El Papa Francisco (II): los magos y el tarot

Junto a todo lo que he contado sobre las profecías en torno al cónclave y la sucesión papal, es interesante revisar lo que se publicó una vez elegido Francisco, relativo a su carta astral y todas esas historias, algo que me ha quedado pendiente del artículo anterior. Qué sorpresa me llevé al recibir, enviada por un amigo asiduo del kiosco, una popular publicación bimestral dedicada al horóscopo con una gran foto del nuevo Papa ocupando la portada, y con el titular “¿Cuál será el destino del nuevo Papa?”.

Una portada muy pensada, ya que el título es acompañado por la siguiente aclaración: “catastróficas profecías le auguran un papado difícil pero su carta astral no parece decir lo mismo”. Es una pena que se trate de papel escrito, porque le irían de maravilla unos acordes de música de misterio al compás de ese sugerir sin decir del todo para que al incauto lector le pique la curiosidad y compre el ejemplar. Nada más abrir la revista, la directora explica que ha habido “señales en el cielo” acompañando la elección papal (la célebre foto del rayo sobre la cúpula de la basílica de San Pedro), que trae aires de cambio en el mundo, algo que coincide “con la energía planetaria de Júpiter desde Cáncer”. Vamos, lo de siempre…

Entrando ya en materia, la futuróloga y tarotista que se dedica a elaborar la “carta astral” de los famosos en la revista inicia su presentación del Papa basándose en el documento falsamente atribuido a San Malaquías al decir que “Francisco podría ser el último sumo pontífice”. El curriculum del obispo de Roma se resume aquí diciendo que nació “con el Sol en Sagitario y la Luna en Acuario y, aunque el elemento de su signo es el Fuego, en su carta astral predominan claramente otros dos elementos: el Aire y la Tierra”.

A partir de aquí, imagínense todo lo que dice, pretendiendo dar un aura de rigor y cientificidad a palabras vacías sobre la personalidad de Jorge Mario Bergoglio, que sería alguien masculino, impulsivo, inteligente, perseverante, humanitario, amable, altruista, cercano a los débiles, etc. Qué quieren que les diga… yo creo que todo esto lo sabíamos muchos al día siguiente de la elección, sólo con leer los periódicos, que para esto ya están los encargados de documentación en los medios. No hacía falta mirar tanto las estrellas.

Y ojo a lo completo del tema: en la página siguiente se da otra carta astral, la de Francisco, diferente a la del cardenal Bergoglio, ya que el nuevo Papa “nació” en el momento de su elección “bajo el signo de Piscis, con la Luna en Aries y el Ascendente en Libra”, y nos dice cosas extraordinariamente parecidas a las de su personalidad anterior. Qué emocionante. No hay que olvidar que el argentino hará cosas grandes… lo dicen las estrellas con una claridad meridiana: “tiene en su carta astral a Júpiter en Capricornio y en trígono con Urano. De nuevo una posición y un aspecto que le aportan cualidades muy útiles para la gran tarea que tiene que afrontar”. Estoy seguro de que los cardenales tuvieron en cuenta todos estos criterios “superiores” a la hora de escribir su voto.

Como es habitual en el estilo literario astrológico –en el caso de que pudiéramos hablar de este género–, todo lo que se dice en las dos cartas astrales del Papa es lo suficientemente sibilino y amplio para que la vidente pueda decir después, quedándose tan ancha: “he acertado”. En casi todas las afirmaciones se da una de cal y otra de arena. Por ejemplo: la Luna en Acuario (cosa de Bergoglio, como ya dije antes) “puede ser algo contradictoria, aportándole ideas de cambio o avance y mentalidad abierta, mientras le hace aferrarse a sus convicciones e ideas fijas”. Haga lo que haga Francisco, esta señora habrá acertado. ¿Sale un pontífice “progre”? ¡Acerté! ¿Es más bien durillo y “carca”? ¡Claro, si ya lo había dicho yo! Aunque parezca que caricaturizo el tema, no creo estar nada desencaminado… así funcionan las cartas astrales y toda predicción basada en las estrellas, planetas y otros cuerpos del espacio.

Casi hay que agradecer a nuestra “adivina papal” todo lo que nos ha revelado sobre el sucesor de San Pedro. Podemos estar tranquilos, ya que “Júpiter es, además, el regente de su signo y el que le aporta una mente inquieta, capaz de grandes cosas y de rendir al máximo cuando se enfrente a viejos problemas desde nuevos enfoques”. Si no fuera por estas palabras, dudaríamos de la capacidad del Papa argentino. Quedamos más tranquilos al saber que está asociado al gran planeta cuyo nombre nos remite al dios supremo del panteón romano… y así lo está haciendo de bien. Gracias, señora vidente, por dejar en buen lugar a Francisco. Los cardenales pueden estar satisfechos de su elección al leer su interesantísima carta astral.

Ah, pero… ¿los cardenales leen estas cosas? ¡Espero que no! ¿Y al Papa le habrá llegado este documento de tanta enjundia? Lo desconozco. Eso sí, me consta que Francisco tiene una opinión formada acerca del asunto. Y aquí ya voy en serio: no me voy a inventar nada ni pondré en su boca cosas que estén en mi cabeza, como hacen algunos aprendices de periodistas. Me voy a limitar a rescatar unos comentarios del pontífice en una de esas eucaristías que preside diariamente a las 7 de la mañana en la capilla de la Domus Sanctae Marthae, donde reside.

