(378) “Mater Populi Fidelis”: ¿Enseñanza oficial de la Iglesia o pseudo opinión teológica? (II)

VexLegionis

Como ya anunciamos en el post anterior, dividimos este valioso análisis en tres partes para favorecer su lectura pausada y no renunciar a la integridad del material.

No podemos dejar de observar que, dada la abrumadora cantidad de réplicas que han aparecido en estos pocos días a raíz de la “nota doctrinal", ha salido mal el tiro…roguemos incesantemente para la proclamación del “dogma subito", porque de Dios -y de su Madre- nadie se burla.

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“Mater Populi Fidelis”: ¿Enseñanza oficial de la Iglesia o pseudo opinión teológica? (II) 

(por Bruno de María)

-Pío XI, el año de subir a la silla de San Pedro, dice de una manera categórica:

La Virgen dolorosa participó con Jesucristo en la obra de la redención.”(PIO XI, Explorata res, Doc. mar. 575).

 Cinco años más tarde, 10 de mayo de 1929, vuelve el Papa a insistir sobre lo mismo, llamando a la virgen Redentora (Corredentora):

La benignísima Virgen Madre de Dios… habiendo dado y criado a Jesús Redentor y ofreciéndole junto a la cruz como hostia, fue también y es piadosamente llamada Redentora (Corredentora) por la misteriosa unión con Jesucristo y por su gracia absolutamente singular.”( Idem, Misserentissimus Redemptor, Doc. mar. 608.)

En la clausura del jubileo de la Redención, Pío XI recitó esta conmovedora oración:

¡Oh Madre de piedad y de misericordia, que acompañabais a vuestro dulce Hijo, mientras llevaba a cabo en el altar de la Cruz la Redención del género humano, como Corredentora nuestra asociada a sus dolores…! conservad en nosotros y aumentad cada día, os lo pedimos, los preciosos frutos de la Redención y de vuestra compasión.”(PÍO XI, Radiomensaje del 28 de abril de 1935, cf. Doc. mar., nº 647; cf. epíst. Explorata res est (2-2-1923), Doc. mar., nº 275; Enc. Miserentissimus Redemptor (8-8-1928), cf. Doc. mar., nº 608. Cf. PÍO XII, Enc. Haurietis aquas (15-5-1956): AAS 48 (1956) pg. 352.)

Nuevamente, Pío XI, declara:

Ella dio a luz a Jesús el Redentor, lo alimentó, lo ofreció como víctima en la cruz, por su oculta unión con Cristo, y una del todo singular gracia de Él, fue igualmente Reparadora...”.(PÍO XI, Miserentissimus Redemptor, AAS, 20, 1928, pg. 178).

- La repetición papal de Pío XI manifiesta la meritoria ofrenda de su Hijo, la víctima, de parte de la Madre Corredentora como precio por nuestra redención.(I Cor. 6, 20.) Si bien Pío XI también se refiere a la del todo singular gracia que María recibió del Redentor de ser la Mujer restauradora al lado del Nuevo Adán.

La Corredentora recibió la del todo singular gracia de cooperar singularmente con el Redentor de parte del Redentor a quien la Corredentora estuvo siempre subordinada y de quien dependía.”( Cf. Concilio Vaticano II, Lumen gentium, nº 62)

- El Papa Pío XI claramente establece la justa invocación de María bajo el título de Corredentora por su papel corredentor junto con su Hijo salvador:

Por la naturaleza de su obra el Redentor debió asociar a Su Madre a Su obra. Por esta razón la invocamos con el título de Corredentora. Ella nos dio al Salvador, la acompañó en la obra de la Redención hasta la Cruz misma, compartiendo con Él los dolores de la agonía y de la muerte en la cual Jesús consumó la Redención de la humanidad. Y muy junto, al pie de la Cruz, en los últimos momentos de Su vida, ella fue proclamada por el Redentor como nuestra Madre, la Madre de todo el universo.”(PÍO XI, Alocución Papal a los Peregrinos de Vicenza, 30 de noviembre de 1933, LOsservatore Romano, 1º de diciembre de 1933.)

- El testimonio de PÍO XII es de tal naturaleza que excluye toda duda.

Ella fue la que, libre de toda mancha personal y original, unida siempre estrechísimamente con su Hijo, le ofreció, como nueva Eva, al Eterno Padre en el Gólgota, juntamente con el holocausto de sus derechos maternos y de su materno amor, por todos los hijos de Adán, manchados con su deplorable pecado.”(PÍO XII, Mystici corporis, Doc. mar. 713.)

Repetidas veces afirma el Papa que

la Virgen fue asociada con Jesucristo en la lucha contra la serpiente, y en el triunfo sobre el pecado.”( Cf. Fulgens corona, Doc. mar. 855; Ad caeli Reginam, Doc. mar. 902, etc.)

