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27.07.25

La Palabra del Domingo  - Domingo, 27 de julio de 2025

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Lc 11,1-13

 

1 Y sucedió que, estando él orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: ‘Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.’

2 Él les dijo: ‘Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, 3 danos cada día nuestro pan cotidiano, 4 y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación.’ 5 Les dijo también: ‘Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, 6 porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle’, 7 y aquél, desde dentro, le responde: ‘No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos’, 8 os aseguro, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará cuanto necesite.’ 9 Yo os digo: ‘Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. 10 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 11 ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; 12 o, si pide un huevo, le da un escorpión? 13 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!’

 

COMENTARIO

 

Oportunidad e inoportunidad en la fe

Que los discípulos más allegados de Jesús le pidiesen que les enseñase a orar no era nada extraño. Ellos veían, aquellos doce hombres contemplaban, cómo el Maestro pasaba muchos momentos dedicados a hablar con su Padre Dios. No podían, por eso, más que ansiar conocer, al menos conocer, cómo se podía hacer eso. 

Sin duda que Cristo era ejemplo para ellos. En esto, además, era el mejor ejemplo porque su oración ellos veían que era profunda (¿Qué pensaron cuando, en su momento, en el Gethsemaní lo vieron orando de aquella forma?) y, siquiera pensar que podían hacer lo mismo les debía producir gran gozo. 

Y Jesús no lo duda.Ya podemos imaginar que la oración que les iba a enseñar la tenían más que aprendida. Conocido por sí que era Dios hecho hombre, nada mejor para Él que saber cómo debían dirigirse a su persona para pedir y, también, para dar las merecidas gracias al Creador. 

Aquella oración, el Padre Nuestro, es, desde entonces, la que ha llevado al pueblo elegido por Dios al puerto de la salvación eterna a través de la posterior muerte de Su Hijo. Y es con ella con la que el ser humano creyente cristiano ha sido capaz de entablar gozosos encuentros con el Todopoderoso. 

La oración del Señor: el Padrenuestro – Nuestra Voz

Pero este texto del Evangelio San Lucas contiene mucho más y es muy rico en cuanto a riqueza espiritual. 

Aquel amigo inoportuno nos muestra hasta qué punto es importante pedir con perseverancia. Y es que aquel hombre sabía que su amigo, a fuerza de insistir, iba a proporcionarle aquello de lo que tanto había necesidad. Y eso espera Dios de sus hijos, nosotros los hombres, cuando nos dirigimos a su corazón misericordioso. No quiere, por tanto, que hagamos como si la oración no tuviese importancia para nosotros sino, al contrario, como lo que es: una forma gozosa de acercarnos a su corazón. 

Por eso dice Cristo que pidamos porque Dios nos va a dar. Y que busquemos porque sólo quien busca puede encontrar; también que llamemos a la puerta del corazón del Padre porque siempre está dispuesto a abrir a sus hijos. 

Pero hay más. 

Como ejemplo de cómo es Dios, el padre que da lo que le pide el hijo, es muestra de hasta dónde nuestro Creador puede llegar con nosotros, sus hijos. 

Sin embargo, este texto, aquí mismo, contiene algo que no deberíamos olvidar nunca. Y es que dice Jesús que somos malos. 

Esto dicho, así, podría parecer un poco exagerado por su parte. Sin embargo, Quien tan bien conoce la naturaleza de sus hermanos los hombres, bien sabe que, al contrario de lo que muchos piensan acerca de que “todo el mundo es bueno” la verdad es que, por lo general, buenos del todo, lo que dice buenos del todo… sólo Cristo y, como dice el Maestro, Dios. Y basta. El resto, como poco, pecadores de tomo y lomo. 

 

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren dirigirse a Dios porque no esperan nada del Padre.

Roguemos al Señor

Pidamos a Dios por todos aquellos que no saben cómo dirigirse a Dios.

Roguemos al Señor.