Concretamente la del 5 de abril, pocos días después del inicio de su ministerio petrino. Ese día, viernes de la octava de Pascua, predicó sobre el nombre de Jesús, basándose en la primera lectura del día, tomada del libro de los Hechos de los Apóstoles (4, 1-12). En este pasaje leemos cómo el apóstol Pedro les dice, entre otras cosas, a las autoridades judías: “ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos”. Lo dice refiriéndose a Jesús, por supuesto.

¿Y qué tiene que ver esto con la dichosa carta astral? Sencillamente, que el Papa, siendo fiel sucesor de San Pedro, repite sus palabras sobre la unicidad salvífica de Jesucristo y las actualiza. ¿Cómo? Según lo que se comunicó a través de Radio Vaticana y de L’Osservatore Romano (recordemos que no se publican las homilías íntegras de estas celebraciones, sino un resumen diario), Francisco señaló que a menudo “cuando hay problemas los hombres no confían en Jesús, sino en otras realidades”, recurriendo tal vez a sedicentes magos “para que resuelvan las situaciones”, o bien “van a consultar el tarot” para saber o comprender qué hacer. Pero no es recurriendo a magos o al tarot donde se encuentra la salvación: la salvación está “en el nombre de Jesús. Y debemos dar testimonio de esto. Él es el único Salvador”.

¿Hace falta decirlo más claro? Creo que no. No sé si se han dado cuenta, pero en todo lo relativo al futuro del Papa no aparece Dios. Ni rastro de la fe en las cartas astrales. Ni rastro de la confianza en su providencia. Y no es casualidad… En el Año de la Fe no está de más recordar que todo lo que se mueve en torno al horóscopo, la astrología, la adivinación, la videncia y la retahíla que se quiera añadir no sólo no es compatible con la fe cristiana, sino que es algo que acaba con la relación normal del creyente con Dios. En el lenguaje bíblico, se trata de idolatría. Por eso el Papa no consulta a los magos ni al tarot. Ni los cardenales que lo votaron. Ni debería hacerlo ningún cristiano –algo en lo que, por cierto, judíos y musulmanes están de acuerdo– se encuentre como se encuentre. La tentación de conocer el futuro e intentar modificarlo con artimañas ocultas siempre estará ahí. La respuesta del creyente en Jesús sólo puede ser una, si es en fidelidad.

Para concluir, recordaré una anécdota de la que daba cuenta la prensa mexicana el pasado mes de marzo, unos días antes de la elección de Francisco, para que se vea que no hace falta que lo diga el Papa para que los pastores hagamos lo que tenemos que hacer. Una mujer de aquel país, denominada “expendedora de productos esotéricos”, acusaba a los sacerdotes católicos “de utilizar argumentos que confunden y alejan a la población de estos temas y les truncan un futuro próspero, lleno de abundancia y armonía… los padres están mal informando”. En resumen: le estaban fastidiando el negocio de amuletos, rituales y demás morralla ocultista. Cuánto me recuerda esto al episodio, también de los Hechos de los Apóstoles, en el que Pablo y sus compañeros son víctimas de un motín de los orfebres de Éfeso (Hch 19, 21-40). ¿Su delito? Predicar a Jesús y decir que no había verdad en sus reproducciones de la diosa Artemisa. Lo que yo decía antes: en el lenguaje bíblico, se trata de idolatría.

Luis Santamaría del Río

4 comentarios

  
Sebastián Isael Pla Martorell
Estupendo artículo como siempre, padre. Aplicar una carta astral a un Papa... si es que ya dan risa.
15/07/13 9:22 PM
  
Alf_3
Curioso ver que elaboran nueva carta para Francisco, reconociendo que ya no es Jorge Mario. Que ha habido un cambio profundo en él. Ahora es 'Pedro', con nueva investidura, mayor vocación.
¿En qué creen esotéricos? ¿En Cristo Jesús, Señor del universo? O ¿en la cientificidad de sus cartas astrales?
En lo único que creen es en lo que les deja dinero.
16/07/13 1:06 AM
  
Ronaldo
Saludos a los pensadores y comentaristas de este tema. No es conveniente ni nunca lo será consultar adivinadores, clarividentes, cartomacias, tarot, etc. Hay que esforzarse todo los días para hacer el bien y no esperar que alguien nos confunda y nos diga que hacer. Es ir en contra de la Sagrada Escritura... solo Dios conoce acerca de nuestra mision-vocación.
03/06/15 6:41 PM
  
María
Gracias por la información, a veces la fe se nos quiebra y el entorno nos envuelve con sugestivos supuestos éxitos de pitonisos y personas que tienen dones especiales, Dios siempre está, pero es tan fácil dudar de ello, que aferrarse a una esperanzadora predicción de quien nos dice lo que queremos escuchar es más fácil y si las cosas no salieron como s
e pronosticaron es porque no se pago por los trabajitos de aseguramiento del futuro leído o que indican las estrellas...cuando abandonamos la oración y nos olvidamos que sólo hay una única fuerza real en el universo...no tarderemos en naufragar....gracias por, aunque no pareza elocuente...retornarme a la fe a través de la razón.
16/11/18 6:56 AM

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