Vienen los testigos de Jehová: ¿qué hago?

Un buen amigo cura me ha pedido que escriba unas líneas contestando a la siguiente cuestión: ¿cómo tiene que responder un católico a los testigos de Jehová? Es para una revista diocesana. Como uno sabe lo que es dirigir una publicación así, y sobre todo la inmensa difusión que tiene entre los católicos de a pie, he intentado decir pocas cosas y de manera que estén claras. Espero que sirvan. Y para que ayude a más gente, pues aquí está el artículo, publicado en el Full Diocesà que comparten Vic y Solsona, con fecha de 19/05/13 (debajo del texto castellano copiamos la versión catalana).

Seguro que todos conocemos a los testigos de Jehová: llaman a las puertas de nuestras casas y nos paran por la calle. Pero no los conocemos bien. Lo primero que hemos de hacer es tener claras unas cuantas ideas. Se trata de una secta fundada en el siglo XIX en los EE.UU. por Charles Taze Russell, en un clima muy peculiar: el adventismo, conformado por personas y grupos que, basándose en cálculos bíblicos, anunciaban entonces –y ahora– el inmediato regreso de Cristo, con fechas concretas y todo.

Además de su origen, es necesario saber cuál es su doctrina: en resumen, no son cristianos, aunque lo ponga en el letrero de sus Salones del Reino. Aferrándose a un monoteísmo estricto, rechazan la doctrina de la Santísima Trinidad y, obviamente, la divinidad de Cristo, que no sería el Verbo encarnado, sino la primera y más excelsa criatura de Dios, a quien llaman obsesivamente Jehová, en un error de transliteración del nombre hebreo de Dios, Yhwh. Es decir, que sería hijo de Dios, pero no “Dios de Dios, luz de luz” como afirmamos en el símbolo de la fe.

Junto a esto, y por su insistencia en que se guían únicamente por principios bíblicos, hay que conocer la versión que utilizan, la denominada Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, y que de traducción no tiene nada. En sus páginas han manipulado y deformado una considerable cantidad de versículos para adaptarlos a sus doctrinas, en todo lo relativo a la divinidad de Jesús, la identidad personal del Espíritu Santo, la presencia de Cristo en la eucaristía (su identificación con el pan y el vino de la última cena), la doctrina sobre el más allá de la muerte, etc. Se trata de algo contradictorio con el fundamentalismo que tienen al acercarse a la Biblia, y que les lleva a rechazar con violencia desde la celebración de los cumpleaños o la Navidad hasta las transfusiones de sangre, como por desgracia de todos es conocido.

Puestas estas bases de forma resumidísima, el primer criterio de actuación para un católico es la caridad. La inmensa mayoría de los testigos de Jehová que se acerquen a nosotros lo harán con la mejor intención de apartarnos de este “inicuo sistema de cosas” –como llaman al mundo apartado de “su” percepción de la revelación de Dios– y ofrecernos la salvación. Pensemos siempre que han sido engañados en algo tan importante, y que se les ha adoctrinado en una tergiversación de la genuina fe. Una correcta actitud cristiana, por tanto, es la hospitalidad y el respeto, o más aún, la simpatía. Desde ahí, caben dos opciones que cada uno tendrá que valorar. Si el que se encuentra con ellos no tiene una sólida formación doctrinal y una fuerte experiencia de fe, es mejor que rechace con cortesía el ofrecimiento de material escrito o de conversación. Y aquí se acaban las recomendaciones.

Ahora bien, si el católico interpelado tiene claras las cosas y posee una cierta capacidad apologética (defensa de la fe, o dar razón de nuestra esperanza, como decía San Pedro), y tiene tiempo y paciencia para entablar un diálogo, puede continuar. Siendo consciente de que está siendo el blanco de una cuidada ofensiva proselitista. ¿Exagero al decirlo así? Nada de eso, ya que los testigos de Jehová son minuciosamente formados para este acercamiento, e incluso se “entrenan” en sus reuniones semanales para saber a qué personas acercarse, qué temas sacar, qué respuestas dar, qué dudas sembrar y qué publicaciones ofrecer. Por lo tanto, ellos no conciben el encuentro interpersonal como un verdadero diálogo, ya que éste exige la receptividad a lo que pueda decirme el otro, e incluye la posibilidad de que yo aprenda algo.