Que esta asociación es divina y no meramente humana, por voluntad de Dios.”( Ad caeli Reginam, Doc. mar. 902.)

Que María,

“además de Madre de Dios, es Reina por derecho de conquista de manera análoga a como Jesucristo es Rey de todo lo creado, siempre dependiente y subordinadamente a Él.”(Bendito seia o Senhor, Doc. mar. 737; Ad caeli Reginam, Doc. mar. 902.)

Pero el testimonio que no deja lugar a duda alguna se encuentra en la Encíclica Haurietis aquas, donde el Papa insiste de una manera clarísima sobre sus ideas acerca de la Corredención mariana. Dice así:

Habiendo sido inseparablemente unida por la voluntad de Dios la Virgen Santísima con Jesucristo en la realización de la obra de la redención del género humano, de tal suerte que nuestra salud es fruto de la caridad y de los sufrimientos de Jesucristo, íntimamente unidos con el amor y los dolores de su Madre, es absolutamente conveniente que el pueblo cristiano, el cual ciertamente consiguió la vida divina de Cristo por María, después de haber dado, etc…”.)AAS. 47, 352.)

 “Pues la que fue madre de Jesucristo según la carne y socia de Jesucristo en devolver a los hijos de Eva la vida de la gracia, justamente es también madre espiritual de todo el género humano.”(AAS. 47, 332; cf. Mystici Corporis, Doc. mar. 713.)

El Papa San PAULO VI, solemnemente proclama en el discurso de clausura de la Sesión III del Concilio Vaticano II:

La divina maternidad en el fundamento de su especial relación con Cristo y de su presencia en la economía de la salvación. En este sentido hay que entender el nexo estrecho e indisoluble con que la Virgen Santísima estaba unida con Jesucristo en la obra de nuestra salvación, de que en diversas ocasiones nos habla también el Concilio, tanto en la Constitución sobre la Liturgia como en la Dogmática sobre la Iglesia.”

Con respecto al Concilio Vaticano II, aunque por su constante preocupación ecuménica evitó la palabra Corredentora, expuso de manera clara e inequívoca la doctrina de la Corredención tal como la entiende la Iglesia católica. He aquí algunos textos de la Constitución dogmática sobre la Iglesia (Lumen gentium) especialmente significativos:

“Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo al Padre en el templo, padeciendo con su Hijo cuando moría en la Cruz, cooperó en forma enteramente impar a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas. Por eso es nuestra verdadera Madre en el orden de la gracia.” Lumen gentium nº 61; cf. los números 53, 56, 57, 58.corred

Puede verse la correcta interpretación que hace el Papa Juan Pablo II del Concilio Vaticano II, respecto a la Corredentora en LOsservatore Romano, del 11 de abril de 1997, nº 15, ed. en lengua española, pg. 3, en la Catequesis del Papa durante la audiencia general del miércoles 9 de abril, con el título: La Virgen María cooperadora en la obra de la Redención.

Se ve con total claridad la doctrina de la Corredención de María. Si bien por razones ecuménicas falte la expresión material, no obstante tenemos claramente expuesta la doctrina formal de la Corredención mariana. Para mayor profundidad en el análisis del Concilio Vaticano II cf. FR. MANUEL CUERVO, O.P., Maternidad divina y Corredención Mariana, editorial Ope, Villava-Pamplona (s/d), pgs. 257-263.

- El papa San JUAN PABLO II, ha traído a la actualidad de manera cierta y generosa la consistente enseñanza del Magisterio en cuanto al oficio y la doctrina de la Corredentora.(JUAN PABLO II, Discurso papal en el Santuario de Nuestra Señora de la Alborada en Guayaquil, 31 de enero de 1995, LOsservatore Romano, 11 de marzo de 1995)

Finalmente, además de los textos ya mencionados oportunamente en el análisis de los textos bíblicos colocamos algunos otros textos del Papa Juan Pablo II:

“En ella [María], los numerosos e intensos sufrimientos se acumularon con una tal conexión y relación, que si bien fueron prueba de su fe inquebrantable, fueron también una contribución a la Redención de todos… fue en el Calvario donde el sufrimiento de María Santísima, junto al de Jesús, alcanzó un vértice ya difícilmente imaginable en su profundidad desde el punto de vista humano, pero ciertamente misterioso y sobrenaturalmente fecundo para los fines de la salvación universal. Su subida al Calvario, su “estar” a los pies de la cruz junto con el discípulo amado, fueron una participación del todo especial en la muerte redentora del Hijo.”(Salvifici Doloris, nº 25)

El Santo Padre señala que el sufrimiento de María en el Calvario alcanzó un vértice ya difícilmente imaginable en su profundidad desde el punto de vista humano fue verdaderamente eficaz y concedió gracia para nuestra Redención. La Corredentora participó con participación del todo especial en la muerte redentora del Redentor.

