InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

1.07.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena - Ejemplos que seguir tenemos muchos... Lolo mismo 

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Ejemplos que seguir tenemos muchos… Lolo mismo

 

Pensar en Teresa, Francisco de Asís, Ignacio o Vicente de Paúl como hermanos de Cielo es desmenuzar un himno de alabanza al portento, el milagro y la grandeza del que extrema sus maravillas sobre el ánfora peligrosa y frágil de un hombre.” (Beato Lolo, de su libro El sillón de ruedas)

 

Nosotros podemos pensar y estar seguros de eso de que cuando Manuel Lozano Garrido escribió el texto que traemos hoy aquí distaba mucho de su pensamiento situarse al nivel de los santos a los que hace referencia. Y, es más, cuando en una ocasión (estando en medio de la Guerra Civil española) le dijeron que tenía fama de beato respondió diciendo que ni lo era ni lo esperaba ser…

La vida, como bien sabemos, acaba dando muchas vueltas a esta noria que es nuestra existencia. Y lo mismo le pasó a Lolo.

Ya podemos imaginar que nuestro amigo de Linares (Jaén, España) tenía mucho aprecia por los fieles católicos que nombra en su libro El sillón de ruedas.

Él piensa en Santa Teresa de Jesús, en San Francisco de Asís, en San Ignacio de Loyola o, al fin, en un San Vicente de Paúl que, con los demás, alcanzó un Cielo más que merecido… Y no podemos negar que haya tomado ejemplos de poca importancia sino de mucha y más que mucha. Y, en realidad, aquí no hace siquiera falta decir nada de ninguno de los santos citados por el linarense universal porque son conocidos y más que conocidos.

Antes queda debemos decir que, no queriendo ser siquiera Beato (lo decimos por la “escala” celestial) la verdad es que Lolo se refiere a los “hermanos de Cielo” y eso, se diga lo que se diga, manifiesta, por lo menos, un ansia de alcanzar el definitivo Reino de Dios.

Aquí Lolo afirma, aún si decirlo, pero se entiende eso, que hay una clara diferencia entre lo que somos y lo que podemos llegar a ser…

El caso es que nosotros somos como somos y Teresa, Francisco, Ignacio o Vicente también eran como eran y cada cual tenía sus cosas y sus pensamientos sobre las cosas más ordinarias y sobre las que eran y son extraordinarias por sobrepasar nuestra mundana vivencia.

Con esto queremos decir que nosotros, que podemos considerarnos un ánfora y que es, como dice Lolo, “peligrosa y frágil” porque podemos rompernos con mucha facilidad y dar al traste con nuestra vida espiritual, no por eso debemos desesperar. Eso nunca.

A tal respecto, y como bien sabemos, si hay algo que se puede predicar de Manuel Lozano Garrido es que tenía un corazón, además de fuerte, alegre y dado a la esperanza. Es decir, que no solía venirse abajo con mucha facilidad, sino que se apoyaba en todo lo que de espiritual había en su vida para salir adelante en aquella vida tan dolorosa y dolorida que lo llevaba por el camino recto que va al Cielo.

Nos quiere decir Lolo que podemos evitar nuestra fragilidad y que podemos hacerlo sabiendo que hay algo, mucho, más que nuestra vida ordinaria que, como decimos, puede quebrarse con mucha facilidad. Y eso es lo que hace que consideremos que nuestro ser es un puro milagro obrado por Dios y que la grandeza que eso nos otorga no puede ser dilapidada por un comportamiento ajeno a Quien nos ha creado y mantiene.

Alabar eso o, lo que es lo mismo, reconocer que debemos tanto a Dios, y tanto le debemos, que no es posible siquiera pensar en hacer otra cosa que no sea, precisamente, dar las gracias por tanto portento, por tanto milagro y por tanta grandeza como nosotros, que somos como somos, atesoramos en nuestro corazón gracias al Todopoderoso.