  

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a saber hablar contigo en la oración.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

  

Panecillo de hoy:

El Padre Nuestro… y no hace falta decir nada más.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

20.07.25

La Palabra del Domingo  - Domingo, 20 de julio de 2025

 

Resultado de imagen de SAnta Biblia Lc 10, 38-42

 “38 Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. 39 Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, 40 mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: ‘Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.’ 41 Le respondió el Señor: ‘Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; 42 y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.”

  

COMENTARIO

Los amigos de Jesús

En cuanto hombre que era, el Hijo de Dios también tenía amigos. No nos referimos a los apóstoles que, por supuesto, eran amigos suyos sino a los que habían compartido su infancia y su amistad llegaba hasta ahora mismo, cuando había empezado su predicación entre el pueblo elegido por Dios. 

No podemos negar que aquellos amigos eran muy especiales. Y es que Marta, María y Lázaro se cuentan entre los que son importantes en la vida del Maestro. Y así como ahora lo vemos visitarlos, es más que seguro que muchas otras veces, no recogidas en los Evangelios, hizo lo mismo pues gustaba y gozaba con su compañía. Cada uno de ellos era como era. Es decir, tanto Marta, María como Lázaro tenían su forma de ser particular y en este texto del Evangelio de San Lucas, muestran, precisamente, eso.

 

Diversas actitudes ante la fe 

Ciertamente Marta estaba preocupada por atender lo mejor posible a la visita. Es decir, nos la podemos imaginar atareada de un lado para otro aunque, en realidad, no hace falta ni eso porque este texto bíblico ya nos lo dice: andaba atareada

Aquello, lógicamente, no era mala cosa porque quien recibe a alguien en su casa espera atenderlo lo mejor posible y que no pueda pensar que no lo tiene en cuenta como amigo. 

Lectio Divina: 6 de octubre de 2020 - Iglesia en Aragon

Marta, pues, dirige todo aquel movimiento que, esto sí podemos imaginárnoslo porque no se nos dice, que sería grande porque no es posible ni pensable que Jesús acudiera solo a visitar a sus amigos. Por lo menos, como poco, irían con él sus apóstoles que eran doce y no podemos dar por imposible que no fueran otros más.

Pensemos, por ejemplo que fuese Jesús con sus apóstoles. Entonces eran 13 personas que, de golpe y porrazo en una casa pueden causar un estrago grande en cuanto a circunstancias. Y eso era lo que estaba atendiendo Marta de la mejor manera posible que sería, seguramente, bastante buena. Y es que es casi seguro que tuvieran servidumbre y no vivieran ellos solos.

 

Lo que verdaderamente importa

 

Que Marta le plantease a Jesús aquella situación (ella trabajando sin parar, María allí sentada sin hacer más que escuchar al Maestro) no es nada extraño. Sentía, es posible, hasta un poco de rabia por no poder sentarse a escuchar lo que decía su amigo a quien tan bien conocía desde hacía tantos años. 

Pero Cristo, como es de esperar, sale por otro lado que Marta no espera. 

Jesús había venido al mundo a enseñar lo importante y a desdeñar lo que era superfluo. Y eso era lo que procuraba que llegara a los corazones de aquellos que le escuchaban. Y eso era lo que hacía ahora con su amiga Marta que tan preocupada estaba con el hecho de que su hermana María no le echara una mano en la tarea de atender a la visita. 

Aunque Cristo no quisiera que aquello pudiera parecer una reprimenda lo era en toda regla. Marta debía comprender que sólo había una cosa importante: escucharlo a Él y, sobre todo, llevar a la práctica lo que enseñaba. Y no podía negar la hermana de María que esta estaba en mejor posición que la protestona y algo llorica Marta. 

