Eppur si muove .- Mantener la doctrina y ser ortodoxo

Por la libertad de Asia Bibi y Youcef Nadarkhani.

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Es una pena que tengan que suceder cosas como las que suceden pero la realidad es así de dura y aunque para algunas personas se trate de formas de actuar no presentables, lo bien cierto es que no se puede tomar otra actitud, de vez en cuando, que la que se toma.

Ahora se trata de un sacerdote irlandés del que se dice que, lógicamente, se ha censurado determinados escritos suyos que no están de acuerdo con la ortodoxia católica. Que si ha escrito sobre las “mujeres sacerdotes” de Estados Unidos de América, que si esto y que si lo otro. En otros casos, se hace lo propio contra quien escribe a contra del celibato sacerdotal…

Y así podríamos estar un buen rato porque ha habido muchos casos, hay muchos casos y, por desgracia, habrá muchos casos, en los que determinadas personas hacen de su capa un sayo y tiran por la calle de en medio en cuanto a lo que la doctrina católica dice al respecto de algunos muy concretos temas que, no por casualidad, siempre son los mismos y que, a la vez, diferencian, por ejemplo, el pensar católico del protestante.

Sin embargo, esto que ha sucedido ahora y que, probablemente, sucederá en otras ocasiones, tiene una razón de ser y, en realidad, no podría ni debería ser de otra forma.

Independientemente de lo que suponga ser ortodoxo, llamado así, por pertenecer a determinadas Iglesias de Europa Oriental, aquí no nos referimos a tal tipo de forma de entender la fe cristiana sino a lo que supone, el respeto a la doctrina católica y a lo que ha de suponer estar de acuerdo con ella. Es, así o, mejor, así se es ortodoxo católico que es, además, la única forma de poder llamarse hermano en la fe de, por ejemplo, el Santo Padre.

Ser ortodoxo católico no es mala cosa. Dice el evangelista Juan o, mejor, recoge, las siguientes palabras de Jesucristo:

Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permanecer en mi amor. Si sobre mis mandamientos hacéis lo que os conviene, permaneceréis en mi amor, como yo he hecho lo que me ha convenido con los mandamientos de mi Padre”.

En realidad, eso no lo dijo Cristo porque de haberlo hecho así, cualquier católico podría hacer lo que, en efecto, le conviniese con el sentido exacto de los mandamientos de Dios. Eso justificaría cualquier desmán y, además, no habría podido existir ortodoxia alguna porque el relativismo espiritual habría sido el ordinario comportamiento del católico.

Sin embargo, lo que recoge el Boanerges (Jn 15, 9-10) es esto:

“Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”

No parece exactamente lo mismo.

En realidad, mantener la ortodoxia católica frente a la mucha heterodoxia que pulula por determinados campos teológicos es lo único que la Iglesia católica puede y debe hacer. Está obligado a hacerlo porque es mandato de Cristo y, al igual que no puede ordenar mujeres tampoco puede estar a favor, en determinados casos, del aborto ni cosas por el estilo.

Al respecto, por ejemplo, de lo sucedido con el que fuera obispo de Toowoomba, en Australia, traigo aquí el iter del proceso que llevó a su “obligado” cese. En realidad, es una forma de darse cuenta de lo que se ha de hacer cuando hay que hacerlo. Ruego se me perdone la extensión de lo aquí traído pero creo que vale la pena.

La detallada línea de tiempo muestra lo siguiente:
Febrero de 1993: El día 10 el Obispo Morris toma posesión de su sede en la Catedral de St. Patrick en Toowoomba. Inmediatamente introdujo cambios dramáticos en la liturgia y el gobierno de la Iglesia. De acuerdo al informe de los consultores, también “rompió la tradición y se puso una corbata en la que bordó su escudo de armas, en vez de usar el clergy romano".

El informe de los dos sacerdotes dice además que “el Obispo entregó a cada sacerdote una corbata negra con el escudo episcopal y les dijo que en adelante se le iba a considerar como vestimenta clerical".

1993-2005: Un grupo de católicos preocupados, descritos en el informe como “una pequeña pero bulliciosa minoría” inició una “creciente campaña de quejas” a las oficinas del Vaticano. Las quejas se centraban en la promoción del Obispo de la absolución general como una alternativa a la confesión personal.

Pese a distintos pedidos desde el Vaticano para detenerla, el Obispo siguió promoviendo esta práctica. Según los consultores “el asunto del uso de la absolución general llevó a una disputa entre el Obispo y el Cardenal Arinze, Prefecto de la Congregación (Vaticana) para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos".

