¡Para darle de comer aparte!

Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..

Por el respeto a la libertad religiosa.

……………………..

Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Escribes en un papel, para evitarlos, los escrúpulos que mantienes cuando no te conviene. Mejor no lo tires a la papelera porque si no corriges tal comportamiento, de muchos más tendrás que tomar nota.

Y, ahora, el artículo de hoy.

Solemos decir que a una persona hay que darle de comer aparte porque su forma de ser no concuerda con el general y, por decirlo así, es mejor darle de lado y que allá se las componga.

Esto también pasa en materia religiosa y, aquí, católica.

Hay personas que, en este aspecto o tienen alguna deformación de base o, francamente, la han adquirido con el paso de los años y se ha encallecido de tal forma que ha convertido su corazón en un instrumento de la piedra y la dureza.

Digo, antes que nada, que es bien cierto que más de uno me puede decir que con este individuo las cosas son como son y que no se pueden pedir peras al olmo y que de donde no hay no se puede sacar, etc. Sin embargo, no es poco cierto que lo que dice y escribe no ha de ser, forzosamente, pensamiento exclusivo de la misma sino que debe tener, seguro, muchos, muchas y muches que le siguen.

Esto lo digo porque Enric Sopena, director de “El Plural” (nunca un hombre fue tan falso, por cierto) ha escrito esto: “Rajoy, Wert, Rouco y Camino, contra el ‘espíritu moderno’”.

Es de entender que para don Enric cree que lo moderno, el modernismo, es lo más guay del Paraguay que existe, que es fetén y que vale la pena seguirlo. Y, aunque lo dice por malmeter, lo bien cierto es que tiene razón y que, no sé yo si Rajoy y Wert, a los que no les puedo atribuir ningún comportamiento en defensa de lo religioso, las otras dos personas referidas, el cardenal de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española y Juan Antonio Martínez Camino, a la sazón, Portavoz de la misma CEE, sí están contra lo moderno, entendido como modernismo.

Al respecto del modernismo, dejó escrito hace tiempo (el 17 de enero de 2010) en estas mismas páginas de InfoCatólica, el P. Iraburu, lo que sigue:

“El modernismo, una síntesis de protestantismo liberal, Ilustración, positivismo, naturalismo, liberalismo, exégesis crítica, historicismo, evolucionismo (Tyrrel +1909, Loysy +1940, etc.). En el Syllabus (1864), el Beato Pío IX condena 65 proposiciones claramente modernistas. Y San Pío X en la encíclica Pascendi (1907, n. 38) afirma que el modernismo es ‘el conjunto de todas las herejías’. Y lo enfrenta con el mayor empeño, como puede verse en el motu proprio Sacrorum Antistitum, conocido como Juramento antimodernista (1910).

Una imagen del libro Christian Cartoons (1922) muestra en caricatura la gran rebaja de la escalera modernista descendente, que conduce derechamente a la apostasía (Cristianismo – Biblia no infalible – hombre no imagen de Dios – no milagros – no nacimiento virginal de Jesús – no divinidad de Jesús – no expiación – no resurrección – agnosticismo – ateísmo).”

Por eso, seguramente, Enric Sopena está a favor del “espíritu moderno” y entiende que algunos no lo están como si eso fuera una especie de baldón que cae sobre ellos o una espada de Damocles que les ha rebañado el pescuezo. Un ataque, vamos, en toda regla, a lo básico del catolicismo al que muchos se apuntan como a un bombardeo. Fíjense, para más aclaración, en el “itinerario” que sigue el modernista al que hace referencia el P. Iraburu y que está más arriba (“Cristianismo – Biblia no infalible – hombre no imagen de Dios – no milagros – no nacimiento virginal de Jesús – no divinidad de Jesús – no expiación – no resurrección – agnosticismo – ateísmo”). Ahí es donde está Sopena y muchos como él y otros tantos que, dentro de la Iglesia católica, no han sabido proteger su fe de los embates malévolos de ciertas ideologías y ciertos pensamientos.

Vale la pena, por lo tanto, para despistados y para que los que creemos que no lo estamos, no lo olvidemos, traer ahora mismo el Juramento Antimodernista de San Pío X que dice esto:

“Abrazo y recibo firmemente todas y cada una de las verdades que la Iglesia por su magisterio, que no puede errar, ha definido, afirmado y declarado, principalmente los textos de doctrina que van directamente dirigidos contra los errores de estos tiempos.

En primer lugar, profeso que Dios, principio y fin de todas las cosas puede ser conocido y por tanto también demostrado de una manera cierta por la luz de la razón, por medio de las cosas que han sido hechas, es decir por las obras visibles de la creación, como la causa por su efecto.

En segundo lugar, admito y reconozco los argumentos externos de la revelación, es decir los hechos divinos, entre los cuales en primer lugar, los milagros y las profecías, como signos muy ciertos del origen divino de la religión cristiana. Y estos mismos argumentos, los tengo por perfectamente proporcionados a la inteligencia de todos los tiempos y de todos los hombres, incluso en el tiempo presente.

En tercer lugar, creo también con fe firme que la Iglesia, guardiana y maestra de la palabra revelada, ha sido instituida de una manera próxima y directa por Cristo en persona, verdadero e histórico, durante su vida entre nosotros, y creo que esta Iglesia esta edificada sobre Pedro, jefe de la jerarquía y sobre sus sucesores hasta el fin de los tiempos.