Un católico bien formado no se verá apabullado por la lluvia de citas bíblicas que esgrimirán los testigos de Jehová a diestro y siniestro, porque los cristianos –sea cual sea nuestra confesión, católica o no católica– no entendemos la Sagrada Escritura como un repertorio de frases célebres, un recetario, un libro de autoayuda o un manual de instrucciones. Y podemos hacer el intento –infructuoso a corto y medio plazo– de hacer ver a nuestro pesado interlocutor que la Biblia ha de leerse como un conjunto, que hay pasajes que por su género literario hay que leer en clave alegórica o simbólica, y no literal… y que, por supuesto, hay cosas que son irrenunciables cuando uno se acerca a los evangelios: Jesús se presentó como Hijo de Dios, de la misma naturaleza del Padre, tanto en sus obras como en sus palabras; mostró su voluntad de iniciar un nuevo pueblo elegido en las personas de los apóstoles, fundando así la Iglesia; entendió su muerte no como algo accidental o sobrevenido, sino como una entrega voluntaria para reconciliar a toda la humanidad pecadora con Dios, y así lo expresó en la última cena con sus amigos, dejando toda la densidad de su presencia real, de forma sacramental, en el pan y el vino.

Y podríamos seguir detallando uno por uno todos los elementos centrales de la revelación bíblica que ellos rebaten siguiendo los dictados de la corporación empresarial que dirige la secta, la Watchtower Bible and Tract Society, y de su verdadera herramienta de interpretación de la Biblia: la revista La Atalaya. Si el católico que se encuentra con ellos tiene, además, algunas nociones de griego y hebreo, las lenguas originales de los libros de la Sagrada Escritura, puede ayudarles a entender que Jesús no dijo “esto significa mi cuerpo” en el cenáculo, y que Juan nunca escribió en su prólogo que “la palabra era un dios”… que una cosa es traducir, y otra falsificar.

Y para terminar, aunque creo que es, en el fondo, lo más importante: ¿cómo tenemos que responder los católicos a los testigos de Jehová? ¿Con elaboradas técnicas y planes pastorales y apologéticos? ¿Con un ejército de creyentes formados que vayan de puerta en puerta ofreciendo la verdad de Jesucristo? Algunos movimientos eclesiales ya lo hacen, y habrá quienes se sientan llamados por Dios a un ministerio particular de predicación de la Palabra, y bienvenidos sean.

Para la Iglesia entera, para unos y otros, una cosa es necesaria y urgente: la nueva evangelización. Hacer que la gente se encuentre con Cristo –y los evangelizadores tienen que ser los primeros en haber tenido esta experiencia radical de transformación a la luz del evangelio–, mostrarles que, como nos recordó Benedicto XVI, la puerta de la fe está siempre abierta. Así habrá mucha menos gente que encuentre en los testigos de Jehová la respuesta –embaucadora siempre– a sus demandas espirituales y sus necesidades de trascendencia.

Luis Santamaría del Río

Em vénen a visitar els testimonis de Jehovà: què faig?

Luis Santamaría del Río (*)

Segur que tots coneixem els testimonis de Jehovà: truquen a les portes de les nostres cases i ens paren pel carrer. Però no els coneixem bé. El primer que hem de fer és tenir clares unes quantes idees. Es tracta d’una secta fundada en el segle XIX als Estats Units d’Amèrica per Charles Taze Russell, en un clima molt peculiar: l’adventisme, format per persones i grups que, basant-se en càlculs bíblics, anunciaven llavors —i ara— l’immediat retorn de Crist, amb dates concretes i tot. A més del seu origen, és necessari saber quina és la seva doctrina: en resum, no són cristians, encara que posin la paraula cristià en el rètol dels seus «salons del Regne». Aferrantse a un monoteisme estricte, rebutgen la doctrina de la Santíssima Trinitat i, òbviament, la divinitat de Crist, que no seria el Verb encarnat, sinó la primera i més excelsa criatura de Déu, a qui anomenen obsessivament Jehovà, en un error de transliteració del nom hebreu de Déu, YHWH. És a dir, que Crist seria fill de Déu, però no «Déu de Déu, llum de llum» com afirmem en el símbol de la fe.