Noviembre 2006: El Obispo Morris escribe una carta pastoral de Adviento en la que propone la necesidad de explorar la ordenación de hombres casados, de las mujeres y el reconocimiento de los ministros de otras iglesias cristianas.

Diciembre 2006: El Obispo Morris recibe un fax en el que se le pide ir a Roma en febrero de 2007 para reunirse con los cardenales Giovanni Battista Re, entonces Prefecto de la Congregación para los Obispos, William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Francis Arinze. El Prelado rechazó viajar aduciendo “razones pastorales” que no especificó. Dijo que estaba en sus planes viajar a Roma pero recién en mayo de 2007 y que entonces, se podría reunir con los cardenales.

Enero 2007: El Cardenal Arinze envía una carta para insistir en este asunto por su urgencia y en la que señala que el Obispo Morris debía presentarse en Roma en febrero. Nuevamente declinó la solicitud y dijo que recién estaría disponible en mayo, no antes.

Marzo 2007: El Obispo Morris recibe una notificación de la Congregación de los Obispos en la que se le explica que se le ha iniciado un proceso conocido como visita apostólica (investigación), tarea para la cual se nombró al Arzobispo de Denver (Estados Unidos), Mons. Charles Chaput.
Abril 2007: Mons. Chaput llega a Toowoomba el 23 de abril para realizar la visita apostólica. El informe de los sacerdotes consultores leales a Morris señala que “el visitador llegó a Toowoomba, se reunió informalmente con el Obispo Morris, luego con el Consejo de Sacerdotes. Luego comenzó una serie de reuniones con varias instituciones diocesanas, autoridades, sacerdotes, directores de agencias y fieles locales (…) Los desplazamientos dentro de la diócesis prosiguieron el miércoles y jueves (25 y 26 abril) Las entrevistas se retomaron el viernes y la mañana del sábado (27 y 28). Luego de una entrevista final con el Obispo Morris al mediodía del sábado, el visitador partió y preparó su informe”

Mayo 2007: Líderes de la diócesis se reúnen para conversar sobre la visita apostólica y cómo responder a ella. Según el documento “el clero y los líderes pastorales de la diócesis” decidieron enviar al Vaticano una carta de apoyo a Mons. Morris. Tres sacerdotes se negaron a firmarla. Mientras tanto el Obispo está en Roma como había anunciado. El informe indica que “no hubo ninguna reunión con cardenales".

Septiembre 2007: La Congregación para los Obispos en el Vaticano envía a Morris un memorándum con fecha 28 de junio en el que se le solicita su renuncia. El Obispo responde indicando que contestará antes de su descanso de octubre.

Octubre 2007: La Congregación para los Obispos le envía otra carta, esta vez informándole que el pedido para que renuncie se hace a nombre del Papa Benedicto XVI.

Noviembre 2007: El Obispo Morris envía una carta al Cardenal Re, Prefecto de la Congregación para los Obispos, en la que le ofrece “cooperación y diálogo". En ella solicita una reunión en Roma para enero de 2008. El Cardenal Re respondió estableciendo como fecha para tal reunión el 19 de enero de 2008.

Diciembre 2007: Morris reúne a un grupo de consejeros para recoger sugerencias sobre cómo lidiar con el Vaticano. Según el informe de los consultores “el grupo también consultó a canonistas internacionales".
Enero 2008: El 19, como se había programado, el Obispo Morris se reúne en Roma con los Cardenales Re, Levada y Arinze. Enfatizan que el mismo Papa ya ha solicitado la renuncia de Mons. Morris. El 24 de enero, el Obispo escribe una carta a los cardenales diciéndoles que se siente incapaz de renunciar.

Febrero 2008: El Cardenal Re responde la carta de Morris del 24 de enero. Nuevamente le solicita su renuncia. El Obispo Morris contesta entonces explicando que tiene un grupo de consejeros que lo están ayudando a preparar una “Declaración de posición” para responder a las críticas del Vaticano y al pedido de renuncia.
Marzo 2008: El Obispo Morris envía su “Declaración de posición” a los cardenales Re, Arinze y Levada. Envía una carta al Tribunal de la Signatura Apostólica, considerada la Corte Suprema del Vaticano. En ella solicita que se le conceda el derecho a defenderse de los cargos en su contra. Escribe también al Pontificio Consejo para los Textos Legislativos pidiendo una definición de lo que constituye una “causa grave” para remover a un Obispo bajo el Derecho Canónico (canon 401, 2)
Abril 2008: La Signatura Apostólica contesta informando al Obispo Morris que su caso no es de competencia del tribunal porque no se ha llevado a cabo procedimiento legal alguno.