Y eso, estamos más que seguros, lo supo y bien que lo supo el Beato que, aún no ansiando serlo, lo fue.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (72)

No estaremos muy lejos del secreto de Dios si le pensamos mirándonos con ojos empañados por la ternura.”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

24.06.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena - Así es como Dios nos ayuda

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena - Así es como Dios nos ayuda


“Me gusta que se compare a los hombres con los árboles, siempre que se parta de una hermosa semilla. Abajo, la tierra, jugosa, esponjosa y fértil; el sol por encima, rebrillando en la bóveda azul, muy azul, y en medio nosotros, rama que se desgaja. Dios de su mismo corazón, hace un hoyo en el mundo, y nos ahínca profundamente.” (Beato Lolo, de su libro Las Golondrinas nunca saben la hora) 


Manuel Lozano Garrido, entre los libros que dio a la luz del mundo, había (y hay) uno que lleva por título “El árbol desnudo”. Se suele tomar como un, a modo, de biografía donde sale muy bien dibujada su misma persona, aunque no con su nombre sino con otro (Andrés) 

El caso es que no nos extraña nada que diga Lolo que le gusta que se comparen a los hombres con los árboles porque él mismo, como decimos arriba, hace uso de un árbol para ponerse, por decirlo así, ahí mismo… 

Bueno. 

El caso es que al Beato de Linares (Jaén, España) tiene a bien hacer uso de la imagen del árbol para poner sobre la mesa una gran verdad: Dios siempre nos echa una mano, aunque a veces tengamos por bueno que lo contrario es lo que pasa.

Debemos tener en cuenta que eso del árbol tiene todo que ver con que la semilla sea buena. Y a la fuerza ha de serlo porque la pone Dios con su santísima Voluntad y Providencia. Ahora bien, eso no es suficiente porque nosotros también debemos poner de nuestra parte. 

Dios, pues, pone la semilla. Pero nuestro corazón ha de ser tierra fértil donde pueda fructificar la misma. Y eso, en el caso de Lolo, bien sabemos que lo fue porque dio un tanto por cierto muy alto de fruto (como se dice en la Sagrada Escritura) y, seguramente, sobrepasó el 100% de bendito fruto el que salió de su corazón. 

Tierra buena, pues, ha de ser nuestro corazón. Y es que de no serlo resultará muy difícil que la semilla que Dios ha plantado pueda dar algo bueno y que se nos pueda conocer los frutos que demos… 

Todas las cualidades de la nuestra tierra, de nuestro corazón, han de cumplirse. Es decir, debe ser un corazón jugoso, ha de ser esponjoso y fértil. Y entonces, al leer esto, es cuando nos damos cuenta rápidamente de que ahí están las razones propias de que nosotros no demos tanto fruto como deberíamos dar. Pero tales son las evidentes condiciones para fructificar. 

Acerca de esto, que está más que bien, es seguro podemos decir que no siempre damos fruto (arriba ya hemos apuntado algo) Pero eso no debería hacernos desesperar (que es, además, un grave pecado) sino que, como nos dice Manuel Lozano Garrido, ahí tenemos a Dios, siempre omnipresente en nuestra existencia. 

En efecto, cuando creemos que nos estamos desgajando del árbol al que siempre deberíamos estar bien amarrados, aparece Dios para volvernos a plantar. Y es que por eso dice el Beato Lolo que Dios “nos ahínca profundamente” porque, siendo nosotros tan pecadores como somos tiene la santísima paciencia de volvernos a perdonar y querer que empecemos de nuevo, danto frutos… 

Bien sabemos que Lolo los dio abundantemente.


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor”(71)

“¿Cómo es Dios? – ‘Dime primero que Padre. Y ya después lo que quieras’”-

 

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Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

10.06.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena - ¿Hay quien crea que no existe el demonio?

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - ¿Hay quien crea que no existe el demonio?

Quien no crea en el demonio, que explique la guerra.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido Amor (672)

El libro de Lolo de título“Bien venido amor” del cual hemos extraído la cita da hoy lo es como un, a modo, de aforismos de fe católica. Y, como es de esperar en algo escrito por el Beato de Linares (Jaén, España) está lleno de verdad porque, como bien sabemos, del corazón salen las obras y ya sabemos cómo era el de nuestro amigo Manuel.

Podemos decir que por desgracia hay muchas personas que, alejadas de la fe “o no” no tienen muy claro la existencia del demonio, de Satanás o de las muchas formas como se le pueda llamar a tal ángel caído.

Es cierto y verdad que resulta mejor tener por bueno y verdad que o único que creemos es lo que nos viene mejor. Por eso es gozoso creer en el Cielo (en el caso de que se crea) pero no lo es hacer lo propio con la parte de “abajo” donde prevalece el fuego no purificador sino destructor como ninguna destrucción podemos tener por mala…

Debemos saber que, porque sí creemos en el demonio (Satanás, etc.) y sus discípulos (espirituales e, incluso, humanos) que lo que hace tal ser no puede ser nada bueno. Es más, sólo busca la perdición del hombre y, así en particular, de quien cree en Dios Todopoderoso pues es enemigo total del Creador.

