El presunto descuartizador madrileño realizaba rituales satánicos

En estos días se está hablando en España, en las crónicas de sucesos, del “descuartizador satánico” al que se acusa de ser el responsable de la desaparición de una mujer. Recogemos a continuación algunas de las informaciones publicadas por los medios de comunicación.
Conmoción y desapariciones
El supuesto descuartizador de Majadahonda (Madrid), Bruno Fernández, de 32 años, realizaba ritos satánicos en su domicilio e invocaba a gritos a Lucifer, según los vecinos de Móstoles, donde residió hace al menos diez años junto a su hermana y su padre. También compraba animales vivos en una tienda que luego sacrificaba y en varias ocasiones llegó a provocar pequeños incendios en su domicilio al practicar alguno de los rituales sangrientos que provocaron las llamadas de los vecinos a la Policía, tal como informan Luis F. Durán y Daniel Martín en El Mundo.
Bruno estuvo al menos dos veces ingresado en la Unidad Psiquiátrica del Hospital de Móstoles y tenía recetada una medicación especial para controlar los episodios esquizofrénicos que sufría, según las mismas fuentes que indicaron que estaba pendiente de ingresar en un centro psiquiátrico.



Hace unos días se descubrió en México un altar al diablo y a la Santa Muerte. El hallazgo, según la agencia Quadratín, tuvo lugar en un cuarto oscuro dentro de la dirección de la escuela “Hurray For The Kids”, en la localidad de Chilpancingo (estado de Guerrero), el mismo colegio que fue desalojado el pasado 11 de marzo por una deuda superior a los 130.000 pesos por concepto de renta.