 

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que creen que las cosas del mundo son más importantes que las de Dios.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren escuchar al Maestro.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a querer escuchar la Palabra en boca de Cristo.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Saber lo que en verdad nos importa es algo ciertamente importante en nuestra vida del alma.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

6.07.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 6 de julio de 2025

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Lc 10, 1-12.17-20

 1 Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. 2 Y les dijo: ‘La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. 5  En la casa en que entréis, decid primero: ‘Paz a esta casa.’ 6 Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. 7 Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. 8 En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; 9 curad los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘El Reino de Dios está cerca de vosotros.’ 10 En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid: 11 ‘Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies, os lo sacudimos. Pero sabed, con todo, que el Reino de Dios está cerca.’ 12 Os digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad

 

17 Regresaron los 72 alegres, diciendo: ‘Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.’ 18 Él les dijo: ‘Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.19 Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño; 20 pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos.’”

 

COMENTARIO

La verdadera alegría 

Creer en Dios y tener por bueno y mejor que el Creador es Padre de la humanidad era una verdad que Jesús quería proponer. Es decir, no tenía intención de ir por el mundo obligando a creer. Ahora bien, avisaba muchas veces de lo que suponía no creer. Y esto, lo que quería decir era que el hombre era libre para aceptar o no lo que proponía el Maestro.

Exactamente igual tenía Cristo por verdad que eso hicieran aquellos a los que había enviado. En este texto se nos dice que fueron 72 los que quiso que fueran por el mundo a transmitir la Buena Noticia y que el Reino de  Dios estaba cerca. 

Lo que dice Jesús es bien claro: son pocos los que evangelizan y hay que pedir a Dios para que envíe a muchos que cumplan con tal labor.

Pero también les dice algo que valía para entonces y vale para ahora mismo: los envía a padecer porque sólo puede entenderse tal cosa cuando trata a sus enviados como ovejas y a otros, como lobos. Sin embargo, ellos debían mantener la esperanza siempre intacta y la confianza en Dios porque en muchos lugares los recibirían con alegría. 

En otros, sin embargo, la cosa no se daría bien ni nada por el estilo. Es decir, en muchos lugares no querrían saber nada de ellos. Bien fuera por ignorancia de la Verdad o, simplemente, por ir a pueblos enemigos del pueblo judío… el caso es que en más de un lugar al que debieron ir aquellos 72 enviados nos lo debieron recibir de buen gusto. Y es casi seguro que los echaran con cajas destempladas.

¿Qué, entonces?

El Evangelio Comentado: El envío de los 72 discípulos (Lc 10, 1-12.17-20)

Jesús lo dice con toda claridad: ellos han de ir a anunciar la Buena Noticia que consiste, en esencia, en decir que el Reino de Dios estaba tan cerca como ellos quisieran que estuviese. Ahora bien, en aquellos lugares en los que fueran bien recibidos (casas o pueblos) debían informarles y formales acerca de eso. Pero en aquellos lugares (casas o pueblos) en los que fueran maltratados (de palabra o de obra) no debían hacer más que marcharse. Ahora bien, dejándoles claro que el juicio que caería sobre ellos sería grave porque habían acudido allí a anunciarles su salvación y ellos la habían rechazado o, lo que es lo mismo, habían pecado contra el Espíritu Santo, la gracia de Dios a la que negaban la entrada en sus corazones. 

Y aquellos hombres regresaron.

Seguramente vieron muchas cosas mal hechas pero, seguramente, vieron otras muy bien hechas y preparadas por Dios. Ellos, pues, estaban contentos por lo hecho porque, como seres humanos que era, se alegraban mucho de que su trabajo fuera fructífero. 

Y eso estaba bien pero… ya sabemos cómo es Cristo.

En efecto, el Hijo de Dios iba a bajarlos de su nube mundana e iba a subirlos a otra mucho más importante: la de la vida eterna.

En realidad, lo que debían tener por bueno y benéfico para sus almas no es el trabajo que habían hecho (que estaba muy bien porque era lo mandado) sino que Dios los tuviese en su corazón y que, como dice Cristo, sus “nombres estén escritos en los cielos”.

Tal escritura es tan importante que, sin ella, nada de lo hecho en el mundo vale nada ni vale la pena hacerlo. 

