InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

10.06.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena - ¿Hay quien crea que no existe el demonio?

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - ¿Hay quien crea que no existe el demonio?

Quien no crea en el demonio, que explique la guerra.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido Amor (672)

El libro de Lolo de título“Bien venido amor” del cual hemos extraído la cita da hoy lo es como un, a modo, de aforismos de fe católica. Y, como es de esperar en algo escrito por el Beato de Linares (Jaén, España) está lleno de verdad porque, como bien sabemos, del corazón salen las obras y ya sabemos cómo era el de nuestro amigo Manuel.

Podemos decir que por desgracia hay muchas personas que, alejadas de la fe “o no” no tienen muy claro la existencia del demonio, de Satanás o de las muchas formas como se le pueda llamar a tal ángel caído.

Es cierto y verdad que resulta mejor tener por bueno y verdad que o único que creemos es lo que nos viene mejor. Por eso es gozoso creer en el Cielo (en el caso de que se crea) pero no lo es hacer lo propio con la parte de “abajo” donde prevalece el fuego no purificador sino destructor como ninguna destrucción podemos tener por mala…

Debemos saber que, porque sí creemos en el demonio (Satanás, etc.) y sus discípulos (espirituales e, incluso, humanos) que lo que hace tal ser no puede ser nada bueno. Es más, sólo busca la perdición del hombre y, así en particular, de quien cree en Dios Todopoderoso pues es enemigo total del Creador.

Tampoco es cuestión de poner aquí algunos ejemplos de la maldad del Demonio. Y, sin embargo, nos basta con mencionar lo que fue el primer pecado del ser humano. Sí, nos referimos al engaño al que sometió a nuestros primeros padres (aunque ellos también pusieron de su parte) para que el Mal y la muerte entraran en el mundo. Y desde ahí hasta ahora mismo y lo que, seguro, ha de venir hasta que sea vencido por la Segunda Venida de Cristo al mundo.

El demonio es malo de solemnidad, es malo porque su naturaleza (que era angélica y espiritual) devino acérrima por voluntad propia. Y tal maldad la refleja en aquello que hace en contra del hombre.

Aquí Lolo nos pone un ejemplo que muestra la maldad del demonio.

Muchas veces pasa que entre las naciones no surge problema alguno hasta que surge. Y entonces podemos ver ahí la garra de aquel que cayó ante Dios por voluntad propia. Y es que bien sea incitando al mal o, directamente, malmetiendo unos contra otros de las maneras que bien sabe tal ángel caído…

Meter cizaña. Eso sabe hacerlo muy bien el Tentador y muchas veces consigue que, donde nada había… haya algo que bien puede terminar en un enfrentamiento grave al que denominamos guerra.

Para la guerra no hay más explicación que la excitación, por parte de Satanás, de los instintos más vulgares del ser humano consiguiendo, con ella, el fin ansiado por parte de Belice.

El Mal existe, sabemos, porque es imposible no creer que exista y hay que estar ciego del todo para no verlo en el mundo… Y Satanás es su Príncipe… como lo es del mundo. Y Lolo bien que lo sabía.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (69)

La Redención es el más abnegado acto de caridad de la justicia del Padre”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

27.05.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Cómo dar fruto y sanar cuando sea necesario

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Cómo dar fruto y sanar cuando sea necesario

A los hombres, como a los árboles, se les mide por lo que dan y la esterilidad hay que pagarla a golpes de hacha.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

Por sus frutos los conoceréis”.

Estas pocas palabras pero, en el fondo, con tanta enjundia y conocimiento del ser humano, las dijo el Hijo de Dios en un momento determinado y, como suele ser lo normal, valen para siempre.

También sabemos que Jesucristo hacía uso de ejemplos de la realidad más cotidiana. Así, para predicar hablaba de la sal, de las ovejas, de alguna que otra semilla, etc. Y es que era la forma más cercana a aquellos que le escuchaban y, además, la que mejor podían comprender.

Manuel Lozano Garrido, Lolo, también quiere que comprendamos algo acerca de lo que nos habla. Y hacer uso de la imagen del árbol que tan gráfica es.

Dice Lolo que a los hombres se nos tiene que “medir”. Y dicho así parecería algo raro si no entendemos a qué se refiere. Y es que el Beato de Linares (Jaén, España) quiere darnos a entender que nosotros, los hijos de Dios, no estamos en el mundo para no dar fruto.

