Una mujer canadiense muere en un seminario New Age
Según informaron diversos medios norteamericanos, una mujer llamada Chantale Lavigne murió en el hospital tras su participación en ceremonia del seminario new age. En la información difundida por el diario mexicano Puente Libre, la víctima, de 35 años, falleció por hipertermia justo cuando realizaban una práctica consistente en cubrirse de lodo, envolverse en plástico e inmovilizarse en cajas de cartón con instrucciones de hiperventilarse por cerca de 9 horas.
El seminario Dying in Consciousness (Muriendo en conciencia) lo dirigía la gurú Gabrielle Fréchette, “terapeuta” que realiza estos seminarios desde hace más de dos décadas. La joven que murió participó en otras 85 sesiones de esta “terapia purificadora”, donde gastó prácticamente 19.000 dólares. Estas prácticas de simular la propia muerte están bastante extendidas entre algunos grupos de crecimiento personal, como meterse en ataúd para representar la propia muerte u otras similares.
Según explica el diario El Universal, Lavigne era una cantante canadiense, cuya muerte se ha convertido en una de las más inusuales de las que hasta ahora se tenga registro alguno. Además, explica que la gurú, Fréchette, además de impartir cursos de superación personal, ayuda a canalizar en cada persona a Melquisedec.

Después de la
Si al leer el título han pensado –como es natural, por otra parte– que me refiero a Benedicto XVI, no se preocupen, porque no voy a hablar de él. El mes pasado recibí por correo electrónico una noticia que me sorprendió porque hablaba de la muerte del Papa. Leyendo la información descubrí que sí hablaba de un fallecimiento reciente, pero de lo que en la Historia de la Iglesia se ha llamado, técnicamente, un “antipapa”. El Diccionario de la RAE nos resume así el concepto: se trata de un “hombre que no está canónicamente elegido Papa y pretende ser reconocido como tal”. Y una de dos: o nos referimos a épocas pasadas en las que algunos disputaban al obispo legítimo de Roma su potestad (como nuestro Pedro Martínez de Luna allá a finales de la Edad Media, que se mantenía “en sus trece” ya fuera en Aviñón o en Peñíscola), o hablamos de ciertos personajes contemporáneos que de forma más o menos estrafalaria montan su propio “vaticano” autodeclarándose sumos pontífices (y por seguir con los ejemplos del solar patrio, pensamos en el cisma del Palmar de Troya y el solio ocupado por el célebre “Papa Clemente” y su línea sucesoria).
Los menores son un objetivo prioritario para las derivas sectarias, según explicaba hace unos días la página de Internet del Primer Ministro de Francia. Miles de niños están bajo la influencia de las sectas. Claude Greff, Secretaria de Estado para la Familia, y Georges Fenech, presidente de la MIVILUDES (Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias) han firmado, el pasado 18 de enero, un acuerdo de colaboración diseñado para sensibilizar a los profesionales y las familias sobre las derivas sectarias.