Manipulació de la Bíblia i fonamentalisme

Al costat d’això, i per la seva insistència a dir que es guien únicament per principis bíblics, cal conèixer la versió que utilitzen, la denominada Traducció del Nou Món de les Santes Escriptures, que de traducció no en té res. En les seves pàgines han manipulat i deformat una considerable quantitat de versicles per adaptar-los a les seves doctrines, en tot el que es refereix a la divinitat de Jesús, la identitat personal de l’Esperit Sant, la presència de Crist en l’eucaristia (la seva identificació amb el pa i el vi de l’últim sopar), la doctrina sobre el més enllà de la mort, etc. Es tracta d’un fet contradictori amb el fonamentalisme que tenen en acostar-se a la Bíblia i que els duu a rebutjar amb violència des de la celebració dels natalicis o la festa de Nadal fins a les transfusions de sang, com, per desgràcia, de tots és conegut.

Posades aquestes bases de forma resumida, el primer criteri d’actuació per a un catòlic és la caritat. La immensa majoria dels testimonis de Jehovà que s’acostin a nosaltres ho faran amb la millor intenció d’apartar-nos d’aquest «injust sistema de coses» —com anomenen el món apartat de la seva percepció de la revelació de Déu— i oferir-nos la salvació. Pensem sempre que han estat enganyats en alguna cosa tan important i que han estat adoctrinats en una tergiversació de la genuïna fe. Una correcta actitud cristiana, per tant, és l’hospitalitat i el respecte, o més encara, la simpatia. A partir d’aquí, caben dues opcions que cadascú haurà de valorar. Si el qui es troba amb ells no té una sòlida formació doctrinal i una forta experiència de fe, el millor serà que rebutgi amb cortesia l’oferiment de material escrit o de conversa. I aquí s’acaben les recomanacions.

No tenen una veritable actitud de diàleg

Ara bé, si el catòlic interpel·lat té clares les coses i posseeix una certa capacitat apologètica (defensa de la fe, o donar raó de la nostra esperança, com deia sant Pere), i té temps i paciència per a entaular un diàleg, pot continuar, però conscient que és el blanc d’una acurada ofensiva proselitista. Exagero dient-ho així? Doncs no, ja que els testimonis de Jehovà són minuciosament formats per a aquest acostament, i fins i tot s’entrenen en les seves reunions setmanals per saber a quines persones acostar-se, quins temes treure, quines respostes donar, quins dubtes sembrar i quines publicacions oferir. Per tant, ells no conceben la trobada interpersonal com un veritable diàleg, ja que aquest exigeix la receptivitat al que pugui dir-me l’altre i inclou la possibilitat que jo aprengui una mica.

Un catòlic ben format no es veurà aclaparat per la pluja de citacions bíbliques que esgrimiran els testimonis de Jehovà a tort i a dret, perquè els cristians —sigui quina sigui la nostra confessió, catòlica o no catòlica— no entenem la Sagrada Escriptura com un repertori de frases cèlebres, un receptari, un llibre d’autoajuda o un manual d’instruccions. I podem fer l’intent —infructuós a curt i mig termini— de fer veure al nostre pesat interlocutor que la Bíblia ha de llegir-se com un conjunt, que hi ha passatges que pel seu gènere literari cal llegir en clau al·legòrica o simbòlica i no pas literal… i que, per descomptat, hi ha coses que són irrenunciables quan un s’acosta als evangelis: Jesús es va presentar com a Fill de Déu, de la mateixa naturalesa del Pare, tant en les seves obres com en les seves paraules; va mostrar la seva voluntat d’iniciar un nou poble triat en les persones dels apòstols, fundant així l’Església; va entendre la seva mort no com a accidental o sobrevinguda, sinó com un lliurament voluntari per reconciliar tota la humanitat pecadora amb Déu, i així ho va expressar en l’últim sopar amb els seus amics, deixant tota la densitat de la seva presència real, de forma sacramental, en el pa i el vi.

