Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Mala cosa es mentir

PRESENTACIÓN
Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.
El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.
Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro “Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.
Frases que bien valen la pena –Mala cosa es mentir
“Si algo monopoliza la maldad es el reino de la mentira.” (Beato Lolo, de su libro Dios habla todos los días)
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo”
San Pablo, Carta a los de Éfeso, 4, 25
“Dios, ¿quién morará en tu tienda?, ¿quién habitará en tu santo monte? El que anda sin tacha, y obra la justicia; que dice la verdad de corazón.”
Salmo 15, 1-2
Estos dos textos bíblicos, separados en el tiempo por unos años no escasos, los hemos traído aquí para enmarcar, por así decirlo, lo que nuestro amigo Manuel Lozano Garrido nos dice acerca del mal pero, más que nada, acerca de qué es lo que puede engendrarlo.
Sabemos que cuando alguien monopoliza, por embargo, una conversación entre varias personas, ya podemos creer que no va dejar hablar a nadie; que cuando hablamos de un “monopolio” industrial, por ejemplo, nos referimos a que una empresa tiene el dominio total de determinada situación… y así seguramente podríamos poner otros ejemplos. De todas formas, es fácil entender la cosa: el monopolio supone un ser, digamos, muy exclusivista y achantador.
Pues bien, esto dicho así relacionado con el mal o su desarrollo, la maldad, nos dice mucho. Y a eso se dedica Lolo ahora mismo, en estas palabras de su libro Dios habla todos los días.
Podemos decir que lo que es malo no nos conviene y, por tanto, lo que no nos conviene no es bueno que lo fomentemos en nuestra vida. Y por eso la mentira tiene en sí misma el germen del Mal. Y lo tiene porque ya es algo malo, y su propia naturaleza engendra la maldad. “No mentirás” es uno de los Mandamientos que Dios entregó a Moisés (Ex 20, 16)
Que la maldad tenga como origen la mentira debería ser un índice más que claro de que debemos rechazarla aunque, como sabe cualquiera que sea ser humano no avanzado en profundidades espirituales, no es fácil no mentir. Es así de sencillo y claro.
Que la maldad esté monopolizada, dominada, ocupada en su totalidad, por la mentira nos hace ver que el Mandamiento de Dios citado supra es clave para una vida que pueda entenderse como propia de un hijo del Todopoderoso. Y es que supone manifestar que se ha entendido y, como se dice, interiorizado, lo que supone mentir y, claro, no se cae en tal tentación.
Bien podemos decir, a este respecto, que mentiras hay de muchas clases o, mejor, categorías. Así, existen las mentiras llamadas piadosas, las mentirijillas (o de poca enjundia), las simples mentiras (a ras de vida o para sobrevivir), las mentiras de envergadura media y, en fin, las que son grandes mentiras que pueden causar estragos notables en la existencia de nuestro prójimo a quien se refiere el Mandamiento al decir expresamente “No darás falso testimonio contra tu prójimo”.
Es cierto que pudiera dar la impresión de que el Mandamiento citado aquí ya varias veces se refiere, por ejemplo, a cuando alguien puede hablar mintiendo en un juicio (por eso del “falso testimonio”) o en cualquier situación (sin que sea judicial) en la que pueda verse comprometida la fama de otro… Sin embargo, la tradición cristiana ha llegado a tener por verdad que, en general, lo que en aquel momento Dios dice a Moisés se refiere, simplemente y para que se entienda, a “no mentirás”.
Por tanto, y por resumir lo aquí dicho: Lolo nos dice que cuando el Mal anda de por medio es fácil o, mejor, es seguro, que la mentira haya tenido mucho que ver porque, a fin de cuentas, mentir es ya un Mal, así con mayúscula, por su importancia extrínseca e intrínseca. Aunque nosotros, francamente lo decimos, no nos imaginamos a Manuel Lozano Garrido mintiendo y, por tanto, haciendo el Mal nido en su corazón… Vamos, como que no.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Entender el sufrimiento es un bien más que importante.
Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (126)
“A Dios le cantan el esplendor de las estrellas, la belleza del mundo y la capacidad de amor de nuestro corazón.”
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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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