InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: General

15.09.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Aunque no queramos, Dios está

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Aunque no queramos, Dios está

Aunque se rodeara tu corazón con la muralla china, allí en lo más hondo, se encontraría también la profunda mirada de Dios.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, n.º 784)

Ciertamente, el título de esto que estamos escribiendo es bastante duro porque supone una forma de hacer las cosas que no es demasiado conveniente. Y es que decimos que es posible que queramos que Dios no esté…

Es verdad que para un ateo Dios, simplemente, no está. Pero aquí no hablamos de tal tipo de personas sino de aquellas que, creyendo, pueden tener la intención de que su Creador no aparezca en su vida desdiciendo, así, de lo que dicen aceptar como bueno y verdadero.

Lolo, como es de imaginar, sabía muy bien que había tal tipo de personas, a saber, las que prefieren que el Todopoderoso no aparezca mucho por sus vidas. Y lo que hacen es, precisamente, colocar en su corazón algo así como una muralla china…

La muralla china es, como cualquiera sabe, una construcción muy sólida que, por decirlo así, no deja pasar nada a su través aunque, ciertamente, pueda recorrerse por su superficie como hacen miles de turistas todos los días. Pero lo que se dice a su través, atravesarla sin más ni más… como que no.

Así podemos imaginar a la persona que hace eso con su corazón porque pretende que Dios no esté dentro de él aunque, ciertamente, eso es imposible porque somos templo del Espíritu Santo y una vez ahí infundido está para siempre. Lo que pasa es que la muralla de la que nos habla el Beato de Linares (Jaén, España) tiene mucho de espiritual y menos de física y ahí está el meollo de todo esto.

Rodear el corazón con algo así como una muralla china es pretender asegurar que Dios, que está dentro del mismo como hemos dicho arriba, no salga fuera. Y eso ha de suponer que no vamos a llevar a la práctica todo lo que, de buena fe, entrega el Creador a cada uno de sus hijos. Entonces, ni lo vamos a amar a él sobre todo y tampoco vamos a amar al prójimo como a nosotros mismos sino, en todo caso y por eso, sólo a nosotros mismos.

Rodear el corazón de tal forma puede ser una pretensión, creemos, legítima porque para eso es el nuestro… Sin embargo, toda obra de Dios es, en primer lugar, de Dios mismo y luego, de quien sera la tal obra. Por eso no tiene sentido alguno hacer como lo que nos dice el linarense universal a hacer eso con nuestro corazón con no santas intenciones.

Rodear el corazón de una forma tan dura y de piedra (haciéndolo así) quiere garantizarnos una existencia tan sólo sustentada con nuestra sola voluntad y sin atender a la de Dios. Y eso ni puede ser bueno ni lo es porque ya sabemos a qué conduce tal forma de actuar.

Y, sin embargo, Dios es bastante “tozudo” y nunca nos deja por mucho que nosotros pretendamos hacer lo contrario. Y es que su Amor no tiene límite y nunca nos abandona por mucho que nosotros queramos que eso sea así construyendo esa muralla china de la que nos habla el linarense universal.

En realidad, es Dios quien está ahí, aunque sea en “lo más hondo” porque es donde puede encontrarse en el caso de aquel hijo suyo que no quiera que esté ahí por mucho que sepa que sí está. Y por eso ignora su presencia y nada de lo que ha de tener por bueno y mejor se tiene por bueno y mejor.

De todas formas, habla Lolo de que “aunque se rodeara” el corazón con tal muralla dura de traspasar. Eso quiere decir que es posible que nosotros no queramos que tal obstáculo al Amor de Dios sea ahí puesto por nosotros. Y es que Manuel Lozano Garrido, verdaderamente, quería lo mejor para todos sus hermanos.

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (128)

¿Por qué habrá querido Dios plantar en este barro mío una semilla de tanta grandeza?

……………………………

Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

8.09.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Ser deslumbrados por Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Ser deslumbrados por Dios

Hay muchas cosas que no veo y otras que tampoco entiendo, pero una simple verdad de Dios me llena y me deslumbra” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, 14)

Lo mismo que hay personas que puedan creer que los santos son creyentes que, por virtud, no mamaban del pecho de su madre, las puede haber que tengan por bueno y verdadero que, eso, los santos todo lo saben, todo lo conocen y, en fin, que en ellos no hay fallo alguno.

En realidad, no hay más que leer este texto del Beato Lolo para darse cuenta de que la cosa no va por ahí como, por lógica, debemos entender.

Conocerse a uno mismo viene la mar de bien para luego, por ejemplo, al escribir, se note que eso es así y se sepa que, quien así escribe es que lo hace con total franqueza. Y eso le pasa a Manuel Lozano Garrido.