I podríem continuar detallant d’un a un tots els elements centrals de la revelació bíblica que ells rebaten seguint els dictats de la corporació empresarial que dirigeix la secta, la Watchtower Bible and Tract Society, i de la seva veritable eina d’interpretació de la Bíblia, la revista La Atalaya. Si el catòlic que es troba amb ells té, a més, algunes nocions de grec i hebreu, les llengües originals dels llibres de la Sagrada Escriptura, pot ajudar-los a entendre que Jesús no va dir «això significa el meu cos» en el cenacle, i que Joan mai no va escriure en el seu pròleg que «la paraula era un déu»… que una cosa és traduir, i una altra, falsificar.

Necessitat de la nova evangelització

I, per acabar, anem al més important: com hem de respondre els catòlics als testimonis de Jehovà? Amb elaborades tècniques i plans pastorals i apologètics? Amb un exèrcit de creients formats que vagin de porta en porta oferint la veritat de Jesucrist? Alguns moviments eclesials ja ho fan, i hi haurà qui se senti cridat per Déu a un ministeri particular de predicació de la Paraula, i benvingut sigui. Per a l’Església sencera, per als uns i els altres, una cosa és necessària i urgent: la nova evangelització. Fer que la gent es trobi amb Crist —i els evangelitzadors han de ser els primers a haver tingut aquesta experiència radical de transformació a la llum de l’evangeli—, mostrar-los que, com ens va recordar Benet XVI, la porta de la fe està sempre oberta. Així hi haurà molta menys gent que trobi en els testimonis de Jehovà la resposta —enganyadora sempre— a les seves demandes espirituals i a les seves necessitats de transcendència.

(*) Agraïm aquest article, escrit especialment per a la nostra publicació. L’autor, sacerdot diocesà de Zamora, és membre de la Red Iberoamericana de Estudio de las sectas (RIES) i ha editat el llibre Los testigos de Jehová. Una guía para católicos, de Teodoro García, a l’editorial Vita Brevis (www.vitabrevis.es), que també acaba de publicar el llibre Entre las sectas y el fin del mundo. Una noche que murmura esperanzas.

15 comentarios

  
Luis Fernando
Mi opinión:

1- Si eres un católico bien formado doctrinalmente y con capacidad apologética, les recibes y les predicas el evangelio.

2- En caso contrario, con toda la amabilidad del mundo, aplicas el mandato de 2ª Juan 9-11

Todo el que se extravía y no permanece en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la doctrina, ése tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros y no lleva esa doctrina, no le recibáis en casa ni le saludéis, pues el que le saluda comunica en sus malas obras.


Por cierto, esos versículos demuestran, una vez más, que Cristo es Dios. Se equipara el tener o no tener a Dios con tener o no tener al Padre y al Hijo.
23/05/13 9:21 AM
  
Luis López
Dada la impermeabilidad de los TdJ a la verdadera y sana doctrina, parece que lo mejor, cuando quieran entrar en tu casa, es no recibirles sino, respetuosamente, invocarles 2 Jn. 9:

"Si alguno va a vosotros y no lleva esta doctrina no le recibáis en casa y no le saludéis, pues el que le saluda participa de sus malas obras"

No obstante, si llevado del celo de evangelizar -"ay de mí si no evangelizare" (1 Cor. 9,16)- se tiene tiempo, paciencia y sobre todo buena formación bíblica y doctrinal, se podría al menos intentar hacer una mínima fisura en su bloque de disparates y herejías. La mera posibilidad de arrancar un alma del error -error que les puede costar la salvación- vale la pena.
23/05/13 9:40 AM
  
tito livio
dos cosas o no abrir la puerta a la secta o lo que hizo un amigo sentarlos en el sofa del salon fe cass. dejarlos hablar 1 hora. despues hablar tu otra hora catecismo en mano y sdandoles te y cafe con pasras. ellos insistiran en ke tienem k marcharse pero tu len metes mas ye y pastas yy sigues hablando sin parar otra hora. despues de eso se van mareados y habiendo recibido su propiedona. y todo con una gran somrisa y amanilidaf.
23/05/13 9:52 AM
  