Septiembre 2008: El Pontificio Consejo para los Textos Legislativos responde indicando que la interpretación de “causa grave” se deja a la determinación de la Congregación para los Obispos.

Octubre 2008: El Cardenal Re envía una carta en la que solicita nuevamente al Obispo Morris su renuncia, caso contrario tendrá que ser removido si es que no lo hace hasta noviembre de ese año.
Diciembre 2008-marzo 2009: El 19 de diciembre el Obispo Morris le escribe al Cardenal Re informándole que no va a renunciar. El 24 de diciembre escribe, por separado, al Papa Benedicto XVI solicitándole una audiencia. Más tarde le fue informado que el Santo Padre lo recibiría el 4 de junio de 2009.
Junio 2009: El 4 de junio el Obispo Morris es recibido por el Papa. Asiste acompañado por el Arzobispo Phillip Wilson, Presidente de la Conferencia Episcopal Australiana. El Papa reitera su pedido de que renuncie. El Obispo no responde. De acuerdo a los consultores autores del informe: “el Obispo salió de la reunión indicándole al Arzobispo Wilson que no tenía intención de renunciar a su cargo de Obispo de Toowoomba".

Julio 2009: El Cardenal Re envía una nueva carta a William Morris en la que le exige nuevamente su renuncia.

Noviembre 2009: Mons. Morris escribe al Papa diciendo que, por cuestiones de conciencia, no renunciará.

Diciembre 2009: En una carta del día 22, el Papa Benedicto XVI responde al Obispo Morris recordándole que no existen apelaciones a las decisiones papales. Los consultores señalan en su informe lo siguiente: “El Papa repitió sus serias preocupaciones respecto a la posición de Mons. Morris relacionadas a la ordenación de mujeres y al reconocimiento de otros clérigos como anglicanos y otras iglesias".
Enero 2010: El Arzobispo Wilson lleva a Roma una propuesta del Obispo Morris de renunciar cuando cumpla 70 años, en octubre de 2013 (La edad de retiro de un Obispo, según establece el Código de Derecho Canónico, es 75 años).

Febrero 2010: El Cardenal Re vuelve a escribirle al Obispo Morris indicándole que el Papa ha aceptado esperar hasta mayo de 2011 por su renuncia.

Diciembre 2010: El Obispo Morris le escribe al Papa solicitándole permanecer en su cargo más tiempo para poder lidiar con un caso de supuesto abuso sexual por parte de un ex profesor en una escuela católica en Toowoomba.

Febrero 2011: El Arzobispo Guiseppe Lazzarotto, Nuncio Apostólico en Australia, le escribe al Obispo Morris solicitándole su renuncia inmediata. El Nuncio le informa al Prelado que el Vaticano anunciará su renuncia el 2 de mayo.
Marzo 2011: El Obispo Morris le escribe al Nuncio insistiéndole en que no renunciará, pero que aceptará el anuncio del Vaticano el 2 de mayo sobre su “retiro anticipado".
Abril 2011: El Obispo Morris reúne a su colegio de consultores quienes unánimemente deciden apoyar su decisión de escribir una carta pastoral para que “la diócesis sepa del anuncio sobre el Prelado antes que por los medios".
El informe de los consultores dice además que el Obispo es inocente y critican al Vaticano por negarle la “justicia natural". El 27 de abril hace el anuncio a los sacerdotes de su diócesis. Incluye una carta pastoral que ordena debe leerse en todas las Misas el fin de semana entre el 30 de abril y el 1 de mayo.

Mayo 2011: El Vaticano anuncia el retiro de Mons. Morris de su cargo. El anuncio se hizo en una nota brevísima que decía: “El Santo Padre retiró al Obispo William M. Morris del gobierno pastoral de la diócesis de Toowoomba, Australia".

El 5 de mayo, diversos sacerdotes y líderes pastorales se reunieron en la Catedral St. Patrick para decidir cómo expresar su apoyo al Obispo Morris. Se decide entonces que las parroquias contarán a quienes asisten a las Misas para registrar cualquier posible oposición. Además, se colocarán libros en blanco para escribir mensajes de apoyo a Morris.

No extrañe, por lo tanto, que la Congregación para la Doctrina de la Fe (cuando corresponda) tenga que intervenir en más de una ocasión para que no sea zaherida sin más la fe católica y las cosas vuelvan al sitio de donde no deberían haberse movido.

En realidad, tal es la única forma a partir de la cual ha de prevalecer por encima de todos los imperios que en el mundo han sido. Y los que no lo crean así ya saben lo que les espera.

Eleuterio Fernández Guzmán

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