Serie Tradición y Conservadurismo – Presentación

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 Nos hacemos conservadores a medida que envejecemos, eso es cierto. Pero no nos volvemos conservadores porque hayamos descubierto tantas cosas nuevas que  eran espurias. Nos volvemos conservadores porque hemos descubierto tantas cosas viejas que eran genuinas.

G.K. Chesterton

 

Algunas veces, el que esto escribe ha hecho uso de artículos publicados en este Blog de InfoCatólica para dar forma a un libro. Es una forma más que habitual de proceder por muchas de las personas que escriben lo que piensan en las más diversas formas en la red de redes.

Ahora, sin embargo, a partir de hoy, voy a hacer lo contrario: primero voy a publicar un libro y, luego (o de forma simultánea), voy a ir publicando, semana a semana y si Dios quiere, el contenido de tal libro. El título del mismo es “Sobre tradición y conservadurismo” y ya pueden imaginar ustedes de qué va la cosa. Y si no lo imaginan, lo sabrán pronto.

Pues bien, digamos, para entendernos, que la “traditio” es una especie, por decirlo así, de institución de Derecho romano que viene a estar referida a la “entrega”, a lo mejor, de una cosa. Tiene un sentido, por tanto, de continuidad porque cuando algo se entrega no es para que desaparezca sino para que continúe su ser y su sustancia siga siéndolo.

Esto lo decimos porque cuando hablamos de “tradición” nos estamos refiriendo a algo que no es nuevo, que no se ha inventado hoy o ayer sino que tiene su solera, sus años, en el mundo y que, por tanto, se ha aceptado como algo bueno y mejor.

Todo esto, claro está, tiene mucho que ver con lo que supone eso del conservadurismo pues, para que algo siga siendo lo que es, sin duda alguna, se ha de conservar pues, de otra forma, difícilmente podrá seguir siendo.

Aquellas personas que creen que el progreso supone romper con todo lo anterior, lo único que hacen, en todo caso, es tergiversar la realidad de las cosas y pretenden, sobre todo, imponer unos criterios que sin duda han de ser modernos y modernistas. Y no nosotros aborrecemos, lo debemos decir con franqueza, el modernismo con todas sus sustancias y realidades.

Lo moderno no es, sino, lo que ocurre ahora mismo y casi ahora mismo. No tiene en cuenta ni el pasado ni lo que supone, por ejemplo, la costumbre que tanto bien hace a la humanidad cuando no hay norma que aplicar. Sin embargo, para el moderno, todo lo que no esté de rabiosa actualidad deja de tener sentido y pasa, automáticamente, al cajón donde se mete lo carca, lo pasado y, en fin, todo aquello que no se quiere ver, como se dice, ni en pintura…

Ante esto, aquellas personas que nos definimos como conservadoras y tradicionalistas no podemos hacer otra cosa que apelar al bien de lo que hizo y ha hecho bien a lo largo de la historia y a sostener que lo bien hecho, bien hecho está y, claro, debe seguir haciendo bien. Otra cosa sería romper con lo que entendemos ha sido bueno para la humanidad y, por tanto, debería seguir siéndolo.

Grosso modo podemos decir que desde que la infausta Revolución Francesa se llevó a cabo todo ha ido de mal en peor y nada de lo que surgió de ella ha venido bien, en el fondo, a la humanidad. Y no tenemos que traer aquí muchas pruebas pues lo único que hace falta es que cada cual mire a su alrededor y, en general, al mundo, para que aprecie por dónde van las cosas y hacia qué abismo nos llevan las mismas.

Los cristianos, aquí católicos, creemos que hay cosas que han sido muy buenas y que no deberían ser dilapidadas o, simplemente, olvidadas como algo del pasado. Así, por ejemplo, si siempre se ha estado en contra del aborto, ahora no podemos decir que está bien, que si es un mal menor o cualquier otra excusa que podamos poner; y si siempre se ha estado a favor de la vida, no vamos ahora a decir lo contrario y que matar, en según qué circunstancias y bajo el amparo de las normas y los reglamentos… bueno, que tampoco está tan mal…

No. En realidad, ponerse de perfil o esconder lo que somos no hace nada bien a lo que somos y lo único que va a conseguir es que dejemos de serlo para mimetizarnos con el ambiente, algo así como para ser aceptados por el mundo y olvidando aquello que dijo Jesucristo acerca de que si a Él lo habían perseguido…

En fin… con esto queremos decir que ponerse al lado de las mundanidades no nos va a hacer más graciosos o aceptados; en todo caso, nos hará más cobardes y menos discípulos de Cristo y, a la vez, nos ganaremos el desprecio de aquellos que queremos que nos acepten pues verán que somos muy maleables y tibios. Y ya sabemos qué dice Dios de los tibios y de dónde los vomitará…

Artículo publicado en The Traditional Post. 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

  

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

 

Sólo lo bien hecho ha valido y vale la pena.

 

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.  

2 comentarios

  
Lector
«Tradición y Conservadurismo». Nos van a acabar congelando a los escasos católicos fieles que aún quedamos con tanta etiqueta de extracto de naftalina, caramba. Podían haber añadido «Ranciedumbre» aunque no exista, ya puestos...

EFG

Como usted comprenderá tengo que decir algo.

En primer lugar, no es mi intención encasillar a nadie en sentido al que usted se refiere.

En segundo lugar, los artículos de esta serie no van referidos a la Tradición católica sino a otra serie de aspectos en los que también la tradición es importante y el conservadurismo también. Los otros artículos, referidos a la tradición católica en el sentido entendido como tal,si Dios quiere, vendrán después de estos.
15/02/21 9:14 AM
  
Cipriano. Venezuela
Muy acertadas las frases que a manera de epígrafe dan inicio al post, nos ubican, a mi modo de ver, en la esencia de la cuestión.

Y es que dentro de las mismas filas del catolicismo uno encuentra cuestionamientos, a veces muy duros, al conservadurismo (o para ser menos polémico al de "conservador", pues el vocablo "conservadurismo" causa prurito a cierto sector por su terminación en el sufijo "ismo", que indicaría ideología) y así lo oponen a tradición, porque aducen que el progresismo impone sus derivas y la tarea de conservador es cohonestarlas, por lo que éste último sería un tonto útil del primero

Muy buen tema.
15/02/21 4:00 PM

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