En cuarto lugar, recibo sinceramente la doctrina de la fe que los Padres ortodoxos nos han transmitido de los Apóstoles, siempre con el mismo sentido y la misma interpretación. Por esto rechazo absolutamente la suposición herética de la evolución de los dogmas, según la cual estos dogmas cambiarían de sentido para recibir uno diferente del que les ha dado la Iglesia en un principio. Igualmente, repruebo todo error que consista en sustituir el depósito divino confiado a la esposa de Cristo y a su vigilante custodia, por una ficción filosófica o una creación de la conciencia humana, la cual, formada poco a poco por el esfuerzo de los hombres, sería susceptible en el futuro de un progreso indefinido.

En quinto lugar: mantengo con toda certeza y profeso sinceramente que la fe no es un sentido religioso ciego que surge de las profundidades del subconsciente, bajo el impulso del corazón y el movimiento de la voluntad moralmente informada, sino que un verdadero asentimiento de la inteligencia a la verdad adquirida extrínsecamente, asentimiento por el cual creemos verdadero, a causa de la autoridad de Dios cuya veracidad es absoluta, todo lo que ha sido dicho, atestiguado y revelado por el Dios personal, nuestro creador y nuestro Señor. Más aún, con la debida reverencia, me someto y adhiero con todo mi corazón a las condenaciones, declaraciones y todas las prescripciones contenidas en la encíclica Pascendi y en el decreto Lamentabili, especialmente aquellas concernientes a lo que se conoce como la historia de los dogmas.

Rechazo asimismo el error de aquellos que dicen que la fe sostenida por la Iglesia contradice a la historia, y que los dogmas católicos, en el sentido en que ahora se entienden, son irreconciliables con una visión más realista de los orígenes de la religión cristiana.

Condeno y rechazo la opinión de aquellos que dicen que un cristiano bien educado asume una doble personalidad, la de un creyente y al mismo tiempo la de un historiador, como si fuera permisible para una historiador sostener cosas que contradigan la fe del creyente, o establecer premisas las cuales, provisto que no haya una negación directa de los dogmas, llevarían a la conclusión de que los dogmas son o bien falsos, o bien dudosos.

Repruebo también el método de juzgar e interpretar la Sagrada Escritura que, apartándose de la tradición de la Iglesia, la analogía de la fe, y las normas de la Sede Apostólica, abraza los errores de los racionalistas y licenciosamente y sin prudencia abrazan la crítica textual como la única y suprema norma.

Rechazo también la opinión de aquellos que sostienen que un profesor enseñando o escribiendo acerca de una materia histórico-teológica debiera primero poner a un costado cualquier opinión preconcebida acerca del origen sobrenatural de la tradición católica o acerca de la promesa divina de preservar por siempre toda la verdad revelada; y de que deberían interpretar los escritos de cada uno de los Padres solamente por medio de principios científicos, excluyendo toda autoridad sagrada, y con la misma libertad de juicio que es común en la investigación de todos los documentos históricos ordinarios.

Santos Evangelios


Declaro estar completamente opuesto al error de los modernistas que sostienen que no hay nada divino en la sagrada tradición; o, lo que es mucho peor, decir que la hay, pero en un sentido panteísta, con el resultado de que no quedaría nada más que este simple hecho—uno a ser puesto a la par con los hechos ordinarios de la historia, a saber, el hecho de que un grupo de hombres por su propia labor, capacidad y talento han continuado durante las edades subsecuentes una escuela comenzada por Cristo y sus apóstoles.

Prometo que he de sostener todos estos artículos fiel, entera y sinceramente, y que he de guardarlos inviolados, sin desviarme de ellos en la enseñanza o en ninguna otra manera de escrito o de palabra. Esto prometo, esto juro, así me ayude Dios, y estos santos Evangelios".

Quede, pues, claro, a favor de qué hay que estar y en contra de qué y, por desgracia, de quién. Pero a determinadas personas, de verdad, hay que darles de comer aparte. Aunque sólo sea para que no infecten a otras.

Tiene gracia, por otra parte, que Enric Sopena llame “espíritu moderno” a lo que, en realidad, es puro actuar retrógrado y pasado de moda. Gracia, pero de la mala.

Eleuterio Fernández Guzmán

…………………………….
Para leer Fe y Obras.
…………………………….

InfoCatólica necesita vuestra ayuda.

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:


Y da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí.

3 comentarios

  
vicente
el modernismo ha traido más males que bienes.
13/12/12 3:13 PM
  
Juan Mariner
La Modernidad: manipular la tradición precedente y echar fuera a la religión (poca cosa buena).

Si Sopena y otros asocian a Rajoy y al Partido Popular con los Obispos, muchos de estos últimos se lo han ganado a pulso con el ideario de 13TV y COPE tan cercano al Partido Popular. Lo pagaremos carísimo.
13/12/12 9:50 PM
  
Proby
Prefiero no expresar en detalle mi opinión sobre el "señor" Sopena, ya que entiendo que en Infocatólica hay que evitar usar cierto lenguaje. Sólo diré que este individuo tiene una mente retorcida y enferma y que todo lo que dice o escribe es mentira, como corresponde a un vástago de Satanás. Desde llamar "asesino" a Franco hasta hacerse la víctima de una supuesta "persecución" contra el catalán, su cerebro no descansa a la hora de crear obsesiones enfermizas, aunque al final siempre diga lo mismo. ¡Qué lejos queda ya su etapa de miembro del Opus Dei y panegirista del hoy felizmente santo Josemaría Escrivá De Balaguer!

Hace muchos años había una frase publicitaria que decía: "Vale la pena... tener un Sopena." Mucho me temo que hoy tendríamos que afirmar todo lo contrario. ;-)
13/12/12 10:12 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.