Ignacio Jonatan Hernández López
Yo ya he discutido con los Testigos De Jehová en varias ocasiones, acogiéndolos como hermanos equivocados. Tengo amplia experiencia en ello. Mi formación creo que es suficiente para tal empresa, o al menos me ha permitido resultados satisfactorios en muchas ocasiones. Me he encontrado de todo, desde gente engañada, principiantes que acompañan a experimentados, y creen en lo que hacen, hasta varios experimentados a los que he logrado sacar de su error. No son pocos los TDJ que se han derrumbado con los ojos inundados. La tarea he de reconocer que no es en absoluto fácil, más bien, yo la califico de harto difícil. En especial, hay que saber reconocer, a aquellos que están realmente obstinados, y que su orgullo les hace incapaces de reconocer que han sido engañados. A esos es mejor dejarlos estar. Much@s no son obejas descarriladas, sino lobos.

A demás de la evangelización itinerante al modo que ellos hacen, pienso que es necesario un movimiento misionero para con los TDJ. Una pastoral específica.
Estos deben de estar bien preparados, y ser *agresivos*, no para imponer, sino para defender la verdad. La verdad no se negocia, pero eso no da derecho a ofender al que está herrado. Hay que revatir la falsedad, no al que sin presunta culpa le hace eco.
Por ejemplo: «Verás, yo pienso esto: Tú has sido engañado y te están usando para que me engañes, y parto de que tú no tienes culpa, hasta que me demuestres lo contrario. ¿Qué piensas tú?».
O «Mi credo es el de la Iglesia Católica, ¿Cual es el tullo? ¿Me lo puedes exponer de una forma clara concisa y cierta como yo te puedo exponer el mío en sólo una oración?».
Es importante dejarles exponer sus errores y no adelantarse a ellos. La conversación se alarga más, pero, después de los dos pareceres el turno lo tienen ellos, quienes pueden usarlo bien o mal, argumentando en uso de razón, o apelando a la tenacidad de negar la verdad. Para tal tenacidad, sólo cabe ser pragmáticos: «Gratis aseritur, gratis negatur».

Recuerde que San Pablo nos invita a cumplir la obligación de dar razón de nuestra fe. Cristo también dice, que si el hombre calla hablarán las piedras.


El otro día, andando por la calle, fui invitado por dos TDJ a una charla sobre la muerte de Jesús. Hablaban de remisión de pecados...
--Espere, ¿JesuCristo es Dios?
Una grandilocuente charla para terminar diciendo que no.
--Suficiente: Si no es Dios -según ustedes dicen- aquel sacrificio humano no pudo agradar a Dios, y por lo tanto no hay remisión posible. ¿Que opina?
--Bueno, yo te dejo esta invitación, y si quieres saber más, vas, y te enteras de lo que allí se habla. -dijo apresurada-
--Gracias. -intenté ser cortés-
Una de las chicas, disistiendo del paseo propagandístico salió corriendo al coche, y tiró los papeles en el asiento trasero. La otra, perpleja, fue detrás, «¿qué pasa? ¿Qué pasa?».
Ya no sé que más pasó.


Cuando se organice la pastoral específica se les remite al misionado, de mientras, a los Curas, que estos se hagan conscientes de la necesidad...
«¿Quieres hablar de religión conmigo, reza el mismo credo que yo, o hablamos de futbol.» Y, Conversación terminada, a no ser que te toque alguien testarudo. :-)
¿Que continúan molestando, ahora con ecomunismo? «Vaya usted a la Iglesia Católica y habla con el Sr. Cura, que me represente, que él tiene mejor formación que yo, no vaya a ser que yo le transmita algún error y perjudique su fe.»
Entonces sólo resta que te digan que los Curas son los fariseos, blah blah blah... «Me falta el respeto faltándoselo a quien le he dicho que me representa. Vállase por donde ha venido.» Aquí si que se termina la conversación, anteponiendo el respeto.
23/05/13 1:40 PM
  
jraul
Aunque sean diferentes, ¿hay o recomienda algún artículo clarificador sobre los adventistas del séptimo día? Gracias.
23/05/13 2:37 PM
  