Y aquellos, que habían visto, seguramente, el fruto de su trabajo, debieron quedar alegremente sorprendidos. ¡Además de llevar a cabo bien su misión, ellos estaban en el corazón de Dios!  Y es que la verdadera alegría está en que estemos en el corazón del Todopoderoso. 

Lo demás es, por cierto, humo y polvo.

 

PRECES

Por todos aquellos que no quieren escuchar la Palabra de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren recibir al Espíritu Santo en su corazón.

Roguemos al Señor.

  

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos saber comprender lo que verdaderamente nos conviene.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación(En “Las golondrinas nunca saben la hora) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Debemos ser como aquellos enviados por Cristo por el abundante fruto que dieron. 

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

29.06.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 29 de junio de 2025

Mt 16, 13-19

13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: ’¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?’ 14 Ellos dijeron: ‘Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.’ 15 Díceles él: ‘Y vosotros ¿quién decís que soy yo?’ 16 Simón Pedro contestó: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.’ 17 Replicando Jesús le dijo: ‘Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos’”.

COMENTARIO

¿Quién es Cristo para nosotros?

¡Qué pregunta tan fácil y tan difícil de contestar!

No es, esto, una paradoja ni una afirmación carente de sentido.

El caso es que en tiempos de Jesús cuando lo pregunta el Maestro hay dudas. Es decir, para unos es difícil de contestar porque no saben qué decir. Por eso a unos les parece que Jesús es Elías, otros que el Bautista… en fin, que lo que no abundaba era la claridad sobre la persona del Maestro.

Sin embargo, no todos pensaban así. Al menos uno de ellos, Pedro, parece que sí sabía, que se había dado cuenta de algo más.

Es bien cierto que es posible preguntarse cuáles pueden ser las razones que llevaban a Cristo a preguntar acerca de Él mismo, que quién creía la gente que era.

Lo bien cierto es que Jesús sí sabía quien era y qué había ido a hacer a la Tierra. Sin embargo, no tenía muy claro si los demás también lo sabían y, en verdad, estaba sembrando en campo árido y sin sustancia espiritual. Y, entre los que respondían acerca de que era otra persona ya muerta no podía encontrar a muchos que comprendiesen que era el Mesías. Ellos esperaban otro tipo de persona y otro tipo de Enviado de Dios.

Pero, al menos, no se equivoca en Simón.

Aquel hombre, que luego traicionaría a su Señor aún a sabiendas de que le había profetizado que lo haría, tenía una idea bien formada de la persona de Jesús. No dijo que era un gran Maestro, un hombre sabio y ya está. No. Dijo que era, nada más y nada menos, que el “Hijo de Dios vivo”.

Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?"

Jesús sabía que aquello que decía a quien pasaría a llamar Pedro, “Piedra” pues iba a construir su Iglesia sobre aquella roca que se mantenía firme ante las opiniones ajenas y sabía que Jesús era quien sabía que era.

Aquel momento de la historia de la aun no nacida Iglesia que luego se llamaría católica, fue importante. Jesús, gracias a aquella respuesta (soplada en el corazón de Simón por el Espíritu Santo y, por tanto, por el mismo Dios, como bien dice el Emmanuel) sabe que Pedro ha de ser el Primus inter pares, el primero entre iguales, entre aquellos que había escogido por Apóstoles. Y, lógicamente, le otorga una serie de derechos sobre los demás: todos son iguales ante Dios pero el encargo de ser el primer Papa lo concede a Pedro y no a otro; atará y quedará atado; desatará y quedará desatado… en el cielo, en la Casa de Dios.

Vemos, pues, que para Pedro era Jesús quien todos habían estado esperando desde que Abrahán siguió la voz de Dios y se adentró en el desierto. Tantos siglos habían pasado desde entonces que, incluso, se había llegado a tergiversar cómo sería el Mesías. Se esperaba uno que fuera un guerrero y que echara al invasor romano de la tierra sagrada que estaba mancillando con su fe pagana. Pero Jesús no era tal tipo de Mesías sino un muy distinto. Es más, cuyo reino no era de este mundo.

