO

Dios se presentó al mundo

 


Esto se ha realizado, lo sabemos, en el hecho de que tres magos, llamados de su lejano país, fueron conducidos por una estrella para conocer y adorar al Rey del cielo y de la tierra. La docilidad de los magos a esta estrella nos indica el modo de nuestra obediencia, para que, en la medida de nuestras posibilidades, seamos servidores de esa gracia que llama a todos los hombres a Cristo

 

San León Magno

Sermón en la Epifanía del Señor

 


1.- Puede resultar extraño que unos sabios, de lejanas tierras, acudieran a Belén en busca, o mejor dicho, para encontrar, a alguien que no conocían. ¿Qué les podía impulsar a ello?, ¿Qué extraña llamada fue la que les atrajo?

Cuando no sabemos qué responder a algo que nos produce duda o perplejidad echamos mano, en muchas ocasiones, de lo tangible, de lo que puede demostrar aquello y, así, tranquilizamos nuestra conciencia y nuestras ansias de conocimiento.

Y a esto también se le ha pretendido encontrar respuesta. Al parecer, por aquella época un cometa surcó el cielo, indicando el camino a seguir.

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3.01.22

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - Cuando llegue la primavera

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y franco.

Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Las golondrinas nunca saben la hora“ libro con el que damos comienzo un año nuevo, el 2022. 

 

Cuando llegue la primavera

“Espinas, siempre espinas…

Tantas, ¡ay!, ¿no será que, a lo mejor, me nacerá una rosa? ‘Oh! ¿Cuándo llegará la primavera

  

Este texto lo pone Lolo antes de dar comienzo al Capítulo I de este su libro “Las golondrinas nunca saben la hora” de título “Esa luz que se dora en otoño”. Y, para más información digamos que se trata de un diario que abarca entre el 2 junio de 1961 y el 20 de agosto de 1965 o, lo que es lo mismo, contempla la vida de Manuel Lozano Garrido durante cuatro años. 

Para aquel entonces, 1961, Lolo ya llevaba sus buenos 20 años enfermo y, podemos decir, empeorando pues pronto perdería la vista y pasaría a formar parte de los listados, digamos, de la ONCE, a saber la Organización Nacional de Ciegos Españoles desde octubre de 1964. 

Este texto lo suponemos de Lolo porque no viene indicado que sea de otro autor como, por ejemplo, en el mismo libro se indica que la cita “Cuando menos veo, más creo” corresponde a Santa Teresa de Jesús y que, teniendo en cuenta que este libro contiene, por así decirlo, el momento en el que Lolo queda ciego viene muy bien para explicar cómo se sentía nuestro amigo: cuando menos veía, más creía… 

De todas formas, aunque no fuera suyo (que sí lo es) explica más que bien cómo se encontraba por aquel entonces. 

Sabe el ahora Beato de Linares (Jaén, España) que no es que lo haya pasado, hablando de lo físico, muy bien desde que a principio de los años 40 del siglo pasado se le empezara a manifestar una enfermedad degenerativa. Es más, lo dice con toda claridad: “Espinas, siempre espinas…” Es más, en una ocasión dirá que él tiene la sensación como que muchos “alfileritos” se le clava en todo su cuerpo… 

Sobre esto, cuando se habla de las rosas se sabe que las mismas, como planta y de la forma cómo son, tiene espinas su tallo. Es más, que muchas veces, puede hacer bastante daño si no somos cuidadosos al cogerlas. Y Lolo se pregunta, con un ¡ay! muy significativo delante si es que a él no le puede nacer una cosa y no sólo ser la espina la que contemple para sí en su vida. 

Hacerse esa pregunta lleva implícito la esperanza de que, en efecto, le pueda nacer una rosa. Es decir, no se deja vencer por la desesperanza pues eso es cometer un pecado más que grave al desatender, en su propia vida (de hacer eso) la Providencia de Dios y dejarse dominar por el no a lo que pueda ser… y eso no lo puede hacer Lolo ni por fe ni por nada de nada. Y sabe Manuel que su Creador le tiene preparada tal rosa cuando eso tenga que suceder que, para nosotros, fue su propia vida y existencia cual manifestación más excelsa de lo que, en cuanto obra maravillosa de Dios (como la rosa) puede hacer el Todopoderoso. Y tal fue la rosa que le nació a Lolo. 

