(317) Profanación "festiva" de la Catedral de Bariloche

“Al ver aquello, Jesús hizo un látigo con unas cuerdas y los echó a todos del templo, junto con las ovejas y los bueyes. Arrojó al suelo las monedas de los cambistas y les volcó las mesas. A los vendedores de palomas les dijo:–¡Sacad eso de aquí! ¡No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre!” (Jn.2, 15-16)
Cada vez es mayor la cantidad de testimonios de que en los días cercanos a la celebración de Todos los Santos -triunfos de la gracia de Cristo sobre sus enemigos-, las huestes infernales se revuelven contra los que todavía batallamos en la tierra, y contra todo lo santo y sagrado que nos conduce al Puerto.
No es casual que las furias del infierno se ceben especialmente sobre los consagrados, y sobre las imágenes y lugares santos, especialmente los templos. Mire cualquiera, si no, los ataques de las hordas feministas en las “marchas del orgullo consonántico” (cada día agregan más letras..lgtbrstvkz…). Pero no basta, no.

“Y la mujer huyó al desierto, a un lugar que Dios le había preparado para que allí la sustentaran…"(Ap.12, 6)
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“La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección (cf. Ap 19, 1-9). El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia (cf. Ap 13, 8) en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal (cf. Ap 20, 7-10) ” (Catecismo de la Iglesia Católica, 677)