Maria-Ar
Cuando llegan a casa, no entro en discusiones, los invito a rezar el rosario.. se van como vinieron.. y un poco asustados.
No vuelven.
+
23/05/13 3:42 PM
  
Maga
El año pasado invité a unos Testigos de Jehová, cuando estaba en Ponferrada a destinado a venir a mi casa. Es como hablar con robots. Yo soy profesor de lenguas clásicas y me,apasiona la,Teología. En cuanto le soltabas algo, no sabían por donde meterse. Hablan como robots y tienen el coco lavado. No razonan ni escuchan. Sólo decían que,estaba equivocado y citaban el versículo de Galatas de que fuese anatema todo lo que decía. Es muy difícil tratar de volverlos católicos. Hace falta mucha oración. Esta gente sólo funciona con gente o mental o espiritualmente débil, o que están pasando una mala etapa. Me llamó la atención de que en Ponferrada asisten al salón unas 300 personas....Bueno, lo de hablar sobre la Biblia con ellos es imposible. Tenía a mano la Nacar-Colunga, la Septuaginta de,Ralphs, el N.T. En Griego de Nestle Aland, la Vulgata, etc. Y no había manera de,que reconociesen los errores de su versión. Yo ya había,leído libros sobre ellos, pero el hablar con ellos,te hace ver que sus herejias son aún más delirantes de lo que uno se,imaginaba. La Cristologia ? De ellos...sin palabras. Dicen que Cristo es el Arcángel San Miguel, que se revistio de un cuerpo carnal en el seno de la Virgen, que murió en un madero y no en la Cruz y dicen que no Resucitó realmente en Cuerpo, sino espiritualmente, que el Cuerpo de Cristo se desintegro durante los 3 días del Sepulcro y que su Resurrección fue sólo en Espíritu y lo peor es que utilizan versículos sueltos de las 2 cartas de Corintios o de la primera de Pedro para justificar esto....Vamos, en conclusión, según está gente a los Apóstoles se les apareció un fantasma. La Ascensión es el regreso del Arcángel Miguel a Dios Jehová. También dicen, para justificar sus errados cálculos apicalipticos hechos del libro de Daniel, que la Parusia de Cristo empezó en 1914, pero es en Espíritu, porque, según lo que dicen, sólo resucitó en Espíritu y mejor no sigo, porque el número de locuras y estupideces en más que creen es casi infinito. A cualquier persona más o menos sensata lo tienen que dejar alucinado.
24/05/13 3:39 AM
  
Jose
soy abordado a veces por testigos de jehova y otras veces por bautistas evangelicos. a todos los recibo con respeto y les recalco que soy catolico y que mi fe no esta en discusion. si quieren orar junto conmigo bienvenidos, pero si es para atacar mis creencias pues los invito a retirars.
24/05/13 5:41 AM
  
Isaías
Esto es tan sencillo como ignorar lo que te dicen. Si uno sabe que está en la Iglesia verdadera de Cristo, los demás pueden decir lo que les de la gana. No hay necesidad de ser groseros, pero tampoco de darles alfombra roja. Simplemente dejarles claro en algún momento (preferiblemente de inicio) que eres católico y que nada hace cambiar tu fe. Lea aseguro que la visita será corta.
24/05/13 6:24 AM
  
Carlos
En mi caso cuando vienen a casa les digo amablemente que no puedo recibirles ni las revistas ni nada proveniente de ellos, y cito 2 Juan 9-11. Y si insisten, los invito a rezar el Santo Rosario :)
24/05/13 8:48 AM
  
Javivi
Yo suelo ser muy escueto y lo entienden a la primera: "en esta casa somos católicos, apostólicos y romanos"
24/05/13 10:57 AM
  