De todas formas, no se niega a sí mismo, como dice, la “primavera” en el sentido de que cree que está pasando por un invierno como metáfora de lo oscuro, del frío de una existencia físicamente penosa. Y esto lo decimos porque se pregunta “cuándo” y entonces entendemos nosotros que sabe que ha de llegar, en bien propio, pero que ignora cuando será

Y nosotros pensamos que la primavera le llegó un 3 de noviembre de 1971 cuando Dios lo llamó a su Casa y allí, en la Bienventuranza y Visión Beatífica, las espinas se convirtieron, todas, en rosas que, junto a Santa Teresita del Niño Jesús (como ella dijo que haría cuando estuviera en el Cielo) lanzan, a modo de pétalos, sobre nuestras pobres vidas para que, al menos, tengamos, con sus palabras, un buen quicio en el que apoyarnos.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

Llama Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

1.01.22

La Palabra para el Domingo - 2 de enero de 2022

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Como es obvio, hoy no es domingo 2 sino sábado, 1 de enero de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.”



Jn 1, 1-18


“1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. 2 Ella estaba en el principio con Dios. 3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. 4 En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, 5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. 6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. 7 Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. 8 No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. 9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. 11 Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. 12 Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; 13 la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. 14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan da testimonio de él y clama: ‘Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.’ 16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. 17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. 18 A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.”




COMENTARIO

En el Principio: en aquel Principio

 

El contenido de los Santos Evangelios es, por ser inspiración divina, verdaderamente maravilloso. Que proceden de inspiración de parte de Dios lo dice el hecho de poder aplicarse ahora mismo, siglos después de haber sido escritos.


Pues bien, hay textos, de todas formas, que expresan más que otros porque contienen una santa doctrina que va mucho más allá de lo que los mismos expresan. Y el de hoy es uno de ellos. Se mire por donde se mire y se haga como se haga la mirada sobre el mismo no se encuentra sino gozo, sino mucha información acerca de la historia de la salvación y, en fin, muchas formas de saber cuál es la voluntad de Dios.


Ciertamente no vamos a ser capaces de meditar sobre el total contenido de este esencial texto del Evangelio de San Juan. Es un verdadero privilegio hacerlo, al menos, sobre alguna parte del mismo.


El Principio de todo

 

Cuando oímos hablar del “Principio” sabemos que se refiere la Santa Biblia a cuando aún nada había sido creado. Era, entonces, el Principio de todo. Y se nos dice que todo se hizo por la Palabra (que es Cristo y que nada se hizo sin ella; todo, además, se hizo para la Palabra. Es más, la Vida (así escrita, con mayúscula) estaba en la Palabra, que era Cristo. Además, al parecer en el Principio había tinieblas pero no pudieron con la Luz (que era la Palabra o, lo que es lo mismo, Cristo) porque la Luz estaba en la Palabra y la Palabra estaba en diálogo con el Creador.


Los que no reciben a Dios en el Hijo

 

Como el ser humano hace lo que bien le parece haciendo uso de su libertad, es posible que no haga lo que le conviene sino lo que está muy en contra de la voluntad de Dios. Y eso es lo que pasó cuando la Luz visitó al mundo. El mundo la necesitaba pero actuó contra la misma de la forma que sabemos y que hizo con Cristo. Por eso muchos no supieron aprovechar la oportunidad que les estaba dando el Todopoderoso y no quisieron saber nada de aquella Luz que había enviado Dios al mundo para que el mundo se salvase.

 

Los que sí reciben a Dios en el Hijo

Hay, sin embargo, dos formas, dos actitudes, ante lo que pasó en aquel principio. La primera ya la hemos visto: no aceptar a la Luz, separarse de Dios, alejarse del Todopoderoso.

 

Pero no todo hijo de Dios tiene el alma encerrada en su corazón. También hay quien sí aceptó la Luz, sí tuvo a bien cambiar su corazón y, en fin, supo ver lo bueno que tenía seguir a Jesucristo. Pues bien, a tales creyentes lo que Dios les da es, nada más y nada menos, la posibilidad de considerarse hijos suyos. No hijos venidos de nacimiento carnal sino puramente espiritual. Y tales hijos son los que, entonces, deben transmitir la Verdad, Quién es el Camino y Quién la Vida.

