"Tan malo como Ratzinger"
“Tan malo como Ratzinger”. Así le llaman los jefes de algunas sectas españolas al joven sacerdote y periodista Luis Santamaría, delegado episcopal de medios de comunicación social de la Diócesis de Zamora, y párroco rural, que con 28 años ha presentado esta mañana en Madrid, en la sede de la Fundación Crónica Blanca, ante los medios de comunicación su libro ¿Qué ves en la noche? religión y sectas en el mundo actual? sobre el diálogo cultural de la Iglesia hoy, y sobre el gran desafío evangelizador que supone el auge de las sectas.
Nada más contrario a la libertad cristiana, al ofrecimiento de la amistad y del seguimiento de Cristo -quien, como dice hasta la saciedad Benedicto XVI, “lo da todo y no quita nada”-, que el secuestro de la libertad interior que suponen las sectas autodenominadas “religiosas”, pero que en realidad lo que enseñan y promueven es todo lo contrario a la religión, pues religión es religación con Dios y con los hombres, religación trascendente, religación en el amor que nunca separa, que nunca enfrenta, que nunca lleva a la violencia, sino que siempre recompone, reconcilia, ama y pacifica.
Preguntado el autor del libro por la dificultad jurídica y social de limitar la acción delictiva de las sectas, hemos podido recordar como peligrosísimas sectas en España, como es la de la Cienciología, han sido reconocidas por el Tribunal Constitucional como religión. Lo cual demuestra que el Tribunal Constitucional tiene la misma capacidad de desvirtuar la realidad para distinguir lo que es religión de lo que no lo es, como la tienen para distinguir lo que es un partido democrático de una máscara de un grupo terrorista.