InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

7.10.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Al Cielo por derecho

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Al Cielo por derecho

Con las cosas, las ambiciones y los deseos, basta simplemente en ocasiones, con cambiarles de signo. No me gusta que necesariamente le pongáis al Cielo un precio de dolores; que, por fuerza, se haya de entrar en él cojeando o herido.” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

En su libro de título Reportajes desde la cumbre hace Lolo algo así como ponerse en la piel de Dios y escribe como si lo hiciera el Padre Eterno. Por eso es como una especie de larga carta que nos dirige el Creador a cada uno de nosotros. Y por eso lo de la “cumbre” pues el Todopoderoso siempre está en lo más alto desde donde se dirige a su criatura. 

Ya podemos imaginar que todo lo que contienen las páginas del citado libro ha de ser importante para nosotros pues aunque bien sabemos que es el Beato Lolo (Linares, Jaén, España) quien lo escribe se nota entre sus líneas una fuerte inspiración del Espíritu Santo por el contenido de las mismas. Y debemos atender a tales palabras como las mismas se merecen. 

Algo aquí se dice que es muy importante para la verdadera comprensión de lo que es y supone ir al Cielo. Y es que muchas veces estamos equivocados en lo que eso supone. Vamos, que no acertamos mucho con eso…

Nosotros ansiamos el Cielo porque, como creyentes católicos que somos, supone haber alcanzado una cierta perfección espiritual y, en fin, una limpieza de alma. Esto es cierto pero también lo es que no vamos a pisar las praderas eternas siempre “a la primera” sino que es posible que tengamos que blanquear nuestra alma con paso, más o menos largo, por el Purgatorio. Sin embargo, el ansia de la que hablamos no deja que creamos otra cosa que no sea ir, llegar, al Cielo. 

Todo eso lo comprende Manuel Lozano Garrido pues otra cosa no podía querer él mismo que no fuera estar cerca de Dios donde no hay dolor ni sufrimiento lo cual, para él mismo, era algo más que un ansia…

De todas formas, aquí nos dice Dios que debemos tener en cuenta que aquello que ambicionamos y que deseamos (todo verdaderamente subjetivo por ser personal y muy personal para nosotros) no siempre tiene relación o, en fin, puede favorecer nuestra camino hacia el definitivo Reino de Dios llamado Cielo Y eso lo podemos comprender más que bien con tan sólo fijarnos, precisamente, en nuestras ambiciones y nuestros deseos…

Dice Dios que podemos cambiar el signo de tales ambiciones y deseos. Y nosotros creemos que con esto nos quiere decir Lolo que lo que tenemos que ambicionar y desear es, precisamente, ir al Cielo, recalar en es puerto perfecto donde el barco de nuestra vida, debería atracar si hubiéramos hecho una buena navegación a lo largo de nuestra vida…

Ambiciones y deseos. Son dos conceptos que pueden tener un sentido o pueden tener otro. Y a nosotros nos conviene que tenga el que tiene que ver con el destino eterno de nuestra alma que no puede ser otro que el mismo Cielo. Y por eso lo que no tenga tal sentido ha de ser cambiado, borrado de nuestra vida y de nuestro pensamiento porque nada nos viene mejor que estar cabe Dios como hijos suyos que somos. 

Pero, a pesar de la importancia que esto ha de tener para nosotros, no podemos olvidar lo que Lolo pone en boca-palabras de Dios. Y es que muchas veces, entendiendo mal aquello de la “puerta estrecha” por la que debemos pasar, estamos seguros que lo mejor es, simplemente sufrir por sufrir como si eso diera acceso automático al Cielo Y aquí lo dice bien claramente el Creador: no hay que entrar por fuerza “cojeando o herido” al Cielo. Y es seguro que esto no ha querer decir que quien cojee o esté herido no pueda pasar por tal puerta estrecha sino que tal no ha de ser nuestro objetivo. Al contrario ha de ser la verdad: Lolo nos dice que no son, por fuerza, necesarias tales circunstancias aunque es verdad en su caso eso fue lo que le pasó por mucho que él no buscara ni su dolor ni su sufrimiento. Porque una cosa es una cosa y otra… es otra. Y por eso fue al Cielo por derecho.



Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.



Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (85)

Si todas las mañanas podemos acusar la barba al afeitarnos, ¿por qué no también esa piel de providencia que tenemos tan pegada a la vida como la malla de los trapecistas? ”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

30.09.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Unas confidencias con Cristo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Unas confidencias con Cristo

 Sí, Cristo mío, desde hoy te lo voy a contar todo, para que cada atardecer te suba hasta la palma un trozo de mi leve semilla de hombre, que ojalá pinces dulcemente con los dedos para guardarla en el silo de tu corazón.” (Beato Lolo, de su libro Dios habla todos los días

En un momento determinado, el Beato Lolo (Linares, Jaén, España) dice que cuando vivía frente a una Iglesia le gustaba echar unos “parrafillos” con Cristo pues, desde su ventana, podía ver el Sagrario.  Por eso no nos extraña nada de nada que aquí diga lo que dice pues, en realidad, era práctica más que arraigada en su corazón y eso es lo que podemos entender que también nos dice a nosotros, amigos suyos de entonces y/o de ahora mismo. 

Los que consideramos que nuestra fe es cristiana, por ser discípulos de Cristo y, dentro de la misma, católica (por considerar que es la única verdadera) tenemos muy a bien creer que podemos establecer un lazo de unión muy bueno con Aquel que fue enviado al mundo para que el mundo se salvase muy a pesar de que muchos no creyeron en Él y procuraron su muerte más temprano que tarde. 

Eso, pues, lo damos por sentado aunque también es cierto que no siempre lo hacemos y no siempre estamos de acuerdo con lo que decimos tener por certeza y verdad…

De todas formas, siempre es bueno prestar atención a lo que dicen aquellos que, estando muy cerca de Cristo y, así, de Dios mismo, es verdad que han estado muy cerca del Todopoderoso y de Su Hijo. Y eso es lo que nos pasa con Manuel Lozano Garrido que, como sabemos, tuvo muy claro desde muy pronto que Cristo era, además de Dios hecho hombre, para él… un verdadero y fiel hermano. 

¿Y qué nos dice Lolo?

Lo que nos quiere decir nuestro amigo es que no debemos guardarnos nada para nosotros porque es muy importante que todo se lo digamos a Quien tanto nos ama, acompaña y protege. Y Lolo dice “desde hoy” porque ha tomado conciencia de que debe hacerlo desde ahora mismo. Y nosotros nos debe pasar lo mismo… desde hoy debemos hacer eso que dice Manuel que va a hacer y que estamos seguros hizo.

No quiere guardarse Lolo nada. Es decir, se lo va a contar “todo” a Jesucristo porque sabe será escuchado y eso será llevado hasta el mismo trono de Dios para que sea tenido muy en cuenta por el Padre. Lo que pasa es que, como bien sabemos, todo lo que nuestro amigo tendría que decirle a Cristo no sería nada malo ni haber hecho nada que se debiera haber hecho sino, al contrario, lo bueno que era y, también, sus propios sufrimientos que, al menos, aquí no querría un dolor “con escafandra” como decía de sí mismo para que nadie se sintiese afectado por sus sufrimientos. Aquí Lolo quería que el Hijo de Dios conociese, por su propia voz espiritual, sus acaeceres y dolores…

Podemos decir que hasta dice Manuel cuándo se lo va a contar todo a Cristo: al atardecer pues así, al haber transcurrido gran parte del día podía hacer un examen de conciencia más completo y su “narración” espiritual iba a ser perfecta. 

¿Pero quiere Lolo que quede ahí la cosa? Es decir, que todo se sustancia en que él cuente a Jesucristo todo lo que le tenga que contar… Pues no. En realidad, quiere que eso tenga un efecto más que favorable para su corazón porque ansía que lo dicho sea cogido con los dedos del alma por parte del Hijo de Dios y lo guarde en el corazón. Es más, que lo guarde en el “silo” del corazón de Cristo pues allí cabe mucho y todo lo nuestro cabe. 

