Opus Dei: "'Camino': el camino de la Fe"

Serie “El Camino de la Fe”

San Josemaría

El Camino de la Fe -18
Una virtud como la caridad

“Te duelen las faltas de caridad del prójimo para ti. ¿Cuánto dolerán a Dios tus faltas de caridad —de Amor— para El?”S. Josemaría
Camino, 441

La caridad, en muchas ocasiones, es mal entendida porque se cree que es algo así como una dádiva que los cristianos ofrecemos a los que están peor que nosotros.

Sin embargo, las personas que así piensan no tienen una idea muy clara de lo que tal virtud teologal supone para la vida del discípulo de Cristo.

Así, la caridad supone, para quien se sabe hijo de Dios, una forma de manifestar tal filiación. Y se hace en la seguridad de ser comprendido por el Creador y contemplado por Él.

La caridad se puede entender desde dos puntos de vista: el meramente económico y el va más allá de la economía.

Bien dice el fundador del Opus Dei (punto 466) que “De ordinario, la gente es muy poco generosa con su dinero —me escribes—. Conversación, entusiasmos bulliciosos, promesas, planes. —A la hora del sacrificio, son pocos los que “arriman el hombro". Y, si dan, ha de ser con una diversión interpuesta —baile, tómbola, cine, velada— o anuncio y lista de donativos en la prensa.

—Triste es el cuadro, pero tiene excepciones: sé tú también de los que no dejan que su mano izquierda, cuando dan limosna, sepa lo que hace la derecha".

En realidad, resulta conveniente, para tener un buen desarrollo espiritual, que se haga efectivo aquello de dar sin que nadie, salvo Dios, lo sepa. Sin embargo, tampoco podemos negar que la tendencia humana es hacer que se vea lo que hacemos.

Pero no es la dicha la única manera de hacer efectiva la caridad. Es más, sino que, yendo más allá de lo que supone auxiliar económicamente a alguien, otras formas de poner en práctica la caridad:

-No dando pábulo a críticas (punto 442):

No admitas un mal pensamiento de nadie, aunque las palabras u obras del interesado den pie para juzgar así razonablemente”.

Además, cuando se olvida lo importante que es ejercer la caridad con el comportamiento ajeno, podemos incurrir en aquello que es destruir la buena fama de quien se critica (punto 456)

Hacer crítica, destruir, no es difícil: el último peón de albañilería sabe hincar su herramienta en la piedra noble y bella de una catedral. —Construir: ésta es la labor que requiere maestros”.

-También es importante reconocer que no tenemos la capacidad cristiana suficiente como para juzgar a los demás. Mantener tal situación de no inmiscuirse en el proceder ajeno es, también, ejemplo e caritativo comportamiento (punto 451):

No queramos juzgar. —Cada uno ve la cosas desde su punto de vista… y con su entendimiento, bien limitado casi siempre, y oscuros o nebulosos, con tinieblas de apasionamiento, sus ojos, muchas veces.
Además, lo mismo que la de esos pintores modernistas, es la visión de ciertas personas tan subjetiva y tan enfermiza, que trazan unos rasgos arbitrarios, asegurándonos que son nuestro retrato, nuestra conducta…
¡Qué poco valen los juicios de los hombres! —No juzguéis sin tamizar vuestro juicio en la oración
“.

Sin embargo, en evitación de faltas de caridad, nos recuerda S. Josemaría que no podemos hacer como quien dice que es cristiano pero, a la hora de la verdad, no lo demuestra con lo que hace (punto 461):

Si no te veo practicar la bendita fraternidad, que de continuo te predico, te recordaré aquellas palabras entrañables de San Juan: “Filioli mei, non diligamus verbo neque lingua, sed opere et veritate” —Hijitos míos, no amemos con la palabra o con la lengua, sino con obras y de verdad”.

Pues una cosa es decir que se es discípulo de Cristo y otra, en verdad y como se puede ver, serlo.

