InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

27.10.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que nos corresponde en la redención

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - Lo que nos corresponde en la Redención.

La Redención la amasó Él junto a un pan escaso y moreno, una fatiga de músculos que sierran y el recorte económico de un hogar honrado.” (Beato Lolo, de su libro “Cartas con la señal de la Cruz”)

Hay quien, creyendo que expresan una confianza absoluta en Dios, Padre Todopoderoso y Creador nuestro y de todo lo existente, deja todo lo que le corresponde a sus vidas en manos del Padre.

Eso, dicho así, podría parecer lógico porque ¿a quién mejor referirse?

Es posible, incluso, que su propia salvación, la de quien eso cree, también se deje en manos de Dios.

Siendo importante saber que sólo teniendo en cuenta al Todopoderoso nos vamos a salvar, es cierto y verdad que eso, por decirlo así, no es suficiente (entiéndase esto pues Dios puede hacer que alguien se salve y ya está) porque, en el común de los casos, en la forma ordinaria de vivir en el mundo, también nosotros debemos hacer algo para nuestra salvación. Y el Beato de Linares (Jaén, España) lo dice aquí, en el texto arriba traído, con toda claridad.

Nos habla Lolo, refiriéndose a Dios ciertamente, que la Redención (así con mayúscula) la preparó el Creador no sólo consigo mismo, con su sola voluntad, sino que esperaba que el ser humano, la criatura creada a su imagen y semejanza, también hiciera algo para alcanzarla.

Todo lo que aquí dice Lolo supone, y es, propio de la actividad del ser humano. Es decir, que cuando habla del “pan escaso y moreno”, se está refiriendo a la necesidad también de intervención en la Redención de las personas menos favorecidas por el devenir social; también habla del esfuerzo, del trabajo diario de esos “músculos que sierran” y, en fin, de algo que ni era nada extraño en tiempos de Manuel Lozano Garrido ni lo es ahora mismo. Y nos referimos a las escaseces que suelen haber en un hogar que Lolo llama “honrado” queriéndonos decir que en tales hogares es posible que se den tales escaseces pero que no se moverá el mismo por caminos no santos…

Podemos ver que de estas palabras de nuestro amigo Manuel entendemos que en eso de la Redención (que es un término grande e importante para el hombre) la mano de Dios será la más importante pero la nuestra, la de cada uno de nosotros, tampoco es moco de pavo, como se diría popularmente. Es más, sin la misma, sin nuestra propia voluntad de tender hacia nuestra propia salvación, es casi seguro que la Redención no nos llegue ni nos toque recibirla.

Y es que en eso, también en eso, la libertad que Dios nos da, tiene su efecto. Y Lolo bien que lo sabía.

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (134)

Más difícil e impresionante que ordenar los luceros es armonizar las facultades del alma”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

20.10.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Hilo directo con Dios es la oración

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Hilo directo con Dios es la oración

La oración no es el espejo del cuarto de baño, donde uno se fija para ver sus vanidades, sino una ventana abierta por donde se ve el rostro iluminado de Dios.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, n.º 906)

Como podemos imaginar, Manuel Lozano Garrido tenía una relación muy fluida con Dios a través de la oración. En primer lugar, porque tenía muy claro lo mismo que dice en el texto que hemos traído hoy y, luego, porque no podía entender su vida sin ese hilo que lo unía a su Padre Eterno y Creador.

Por ejemplo, en su libro “Bienvenido, amor” y, en concreto, en el número 585 del mismo dice esto: La oración es un generoso camino de devolución de la visita de Dios. Y eso ha de querer decir que podemos mantener una relación con el Todopoderoso a través de este instrumento espiritual que es, eso, la oración.

Pero si hay un ejemplo maravilloso con el que el Beato Lolo manifiesta todo su amor por el prójimo y que es una manifestación palmaria de lo que para él era la oración es la Oración de los enfermos donde, como podemos imaginar, él mismo se veía no sólo reflejado sino, exactamente, incluido de pleno derecho:

¡Señor, nosotros, los enfermos, nos acercamos a Ti!

Somos los “inútiles” de la humanidad. En todas partes estorbamos…

No podemos echar nuestra parte a la economía maltrecha del hogar difícil.

Gastamos y consumimos dolorosamente los pobres ahorros, en medicinas, en inyecciones, en apresuradas visitas de médicos…

Todos sonríen; nosotros lloramos, en silencio. Todos trabajan; nosotros descansamos, forzosamente. Quietud más fatigosa que la misma labor. No podemos levantar la silla, que ha caído; ni acudir al teléfono que suena; ni abrir la puerta, cuando toca el timbre…

No nos es permitido soñar; ni amar a una mujer o a un hombre; ni pensar en un hogar; ni acariciar, con los dedos de la ilusión, las rubias cabezas de nuestros hijos…

Y, sin embargo, sabemos… que tenemos reservada para nosotros una empresa muy grande: ayudar a los hombres a salvarse, unidos a Ti…

Haz, Señor: que conozcamos nuestra vocación y su sentido íntimo…

Recoge, Señor, como un manojo de lirios en tus manos clavadas, nuestra inutilidad, para que les des una eficacia redentora universal

La salvación del mundo la has puesto en nuestras manos. Que no os defraudemos.