Quiere Manuel que todo lo “pince” dulcemente Jesucristo. Y lo hace en la seguridad de que eso a a ser así por parte de Aquel que tanto amó a sus hermanos y, claro, sigue amando a sus hermanos entre los cuales Manuel Lozano Garrido, Lolo, debe estar ahora mismo en su exacta y fiel compañía, en unas maravillosas confidencias entre ellos.  

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (84)

El Creador tiene para cada hombre una pequeña o grande – siempre ilusionada- entrega de Rey Mago.”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

23.09.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que ha de venir es cosa nuestra

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Lo que ha venir es cosa nuestra


“El futuro se amasa también con sudores del corazón, con renuncias del alma, con ansias puras y deseos generosos.” (Beato Lolo, de su libro 
Mesa redonda con Dios)

Cuando el Hijo de Dios fue enviado al mundo por el Todopoderoso tenía que cumplir, por decirlo así, una misión más que importante por aquello a lo que se refería y se trataba: salvar al mundo. Eso era así y así fue. 

Jesucristo, con su predicación y con aquello que llevó a cabo con sus obras sentó una base crucial sin la cual nada lo que iba a venir después hubiera podido conseguir nada de nada ("Sin mí nada podéis hacer” como bien dice en Jn 15, 5) Y eso era algo que debían tener muy claro aquellos que le escucharon decir tan pocas palabras pero con tanta importancia. Y lo mismo podemos decir de todo aquel que ha seguido como discípulo del Hijo de Dios desde que ascendió al Cielo después de su Resurrección. 

Sin embargo, y como es de imaginar, no basta con eso con ser eso tan importante y sin lo cual, como decimos, nada podía haber pasado que fuera bueno y mejor para los discípulos del Emmanuel. 

El caso es el Beato de Linares (Jaén, España) pone sobre la mesa un “pequeño” detalle ha de ser tenido en cuenta y que es tan importante que sin llevarlo al pie de la letra no es fácil que nos salvemos porque, como aquí se dice, lo que ha de venir es cosa nuestra… sobre todo nuestra. 

Cuando Manuel Lozano Garrido habla del “futuro” nosotros creemos que se refiere a lo que ha de venir después de nuestra muerte. Y por eso apunta hacia aquello que debemos hacer y que, al parecer, no es poca cosa por mucho que nosotros seamos, casi por naturaleza, rácanos en esto.

“Algo” debemos hacer pues no nos puede salir gratis algo que supone que vamos a gozar para siempre, siempre, siempre como es la vida eterna porque Dios es Bueno pero ha de esperar de sus hijos mucho más que un simple aceptar tal salvación sin poner nada de su parte…

Debemos, por ejemplo, hacer sudar a nuestro corazón lo que ha de querer decir que debemos trabajar mucho nuestra relación con el prójimo para que, de verdad, sea como debe ser porque debemos recordar muchas veces eso de amar al prójimo como a nosotros mismos. Y es que, de no hacerlo, dejamos cojo uno de los mandamientos más importante de la Ley de Dios: el amor.

Debemos, también, renunciar muchas veces a aquello que no nos conviene para nada porque puede ensuciar el alma y, luego, tales manchas deben ser limpiadas con el esfuerzo espiritual que eso siempre supone para nosotros. 

Debemos, también, ansiar de forma pura aquello que queremos y no de forma torticera y equivocada. 

Debemos, ya por último, tener deseos generosos lo cual tiene que ver mucho con aquello que hemos puesto en primer lugar y que tiene que ver con nuestro prójimo y poner ante Dios unas intenciones que no sólo sean santas sino que, en efecto, sean cumplidas. 

Es verdad que todo esto que nos dice nuestro amigo Lolo no es algo que desconozca un discípulo de Cristo pero también es verdad que está más que bien que nos lo recuerde para que no se nos “olvide"… y es que, como sabemos, muchas veces nuestra memoria es demasiado selectiva… con lo que nos conviene. 


