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18.10.18

El rincón del hermano Rafael - "Saber esperar" - Sagrario en gracia de Dios

“Rafael Arnáiz Barón nació el 9 de abril de 1911 en Burgos (España), donde también fue bautizado y recibió la confirmación. Allí mismo inició los estudios en el colegio de los PP. Jesuitas, recibiendo por primera vez la Eucaristía en 1919.”

Esta parte de una biografía que sobre nuestro santo la podemos encontrar en multitud de sitios de la red de redes o en los libros que sobre él se han escrito.

Hasta hace bien poco hemos dedicado este espacio a escribir sobre lo que el hermano Rafael había dejado dicho en su diario “Dios y mi alma”. Sin embargo, como es normal, terminó en su momento nuestro santo de dar forma a su pensamiento espiritual.

Sin embargo, San Rafael Arnáiz Barón había escrito mucho antes de dejar sus impresiones personales en aquel diario. Y algo de aquello es lo que vamos a traer aquí a partir de ahora.

             

Bajo el título “Saber esperar” se han recogido muchos pensamientos, divididos por temas, que manifestó el hermano Rafael. Y a los mismos vamos a tratar de referirnos en lo sucesivo.

 

“Saber Esperar” –   Sagrario en gracia de Dios 

“Dios se hizo hombre, y no contento con eso, se oculta en la humildad de un Sagrario para ser nuestro consuelo sobre la tierra.”

 

Es más que probable que haya quien diga que a Dios no puede encontrarlo. En primer lugar, ya puede saber quien eso crea que va a encontrarse al Creador por la calle o en cualquier otro sitio. Pero es que, además, se ha de tener en cuenta que hay más de una forma posible de que Dios esté entre sus hijos y semejanza.

El hermano Rafael sabe muy bien, a tal respecto, a qué atenerse. Y nos pone sobre la pista de qué es lo que, aquí, pasa, de lo que debemos tener por certeza y verdad porque, además, es piedra fuerte sobre la que construir una vida espiritual (y material, por ende) de la que pueda predicarse que es la propia de un hijo de Dios.

La realidad, pues, es muy otra, como bien nos dice San Rafael Arnáiz Barón.

Todo, pues, comenzó cuando el Todopoderoso, que amaba sobremanera a su descendencia humana, quiso que la misma se salvase.

Pero ¿es que necesitaba salvación quien habían sido creado por Quien todo lo hizo y mantiene?

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