Debemos reconocer, antes de seguir, que esto no ha sido más que una excusa para traer aquí estas certeras palabras que tanto dicen acerca de quien las escribe y tanto llegan al corazón de quien las lee. Pero, bueno, es una debilidad que tenemos…

Pues bien, después de esto, podemos continuar diciendo que el Beato de Linares (Jaén, España) conocía muy bien toda la virtualidad que tiene la oración porque la misma tiene una potencia espiritual grande y porque, además, tiene la capacidad, como aquí mismo nos dice nuestro amigo, de permitirnos mantener una relación con Dios. Ni más ni menos.

En efecto, cuando vamos (por así decirlo) a la oración, no debemos hacerlo con la intención que aquí, a veces, nos retrata. Es decir, no debemos en ella vernos a nosotros mismos como si nosotros fuéramos los que más importamos en el hecho de orar.

Con esto de arriba queremos decir que, como bien apunta Lolo, cuando oramos lo que debemos tener más que claro es que Dios está ahí y que nos escucha. Por eso lo de la ventana abierta porque por ella no sólo nos atenemos a nosotros mismos sino que tenemos en cuenta a la “otra” parte que es, ni más ni menos, que el Creador mismo que está ahí, a la escucha.

El caso es que el linarense universal no dice, simplemente, que podemos hablar con Dios sino que en la oración “se ve el rostro iluminado de Dios”. Y eso no es más que la constatación de que es verdad que cuando oramos somos escuchados sino que, en una manera más que cierta, podemos ver a Dios en el sentido que eso tiene. Y esto supone dar un paso más en nuestro camino espiritual hacia el definitivo Reino de Dios llamado Cielo. Y eso, Lolo, lo supo hacer, oración mediante, más que bien.

Oremos, pues, sabiendo lo que eso supone como lo sabía Lolo. No rompamos el hilo que, aunque sea fino, puede ser hilo…

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (133)

Cada hombre es un sistema planetario de vocación, aspiraciones e ideales, girando en torno al astro del corazón que las calienta y vivifica.“

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

13.10.25

Amigo de Lolo – Lolo y su reconocimiento en vida

PREMIO BRAVO | Beato Manuel Lozano Garrido, beato LoloQuien se acerca a las palabras que Lolo dejó escritas, tanto en sus libros como en los cientos de artículos que publicó en la prensa de su tiempo, es posible y seguro que no verá en las mismas ningún tipo de alago hacia sí mismo. Y con esto queremos decir que quien no conozca nada más que lo que escribió no sepa que, en vida, nuestro amigo tuvo un reconocimiento muy amplio y que era muy tenido en cuenta por aquellos que, al fin y al cabo, otorgan premios y distinciones.

Es cierto que Lolo, según dicen aquellos que le conocieron, no buscaba tales cosas sino que dedicaba su vida a llevar a cabo aquello que era su vocación. Sin embargo, sí hubo quien se dio cuenta de que, en el fondo, aquel sufriente ser humano merecía que se le reconociera lo que estaba haciendo.

En realidad, desde que publicó su primer libro de título “El sillón de ruedas” allá por el año 1961, lo bien cierto es que todo el que se llevaba a sus ojos y al corazón lo que el de Lolo inspiraba se daba cuenta de que allí, por decirlo así, había madera y que algo tan especial como lo que se estaba leyendo debía ser reconocido. Y así fue.

A partir de entonces, como decimos, los premios y distinciones que ahora ponemos (gracias a la Fundación Lolo debemos reconocer y decir) son ejemplo de cómo era considerado en su tiempo quien, entonces, era conocido como Manuel Lozano Garrido sin lo que, con el pasar de los años, vendría con su inscripción en libro de los santos con el título de Beato:

1962: Ganador de los JUEGOS FLORALES de Cazorla (Jaén)

1963: Ganador del premio FEIJOÓ de la asociación Española para El “Progreso de las Ciencias”

1964 y 1968: Becas de Literatura de la Fundación JUAN MARCH

1967: Seleccionado para el premio NADAL (Libro; “Las Estrellas se ven de noche”)

1967: Finalista del premio GABRIEL MIRÓ (Cuento; “Las Hormigas”)

1967: Ganador del premio Ciudad de Villajoyosa (Cuento; “La Trampa”)

1968: Accésit Monte Carmelo (Libro; “Reportaje sobre las cumbres)