En efecto, Dios nos ha puesto en el mundo, en este valle llamado de lágrimas, para que demos fruto de aquello que nos ha dotado: los bienes, los dones, la inteligencia, etc. Y dar fruto no es, digamos, algo que debamos escoger cuando nos conviene y esconderlo en un cajón cuando no. No. En realidad, dar fruto habría de ser la esencia de toda creatura de Dios.

Eso ha de querer decir que se nos ha de medir por aquello que pueda fructificar en nosotros y que el fruto que demos será tenido en cuenta por el Todopoderoso que espera de nosotros, en efecto, que lo pongamos sobre la mesa de nuestra vida como ofrenda a la santísima Voluntad de Dios que quiso ponernos aquí, donde estamos.

Dar fruto, por tanto, deberíamos tenerlo en cuenta en tanto y en cuanto seamos conscientes de los bienes y gracias que nos han sido dados por nuestro Creador. Y es que, no ser conscientes de tal realidad espiritual es cierto que resultaría difícil procurar el fruto.

Sin embargo, también es cierto que muchas veces somos conscientes de lo que suponen para nosotros los dones y las gracias y hacemos como si nada…

Pero… si no damos frutos…

En tal caso, ya se habla en la Biblia de podar aquello que sobra para que viña crezca con más fuerza. Y eso es exactamente lo que nosotros debemos hacer con aquello que nos sobra y que no nos permite dar el esperado fruto.

Sobre esto habla Lolo de “golpes de hacha” y no podemos dejar de reconocer que se trata de una imagen muy impactante. Aunque ya podemos imaginar que se refiere a hacer uso de algún método espiritual fuerte como para quitar aquello que nos sobre y no imaginamos a nuestro amigo haciendo uso de tal instrumento, así, en seco… Y es que estamos seguros que cuando en la Biblia se dice, más o menos, que te arranques el ojo cuando te lleve a la perdición no se ha querer decir eso, de manera estricta, sino que nos quieren aportar la idea de eliminar en nosotros toda aquella tentación que, en este caso, entre por los ojos… Y así por los otros sentidos…

Pues bien, es cierto que se trata de una deuda que creamos con Dios cuando no damos frutos. Por eso habla Lolo de que la esterilidad hay que “pagarla” pues deuda es, sin duda alguna.

Y, ya, por terminar, diremos que Lolo escribió una novela autobiográfica de título “El árbol desnudo”. Sin embargo, a nosotros nos parece que Lolo fue muy humilde al equipararse con un árbol desnudo. Y es que sabemos que las ramas de tal árbol estaban más que pobladas de frutos uno de los cuales somos, por así decirlo, nosotros mismos.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (67)

Si las lágrimas de los hijos nos enternecen, ¿A qué grado de compasión no ha de llegar Dios contemplando nuestras situaciones atribuladas?

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

20.05.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que se ve desde la fe

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena – Lo que se ve desde la fe

  

“Restriega y lava tus ojos en la fe, para ver siempre al Cristo que vive en el bueno, el mediano y el pecador. (Sí, ¿o es que no lo notas en su Pasión, azotado y sangrante por las injurias?)” (Beato Lolo, de su libro Mesa redonda con Dios)

  

Ciertamente, los católicos tenemos por verdad que el prójimo es, debe ser, muy importante para nosotros. Pero también es cierto que no siempre tenemos en cuenta este Mandamiento que con el de amar a Dios sobre todas las cosas dan forma total a la Ley y a los profetas, como dijera Cristo. 

Nosotros también sabemos que el Hijo de Dios no se fue al Cielo para siempre sino que está entre nosotros y, como templo del Espíritu Santo que somos también está en nosotros… Y eso es algo que muchas veces olvidamos. 

Lolo, en este párrafo, que bien vale la pena , de su libro Mesa redonda con Dios nos dice esto y mucho más porque, como suele suceder con el Beato de Linares (Jaén, España) conoce muy a su prójimo. 

¿Qué debemos hacer, pues, para que una realidad tan tangible como es nuestro prójimo, se incardine en nuestro corazón? Pues Manuel Lozano Garrido lo dice aquí con toda claridad: dos cosas debemos hacer, a saber: restregar los ojos en la fe y lavarnos los mismos en la misma. 

Cuando nos restregamos los ojos en la fe lo que conseguimos es que los mismos se impregnen de la creencia según la cual el prójimo es importante para nosotros y que debemos apreciar, por tanto, que también Cristo vive en él. 