Tampoco es cuestión de poner aquí algunos ejemplos de la maldad del Demonio. Y, sin embargo, nos basta con mencionar lo que fue el primer pecado del ser humano. Sí, nos referimos al engaño al que sometió a nuestros primeros padres (aunque ellos también pusieron de su parte) para que el Mal y la muerte entraran en el mundo. Y desde ahí hasta ahora mismo y lo que, seguro, ha de venir hasta que sea vencido por la Segunda Venida de Cristo al mundo.

El demonio es malo de solemnidad, es malo porque su naturaleza (que era angélica y espiritual) devino acérrima por voluntad propia. Y tal maldad la refleja en aquello que hace en contra del hombre.

Aquí Lolo nos pone un ejemplo que muestra la maldad del demonio.

Muchas veces pasa que entre las naciones no surge problema alguno hasta que surge. Y entonces podemos ver ahí la garra de aquel que cayó ante Dios por voluntad propia. Y es que bien sea incitando al mal o, directamente, malmetiendo unos contra otros de las maneras que bien sabe tal ángel caído…

Meter cizaña. Eso sabe hacerlo muy bien el Tentador y muchas veces consigue que, donde nada había… haya algo que bien puede terminar en un enfrentamiento grave al que denominamos guerra.

Para la guerra no hay más explicación que la excitación, por parte de Satanás, de los instintos más vulgares del ser humano consiguiendo, con ella, el fin ansiado por parte de Belice.

El Mal existe, sabemos, porque es imposible no creer que exista y hay que estar ciego del todo para no verlo en el mundo… Y Satanás es su Príncipe… como lo es del mundo. Y Lolo bien que lo sabía.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (69)

La Redención es el más abnegado acto de caridad de la justicia del Padre”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

27.05.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Cómo dar fruto y sanar cuando sea necesario

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Cómo dar fruto y sanar cuando sea necesario

A los hombres, como a los árboles, se les mide por lo que dan y la esterilidad hay que pagarla a golpes de hacha.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

Por sus frutos los conoceréis”.

Estas pocas palabras pero, en el fondo, con tanta enjundia y conocimiento del ser humano, las dijo el Hijo de Dios en un momento determinado y, como suele ser lo normal, valen para siempre.

También sabemos que Jesucristo hacía uso de ejemplos de la realidad más cotidiana. Así, para predicar hablaba de la sal, de las ovejas, de alguna que otra semilla, etc. Y es que era la forma más cercana a aquellos que le escuchaban y, además, la que mejor podían comprender.

Manuel Lozano Garrido, Lolo, también quiere que comprendamos algo acerca de lo que nos habla. Y hacer uso de la imagen del árbol que tan gráfica es.

Dice Lolo que a los hombres se nos tiene que “medir”. Y dicho así parecería algo raro si no entendemos a qué se refiere. Y es que el Beato de Linares (Jaén, España) quiere darnos a entender que nosotros, los hijos de Dios, no estamos en el mundo para no dar fruto.

En efecto, Dios nos ha puesto en el mundo, en este valle llamado de lágrimas, para que demos fruto de aquello que nos ha dotado: los bienes, los dones, la inteligencia, etc. Y dar fruto no es, digamos, algo que debamos escoger cuando nos conviene y esconderlo en un cajón cuando no. No. En realidad, dar fruto habría de ser la esencia de toda creatura de Dios.

Eso ha de querer decir que se nos ha de medir por aquello que pueda fructificar en nosotros y que el fruto que demos será tenido en cuenta por el Todopoderoso que espera de nosotros, en efecto, que lo pongamos sobre la mesa de nuestra vida como ofrenda a la santísima Voluntad de Dios que quiso ponernos aquí, donde estamos.

Dar fruto, por tanto, deberíamos tenerlo en cuenta en tanto y en cuanto seamos conscientes de los bienes y gracias que nos han sido dados por nuestro Creador. Y es que, no ser conscientes de tal realidad espiritual es cierto que resultaría difícil procurar el fruto.

Sin embargo, también es cierto que muchas veces somos conscientes de lo que suponen para nosotros los dones y las gracias y hacemos como si nada…

Pero… si no damos frutos…

En tal caso, ya se habla en la Biblia de podar aquello que sobra para que viña crezca con más fuerza. Y eso es exactamente lo que nosotros debemos hacer con aquello que nos sobra y que no nos permite dar el esperado fruto.