1969: Premio Literario Olivo de Oro (Poetas de Jaén)

1969: Premio Ciudad de Salamanca (Cuento seleccionado; “La Medalla”)

1969: Tercer premio Ateneo de Valladolid (Libro; “El Árbol Desnudo”)

1969: Nombramiento Hijo Predilecto de Linares (su ciudad natal)

1970: Asignación de “su nombre a una calle de Linares
1970: Nombrado 
Consejero de Honor en el “Instituto de Estudios Jienenses”

1970: Premio de Literatura Ciudad de Quesada (Jaén)

1971: Primer premio “BRAVO” Nacional de Periodismo (Conferencia Episcopal)

Podemos ver que apenas hay un año desde que empezó a reconocérsele lo que suponía la letra de Lolo que no tuviera un premio y, entonces, un reconocimiento. Y, es más, tuvo el honor de ser el primer premio “BRAVO” relacionado con el periodismo que otorgaba, y otorga hoy día, la Conferencia Episcopal Española, en concreto la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales (CECS) Y no podemos decir que fuera poco importante que tal premio empezara su andadura así sino todo lo contrario: una forma inmejorable de hacer las cosas.

En fin, no podemos negar que a Lolo se le tuvo muy en cuenta por parte de aquellas personas que eso debían hacer. Y, lo que es mejor aún… se le tuvo en cuenta, y se le tiene, por aquellos que, de una manera o de otra y en un tiempo o en otro, hemos descubierto que hay quien es capaz de ir mucho más allá de sus propias circunstancias: exactamente hasta el mismo Cielo.

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (132)

La Redención es el más abnegado acto de caridad de la justicia del Padre

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

 

6.10.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Dios se complace con el amor al prójimo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Dios se complace con el amor al prójimo

Dad siempre gracias al Cielo, por lo que carecéis necesariamente, que Yo entro en vuestra exigencia, y por lo que os priváis voluntariamente que, aunque la mano derecha lo haga a escondidas, en la gratitud de los que reciben está vuestra fecundidad y mi complacencia.” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

Cuando leemos que hay que amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos es cierto y verdad que asentimos tal expresión de nuestra fe cristiana porque la misma es la pura esencia de lo que creemos.

Ya podemos imaginar que amar a Dios no es algo a lo que se pueda negar nadie que reconozca su existencia y esté, aunque sea, mínimamente agradecido, siquiera, por su propia vida. Sin ir más allá. Sin embargo, lo otro, es decir el amar al prójimo… como diría aquel… según y cómo. Y es que así somos nosotros, los hijos de Dios que pareciera no tenemos hermano alguno.

Aquí mismo, el Beato Lolo lo dice con toda claridad poniendo en boca del Todopoderoso (de eso se trata en este libro de título Reportajes desde la cumbre y es que Dios, por decirlo así, habla a sus hijos… y por eso lo de la “cumbre” donde está el Creador) unas palabras que deberían darnos muchas pistas acerca de lo que debe ser el amor al prójimo que, tantas veces, olvidamos según nos conviene…

En primer lugar, hay algo que podemos pasar por alto. Y es que a veces pedimos a Dios ciertas cosas… y no nos las concede. Y es aquí se nos dice con toda claridad que Adonai entre “en nuestra exigencia” y eso nos debe hacer pensar que sabe muy bien lo que nos conviene y si, al fin y al cabo, no obtenemos eso que pedimos es casi seguro que no nos vendría nada bien obtenerlo. Y eso con todo lo que, para nosotros, puede tener esa negativa del Padre Eterno.

Por tanto, a pesar de tal circunstancia, bien nos dice el linarense universal que debemos dar gracias al Cielo porque, en verdad, sólo Quien nos ha creado y mantiene sabe muy bien qué es lo que podemos recibir o no por mucho que eso nos cause una sensación, digamos, más agria que dulce…

De todas formas, debemos hacer el bien, como dice la frase popular, “sin mirar a quién” que es, en definitiva, lo que se nos pide como hijos de Dios que somos.

Hacer el bien, claro, no puede ser algo obligatorio en el sentido de que nos fuerce a hacerlo porque, de ser así, pierde la cosa su influencia en el alma. Al contrario a de ser la verdad: debemos dar “voluntariamente” y siendo conscientes de lo que eso supone para quien lo recibe pero, claro, también para el corazón de Dios.

Aquí hay, como podemos leer en palabras de Manuel Lozano Garrido, dos consecuencias de nuestro hacer en favor del prójimo: el agradecimiento del mismo y también la complacencia de Dios. Y tales realidades han de ser consideradas muy importantes para nosotros aunque nosotros creemos que es mejor la segunda que la primera. Y es que, a veces, puede no haber agradecimiento por parte del prójimo pero es seguro que la complacencia de Dios en tales casos está asegurada y más que asegurada.