Supo, pues, Pedro, quien era Jesús y, por tanto, así le siguió hasta dar su vida por una fe que, a veces, le había hecho dudar o, mejor, que él había escondido por miedo.

Es, pues, este Pedro y no el de las posteriores negaciones, en que vale la pena tener en cuenta. El mismo que luego escribiría que debíamos estar preparados para dar razón de nuestra esperanza. Y él ya lo estaba.

PRECES

Por todos aquellos que no conocen a Cristo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que, conociendo a Cristo, no lo tienen en cuenta en su vida.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a saber que Cristo, Hijo tuyo, es, en efecto, el Mesías esperado.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación(En “Las golondrinas nunca saben la hora) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Saber quién es Cristo para nosotros es, verdaderamente, algo crucial para nuestras almas.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

22.06.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 22 de junio de 2025

Lc 9, 11b-17

Les hablaba acerca del Reino de Dios, y curaba a los que tenían necesidad de ser curdos. 12 Pero el día había comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: ‘Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado.’13 El les dijo: ‘Dadles vosotros de comer.’ Pero ellos respondieron: ‘No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente.’ 14 Pues había como 5.000 hombres. El dijo a sus discípulos: ‘Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta.’ 15 Lo hicieron así, e hicieron acomodarse a todos. 16 Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. 17 Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos.”

COMENTARIO

Confianza plena en Dios

Algunos sostienen que aquella multiplicación de los panes es algo simbólico y que, en realidad, Jesús no hizo tal cosa sino que se supone que quería decir algo así como que es importante compartir, etc.

Sin embargo, los creyentes estamos más que seguros de que si de aquello dejó constancia el evangelio era porque sucedió y porque era muy importante entender lo que eso quería decir.

Jesús sabe que toda aquella muchedumbre difícilmente podría ser alimentada por vías humanas. En realidad, haría falta una cantidad de dinero muy elevada de la que no disponía el Hijo de Dios ni sus apóstoles.

Pero el Mesías quiere poner a prueba a los que más de cerca le siguen. Y les pone una prueba no fácil: que den ellos de comer a los que le están escuchando. Pero ellos, reconociéndose humanamente muy limitados saben que lo único que pueden hacer es, simplemente, comprar la comida. Pero también sabían que no tenían tan gran cantidad de dinero.

Jesús, sin embargo, confía plenamente en Dios y en el poder de la oración de petición.

Aquel hombre que había venido al mundo a que se cumpliese la voluntad de Dios se dirige a Quien todo lo creó y mantiene para pedir por aquellas personas que habían puesto su confianza en Él y que ahora se veían en una situación de difícil solución a no ser que interviniese el mismo Todopoderoso.

Cinco panes y dos peces - Alfa y Omega

Y la oración surte el efecto deseado. Todos comen e, incluso, sobra mucha comida (recogen doce canastos) que no puede echarse a perder o desperdiciarse. Nada de lo divino puede quedar perdido sino recogido para alimentar, espiritualmente, a quien lo necesite.

Jesús les había enseñado mucho con aquello. Por ejemplo, que no hay que perder nunca la esperanza; que Dios siempre escucha cuando se pide para dar solución a las necesidades de otros; que es muy importante orar al Padre por medio de su Hijo Jesucristo.

Los apóstoles actuaron como hombres y sólo se les ocurrió que Jesús mandara a sus seguidores que se fueran a buscarse el alimento. Pero Jesús tenía un alimento que sacia el hambre de eternidad. Y se lo dio y quedaron todos saciados. Comieron del echo milagroso y todos quedaron gozosos con aquello que habían visto y gustado.

PRECES

Por todos aquellos que no confían en Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no se dirigen a Dios en petición o agradecimiento.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener siempre confianza en el poder de la oración.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación(En “Las golondrinas nunca saben la hora) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Unos panes y unos peces que son el germen del Amor de Dios.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.