Cuando Lolo escribe esto que hemos traído aquí de su libro Bien venido, amor (que es un conjunto amplio de aforismos católicos) lo hace sabiendo que ni es perfecto (sólo Dios lo es) y que, ni siquiera aspira a serlo (sabiendo Quién lo es)

Empieza escribiendo que hay muchas cosas que no ve. Y eso es lógico pues, para entonces de la publicación de este (1969) ya lleva un largo tiempo ciego y, como es de imaginar, hay cosas que, en efecto, no ve…

Pero si, al parecer, eso no es ya suficiente, también nos dice Lolo que hay otras que no entiende. Y eso, tampoco es de extrañar pues, a tal respecto, se encuentra en la misma situación que pueda estar otro ser humano, aunque no dejemos de reconocer que nuestro amigo es seguro que tuviera una mayor capacidad que el resto de las personas para entender lo que sucedía o lo que le sucedía.

De todas formas, ahí tenemos a Lolo diciéndonos que hay cosas que no ve y otras que no entiende. Sin embargo, poco tarda en resarcirse de eso que puede ser tan común. Y eso lo decimos porque le basta algo (que no es poco sino mucho y más que mucho) que es propio del Todopoderoso para suplir su, digamos, vacío por no ver o entender mucho mejor.

Con esto queremos decir que a Lolo le es suficiente con una verdad de Dios. Y a nosotros, digamos, también pero que lo diga una persona como el Beato de Linares (Jaén, España) debe ser suficiente como para que pensemos que ha de ser eso cierto.

Una verdad de Dios”. Y es que, dicho así y leído así, la cosa se va poniendo, digamos, imponente. Y es que Dios, cuando de sí emana una verdad (que es siempre y en todo momento y lugar) y si la aceptamos como tal (como es el caso de Lolo) todos nuestros vacíos han de quedar llenos y todas nuestras tinieblas disipadas con su luz. Y eso es lo que le pasa a Lolo que se da cuenta, a la perfección, como diría Santa Teresa de Jesús, que sólo Dios basta y que lo demás sólo es polvo y humo. Y Lolo lo comprendió a la perfección.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (128)

¿Por qué habrá querido Dios plantar en este barro mío una semilla de tanta grandeza?

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

18.08.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – El momento exacto de la iniquidad

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –El momento exacto de la iniquidad

El sufrimiento vino del tropezón conjunto de un hombre y una mujer. Ningún dolor hollaba antes el Paraíso. A una fruta se le golpea y en el punto de maceración brota al día siguiente la podredumbre.” (Beato Lolo, de su libro Cartas con la señal de la Cruz)

Dios, por decirlo pronto, lo tenía todo muy bien pensado. Y es que cuando, en su Creación, llegó el momento de darle forma, vida y espíritu al hombre quiso que fuera a su imagen y semejanza. Y podemos decir que la cosa no salió nada mal porque todo lo que sale de las manos y el corazón del Todopoderoso sale, en principio, con todas las de la Ley… la suya.

Hay un dicho que reza que “El hombre propone y Dios dispone”. Pero entonces, en aquellos primeros albores de la humanidad, la libertad que el Creador dio al hombre y a la mujer le jugó una mala pasa al Mismo que todo lo había hecho. Y es que, como sabemos, fueron “engañados” por un animalillo que, en aquel entonces, aún tenía patas o se desplazaba de otra forma pero que, por su forma de tratar a la Verdad, las perdió para arrastrarse (Cf. Gn 3,14)

Pues bien, Dios, que había dispuesto para Adán y Eva una vida verdaderamente buena sin tener que preocuparse por nada de nada salvo por vivir, tuvo que enfrentarse al incumplimiento de aquella orden expresa de no comer de aquél árbol… Y ellos comieron, como sabemos. Y entonces se lio bien liada como, desde entonces, se ha podido comprobar con la entrada en el mundo de la muerte y otras desgracias varias.

Todo estos antecedentes, aunque más que conocidos por cualquiera, los ponemos aquí a colación de lo que Manuel Lozano Garrido nos dice en esta parte de su libro Cartas con la señal de la Cruz.

Podemos empezar diciendo que Lolo tenía muy claro que antes de la entrada del pecado en el mundo no había nada, como antes hemos dicho, que alterara la existencia de nuestros Primeros Padres. Y por eso dice el linarense universal que “ningún dolor hollaba antes el Paraíso”. Y es seguro que nos quiere decir con ello que no había habido ninguno porque no había dejado huella alguna o señal de la existencia del dolor. Y por eso, Adán y Eva vivían, nunca mejor dicho, en el mejor de los mundos hecho, precisamente, para ellos.

Nada, pues, era obstáculo para la vida de los que iban a traicionar a Dios.