Cuando nos lavamos los ojos en la fe lo que conseguimos es que se limpien de toda horripilante y harapienta suciedad que muchas veces tal sentido imprime a nuestro corazón y que, por ejemplo, no creamos dignos de ser hijos de Dios a los que pecan… 

Quiere, por tanto, Lolo que sus hermanos los hombres hagamos un uso correcto de la fe porque, de otra forma, no hacemos más que mentirnos a nosotros mismos y, lo que es peor, mentir a Dios que nada de eso espera de su descendencia. 

El caso es cuando nos restregamos en la fe y lavamos, también, nuestros ojos en la misma sucede en nosotros algo extraordinario (que debería ser, por otra parte, lo ordinario): vemos en nuestro prójimo a otro hijo de Dios y, por tanto, que estamos ante un hermano nuestro. 

Hace, además, Lolo una referencia a modo de convencimiento de lo que nos dice. Y es acude a una imagen que es más que impactante: la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. 

Ciertamente, conociendo como conocemos aquel momento de la historia de la salvación de la humanidad, es verdad que todo lo demás puede sobarnos y, por lo tanto, es cierto que debemos tener muy en cuenta nuestra fe (lo que la misma dice y defiende) para poder llevar una vida de la que pueda decirse que es, verdaderamente, cristiana. 

Lolo, por su parte, es cierto que muchas debes debió restregarse y lavar sus ojos en la fe porque desde entonces nos ha llegado, hasta aquí, un corazón más que limpio y un alma más que reluciente. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (66)

 

“La espiga se da, el agua se ofrece, el hombre se brinda y la Creación entera es como una inmensa mano abierta. Razón: la impresionante generosidad de Dios.”

 

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Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

13.05.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Sobre medallas y cruces

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena – Sobre cruces y medallas

 

“Las medallas humanas se apolillan o cambian de sentido, pero las cruces espirituales dejan una huella que, como las heridas de los soldados, reportan gloria y el fin que ofrecen es el de salvar y redimir.” (Beato Lolo, de su libro Las estrellas se ven de noche)

 

Es muy común que, en asuntos espirituales, andemos algo despistados y dando importancia a lo que, en verdad, no lo tiene.

Esto de arriba lo decimos porque nuestro amigo Lolo, Beato de la Iglesia Católica nacido y vivido en Linares (Provincia de Jaén, España) sabe muy bien qué es lo que tiene importancia y qué es a lo que se la debemos dar. Y, como suele ser habitual, las cosas no son como nosotros pensamos.

No podemos negar que a las personas nos gustan las medallas o, lo que es lo mismo, que se nos reconozca determinada acción o, en fin, un comportamiento correcto y propio de un cristiano a lo largo de nuestra vida. Y eso, así dicho, no es mala cosa porque, en efecto, si se ha de reconocer algo…

Decimos esto porque no es que queramos defender que algún tipo de reconocimiento no vale la pena o no vale para nada. Vale, sí, humanamente, pero…

El “pero” lo pone Manuel Lozano Garrido dando en la diana de lo espiritual que debería ser lo que, al fin y al cabo, nos importara más.

El caso es que, como se dice en un momento determinado en la Biblia, las cosas del mundo se acaban apolillando y, claro, se acaban perdiendo. Y lo mismo pasa, por ser del mundo, con las medallas aquí citadas. Y eso, se quiera o no se quiera, es lo que siempre acaba pasando.

Pero hay otra realidad que es más duradera y, aunque nos cueste llevarlas, el caso es que es lo que vale la pena tener en cuenta. Y nos referimos a lo que Lolo llamada “cruces espirituales”.

¿A quién no le cuesta llevar a cuesta una cruz espiritual? Seguramente, a todo hijo de Dios le cuesta eso.

Sin embargo, como pasa en este tipo de materia que no tiene que ver ni con lo material ni con el mundo y sus mundanidades, aquí las cosas tienen otro sentido que es, seguro, más profundo y duradero.

Lo que pasa con las cruces espirituales que, es seguro, todos cargamos, no se quedan ahí y se pierden o se apolillan sino todo lo contrario: dejan una huella que no se borra nunca y que, además, nos conviene que no se borre nunca.

Lo que pasa con las cruces espirituales es que las mismas, en sí mismas y por sí mismas, tienen una clara función que cumplir en nuestra vida de hijos de Dios. Y no tiene nada que ver con lo mundano sino con lo que está más allá de este mundo, valle de lágrimas como decimos.

Queremos decir que, yendo más allá de esto de aquí nos ayudan en el camino hacia el definitivo Reino de Dios llamado Cielo y, por tanto, no siendo eso poco importante, lo bien cierto es que, “salvan y redimen” que, por decirlo pronto, no es poca cosa sino mucha y muy mucha.