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (69)

La Redención es el más abnegado acto de caridad de la justicia del Padre”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

16.09.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Es Dios nuestra esperanza

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena – Es Dios nuestra esperanza

“A la rosa encendida del corazón de Dios se le llama esperanza.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido amor, 866)

Se suele decir que la esperanza es lo último que se pierde cuando, en momentos por los que pasamos tribulaciones nos aferramos a la posibilidad de que, como sea, se solucionen las mismas.

Los cristianos, los católicos, sabemos que, por encima de todas las cosas, tenemos una esperanza en la que dejar caer nuestra desesperación y que tal esperanza no es otra que Dios mismo. Y el Beato Lolo (Linares, Jaén) pues desde su corazón la Esperanza nace para que llegue a sus hijos y la acepten. 

Es, la esperanza, una virtud que Dios nos infunde cuando somos bautizados en compañía del Espíritu Santo. Ella nos da la confianza en Dios mismo y con ella esperamos reconocer, en nosotros, las gracias que el Padre nos ha entregado para poder valernos en nuestra peregrinación por la Tierra hacia su definitivo Reino. Y es algo que Lolo llevó a cabo a lo largo de su (corta) vida. 

Esperanza es, pues, ver a Dios en nuestras vidas, saber que estamos salvados porque, al fin y al cabo, es su voluntad la que se cumple en su criatura y, así, confiamos en la vida eterna que nos ha entregado y hacemos posible tal caridad en la caridad misma como Manuel Lozano Garrido hacía cada día de su vida. 

Por el contrario, la persona que no siente, ni percibe o, ni siquiera, cree en la posibilidad de que Dios nos dé la esperanza de la que podemos disfrutar, sólo puede encontrar vacío en su vida porque la verdadera razón de la misma no es percibida por algún tipo de ceguera mundana.

Por eso,
 en palabras de Benedicto XVI “La esperanza verdadera y cierta está fundada en la fe en Dios Amor, Padre misericordioso". Y eso lo tuvo en cuenta nuestro amigo Manuel y más que en cuenta lo tuvo. 

Sin embargo, a pesar de que sabemos que mantener la esperanza en nuestro corazón es una buena recomendación espiritual porque, 
además, es garantía segura de luz y de camino recto, también sabemos que existen posibilidades, pecados, contra la misma esperanza en los que no cayó Lolo:

1.-Por ejemplo, la desesperación, que viene a ser la desconfianza que manifestamos en Dios porque no creemos que el Padre pueda socorrernos en las tribulaciones, es, por ejemplo, el pecado cometido por Caín y por Judas. El primero no comprendió el amor de Dios y el segundo no quiso entender del papel que Cristo, Dios hecho hombre, había venido a desempeñar. Desconfiaron, pues; cayeron en desesperación. Y Lolo era todo esperanza y así lo mostró

2.-La presunción es, en segundo lugar, una forma de confianza pero no en Dios sino en nosotros mismos. Presumimos que somos capaces de salvarnos y que, por eso, no necesitamos a Dios. Así creemos que Dios no nos puede ayudar en nada, que no es necesario en nuestras vidas, que, en definitiva, lo que hacemos no lo hacemos a través de su mano sino sólo con las nuestras. Pero, en realidad, Lolo no tuvo que presumir nada sino, simplemente, ser como era.

Entonces, 
sabemos que Dios es una esperanza definida, que la tenemos en nuestras vidas a cambio de aceptarla, que no nos es impuesta porque el Creador nos ha donado, también, la libertad para elegirlo o no. Y todo eso sale del corazón del Todopoderoso, como aquí mismo nos dice Lolo.

