Fallecido ayer, a sus 93 años, hoy a muchos se nos estruja el corazón de tristeza, mezclada con la gozosa esperanza del futuro reencuentro.
En una época en que los fieles suplicamos obispos santos, dignos sucesores de los Apóstoles, verdaderos padres, es una gracia inestimable -de esas que nunca, nunca, se pueden agradecer cumplidamente- haber tenido el consuelo de conocer y tratar a uno de ellos, comprobando las maravillas que Dios obra en sus hijos fieles. ¡Gracias, Señor, por haberle concedido el don inestimable de la fidelidad!
El tema excede a España, por supuesto; no creo que en nuestro tiempo nos podamos permitir ser insensibles en buena conciencia católica.
Celebrando su reciente edición y felicitando a sus productores, como también el oportuno post del p. Javier en el que nos ofrece una entrevista a ellos, con suficiente y clara información acerca del contexto, ofrecemos a nuestros lectores este maravilloso documental sobre el Valle de los Caídos. El trabajo de hormiga es, sin duda alguna, el trabajo de los católicos hoy por hoy, y Dios no dejará de bendecir abundantemente este gran esfuerzo con frutos que probablemente, veremos recién en el Cielo.
Esperamos, pues, con este acercamiento, sumar voluntades, corazones y oraciones por una causa en donde se juega mucho más que un terreno, mucho más que “piedras”, y como ha dicho uno de sus productores, “no se puede defender algo si no se lo ama, y no se puede amar lo que se desconoce", pero para conocerlo, “es preciso querer ver la verdad".
Como escueto corolario, vayan estos versos de José María Alonso Gamo (Premio Nacional de Literatura en 1952):
«Abierto en el rincón del Guadarrama, donde España es más muerte y es más gloria, donde España es más vida y más historia, por su Escorial segundo te proclama.
Muros el tiempo cuelga y se encarama sobre ellos la ilusión, sed perentoria de decir a los hombres sin memoria que la paz la consigue quien más ama.
De hermandad eres símbolo, y al verte va cobrando otra vez peso y medida el pasado, el futuro y nuestra suerte.
Con tu Cruz, que en el seco viento anida, no eres tierra de ayer para la muerte, eres tierra de hoy para la vida.»
“Registremos pues, por anticipado, que seremos «fascistas», «macartistas», «reaccionarios», «obscurantistas», «inquisitoriales», «totalitarios», partidarios de la Gestapo y de los cosacos, lacayos del capitalismo y cuantas cosas más que se les venga en ganas decir. Ninguno de estos epítetos nos preocuparán ni nos impedirán decir lo que vamos a decir”
("La rebelión de los adolescentes", Uncuyo. 1979, p. 258)
Con profundo dolor, es la mañana de ayer nos despertamos con la noticia del fallecimiento de Enrique Díaz Araujo, quien honró con su luminosa y afectuosa presencia desde los primeros Encuentros de Formación Católica de Bs.As., y cuyas obras signaron el rumbo de una gran cantidad de jóvenes y no tanto, dentro y fuera de la patria, celosos de la verdad especialmente histórica y política.
Más de una vez hemos protestado en este portal por la odiosa costumbre de muchos católicos de canonizar ipso facto a algunos cristianos apenas ocurrido su fallecimiento, como si el Purgatorio no existiera. Ni qué hablar cuando se trata de un eclesiástico que ha tenido una notable militancia en favor de “los pobres” con los que se excusan livianamente grandes disidencias con la fe; ¡hasta altares y novenas!..
Pero en el caso que nos ocupa, por el contrario, consideramos que tal vez en las semblanzas y condolencias que se han difundido se ha deslizado cierta injusticia por omisión al callar algunos datosdignos de encomio que es preciso conocer en memoria de este honorable obispo que Dios ha concedido a la Iglesia en la Argentina.
Hace unos meses difundimos una convocatoria de fieles de diferentes provincias argentinas, quienes a través de la página Liga Católicase ha tratado de hacer conocer la verdad sobre el presunto martirio del activista Enrique Angelelli, cuya turbia beatificación es ya inminente, con las graves consecuencias que esto supondrá para la fe de la Iglesia, lo que debería pesar en la conciencia de la Jerarquía responsable.
Jerarquía que en sus miembros más representativos -hay que decirlo, aunque nos duela y pese- ya ha pasado la línea de franca complicidad con las mentiras históricas impuestas dogmáticamente por la subversión que nos gobierna, mucho más allá de los partidos que le sirven de máscara. Se está instrumentalizando la fe para “sellar” la connivencia con el poder político, amedrentando a los fieles al sellar las mentiras oficiales con disposiciones eclesiales. Esto es lo que hace, por ejemplo, el vergonzoso mensaje de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, que con motivo del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, declara que “los derechos humanos deben estar siempre en el centro de todas las decisiones", pero no se interesa por los derechos de Dios y de la Verdad, fuente primera de aquellos.
Reproducimos abajo el volante de la convocatoria para presentar el próximo Lunes 25 de marzo, en la Nunciatura Apostólica de Bs.As., la carta correspondiente junto a las firmas recogidas (fime aquí si aún no lo ha hecho), implorando una suspensión del deplorable acto, con la certeza de que el testimonio por la Verdad nunca es en vano.
Argentina, casada hace más de tres décadas con quien comparte cada pena y alegría; madre de 6 niños de todos los tamaños que concentran todas sus esperanzas, e hija de una madre que alienta y sostiene cada nueva empresa con perseverante oración.
Se ha desempeñado como Catequista de niños, adolescentes y adultos y Profesora de Ciencias Religiosas en varios colegios y en su parroquia, habiendo coordinado en ésta el Seminario Catequístico Pquial. San Pío X. Es Profesora y Licenciada en Letras por la Universidad de Bs. As., donde se convenció de la urgencia de la evangelización de la cultura. Ha realizado además numerosos cursos en el área de Humanidades en universidades católicas.
Se dedica a la empresa editorial junto a su esposo (Ediciones del Alcázar), y dirige desde su fundación el Círculo de Formación San Bernardo de Claraval.
Disfruta en la difusión de la iconografía tradicional mediante la realización de trabajos artesanales.
Apasionada y agradecida por el misterio insondable de la Comunión de los Santos, y por ser hija de la Iglesia y de María Reina.