Por otra parte la página dedicada a las obras de S. Josemaria, en el apartado dedicado a “Camino”, y, en concreto, en el capítulo titulado ”Caridad” trata, precisamente, sobre el tema al que hoy nos referimos.

Ahora, lo que sigue, es lo que yo entiendo, como cristiano (no miembro del Opus Dei aunque creyente en su espiritualidad) al respecto:

1 Amor y caridad son, exactamente, lo mismo. Uno no puede vivir sin la otra..

2 Poco eres si no reconoces la necesidad de ser generoso con quien tiene menos que tú.

3 Recuerda que la caridad no es sólo asunto económico. Muchas veces, el espíritu necesita, también, una ayuda que debes ofrecer.

4 ¿No crees que Dios se comporta con infinita caridad contigo? Mírate dentro del corazón y, a lo mejor, comprendes muchas cosas.

5 A la luz de los hombres podrás parecer ñoño cuando ejerces la caridad. A los ojos de Dios eres un justo hijo. Piensa qué te interesa más.

6 Mira los bolsillos de tu corazón y encuentra una buena excusa para ser caritativo sin que se note. Recuerda aquello de la mano izquierda que no debe saber lo que hace la derecha. O al revés.

7 Por caridad pídele a Dios que sepas ser, tú, caritativo.

8 La caridad es, más que nada, un bien para el alma. Pero es mejor que sea un bien íntimo porque sabes que Dios te ve en lo oscuro.

9 No es bueno hacer recuento de la caridad que ofreces. Las cuentas ya las lleva Dios.

10 Si quieres ser verdaderamente cristiano ten en cuenta que la caridad también lo es espiritual.

11 Poca caridad demuestras cuando ensucias el nombre de un amigo. Tú lo eres, seguro, poco.

12 La caridad… Dios, contigo la ejerce siempre. ¿Y tú con los demás?

13 Recuerda que todos somos hijos de Dios. No puede gustarle al Creador que no tengamos en cuenta las necesidades de nuestros hermanos.

14 Si, ahora mismo, te paras un momento a pensar quién puede necesitar tu ayuda… seguro que sabes de más de una persona que está en tal situación.

15 Dijo San Pablo que en el definitivo Reino de Dios la caridad será la única virtud teologal que tiene sentido. Que no te valga eso como excusa para esperar a entonces para ejercitarla. Recuerda que ya vives en el Reino de Dios, aquí y ahora.

16 Por caridad siempre se debe esperar no recibir nada a cambio. Eso sería contraprestación y el amor no es un contrato porque se da, precisamente, por amor.

17 De caridad todos estamos necesitados. No olvides que la espiritual es muy común.

18 Si no eres caritativo deberías preguntarte qué es lo que no has entendido del mensaje de Jesucristo.

19 El amor con amor se paga, dice el dicho. ¿Dices tú lo mismo?

20 Si la caridad moviese al mundo el mundo sería más humano. Quizá, por eso, no lo es.

Por otra parte, si hay una forma de ejercer la caridad es no juzgando a los demás. Sabemos que eso es, la mayoría de las veces, difícil y que debemos reprimir las ganas terribles que tenemos de emitir un juicio que no nos corresponde.

Para eso, S. Josemaría nos dice lo siguiente (punto 451):

No queramos juzgar. —Cada uno ve la cosas desde su punto de vista… y con su entendimiento, bien limitado casi siempre, y oscuros o nebulosos, con tinieblas de apasionamiento, sus ojos, muchas veces.

Además, lo mismo que la de esos pintores modernistas, es la visión de ciertas personas tan subjetiva y tan enfermiza, que trazan unos rasgos arbitrarios, asegurándonos que son nuestro retrato, nuestra conducta…

¡Qué poco valen los juicios de los hombres! —No juzguéis sin tamizar vuestro juicio en la oración
”.

Y la oración, si es posible, que sea abundante y sin racanismos porque en la caridad el racanismo no es buena señal de ser hijo de Dios

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