Enseña en otra parte:

Testigo de la pasión de su Hijo por su presencia y partícipe de la misma con su compasión, María Santísima ofreció una aportación singular al Evangelio del sufrimiento, realizando por adelantado la expresión paulina… ciertamente Ella tiene títulos especialísimos para poder afirmar lo de completar en su carne -como también en su corazón- lo que falta a la pasión de Cristo.”(JUAN PABLO II, Salvifici Doloris, nº 25.)

En estas palabras de Juan Pablo II tenemos una monumental exposición de Jn. 19, 26 y el inefable compartir de la Corredentora en el sufrimiento del Calvario. Porque María fue testigo de la pasión de Cristo y por haber sufrido no sólo en su corazón de madre, sino también en su cuerpo con el Redentor. Por encarnar en anticipación la expresión de San Pablo, la Corredentora ciertamente tiene títulos especialísimos para poder afirmar lo de completar en su carne -como también en su corazón- lo que falta a la pasión de Cristo (Cf. Col. 1, 24.). En los sufrimiento del Calvario, tanto espiritual o corporalmente, la Señora (Domina) participó de la Redención con el Señor (Dominus).

El Santo Padre especifica más aún el completo abandono corredentor de María en el Calvario:

Su Hijo agoniza sobre aquel madero como un condenado… ¡Cuán grande, cuán heroica en esos momentos la obediencia de la fe demostrada por María ante los insondables designios de Dios! ¡Cómo se abandona en Dios sin reservas, prestando el homenaje del entendimiento y de la voluntad, a aquel, cuyos “caminos son inescrutables” (cf. Tom. 11, 33)! Y a la vez ¡cuán poderosa es la acción de gracia en su alma, cuán penetrante es la influencia del Espíritu Santo, de su luz y su fuerza!” (JUAN PABLO II, Redemporis Mater, nº 18)

 En este pasaje que acabamos de citar, Juan Pablo II también reconoce apropiadamente el papel del Espíritu Santo, el Divino Esposo de María, cuya gracia y poder han sostenido a María en su función corredentora con el Redentor. Es por el poder y la gracia del Espíritu Santo que María fue concebida inmaculada (Cf. Gén.  3, 15; Lc. 1, 28.) para dar al Redentor la misma naturaleza inmaculada; que ella fue hecha fecunda al concebir al Redentor en su vientre cuando la sombra de su Esposo Celestial la cubrió (Cf. Lc 1, 35); y que a ella le fue preanunciada la culminación de su papel de Corredentora con la espada traspasándole su propio corazón (Cf. Lc. 2, 26-27.) por el profético poder el Espíritu de la Verdad.(Idem)

San Juan Pablo II también incorpora el Cántico de la Kénosis (Fil.  2, 5-11) al describir el despojo del Calvario para la Madre de Jesús como por medio de esta fe María está unida perfectamente a Cristo en su despojo. En efecto,

“ ‘Cristo… siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo, tomando la condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres’; concretamente en el Gólgota ‘se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz’ (cf. Fil. 2, 5-8). A los pies de la Cruz María participa por medio de la fe en el desconcertante misterio de este despojo. Es ésta tal vez la más profunda ‘Kénosis’ de la fe en la historia de la humanidad. Por medio de la fe la Madre participa en la muerte del Hijo, en su muerte redentora.”(JUAN PABLO II, Redemptris Mater, nº 18)

Más aún, el Papa San Juan Pablo se refiere a la crucifixión espiritual de María en su papel corredentor en el Calvario:

Crucificada espiritualmente con su Hijo crucificado (cf. Gál. 2, 20), ella contempló con heroico amor la muerte de su Dios, ‘consintiendo amorosamente en la inmolación de su Víctima que ella misma había engendrado’ (Lumen gentium, 58). Ella cumple con la voluntad del Padre en nuestro beneficio y nos acepta a todos como sus hijos, en virtud del testamento de Cristo: ‘Mujer, he ahí a tu hijo’ (Jn. 19, 26)”.( Discurso Papal en el Santuario de Nuestra Señora de la Alborada en Guayaquil, 31 de enero de 1985, LOsservatore Romano, 11 de marzo de 1985)

“Fue en verdad una crucifixión espiritual para la Mujer al pie de la cruz. Justo es, por tanto, que a la luz de este tan íntimo sufrimiento con el Redentor en el Calvario, que la Corredentora también fuera recompensada con el total don de la maternidad espiritual del Pueblo de Dios a quien ella redimió al género humano junto con Cristo.”(BENEDICTO XV, Inter Sodalicia, 1918)