Sobre esto habla Lolo de “golpes de hacha” y no podemos dejar de reconocer que se trata de una imagen muy impactante. Aunque ya podemos imaginar que se refiere a hacer uso de algún método espiritual fuerte como para quitar aquello que nos sobre y no imaginamos a nuestro amigo haciendo uso de tal instrumento, así, en seco… Y es que estamos seguros que cuando en la Biblia se dice, más o menos, que te arranques el ojo cuando te lleve a la perdición no se ha querer decir eso, de manera estricta, sino que nos quieren aportar la idea de eliminar en nosotros toda aquella tentación que, en este caso, entre por los ojos… Y así por los otros sentidos…

Pues bien, es cierto que se trata de una deuda que creamos con Dios cuando no damos frutos. Por eso habla Lolo de que la esterilidad hay que “pagarla” pues deuda es, sin duda alguna.

Y, ya, por terminar, diremos que Lolo escribió una novela autobiográfica de título “El árbol desnudo”. Sin embargo, a nosotros nos parece que Lolo fue muy humilde al equipararse con un árbol desnudo. Y es que sabemos que las ramas de tal árbol estaban más que pobladas de frutos uno de los cuales somos, por así decirlo, nosotros mismos.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (67)

Si las lágrimas de los hijos nos enternecen, ¿A qué grado de compasión no ha de llegar Dios contemplando nuestras situaciones atribuladas?

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

20.05.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que se ve desde la fe

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena – Lo que se ve desde la fe

  

“Restriega y lava tus ojos en la fe, para ver siempre al Cristo que vive en el bueno, el mediano y el pecador. (Sí, ¿o es que no lo notas en su Pasión, azotado y sangrante por las injurias?)” (Beato Lolo, de su libro Mesa redonda con Dios)

  

Ciertamente, los católicos tenemos por verdad que el prójimo es, debe ser, muy importante para nosotros. Pero también es cierto que no siempre tenemos en cuenta este Mandamiento que con el de amar a Dios sobre todas las cosas dan forma total a la Ley y a los profetas, como dijera Cristo. 

Nosotros también sabemos que el Hijo de Dios no se fue al Cielo para siempre sino que está entre nosotros y, como templo del Espíritu Santo que somos también está en nosotros… Y eso es algo que muchas veces olvidamos. 

Lolo, en este párrafo, que bien vale la pena , de su libro Mesa redonda con Dios nos dice esto y mucho más porque, como suele suceder con el Beato de Linares (Jaén, España) conoce muy a su prójimo. 

¿Qué debemos hacer, pues, para que una realidad tan tangible como es nuestro prójimo, se incardine en nuestro corazón? Pues Manuel Lozano Garrido lo dice aquí con toda claridad: dos cosas debemos hacer, a saber: restregar los ojos en la fe y lavarnos los mismos en la misma. 

Cuando nos restregamos los ojos en la fe lo que conseguimos es que los mismos se impregnen de la creencia según la cual el prójimo es importante para nosotros y que debemos apreciar, por tanto, que también Cristo vive en él. 

Cuando nos lavamos los ojos en la fe lo que conseguimos es que se limpien de toda horripilante y harapienta suciedad que muchas veces tal sentido imprime a nuestro corazón y que, por ejemplo, no creamos dignos de ser hijos de Dios a los que pecan… 

Quiere, por tanto, Lolo que sus hermanos los hombres hagamos un uso correcto de la fe porque, de otra forma, no hacemos más que mentirnos a nosotros mismos y, lo que es peor, mentir a Dios que nada de eso espera de su descendencia. 

El caso es cuando nos restregamos en la fe y lavamos, también, nuestros ojos en la misma sucede en nosotros algo extraordinario (que debería ser, por otra parte, lo ordinario): vemos en nuestro prójimo a otro hijo de Dios y, por tanto, que estamos ante un hermano nuestro. 

Hace, además, Lolo una referencia a modo de convencimiento de lo que nos dice. Y es acude a una imagen que es más que impactante: la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. 

Ciertamente, conociendo como conocemos aquel momento de la historia de la salvación de la humanidad, es verdad que todo lo demás puede sobarnos y, por lo tanto, es cierto que debemos tener muy en cuenta nuestra fe (lo que la misma dice y defiende) para poder llevar una vida de la que pueda decirse que es, verdaderamente, cristiana. 

Lolo, por su parte, es cierto que muchas debes debió restregarse y lavar sus ojos en la fe porque desde entonces nos ha llegado, hasta aquí, un corazón más que limpio y un alma más que reluciente. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (66)

 

“La espiga se da, el agua se ofrece, el hombre se brinda y la Creación entera es como una inmensa mano abierta. Razón: la impresionante generosidad de Dios.”

 

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Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.