A las fuentes de las sectas

Dereck Daschke – W. Michael Ashcraft (eds.), New Religious Movements. A Documentary Reader (New York: New York University Press 2005) X, 341 pp.

Como deja entrever el subtítulo del libro, nos encontramos ante una recopilación de documentación primaria de los llamados en este libro “nuevos movimientos religiosos” (NMR), denominación más extendida en los ámbitos académicos anglosajones para referirse al fenómeno sectario y de la nueva religiosidad. La introducción del libro, de gran interés, trata cuestiones preliminares para el estudio de estos grupos, como la terminología, el origen de la investigación y los diversos factores que incluye (polémica, género, violencia, y diferencia fuera de los EE.UU.).

La pretensión de los editores ha sido la de reunir información básica de cada secta para que el volumen sea una herramienta útil de estudio en los estudios superiores y en cursos monográficos sobre el tema. Además, hace una interesante revisión de varios de los más destacados ensayos generales y de introducción a este fenómeno (norteamericanos, evidentemente: los de J. Saliba, L.L. Dawson y T. Miller sobre todo), comparándolos con este libro para situarlo en su contexto. Podemos afirmar que se trata de una buena herramienta metodológica. Si bien tiene puntos en su planteamiento que son discutibles, el procedimiento y la seriedad hay que valorarlos positivamente.

La mayor originalidad la hallamos en su nueva propuesta de tipología de NMR, que parte de la sociología, pero sin olvidar la historia, doctrinas y prácticas de cada grupo en concreto. Comienza la primera parte del libro con la categoría de “nuevo entendimiento”, cuyos grupos representativos acentuarían su peculiar visión del cosmos: la Ciencia Cristiana, la Teosofía y los grupos ufológicos. En la segunda sección se trata la categoría de “nuevo yo”, donde estarían los grupos centrados en el crecimiento personal, en el logro del mayor potencial humano. Aquí incluyen a la Wicca (brujería-neopaganismo contemporáneo) y al movimiento Soka Gakkai, de la familia del Budismo Nichiren.

La “nueva familia” es el término empleado para el tipo siguiente, porque la secta se convierte, literalmente, en la nueva familia verdadera para sus miembros, e incluiría a la Iglesia de la Unificación, La Familia (los anteriormente conocidos como Niños de Dios) y la Santería (culto afrocubano). La cuarta categoría, “nueva sociedad”, engloba a los rastafarianos, la Nación del Islam y el Templo del Pueblo (grupo protagonista de la masacre en Guyana en 1978), que serían los grupos con pretensión de transformar la sociedad. Por último, bajo el epígrafe de “nuevo mundo” aparecen acertadamente la tradición adventista (incluyendo tanto a los adventistas clásicos como al grupo de la Rama Davidiana dirigido por D. Koresh y que se hizo famoso en 1993 por su trágico final en la localidad tejana de Waco) y los Testigos de Jehová, además de una alusión al revuelo organizado por algunas sectas alrededor del simbólico año 2000.

El volumen cuenta con un apéndice, típico ya en algunos tratados, en torno a la controversia de las sectas. Éste lo firma Douglas E. Cowan, y en él trata los orígenes de los movimientos antisectas (anticult) y contra-sectas (countercult), el primero originado en ámbitos secularistas de afectados y profesionales de psicología, y el segundo de tintes apologéticos evangélicos. Ambos se dedican a alertar a la sociedad de la amenaza que suponen las sectas, de ahí el título del capítulo: «construir la nueva amenaza religiosa». Se adentra en cómo definen el término “secta” los principales autores de cada una de estas dos corrientes, y su actuación. Todo esto, claro está, de una manera muy crítica.

Puede observarse una perspectiva que, pretendiendo ser neutral, quizás peca de favorable a los grupos estudiados. Por ejemplo, podemos constatar que en el apartado dedicado a La Familia (los Niños de Dios) aparecen textos de la secta sobre todo actuales, sin hacer alusión directa a los escritos antiguos que rayaban lo pornográfico, y que fueron origen de gran controversia. También se echan de menos algunos movimientos de gran importancia, como los mormones o la Iglesia de la Cienciología, así como las principales sectas de origen oriental, y otros grupos. Las introducciones a cada secta son apropiadas, aunque en ocasiones pecan de excesiva brevedad. La selección de los textos ha sido bastante acertada, con la salvedad marcada antes. Tras los documentos de cada grupo hay una breve bibliografía que ayuda a una mayor profundización en ellos.

LUIS SANTAMARÍA DEL RÍO
Recensión publicada en Diálogo Ecuménico 128 (2005) 572-573.

2 comentarios

  
LOBO
Soy Católico. Vivo en una zona de la selva y hace un tiempo muchachos de mi colegio han ido a un evento de una secta de mi caserio y han venido hablando lenguas extrañas y palabras sin sentido que nadie entiende. Dicen que es manifestacion del Espiritu Santo . yo no lo creo. Unos dicen que ha sido hipnotización... estoy confundido. Me gustaría información sobre que les ha ocurrido a mis compañeros. un saludo. LOBO
24/09/09 5:13 PM
  
jose
No se podria hacer algo parecido pero en español y por internet. Creo que es importante en este tema tener acceso a toda la información posible. Me ofrezco voluntario!!!

Saludos y felicidades por vuestro trabajo.
06/10/09 2:53 AM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.