 

La gracia y la Verdad están en Cristo

 

Los que estaban bajo la ley estaban sometidos a la ley, sojuzgados por el poder establecido por las autoridades religiosas judías. Ellos no estaban con la Ley sino, en todo caso, como decimos, bajo el poder de la ley. Sin embargo, el Hijo de Dios, cuando vino al mundo (según nos dice este evangelio) trajo al mundo algo más que la ley porque con Él vino la Gracia de Dios y la Verdad del Todopoderoso.

Por eso nos dijo que no quería que la Ley no se cumpliese sino que, al contrario, se cumpliese en su totalidad. Y no debía referirse a lo que muchos habían hecho con la que Dios había dado a la humanidad sino, en verdad, a la que Dios estableció como su santa Voluntad. Y tal Ley era la que Cristo quería hacer cumplir.

 

PRECES

Por todos aquellos que no quieren recibir a Cristo en sus corazones.

Roguemos al Señor.

 

Por todos aquellos que no miran a Dios y se pierden en un Infierno mundano.

Roguemos al Señor.

  

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a recibirte en nuestro corazón.

  

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

    

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Palabra de Dios; la Palabra.

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

 

31.12.21

Imagen de fin de año con Lolo al fondo

Oposiciones 2022. Convocatoria publicada | Formación Europea

En efecto, hoy es 31 de diciembre y eso viene a querer decir que se termina otro año de la vida del mundo y, claro, de la de nosotros mismos. Y eso, sabiendo que, en cualquier momento podemos ser llamados por Dios a dar cuentas de lo que hemos sido en su Tribunal… pues está bien aunque, claro, nunca sabemos qué es lo mejor. 

Bueno. El caso es que hoy termina este año que es el 2021 desde que se cuenta en el “después de Cristo”. Por tanto, nuestra existencia tiene todo que ver con la de aquel Dios que quiso hacerse hombre y nació hace muchos, muchos, siglos. Pero nosotros, que no olvidamos lo bueno de todo aquello, contamos el tiempo desde aquel momento en el que, en una noche más que buena y tras ella vino al mundo el Mesías. 

Y hoy es 31 de diciembre. Se acabó, se terminó otro periodo de doce meses humanamente hablando porque ya sabemos que una cosa es eso y otra, muy distinta, lo que a nosotros nos ha pasado en el corazón. 

Sí, el Cielo (Dios quiera y nosotros pongamos todo de nuestra parte) está más cerca que el pasado 1 de enero. Y los pasos que hayamos dado en tal sentido tienen consecuencias, como bien sabemos. Y las mismas tienen todo que ver con nuestra salvación eterna. 

Todo, en tal sentido, termina hoy pero todo, también empieza mañana, 1 de enero. Y, por decirlo así, todo está por ver y todo por pasar. Y como mañana es el día especialmente dedicado a la Virgen María, de la cual celebraremos un día muy especial, digamos hoy lo que nos parece lo que ha de venir, vamos, el porvenir.

Bien podemos preguntarnos qué es lo que este nuevo año puede plantearnos y qué, sobre todo, podemos responder atendiendo, en primer lugar, a la voluntad de Dios.

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¿Qué en cuanto a  nuestra práctica religiosa? 

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28.12.21

Santos e Inocentes; Inocentes y Santos

Los Santos Inocentes: entre la historia y el mito

Cada año recordamos,

el 28 de diciembre,

la muerte de los que llamamos

Santos e Inocentes.

 

¿Acaso a tal edad

puede uno santo ser?

 

¿Acaso sin proceso

y con poco que ofrecer?

 

Errado anda quien piensa

en bromas y risas falsas,

y mancilla aquella sangre

tan inesperada y santa.

 

Es cierto y verdad

y podemos así decirlo,

que con meses pocos cumplidos

no se ha tenido razón

y ni siquiera motivo

para subir pronto a los altares

aunque ejemplo haya en el Cielo

de alguno aún no nacido

que ha alcanzado la Gloria

sin la luz haberla visto.

 

El caso es el presente,

aquellos niños,

aquel matarife errado,

ciego, vengativo,

que quiso matar la Vida

por miedo de lo dicho.

 

Iba a nacer un rey,

vamos que ya había nacido,

cerca de donde gobernaba

aquel nigérrimo tipo.