Cualquiera diría que debemos buscar las cruces espirituales porque quien las lleva sobre sí tiene algo más que bueno en el zurrón de su alma. Pero lo bien cierto es que no es seguro que Dios quiera que vayamos por el mundo haciendo eso sino, con el pasar de la vida, las mismas llegarán a nuestra vida porque, para eso Dios es Providente. Sí, también para eso…

Por tanto, cruces o medallas… entre unas y otras debemos escoger y Lolo, a tal respecto, escogió con toda claridad las primeras. Y, claro, el fruto ha sido el que ha sido.


Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (65)

 

“¿Cansancio de los buenos y no de Dios, dándose desde mucho antes del Cromagnón hasta allá de la era planetaria?”

 

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Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

 

6.05.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena - Resulta que nuestra salvación es cosa nuestra

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien. 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual. 

Frases que bien valen la pena - Resulta que nuestra salvación es cosa nuestra

 

“La órbita de la gracia está ceñida literalmente al itinerario de la voluntad. Para incorporarla a lo íntimo y nutrirse con la riqueza de lo sobrenatural, basta únicamente con un leve intento de aproximación” (Beato Lolo, de su libro El Sillón de ruedas)

 

Es casi seguro que haya creyentes católicos que tengan por seguro que, por la simple circunstancia de serlo (es cierto que tampoco han tenido que hacer mucho porque al ser bautizados…) tienen derecho a todos los bienes, gracias y dones que Dios pueda querer otorgarles. 

Ciertamente eso podría ser así si el Todopoderoso quisiese que fuera así. Y es que, aunque sepamos que nuestro Creador quiere lo mejor para su descendencia no es poco cierto que espera algo de la misma y ese algo lo menciona aquí mismo el Beato de Linares (Jaén, España) 

A tal respecto, bien podemos decir que no se trata de algo que nos deba ser extraño porque está, precisamente porque no lo es, entre las atribuciones que Dios da a cada criatura humana suya. Y nos referimos a la libertad, exactamente, a la libertad y a lo que eso supone. 

Que Dios nos ha hecho libres es, en principio, algo que nos viene muy bien pues lo contrario hubiera sido demasiado terrible. Y no. Dios nos hace libres para que hagamos con nuestra libertad, directamente lo decimos, lo que nos venga en gana. 

Eso de lo que nos venga en gana tiene todo que ver con las palabras aquí traídas de Manuel Lozano Garrido. 

Pues bien, cuando Lolo habla de que la Gracia (de Dios) tiene una relación con nosotros si está relacionada con la voluntad nos quiere decir que depende todo de nosotros. Sí, depende de que aceptemos la Gracia . 

Dice, además, nuestro amigo, que la relación entre la Gracia de Dios y nosotros tiene una relación totalmente estrecha con nuestra voluntad. Es decir, que sin ella no hay Gracia de Dios en nosotros… 

Lolo sabe, claro, cómo somos nosotros y, a veces, como nos cuesta poner nuestra voluntad al servicio de Dios aceptado Su Gracia. Por eso baja mucho el listón y no nos dice que tengamos que hacer intentos muy elevados o de tinte casi sobrenatural. No. Lo que dice Lolo es basa con un “leve intento de aproximación”. Y es que con eso podemos apreciar a la perfección que Dios, sí, quiere de nosotros tal aceptación y le basta con que manifestemos, eso, siquiera levemente que aceptemos su Gracia. 

De todas formas, quien no acabe de comprender qué significa la Gracia de Dios en nosotros y tenga por bueno que… en fin… la cosa no es para tanto, es cierto y verdad que va a equivocarse de medio a medio. Y es que la Gracia de Dios tiene muchas riquezas espirituales (todas, claro, porque viene de Quien todo lo ha hecho y mantiene) y, viniendo de lo que es más puramente espiritual, nos pueden echar una mano o más por según qué situaciones pasemos. 

Es verdad que todo esto a alguien podría parecerle que está muy lejos de su corazón. Y entonces debería darse cuenta de que Dios, “que te creó sin ti, no te salvará sin ti.” Y eso no lo dijo Lolo sino San Agustín aunque, francamente, se deduce perfectamente de esto que nos dice Lolo. Y es que los santos, al fin al cabo, están medidos por el mismo rasero que no es otro que el de Dios mismo.


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor

 

“¿Qué pudiera hacer Dios con una gloria tan inmensa, si no la hubiera llegado a ofrecer a los hombres?” (64)

  

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Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.