Por otra parte, 
esperar es querer que Quien nos da la vida también quiere, es su voluntad, que queramos esperarlo, que confiemos en su presencia entre nosotros; que, en fin, sepamos que nos acompaña, siempre, llevándonos de la mano del espíritu hacia las estancias de Su casa. Y así esperó Lolo, siendo todo esperanza en sí mismo


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (83)

Dice Dios: ‘¿Por qué andáis con tantas vacilaciones conmigo, hijos? ¿Es que no soy un Padre que a cada momento os levanta el piquito de la servilleta para que seáis embriagados por el aroma del bizcocho de la Gloria?’”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

9.09.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Parecer feliz y serlo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Parecer feliz y serlo

Y es que la felicidad es una cosa bien distinta a las palmas de tango y el pasarlo bien. A uno le puede bajar por la cara un reguero de lágrimas, estar tosiendo, con taquicardia o detrás de un balcón y en el corazón bullirle todas las campanas del mundo.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

Cuando hablamos de felicidad lo que queremos decir es que nuestra ansia es que las cosas nos salgan bien y que, si es posible, los problemas no nos alcancen aunque, en realidad, bien sabemos que ese cuento no va a darse…

Lolo, que conocía muy bien a la felicidad y que comprendía el verdadero sentido de la misma nos dice aquí mismo que, muy a pesar de lo que podamos creer, la felicidad no es sólo la alegría, así de pasada, que pueda darse en nuestra vida. Y es que el Beato de Linares (Jaén, España) conocía el sentido exacto de lo que quiere decir ser feliz. Y aquí nos lo muestra.

Manuel Lozano Garrido cree que sí, que es posible pasar por determinadas circunstancias y que el corazón esté alegre aunque eso a nosotros nos pueda parecer cosa de ciencia ficción o, por decirlo pronto, cosa propia de algún tipo de personas entre las que no nos encontramos…

En cuanto al sufrimiento que pueda causarnos lágrimas es verdad que hay tantos casos y cosas que nos pueden producir eso que los ejemplos que pone aquí Lolo son, eso, algunos de ellos pero es seguro que cualquiera que lea esto podría poner otros muchos.

Como decimos, nuestro amigo Manuel nos habla, por ejemplo:

- de las lágrimas ya citadas,

- de toser, entendiendo esto en forma enfermiza y no una simple tos inoportuna y, por fin,

- “detrás de un balcón” que era como estaba precisamente él… detrás de un balcón en un sillón de ruedas.

Son estos unos ejemplos de formas de padecer algún tipo de sufrimiento pero, como decimos, la lista sería interminable si nos pusiéramos ahora a describir lo que pueda pasarnos y pueda ser metido en el saco del sufrir…

¿Y?

Pues dice el linarense universal que todo eso que él cita (y pongamos nosotros lo que queramos poner añadiendo) a lo mejor no tiene la menor importancia para nosotros porque nuestro corazón, en él, pueden bullir “todas las campanas del mundo”. Y nosotros queremos entender que quiere decir que las campanas suenen por buenas cosas y no, por ejemplo, para llamar a exequias…

Eso, así dicho, parece cosa muy bonita pero no nos mete en la situación de cómo eso puede ser posible. Y entonces es cuando aparece él mismo, Lolo. Y es que Manuel Lozano Garrido tenía muchas campas llamando a bueno muy a pesar de la situación física por la que estaba pasando desde muy antes de publicar Las golondrinas nunca saben la hora, que es el libro de donde hemos entresacado el texto puesto arriba.

Nosotros creemos a Lolo le bullían las campanas en el corazón porque comprendió muy pronto el sentido último que tenía el sufrimiento. Pero también creemos que eso le pasaba porque creía a ciencia y corazón ciertos que su sufrimiento debía aceptarlo y, así, sobrenaturalizarlo. Y así lo hizo a lo largo de los años que tuvo que padecer una enfermedad tan grave como la que tuvo que padecer que acabó por dejarlo ciego.

De todas formas, podemos decir que Manuel Lozano Garrido, como hombre común, supo muy bien parecer feliz y serlo y es que como dijo aquel, podía serlo, quería serlo y lo fue. Ea.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (82)

Si conociéramos todos los portentos ocultos, diríamos que lo que Dios hace es un verdadero despilfarro de ternura

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.