 

Y ni corto ni perezoso,

como si pudiera hacerlo,

como si la vida fuera suya

siendo, en verdad, del otro,

ordenó una matanza

aunque pudiera creerse escasa

hubiera bastado la sangre

de un solo de los nacidos

para que fuera aberración

y desvergüenza grande.

 

Aquellos Santos que dieron su vida

poco hicieron, eso es cierto,

apenas unos meses habían pasado

desde su nacimiento

pero quiso el mundo,

y con él la inquina y la soberbia,

que la espada saliera rauda

a sangrar lo que pudiera.

 

Santos e Inocentes,

aquellos niños primeros,

mártires por testigos,

luz entre los luceros.

 

Santos e Inocentes,

¿qué culpa ellos tuvieron?

 

Santos e Inocentes

aquellos niños primeros,

tuvieron que dar su sangre

por el vicio y el anhelo

de aquel que no comprendió

el mensaje de unos Magos

que habían llegado de oriente

en busca del Bien anhelado.

 

Santos e Inocentes,

recordamos su presencia,

están con Dios en su Casa

y en nosotros su esencia.

Santos Inocentes, rogad por nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán

    

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Perdón os pedimos Inocentes cuando somos indignos de vosotros. 

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

25.12.21

La Palabra para el Domingo - 26 de diciembre de 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 26 sino sábado, 25 de diciembre de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.  

 

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.”

  

Lc 2, 22-35.39-40

 

“22 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, 23 como está escrito en la Ley del Señor: = Todo varón primogénito será consagrado al Señor = 24 y para ofrecer en sacrificio = un par de tórtolas o dos pichones =, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. 25 Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. 26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. 27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, 28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: 29 ‘Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; 30 porque han visto mis ojos tu salvación, 31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos, 32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.’ 33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. 34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: ‘Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción - 35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.’ 39 Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él”.

 

 

COMENTARIO

 

Cuando Cristo se presentó por tercera vez

 

Ya se había presentado el Hijo de Dios ante el mundo cuando los Magos, venidos de allende de las fronteras de Israel, se postraron ante el Niño que hacía bien poco acababa de nacer. Aquella, claro está, fue la segunda manifestación de Cristo al mundo (creemos que la primera fue Su mismo nacimiento) pero, como bien sabemos, hubo otras ocasiones en las que manifestó, bien a través de sí mismo o de otros, que era Quien era y que se había cumplido todo lo escrito en las Sagradas Escrituras al modo, digamos, de Dios, y según su santísima Voluntad. 

En este texto del Evangelio de San Lucas, siempre tan cercano a la Virgen María y, por eso, fuente de información directa, se nos dice que la Sagrada Familia cumplía con la ley y con las normas establecidas para el caso del nacimiento de un ser humano. Por eso acuden al Templo para llevar a cabo la purificación. 

Seguramente, aquel anciano, Simeón, había tenido un soplo del Espíritu Santo: aquel sería un día especial y no debía faltar en el Templo. Y es seguro que no faltó como, por cierto, hacía a diario. Y es premiado como corresponde a quien, al recibir un gemido inefable del Espíritu de Dios lo escucha y actúa en consecuencia en vez de mirar para otro lado como si eso pudiese molestarle. 

Lo que no esperaría Simeón es que aquel día, en aquel preciso momento, Dios cumpliese con su promesa de enviar al Mesías, a su mismo Hijo engendrado y no creado, y fuera él quien contemplase la Luz del mundo mientras que, suponemos, otras muchas personas por allí pasaban sin darse cuenta de nada y yendo a lo suyo… 

Pero sí, Simeón se da cuenta al instante. Por eso le pide a Dios, sencillamente, que lo lleve de este mundo porque la promesa que le habían hecho se ha cumplido y ha visto con sus ojos a la salvación del mundo. Cómo sucede eso nosotros no lo sabemos pero es cierto y verdad que eso ha de ser así para que de su boca salga tal petición a Dios. Y algo más, dice algo más. 

Meditación 46: Profecía de Simeón sobre María | Contracorriente

Creemos que Simeón sabía que aquel Niño había llegado al mundo para causar un verdadero terremoto espiritual. Y es que ser causa de contradicción entre las personas y, además, servir para que una espada atravesase el alma de su Madre… en fin, que no era poca cosa. Y el caso es que, como sabemos, eso fue lo que luego pasaría. 

