Carta del Arzobispado de Burgos sobre la penetración sectaria en espacios católicos
Por la actualidad del tema, publicamos en este blog la carta que el Vicario de Pastoral de la Archidiócesis de Burgos escribió a comienzos del año 2006, sobre el uso de centros y locales católicos para actividades realizadas por las sectas y por todo el difuso mundo de la Nueva Era y la nueva religiosidad. Fue publicada en el nº 15 del boletín electrónico Info-RIES (13/02/06).
ARZOBISPADO DE BURGOS – VICARÍA DE PASTORAL
En nuestros días se ha insistido tanto en la tolerancia y el ambiente está tan cargado de laicismo que parece como si las creencias religiosas debieran quedar recluidas en el foro de la conciencia individual y dentro de las iglesias. El proselitismo rompe esta confinación. Por ello suena a grito estridente, perturbador de la paz y convención social dominante en Occidente.
Pero si alguien tiene algo, a su juicio, muy bueno, sería un egoísta si no tratara de hacer partícipes de ello a los demás, especialmente a los más allegados y queridos. Aquí, como en casi todo, lo positivo, las luces, suelen ir acompañadas de sombras y hasta obscuridad. Hay un proselitismo malo, fanático, a saber, el que no se limita a “exponer, proponer” las propias creencias, sino que se empeña en “imponerlas” (Juan Pablo II). Una de las formas de imponerlas es la que recurre al camaleonismo táctico que amortigua su propia identidad para asimilarse a la religión mayoritaria en cada lugar, el catolicismo en España. De este modo las sectas encuentran inicialmente menos resistencia. Una vez ganado el corazón de alguien, sus “razones” obnubilarán las de la “razón” y será más fácil convertirlo en adepto.