La Palabra del Domingo – Domingo, 7 de septiembre de 2025
Lc 14, 25-33
“25 Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo: 26 ‘Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. 27 El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28 ‘Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla? 29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30 ‘Este comenzó a edificar y no pudo terminar.’ 31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000? 32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz. 33 Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.’”
COMENTARIO
Cargar con nuestra cruz supone mucho
Jesús era perfectamente consciente de que había muchos de los que en su tiempo vivían que le seguían. Es decir, no ignoraba que había a los que enseñar y que tal era la misión que le había sido encomendada y que, de ninguna de las maneras, iba a dejar de cumplir por ser la Voluntad de Dios, su Padre y el nuestro.
Ahora Jesús sorprende a los que le siguen como, por cierto, hace muchas y más veces porque tal era su naturaleza divina. Es decir, de pronto se vuelve hacia ellos y les hace ver que una cosa es seguirlo de aquella manera y otra, muy distinta, la profundidad de tal seguimiento.
¿Qué les dice Jesús? Desde luego, no iba a callar debido a ningún pensamiento políticamente correcto o al qué dirán…
Antes que nada, se deduce de todo lo que habla que debemos pensar más que bien cuál es nuestra situación espiritual. Y es que ir tras Él no parecía ser suficiente como para salvarse y alcanzar la vida eterna aunque lo fuera si se actuaba en consecuencia.
En primer lugar, Jesús dice algo terrible: para seguirlo hay que odiar a su padre, a su madre, etc.
Eso, así dicho, suena muy duro. En el corazón de cualquiera que alguien te diga, por muy Maestro que sea, que debes odiar a tu familia para seguirlo no deja de ser sorprendente. ¿Qué tipo de doctrina estaba transmitiendo?
Antes que nada, que no hay que mirar hacia atrás para seguir al Hijo de Dios. Y eso quería decir, en efecto, “odiar” todo lo que, hasta entonces, había sido una vida ordinaria. No significaba ni podía significar olvidar a la propia familia sino poner a cada cual en el sitio correcto del corazón. Y es seguro que esto se entiende mejor.

Algo más. Jesús también habla de la cruz. No se refiere, ahora, a la suya sino a la que cada cual carga sobre sus espaldas. Y hay que cargar con ella si es que se quiere seguir a Jesucristo.
Lo que quiere decir el Mesías es que lo mismo que cargó Él con la suya camino del Calvario, cada uno de los que quieran seguirle tienen que hacer lo propio con aquello que es su carga espiritual. Dejarla a un lado no es una opción para poder ser llamado, de verdad, discípulo de Cristo pues no dejó el Maestro la suya apartada a un lado, como bien sabemos.
Y, por último, Jesús habla de renunciar a todos los bienes. Y eso, escuchado por algunos, era muy difícil de digerir. En realidad, escuchados, seguramente, por todos.
Prescindir de los bienes que cada uno tiene no es cosa fácil. Pero como el Hijo de Dios no podía querer decir que todos sus discípulos vivieran en la más absoluta pobreza es mejor creer que quería que se renunciara a todo lo que podía suponer una carga innecesaria en el caminar hacia el definitivo Reino de Dios.
Jesucristo, en este texto del Evangelio de San Lucas, promete algo sin decirlo: la vida eterna a todo aquel que le siga en las condiciones que expone el Hijo de Dios. Y sólo así.
PRECES
Por todos aquellos que no quieren caminar tras Cristo y prefieren hacerlo solos y sin Su compañía.
Roguemos al Señor.
Por todos aquellos que no quiere cargar con su propia cruz y hacen como si no fuera importante hacer eso.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a cargar con nuestra cruz de la que tantas veces huimos.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Quiere Cristo que carguemos con nuestra cruz… ¿Y nosotros?
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
3 comentarios
Heredar el Reino , o Gobierno de Dios ; es una cosa muy seria y comprometida : " muchos son los llamados ,y pocos los elegidos " .... San Pablo dice : " el Espíritu Mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios ,y si hijos , también herederos , herederos de Dios ,y coherederos con Cristo ; si también participamos de sus mismos padecimientos ".. Ya no vivo yo ; es Jesucristo el que en mi "... De aquí en adelante ,que nadie me cause molestias , porque llevo en mi cuerpo las marcas de Jesucristo,el Señor " ....
Formar parte del Gobierno Teocrático de Dios requiere ser elegido por el Padre ,y el Hijo ; y superar el bautismo de fuego ,para ser probado . San Pablo lo compara al metal más precioso : el oro ,debe ser acrisolado al fuego ,para saber si es realmente oro , otro metal : o simplemente nada. Y ésta prueba requiere mucho sacrificio : " vender todo lo que tienes para comprar ese campo " .... Dejar a tus padres ,y toda tu familia y amigos. Renunciar a todos tus bienes ,y ponerte total y exclusivamente al servicio de Dios. Formar parte del Reino ,o Gobierno de Dios ,es lo más grande y más valioso ,que pueda haber en los cielos y la tierra. Y su número es limitado ,en comparación con la " Inmensa muchedumbre ,que no se puede contar ,de toda raza , pueblo , tribu , lengua y nación " ; éstos llevan palmas en sus manos y alaban a Dios diciendo " : la salvación se la debemos a nuestro Dios que está sentado en el Trono ,y al Cordero "......Y el Cordero no está sólo ; es el Primogénito entre " muchos " hermanos . Éstos son hombres y mujeres con sus nombres y apellidos ,y cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida del Cordero " ; y.portanto ,si se pueden contar : ( Apocalipsis :14 ).
Muchas gracias Don Eleuterio Fernández Guzmán. Y Feliz Domingo para todos .
Son los otros santos , que participan del Reino de Dios cómo gobernados ; la inmensa mayoría de santos que no se puede contar ,y sin los cuáles ,el Gobierno de Dios no tendría sentido .
Uno de los Ancianos preguntó diciendo :" y éstos que vienen con palmas en las manos ,de donde han salido ,y quiénes son ? ".... " Son los que vienen de la gran tribulación ,y han lavado el sus ropas con la Sangre del Cordero ".... Con la Sangre derramada por Jesús ,y sus " muchos " hermanos del " Rebaño Pequeño " : " Sangre derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados " ; para el perdón de los pecados de ésta Inmensa muchedumbre que no se puede contar de toda raza ,pueblo y nación. Llevan palmas en sus manos porque han salido de la gran tribulación,y han sido salvados por el Sacrificio Propiciatorio de Jesucristo en la Cruz y por los hermanos del Señor. Y su misión es participar del Reino de Dios ; haciendo la voluntad de Dios , participando de la santificación del Gobierno de Dios. Y con el trabajo cotidiano de cada día ofrecido al Señor
Con esto Jesús nos está diciendo que Él es el eje alrededor del cual tiene que girar enteramente nuestra vida. Nuestra vida tiene que tener un eje Cristo-céntrico, todo por Él, en Él, y para Él, incluso los amores más lícitos. Sólo así nuestra vida y nuestros sentimientos estarán ordenados y podemos ascender, no es posible ascender sin orden, pero no un orden cualquiera, sino un orden evangélico.
La segunda parte: 27 "El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío", está en íntima relación con la primera que acabamos de ver, ya que en este eje Cristo-céntrico que acabamos de ver está la Cruz como eje del mundo, el mundo gira alrededor de la Cruz de Cristo: "Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo"...
Gracias E. Fernández Guzmán.
Feliz Domingo para todos, y feliz solemnidad de la canonización de San Carlo Acutis y San Pier Giorgio Frassati.
Hoy la Iglesia es más grande, más bella, y más feliz.
Por la Misericordia de Dios.
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