Y Simeón, que tanto tiempo había esperado aquello que entonces le sucedía y acaecía en su corazón, suponemos gozó más que mucho y, por eso, ya nada más podía esperar en aquel mundo que tan descreído se había vuelto. 

Luego, ya sabemos lo que pasó: cumplieron con la ofrenda, pobre como ellos lo eran, y “rescataron” al Niño para sí. Y sí, es cierto que aquello más bien parecía un buen negocio de parte de los mandamases del Templo pero, al fin y al cabo, era lo establecido y ellos lo cumplieron aunque bien sabemos que, con el tiempo, Aquel que había sido allí presentado recordará el celo que la Casa de su Padre le producía en el corazón y haría lo que hizo… 

Y aquel Niño creció, física y espiritualmente. Y lo hizo en bien de la humanidad entera y toda pero, ¡ojo!, sólo en beneficio de todo aquel que crea que es Quien es y que vino para lo que vino pues aquí, en esto, no puede haber café para todos…

PRECES 

Pidamos a Dios por aquellos que no creen en la venida de Cristo al mundo para salvar al mundo y que vino, que viene y que vendrá. 

Roguemos al Señor. 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren escuchar los inefables gemidos del Espíritu Santo. 

Roguemos al Señor.  

ORACIÓN 

Padre Dios; gracias por crear una Familia como lo fue la que consideramos  Sagrada.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

    

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Palabra de Dios; la Palabra.

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

24.12.21

Nace Dios mismo hecho hombre

Imágenes del Nacimiento del Niño Jesús

Es más que cierto y verdad que del día de hoy, Nochebuena, y del de mañana, Navidad, mucho se ha escrito desde que en un pueblo de Israel llamado Belén Dios quisiese que su Hijo se presentase al mundo en lo que bien podemos considerar su primera Epifanía pues, antes de la de los Reyes Magos no podemos negar que su nacimiento fue la primera manifestación. 

De todas formas, no por eso vamos a dejar de recordar un momento tan especial de la historia de la salvación que fue cuando Dios, que quería que su criatura humana se salvase, en aquellos llamados últimos tiempos, envío a su Hijo al mundo y se encarnó de María, la Virgen, como se dice con verdad, acierto y gozo. 

Es cierto también que hoy es Nochebuena (será cuando llegue el momento) y, como tal, nosotros estamos esperando que, como tal, lo sea para cada uno de nosotros que también esperamos que nazca el Hijo para que el Padre diga que lo hecho, hecho está. 

Hay quien cree que hace de menos a Dios, a la Virgen María, a Jesucristo y, claro, a su Iglesia, defendiendo que en la Biblia nada se dice del día en que nació el Salvador y que si lo celebramos ahora es porque se recoge una festividad pagana dedicada, algo así, como al Sol o que tiene que ver con una festividad pagana de la época romana llamada Saturnalia… 

El caso es que eso, a los creyentes católicos (y suponemos que al resto de los cristianos) no nos importa ni un bledo o, vamos, nada de nada. En primer lugar porque ya dejó escrito San Pablo eso de que lo examináramos todo y nos quedáramos con lo bueno (cf. 1 Tes 5, 21) de lo que pudiéramos encontrar en nuestro camino aunque ya podemos suponer que no se trata de cualquier cosa buena sino de aquello que acuerde con nuestra fe cristiana… Y si la Iglesia creyó que tal día o tales días, el 24 y el 25 de diciembre eran los aptos para la celebración… ¡miel sobre hojuelas!, como también se dice en la Sagrada Escritura de aquello que supera a lo mejor de lo mejor… 

Pero, en segundo lugar, el caso es que el Hijo de Dios nació un día en un tiempo determinado de la historia de la salvación y eso es lo que a nosotros nos importa y lo que debería importar al mundo todo y entero pues tal acontecimiento no es cosa única de los que tenemos tal fe sino que debería ser tenido en cuenta por la humanidad que quiera salvarse. 