Pero hasta lo más bueno puede llegar a estropearse por propia acción o por acción de otro. Y eso, lo primero, es que pasó de aquel fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal (Cf. Gn 2, 17)

Al hombre le golpeó, por seguir las palabras de Lolo aplicadas al caso concreto de que trata, la ambición y el egoísmo, querer lo que no se podía querer y, en fin, ser en exceso libre sin acabar de comprender que la libertad tiene límites que son, además, más que importantes si los pone Quien allí te ha puesto…

Entonces, al ser golpeado por aquella forma de comportarse, el hombre acabó pudriéndose. Así de sencillo. Y la podredumbre debió empezar por su corazón porque se había violado el templo del Espíritu Santo incumpliendo lo que nunca debieron incumplir.

Dice el Beato de Linares (Jaén, España) que fue al “día siguiente” cuando empezó la podredumbre aunque es verdad que para entonces todo estaba más que podrido por el nivel de inconsciencia a que había llegado el hombre al pretender ser como Dios lo cual es, por decirlo pronto, propio de verdaderos necios y de ciegos…

Y desde entonces hay sufrimiento en el mundo. Y es que se lo había buscado, y bien buscado, el hombre y fue el “premio” que obtuvo por haber comido de aquel árbol. Aunque, a fuer de ser egoístas, podemos decir que “no hay mal que por bien no venga”. Y que Lolo nos perdone.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (1)

Los sabios llevan las cuentas del rosario, repasando con el corazón estrellas y átomos.

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

30.06.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Provee Dios para nuestro bien

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Provee Dios para nuestro bien

Entra ya en mi experiencia que, en la lucha, entre la enfermedad y nuestro cuerpo, de un lado, y el mal, de otro, participa un nuevo y poderoso elemento, que se llama Providencia, y es de Dios.” (Beato Lolo, de su libro Las estrellas se ven de noche)

Como podemos ver, aquí el Beato Lolo habla de sí mismo porque, es cierto, tiene mucha experiencia acerca de lo que dice y nadie mejor que él puede atestiguar lo referido al sufrimiento y a la enfermedad. Nos fiamos, pues, al cien por cien de sus palabras y, como siempre sucede, debemos extraer de ellas no pocos aprendizajes espirituales que nos ha de venir la mar de bien.

Lo que Lolo nos dice es que, ciertamente, el ya había pasado mucho tiempo con su enfermedad a cuestas pues este libro del que extraemos el texto de hoy, a saber, Las estrellas se ven de noche, fue publicado de forma póstuma en el año 1973 o, lo que es lo mismo, casi dos años después de su muerte. Es decir, que cuando habla de “mi experiencia” bien sabía lo que decía.

Lo que al Beato de Linares (Jaén, España) le decía su enfermedad era que nunca lo iba a dejar… como así fue. Por tanto, que reconocía más bien la lucha que estaba llevando contra ella aunque bien sabía que nunca iba a sanar pues eso ya se lo habían dicho hacía muchos años cuando lo declararon incurable allá por los años 40 del siglo XX al acudir donde debió acudir a “curarse”.

Había, por tanto, una lucha entre su cuerpo y la enfermedad que pretendía dominarlo. Y, como sabemos, salió ganadora de tal lucha aquella que lo llevó al Cielo, eso sí, de forma muy temprana. Pero, como suele decirse, las cosas son como son y fueron como fueron y ante eso… bueno, que nada podemos hacer ni él mismo nada pudo salvo saber muy bien sobrenaturalizar su sufrimiento.

De todas formas, como buen creyente católico que era, sabía a la perfección que podía aferrarse a Alguien, así con mayúscula porque grande a Quien se refería. Sí, Dios mismo es Aquel a quien se refiere nuestro amigo Manuel Lozano Garrido.

Llama “nuevo” y “poderoso elemento” a la Providencia de Dios. Y es que Manuel sabía que por muy mal que lo estuviera pasando siempre debía dejarse caer en las manos de Dios y en lo que su Creador tuviera por bien pensado para su sufrimiento persona.

Sabía muy Lolo que cuando decimos eso de que “Dios provee” no lo hacemos pensando que no es cierto sino todo lo contrario porque es voluntad del Creador tener muy en cuenta qué es lo que necesita su criatura. Y ya podemos imaginar que cuando se trata de dolor y se trata del sufrimiento de alguna de tales criaturas, el Padre Eterno tiene las cosas muy claras.

Dios tuvo que proveer para Manuel Lozano Garrido un corazón fuerte y un alma también fuerte pero, más que nada, limpia. Y eso hizo que nuestro amigo pudiera afrontar su enfermedad con un ánimo que no es demasiado común entre mortales. Y es que ya sabemos lo quejosos que somos cuando sufrimos el más mínimo dolor o cualquier clase de sufrimiento…

Dios tuvo que proveer para el linarense universal una forma de ser que, según dice los que le conocieron, la alegría era una seña de identidad en su forma de comportarse que era algo más que alegría: era fe y era creencia en que Dios nunca lo iba a abandonar como, en efecto, así fue.