Bien podemos decir que complacer a Dios haciendo el bien a nuestro prójimo es lo mismo que acumular aquí para el Cielo donde, como sabemos, ni hay ladrones ni polillas que lo corroan todo (cf Mt 6,20) Y eso Lolo bien que lo sabía.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (131)

¡Un alma!¡Si parece mentira! ¿Qué podría hacer yo en adelante, vida mía, para agradecerte ese Paraíso?

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

28.09.25

Amigo de Lolo – Lolo explicado por sus amigos

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

PRESENTACIÓN

Digamos que hay un grupo muy especial de “amigos” de Lolo que son los que llevan adelante la Fundación “Lolo” que, como podemos suponer, viene referida a todo lo relacionado con el Beato de Linares (Jaén, España) y que tiene su sede, precisamente, en tal ciudad de Jaén, a la sazón provincia de Andalucía, en España.

Pues bien, la misma facilita, para quien quiera, una “firma” que se puede poner al final de los correos electrónicos si es que el afán que lleva a quien eso quiera es hacer difusión de la vida e, incluso, “milagros", de un creyente como lo fue Lolo. Y es la que sigue:

“Yo soy Amigo de Lolo

Lolo, seglar, joven de Acción Católica, periodista y escritor cristiano, inválido total, y ciego, de profundo espíritu eucarístico y mariano, hijo amante de la Iglesia, alegre en el dolor, apóstol y consejero,… ¡Esa es su tarjeta de visita!”

Pues bien, podemos decir y sin temor a equivocarnos, que es difícil decir tanto en tan pocas palabras o, al menos, en tan no muchas palabras (si se puede decir así)

Empecemos por el principio porque se nos dice que Manuel Lozano Garrido era “seglar” lo que nos dice, de inmediato, que era, por decirlo así, un hombre “del siglo” y que, por tanto, no era sacerdote o religioso, así dicho, en general, entendiendo lo que eso quiere decir. Y es que, en efecto, nuestro Lolo estaba en el “mundo” pero de la forma especial como sabemos: sin poder moverse de su sillón de ruedas (como mucho a la cama donde trataría descansar…) pero, como también sabemos, la realidad de tal mundo la conocía a la perfección como bien muestra en los cientos de artículos que publicó en la prensa de su tiempo donde podemos decir que no había tema que se le resistiera.

Sí, seglar pero seglar de verdad, haciendo de su vida un ejemplo de entrega sin igual…

También se nos dice que era de Acción Católica porque, en efecto, fue un miembro muy destacada de tal organización religiosa, claro, católica. Y allí mostró un ánimo fuera de toda duda de tal forma que, incluso, le llevó a la cárcel en los tiempos tenebrosos que vivió España en los años 30 del siglo pasado. Total, podríamos decir, por ser católico y ejercer de serlo…

Periodista y escritor cristiano lo mostró y demostró en miles de páginas que han dado al mundo una visión maravillosa no sólo de su propia vida y existencia (tan sufrida ella…) sino, como decimos arriba, de todo lo que se movía a su alrededor y más lejos que su alrededor. Y es que, como tal, Lolo superó todos los problemas físicos que tenía para darse por entero a una profesión que si bien, a lo mejor, no era la suya (él tenía vocación de maestro y magisterio fue lo escogió para su vida truncada…) acabó siéndolo de una forma tan tremenda que causa pasmo darse cuenta de lo que es Lolo a tal respecto.

Y luego, seguramente, el origen de todo esto: su enfermedad, su “invalidez” total y su ceguera que, ¡miren ustedes las cosas que tiene Dios para sus mejores hijos!, para nada le impidió ser más que válido en muchísimos aspectos de su vida y verlo todo los con ojos del corazón.

Pero, claro, no podemos olvidar, además de lo dicho hasta ahora y que no es poco, que la vida espiritual de Manuel Lozano Garrido no fue poca cosa… Y es que, como aquí se nos dice, tenía un espíritu eucarístico y mariano (de amor a la Virgen María) que iba mucho más allá del común de los creyentes católicos que, por más que queramos… vamos, como que no nos sale amar tanto la Eucaristía y a la Madre de Dios como Lolo hizo a lo largo de su vida. Y qué decir, por otra parte, del amor a la Iglesia católica de la que formaba parte como una piedra bien viva. En fin… que bien podemos decir que Lolo, al completo, era un ser humano creyente muy especial y lleno de vida interior que bien dio a entender a lo largo de su vida.

Pero eso no es todo porque, a más a más: apóstol y consejero… En fin, como que Dios nada se reservó de bueno para el bueno de Lolo. ¿Cabe mejor tarjeta de visita?


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (130)

¡El inmenso Dios del Orbe, preocupándose por mí, u yo, que soy apenas algo más que una hormiga, presente y acariciado en su pensamiento!

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.