Y sí, Jesucristo vino al mundo hace mucho más de 2.000 años y mucho ha llovido, espiritualmente, desde entonces. Sin embargo, no ha cambiado ni la esperanza de este mismo momento ni todo lo que supone saber que seremos salvados gracias a su sacrificio cuando eso tenga que ser; también que podemos gozar plenamente al saber que ha querido Dios, quiso entonces, entregar a su Único Hijo engendrado y no creado para que diera su vida por todos sus hermanos los hombres y eso no lo va a cambiar nadie por mucho que se empeñe en dañar, sin conseguirlo, una verdad tan grande como ésta: Dios quiso, pudo hacerlo y lo hizo. ¡Eso, exactamente como en el caso de la Inmaculada Virgen María!: quiso, pudo y lo hizo. 

El caso es que nace Dios hecho hombre. ¿Acaso hay mejor noticia?

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Nace Cristo otra gozosa vez. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

22.12.21

Ventana a la Tierra Media – Felicidades, John

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En el principio estaba Eru, el Único, que en Arda es llamado Ilúvatar…

En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios , y el Verbo era Dios…

  

Pronto será San Juan Evangelista (el 27 de diciembre). Y nos place y gozamos con felicitar, en el día de su santo a otro Juan, llamado John por ser inglés su nombre y ser tal su lengua, digamos, oficial, pues es bien sabido que tuvo otras muchas más… Y, aunque es cierto que lo podíamos haber hecho el pasado 24 de junio,  día en el que se celebra a San Juan Bautista, lo bien cierto es que nos equivocamos entonces de santo (mea y grave culpa del que esto escribe) y tuvimos que guardar el artículo para ahora… por lo cual les pedimos perdón por tanta torpeza por nuestra parte pero, como podrán leer aquí, la referencia bíblica sólo acuerda con San Juan Evangelista, si ustedes nos entienden, que diría Sam Sagaz. O, al menos, lo felicitamos ahora por ser, la fecha de hoy, más cercana a la de su nacimiento (el próximo 3 de enero) En fin…

Resulta curioso, aunque no increíble ni fuera de lugar que una persona como J.R.R. Tolkien, creyente católica, tenga una relación especial con otros creyentes que, a lo largo de la historia, han sido. 

Para la festividad de San José dimos en publicar un artículo en el se podía ver una relación muy especial entre el padre putativo de Jesucristo y el autor de El Hobbit. Y allí expusimos lo que creíamos evidente de ver cómo, por ejemplo, 

San José cuidó muy bien a su hijo, enseñándole un oficio lo mismo que hace Tolkien con sus personajes a los cuales enseña el oficio que a cada uno le corresponde y que desempañan más que bien, 

San José enseña valores y principios religiosos a su hijo que lo llevan por el camino del Bien lo mismo que Tolkien hace con sus especiales hijos, sus personajes, a los cuales también inculca un respeto por una serie de valores y principios que son los que encauzan por el buen camino y no hacen que se pierdan salvo los que ya están perdidos.”

 

Existe, como se puede ver y cualquiera sabe (creemos) una relación más que directa entre el principio de El Silmarillion y el principio del Evangelio de San Juan. Y es lo que hemos traído a modo de encabezamiento de este artículo. 

Resulta curioso que hubiera quien, al leer el principio de la obra que nunca pudo publicar en vida Tolkien dijera algo así como “¡Bah, lo mismo que en la Biblia!” Y es que decir eso suponía, para empezar, hacer de menos a la Escritura Santa, como dándole poca importancia y, luego, no querer ver el sentido de todo lo que venía después de ese “En el principio estaba Eru…” 

Pero también existe una relación más que directa entre el San Juan y Tolkien. Y es que el símbolo del primero es el Águila y las águilas están más que bien tratadas en la obra del profesor de Oxford y son tenidas muy en cuenta como seres que, verdaderamente, ayudaban a conservar la vida en los tiempos turbulentos de la Tierra Media.

 Águila de San Juan - Wikipedia, la enciclopedia libre         ArtStation - Gwaihir the Windlord, Antonio J. Manzanedo

Aquí podemos ver a las Águilas en la versión de San Juan (El Águila, como símbolo del Evangelista) y en la de Tolkien. En este último caso están más que bien representadas al traer aquí a Gwaihir, a la sazón descendiente de Thorondor y que, como su sucesor, por así decirlo, toma su lugar como Rey de las Águilas. 