Dios tuvo que proveer para aquel “inválido” (como se llama él en el capítulo III de su primer libro, a saber, El sillón de ruedas) algo así como una coraza tan fuerte que nada malo podía pasar a través de ella y lo mantenía libre de toda tentación y toda asechanza del Maligno aunque, es cierto, eso sólo lo podría decir él mismo aunque a nosotros nos parece que eso fue así.

Dios, por tanto, tuvo que proveer para Lolo mucho bueno y eso le hizo ser como fue y, a nosotros, nos hace creer que la santísima Providencia de Dios es como es… perfecta y que en ella no hay equivocación alguna. Ahí está el Beato de Linares para conformarlo de pies a cabeza.

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (120)

Inmenso foco el sol, proyectado sobre el escenario de la vida, donde el hombre interpreta el papel de personaje en la representación del amor.

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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

14.04.25

Amigo de Lolo – Lolo, mártir

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Lolo mártir

Estamos más que seguros que algún lector estará pensando, nomás ver el título del artículo, que sin duda nos hemos equivocado. Y es que nuestro amigo común, el Beato Manuel Lozano Garrido, a la sazón Lolo, no murió producto de haber sido martirizado ni nada por estilo sino que lo que le pasó fue que, luego de padecer mucho a lo largo de los años Dios quiso llevárselo a su Casa donde seguros estamos de que está.

Y eso es más que cierto pero…

Cualquier creyente católico sabe que la palabra mártir quiere decir, en general, “testigo”. Y es que se entiende que da testimonio de una fe acendrada y bien asentada en el corazón quien, encontrándose ante una situación en la que su vida pende menos que de un hilo, es capaz de perdonar a quien corta ese hilo…

Y esto también es verdad pero…

Por otra parte, es seguro que siempre se tenga en la mente y en el corazón que los mártires, a lo largo de los siglos, han dado, literalmente, su sangre por la fe que tenían (pues haciendo lo que hacían demostraban que la tenían)

Y también eso es verdad pero…

Como vemos, tenemos unos cuantos “peros” que suelen ser los que abonan el campo de las ideas para sembrar otras posibilidades que van más allá de lo que hay antes de los “peros”.

Esto lo decimos porque nosotros creemos que Lolo fue un mártir en el sentido esencial de lo que eso significa y que, como decimos arriba, tiene no poco sino todo que ver con la palabra “testigo”.

En efecto, Manuel Lozano Garrido fue testigo (y, por tanto, mártir no tan incruento como se pueda pensar…)

- Dando testimonio de la creencia en Dios Todopoderoso,

- Dando testimonio del Amor que Dios quiere para sus hijos y entre ellos,

- Dando testimonio de una devoción especial por todo lo religioso católico,

- Dando testimonio de cómo es posible soportar, por fe, el sufrimiento,

- Dando testimonio de la bondad de Dios al entregarle una serie de dones que hizo rendir al, y más, del 100% como dice la Parábola del Sembrador,

- Dando testimonio, y siendo ejemplo perfecto, de hasta dónde se puede llegar aceptando lo que a uno le viene en la vida,

- Dando testimonio de ser capaz de sobrenaturalizar el sufrimiento,

- Dando testimonio de una perfecta unidad de vida,

- Dando testimonio…

En fin… como vemos, es posible seguir con esta relación de realidades como una catedral de grandes, acerca de que nuestro Lolo seguramente no dio su vida como los mártires, digamos, ordinarios (con ser extraordinarios) pero lo hizo a su modo y es un modo que, además, nos puede servir de buen ejemplo a seguir. Y eso, se diga lo que se diga, es algo más que provechoso para su prójimo.

Pero es que, incluso en lo dar su “sangre” también Lolo se distinguió pues ¿es que no es dar la sangre que uno tiene, la vida que le corre por las venas, la entrega a su prójimo con todas sus consecuencias entre las cuales se encuentra el dolor y el sufrimiento?

Pues eso, que el Beato Lolo, creemos nosotros humildemente y aquí lo decimos, fue mártir y, por tanto, testigo de Dios en el mundo. Y es otra razón más para dar gracias al Creador por ser capaz de suscitar entre sus hijos a los que muestran las amplias posibilidades que hay de dar testimonio de la fe que se tiene.

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (111)

El de las estrellas es uno de los muchos idiomas que Dios utiliza para entenderse con los hombres. Por eso las pone tan altas para que así digan cosas a todos, sin distinción”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.