Carlos
Conozco de sobra a los TDJ y si el tiempo me lo permite hablo con ellos y les pregunto: Si yo fuese Charles Taze Russel...Me aceptarían en su organización? Porque yo creo en la santísima trinidad,celebro la navidad,los cumple años,creo que cristo fue sacrificado en una cruz y ademas me dejo crecer la barba...Todo lo cual creía y hacia el fundador de los estudiantes de la biblia, que después se convirtieron en los TDJ.Generalmente se quedan perplejos pues todo esto es cierto. Les digo despues.Si Ud.repudia las creencias de su fundador,como cree que yo voy a aceptar que que Ud. me predica la verdad?
24/05/13 6:52 PM
  
Mi-Ka-El
Con respeto y educación les ruego que vayan a predicar a Jesucristo a quienes no son cristianos.
25/05/13 1:46 PM
  
Doris Campos Lara
En mi caso pasaron cuando el padre alberto se caso y me dijeron que tenia que irme de la iglesia por eso ,yo les dije ¿¿que es eso ??porque otros cometen errores yo tengo que dejar mi iglesia ,al que no le sirve nuestra iglesia que se vaya el, yo no ,ahora cual iglesia dirigida por hombres no comete errores hasta en los doce apostoles hubo uno que lo traiciono luego pasaron diciendo que hacian una reunion para celebrar la cena de JESUS, no se cada cuanto tiempo hacen eso,yo les dije por Dios eso lo hacemos nosotros en nuestra iglesia cada vez que celebramos misa y comemos El Pan vivo bajado del cielo que es Jesuscristo mismo, hay que orar mucho para que todos seamos uno, como Dios nuestro padre y Jesus quieren
28/05/13 4:29 PM
  
Jesús Carrera
¡Qué tal! Aquí agrego parte de mi experiencia con los testigos de Jehová. Estas personas no están abiertos a un diálogo (Uno me dijo que él estaba para enseñarme, a lo que le respondí que me ofendía al decirme ignorante sin siquiera conocerme y tuvo que retractarse). Pero lo primero de lo primero es venir con el terror del armagedón. Una viejecita se me acercó diciendo que todo está próximo a acabarse. Quisé que se dé cuenta que no estoy interesado en platicar con ella por falta de tiempo a lo que me dijo que si aceptaría sus revistas y le dije que antes que nada soy Católico Apostólico. Y bueno vino el veneno de esta persona con una sonrisa y voy muy amable y amigable: Me comentó de su experiencia como católica cuando era muy joven descubrió (espiando) a un sacerdote que tenía familia y que la ocultaba. Desde ahí le aclaré que cuando alguien no tiene cimentada su Fe en Cristo cualquier viento le tumba. Cuando vieron que la viejecita no era dominante en la plática se acercaron tres testigos más (un hombre que se veía el más preparado, una mujer que parecía en proceso de aprendizaje y un niño, creo que el hijo de esta última). Entonces les dije lo que fulmina a todo sectario: ¡Dígame cuál es para ustedes la columna y fundamento de la Verdad! Obvio, me dijeron que la Biblia. Y bueno, yo le dije que la Biblia la escribieron para diversas comunidades y que la Iglesia Católica difinió los Libros del Nuevo Testamento después de 300 años del inicio de la Era Cristiana. Y me quería comprobar que en Juan (Yo le repliqué es San Juan) dice que la verdad es la Palabra. Le dije estoy de acuerdo pero no me responde. Él decía que su traducción del nuevo mundo es esa palabra y por tanto su fundamento de la Verdad. Le dije que su biblia la elaboraron hasta el Siglo XX. Bueno después de tanto le dije que me permitiera su biblia y no quiso, que yo le diga el libro y capítulos y él lo busca.

Con esto doy por entendido que en historia están mal y se creen sólo lo que les dice su organización. No aceptan un diálogo abierto a aprender de verdad. Seguramente no saben que un Católico le puso capítulos y versículos a la Santa Biblia.

La Columna y Fundamento de la Verdad es la Iglesia del Dios Vivo (I de Timoteo, 3:15). ¿Qué Iglesia? La fundada por Nuestro Señor Jesucristo.

De este principio partimos los Católicos y con este principio todos los protestantes y sectarios no tienen nada.
05/06/13 8:04 PM

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