Chile: investigan a la Comunidad del Cuarto Camino por varios delitos

El diario La Tercera ha informado sobre una secta de Chile intervenida por la policía recientemente. Lo cuenta el redactor Felipe Díaz. Todo comenzó en octubre de 2013, cuando la Policía de Investigación (PDI) inició las indagaciones de una denuncia de abuso sexual que habría ocurrido en el interior de una comunidad que vivía bajo la modalidad de la autosustentabilidad.
Ésa fue la primera hebra que dejó al descubierto uno de los casos policiales más insólitos: a sólo 30 kilómetros de Santiago, en la comuna de Pirque, una secta –según señaló la policía– liderada por un hombre autodenominado Ellahim-rra se preparó para una supuesta batalla que se iba librar en diciembre de 2012. En esa fecha iban, de acuerdo a lo dicho por su líder, a recibir a las tropas extraterrestres que invadirían el planeta. Para esto, compraron armas, construyeron un búnker, adquirieron raciones de comida y tuvieron entrenamiento militar en la IV Región.
Ésta es la historia de la investigación reservada que, durante cerca de un año, realizó el Grupo de Análisis e Intervención Anti Sectas (Gaia), dependiente de la Bipe de la PDI, y que los detectives bautizaron como “Batalla final”.

Si existe en la tierra una capital de lo paranormal -con permiso de la jaleada área 51- esa es Barra do Garças, población de 100.000 habitantes situada entre los ríos Garças y Araguaia, en el Estado de Mato Grosso, en Brasil. Lo cuenta Miguel Gutiérrez Garitano en el Diario Vasco, en un artículo titulado “Aeropuerto de extraterrestres”. Se trata de la única ciudad del mundo dotada de ufódromo, o aeropuerto para platillos volantes, y meca de místicos, iluminados y sectarios procedentes de medio mundo.
El fundador de la secta “Ashram Shambala”, Konstantín Rudnev, que desde 1989 logró atrapar a miles de personas de toda Rusia, fue condenado ayer, 7 de febrero, a 11 años de cárcel, según informa RIA Novosti. La Justicia acusaba al autoproclamado “extraterrestre de Sirius” de haber creado una formación que atentaba contra la integridad y los derechos de sus miembros, así como abusos sexuales y tráfico de estupefacientes.
Nos habíamos quedado en el
Ahora le toca a la Sagrada Escritura. La que compartimos judíos y cristianos, el llamado Antiguo Testamento o Primera Alianza. Y es que nada queda indemne cuando pasan los tanques de la nueva religiosidad, el sincretismo y la reinterpretación esotérica de todo texto escrito. O a veces simplemente basta con la falta de cultura religiosa y con el ánimo de buscarle tres pies al gato.