Como tal, San Juan, en forma de Águila, vio todo lo que debía ver en lo que luego sería su Apocalipsis y J.R.R. Tolkien, mediando las águilas, pudo contemplar los más diversos acontecimientos que acaecían en la Tierra Media y, si era necesario, echar una mano o mejor, unas garras en defensa del Bien por parte de Gwaihir y los suyos…

De todas formas, estamos más que seguros que ahora mismo habrá quien le saque más relación a San Juan Evangelista y a Tolkien. Sin embargo, aquí estamos (además de para apuntar, aunque sea) para felicitar a nuestro amigo (así consideramos a quien todo de sí lo da) por ser hoy, precisamente, su santo. 

Y podemos decir, por ejemplo: 

Felicidades, John, por haber sido tan franco en tu obra y en tu fe tan acertado, 

Felicidades John, por haber querido que vibráramos con las aventuras de tus personajes y haberlo conseguido, 

Felicidades John, por haberte enfrentado a los obstáculos más diversos a la hora de publicar tus cuentos y que vencieras en simpar batalla a razones y verdades, 

Felicidades John, por decir tanto sobre qué pasaba por tu corazón sin decirlo…, 

Felicidades John, por haber sido capaz de inspirar en nosotros lo bueno y mejor que hay en tu obra escrita, 

Felicidades John, por querer ser el representante de todos los que vencen al perseverar, 

Felicidades John, por haber sabido fijar unos personajes ejemplo de lo bueno y mejor que podemos amar y querer, 

Felicidades John, por haber encontrado el amor y perseguirlo hasta las últimas consecuencias, 

Felicidades John, por haber sido como fuiste y convertirte en inmortal en nuestros corazones.

 

Seguramente, es más que posible decir muchas cosas más acerca de lo que ansiamos manifestar en este especial día de San Juan Evangelista. Y estamos seguros y más que seguros que J.R.R. Tolkien está de acuerdo con esto pues lo decimos con franqueza y verdad.

 

Felicidades John, y gracias por todo.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

Socio de la STE (Sociedad Tolkien Española) con el número 1714

 

  

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

20.12.21

¿Por qué Cristo vuelve siempre?

Adviento 2021 - ACI Prensa

En efecto. Cada Nochebuena y, luego, cada Navidad, el Hijo de Dios vuelve, en un sentido más que cierto y atemporal, a nacer. Y es esto un gran misterio sostenido por la fe y por la seguridad de que es la Voluntad de Dios que eso así sea y suceda. 

Damos un paso másAhora no nos referimos a nosotros. Es decir, nose trata ahora de cómo vamos a tener el corazón ni tampoco de a dónde queremos llegar. No. Ahora se trata de Alguien, así, con mayúscula, porque es mayúsculo el ser divino al que nos referimos. 

Cualquiera ha adivinado que hablamos del que nacerá el día que celebramos que nació. Sí. Jesús, llamado así porque Dios quiso que fuera Él entre nosotros, nacerá de nuevo, como decimos arriba. Y, como Dios no da puntada sin hilo ni su Hijo ha de venir al mundo sin razón alguna… entonces es que, al contrario de esto, ha de haber una razón y un hilo que todo lo una. 

En cuanto a la razón, podemos llamar causa y, en cuanto a la voluntad de Quien eso permite, verdadero motivo muy personal, el Hijo de Dios vuelve cada año, seguramente, por muchas causas y razones. Aquí, seguramente, no podremos dar sólo una porque sería acotar demasiado la Verdad y eso, ni puede ser cierto ni, además, nos conviene nada de nada. 

Podemos decir, por ejemplo, que Cristo vuelve otra vez (y decimos siempre porque será siempre hasta que venga por segunda vez en su Parusía) porque, al parecer, no acabamos de comprender que vino la primera vez porque quería que nos salváramos. Pero fueron, y somos, duros de mollera… 

También podemos decir, dando otro ejemplo o posibilidad, que Cristo vuelve otra vez porque, siendo también Espíritu Santo-Dios quiere recordarnos lo importante de su existencia, lo santo de su doctrina y, en fin, lo que nunca debemos olvidar. Y, en realidad, nos hace más que falta que así sea. 

