¿Por qué no en España?
Una reflexión en voz alta, a partir de un congreso italiano y de la experiencia de la RIES, escrita por su secretario para España.
El pasado 1 de mayo Vicente Jara y un servidor, en nombre de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), tuvimos la ocasión de asistir en Turín a la inauguración del congreso “El holismo terapéutico de la New Age. Análisis crítico a la luz de la relación de ciencia y fe”. Por su interés, vale la pena traducir las instituciones organizadoras y el programa del congreso, y así nos dará pie a una breve reflexión mirando a la realidad española e iberoamericana.
Los organizadores fueron los siguientes: la Archidiócesis de Turín, el GRIS (Grupo de Investigación e Información Sociorreligiosa), el Máster Ciencia y Fe del Ateneo Pontificio “Regina Apostolorum” de Roma, el Instituto Nacional de Investigación de las Ciencias Criminales y de la Seguridad de Italia, y la Fundación “Dignitatis Humanae”. Como puede observarse, están muy bien representados diversos sectores interesados –o que al menos deberían estarlo– en el fenómeno sectario y la nueva religiosidad. Por un lado, el GRIS, la institución católica italiana dedicada al mundo de las sectas. Por otro lado, la misma diócesis anfitriona, un centro académico católico, una institución criminológica y una fundación que vela por la libertad religiosa.

Como terminaba diciendo en el artículo anterior de esta serie (ver aquí partes
Según explica estos días en un reportaje la agencia Efe, los “religiosos” del Palmar de Troya están en declive 5 años después de la muerte de su “Papa". De hecho, ya en 2003 vendieron todas sus propiedades en Sevilla. Reproducimos la información.
A estas alturas no nos sorprende la elevada proporción de personas que en Occidente dicen creer en la reencarnación. Ya en los años 80 algunas encuestas ofrecían el dato del 25% de los españoles, porcentaje que se incrementaba si mirábamos a Europa en general. Se trata de una creencia escatológica que “está de moda”. Y digo escatológica para entendernos, porque si con el término “escatología” queremos decir la disciplina teológica que trata sobre “las cosas últimas”, resulta que nos estamos refiriendo a este tema con una concepción temporal lineal, más propia de la cosmovisión cristiana, y que dista mucho de lo que las religiones orientales entienden por el decurso de la historia y de la vida humana. Porque ya no estaríamos hablando de lo que está al final de nuestra vida terrena, sino de lo que la sucede, en un continuo camino de vuelta a la cotidianidad de la existencia sobre la tierra, si bien en formas diferentes.
(Continuación del artículo de Anabel Llamas publicado por el semanario Alfa y Omega en su nº 671, 7/01/10).