Vuelve Cristo, otra vez, a nacer porque nos ama sobremanera y, estamos seguros, que gusta y goza con volver a ver los ojos sorprendidos de los humildes y sencillos pastores que acudieron a Belén a ver cómo sucede lo que el Ángel les ha dicho. Y es que, así, nosotros podemos ser como ellos fueron. 

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18.12.21

La Palabra para el domingo – 19 de diciembre de 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 19 sino sábado, 18 de diciembre de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.”


Lc 1, 39-45


“39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; 40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; 42 y exclamando con gran voz, dijo: ‘Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; 43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. 45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!’”.


COMENTARIO

Bendita la Madre de Dios


Cuando el Ángel Gabriel, en la Anunciación, le comunica a María que su prima Isabel, ya de bastante edad, está embarazada de 6 meses no tiene duda alguna de qué es lo que debe hacer: ayudar. Por eso nos dice el texto del evangelio que “se levantó María y se fue con prontitud”. 

Podemos imaginarnos a aquella joven judía, que llevaba al Hijo de Dios en su seno recién cubierto por la sombra del Espíritu Santo, aparejando los arreos para montar, así debería ser, en algún jumento que la llevara por las montañas hasta Ain Karem, donde vivían Isabel y su esposo Zacarías (ya mudo por entonces por su falta de confianza en el Ángel del Señor) y donde iba a nacer quien sería llamado Juan, por misión Bautista.

No sabemos si Isabel esperaba a su prima María. Y es que ni ella ni Zacarías le habían dicho nada de su embarazo. Lo que desconocía la anciana mujer es que el Espíritu Santo había cumplido con su misión a la perfección y le comunicó a ella algo muy importante.

Algo aquí nos muestra lo que pasa entre María e Isabel y entre el niño que ambas llevan en su seno. Quien sería llamado Juan reconoce, de alguna manera lo reconoce, a Quien ha venido a visitarlo. Y salta de gozo en el vientre de Isabel que, raudo, le comunica a María algo que la esposa de Zacarías no sabía hasta tan exacto momento: sabe Quién lleva María dentro de sí.

El caso es que el texto evangélico nos dice que Isabel se llenó del Espíritu Santo. Querría decir el autor de estas palabras que la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, que ya habitaba en el corazón de Isabel por ser su templo, se le manifestó en lo importante de la verdad.

Hesed: María visita a su prima Isabel (Lc 1, 39-56)

Isabel lo reconoce todo de una sola vez: María es una mujer elegida por Dios; el niño que lleva en su vientre (de apenas unos días) es el Enviado de Dios, el Mesías ansiado y esperado por el pueblo que el Creador tomó como especialmente suyo.

Aquellas palabras de Isabel tienen todo que ver con una clara revelación divina. Por eso la anciana mujer sabe que es bendita María y que es bendito el niño que ella lleva dentro de sí; que si el niño es el Señor, ella, María, es su Madre y, por tanto, alguien que es tenida por muy superior a sí misma por parte de Isabel.

Pero Isabel sabe, de alguna manera lo sabe, que María ha dicho sí a Dios. Ella, su prima, ha creído en lo que el Ángel le ha dicho y no ha hecho como su marido Zacarías que quiso dudar el poder de Dios y quedó mudo hasta que naciera el hijo que llevaba su esposa en sus entrañas. No. María dijo sí e Isabel lo sabía. Por eso sabe que las promesas de Dios hechas a María a través del Ángel (eso parece que también lo sabe Isabel) se van a cumplir porque Dios no es falso ni mentiroso sino veraz y cumplidor de su palabra, la Palabra. 

Sabemos, por otros textos evangélicos, que Isabel estaba embarazada de seis meses cuando el Ángel Gabriel le comunicó a María tan buena noticia para su prima y su esposo Zacarías. También que se quedaría ayudándola, al menos, hasta que naciera quien sería llamado Juan y a su padre Zacarías se le soltara la lengua como le había dicho el enviado de Dios.


María, pues, ya estaba embarazada de tres meses cuando volvió a Nazaret a enfrentar una difícil situación con relación a su desposado José. Pero antes, antes de eso, ya había ejercido de buena samaritana con quien la necesitaba mucho.


PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren escuchar los gemidos inefables del Espíritu Santo. 

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no confían en Dios y no creen en el Creador.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN


Padre Dios; ayúdanos a creer y confiar en Ti.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

   

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Palabra de Dios; la Palabra.

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.