Es, de hecho, después del Calvario que el papel de María Corredentora tiene la profunda continuación como Mediadora (Cf. Concilio Vaticano II, Lumen gentium, nº 62.) y Abogada (Idem.) para el Pueblo de Dios a que el Papa San Juan Pablo II se refiere cuando declara que “el oficio de María de Corredentora no cesó con la glorificación de su Hijo.”( Discurso Papal en el Santuario de Nuestra Señora de la Alborada en Guayaquil, 31 de enero de 1985, LOsservatore Romano, 11 de marzo de 1985)

Después de las conclusiones negativas pero muy discutidas y con falta de argumentos serios, del Congreso mariológico internacional, celebrado del 18 al 24 de agosto de 1996 en Czçstochowa (Polonia) (Publicado en LOsservatore Romano, en lengua española, del 13 de junio de 1997, pg. 3 con el título Respuesta a la solicitud de una definición de los títulos de María: Mediadora, Corredentora y Abogada. En este congreso participaron ministros de otros cultos y concluyeron que no era viable y menos aún oportuno el dogma de la Corredención. Un congreso poco católico en realidad y muy manejado desde afuera. Se ha hecho no obstante, un trabajo favorable al dogma de la Corredención mariana por encargo de Monseñor Guillermo Garlatti, de parte de la Conferencia Episcopal Argentina  para presentar en Roma por pedido del Papa Juan Pablo II. Ese trabajo es casi enteramente lo que estamos exponiendo ahora.

El Papa San Juan Pablo II, que había hecho la consulta a todas las conferencias episcopales sobre el fundamento, viabilidad y oportunidad de la proclamación dogmática de María Corredentora, y luego de haber visto las conclusiones de dicho Congreso, en la catequesis de los miércoles enseñaba al respecto:

“… A través de ese amor fervoroso [de María] que apunta a lograr, junto con Cristo, el restablecimiento sobrenatural de las almas, María ha entrado de una manera totalmente personal en la única mediación entre Dios y los hombres: en la Mediación del hombre Jesucristo.” (JUAN PABLO II, Enc. Redemptoris Mater, nº 39; cf. nº 22, 24, etc.. Cf. Cat. de la Igl. Cat. nº 968 (recoge la doctrina del Concilio Vaticano II).)

 “María, al aceptar con plena disponibilidad las palabras del Ángel Gabriel, que le anunciaba que sería la madre del Mesías, comenzó a tomar parte en el drama de la Redención. […] Sin embargo, la asociación de la Virgen a la misión de Cristo culmina en Jerusalén, en el momento de la pasión y muerte del Redentor. […] El Concilio subraya la dimensión profunda de la presencia de la Virgen en el Calvario, recordando que ‘mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la Cruz’ (Lumen gentium, 58), y afirma que esa unión ‘en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte’ (ib., 57). […] Además, el texto conciliar pone de relieve que el consentimiento que da a la inmolación de Jesús no constituye una aceptación pasiva, sino un auténtico acto de amor, con el que ofrece a su Hijo como ‘víctima’ de expiación por los pecados de toda la humanidad. Por último, la Lumen gentium pone a la Virgen en relación con Cristo, protagonista del acontecimiento redentor.”(LOsservatore Romano, del 4 de abril de 1997, nº 14, ed. en lengua española, pg. 3, en la catequesis del Papa durante la audiencia general del miércoles 2 de abril, con el título: María, al pie de la Cruz, partícipe del drama de la Redención.)

A lo largo de los siglos la Iglesia ha reflexionado en la cooperación de María en la obra de la salvación,  profundizando el análisis de su asociación al sacrificio redentor de Cristo. Ya San Agustín atribuye a la Virgen la calificación de ‘colaboradora’ en la Redención (cf. De Sancta Virginitate, 6; PL., 40, 399), título que subraya la acción conjunta y subordinada de María a Cristo Redentor. […] En unión con Cristo y subordinada a él, cooperó para obtener la gracia de la salvación a toda la humanidad. El papel de cooperadora que desempeñó la Virgen tiene como fundamento su maternidad divina. … cooperó de manera totalmente singular a la obra del Salvador. […] Aunque la llamada de Dios a cooperar en la obra de la salvación se dirige a todo ser humano, la participación de la Madre del Salvador en la Redención de la humanidad representa un hecho único e irrepetible. […] María está asociada a la obra salvífica en cuanto mujer. El Señor que creó al hombre “varón y mujer” (cf. Gén. 1, 27), también en la Redención quiso poner al lado del nuevo Adán a la nueva Eva. La pareja de los primeros padres emprendió el camino del pecado; una nueva pareja, el Hijo de Dios con la colaboración de su Madre, devolvería al género humano su dignidad original.”(LOsservatore Romano, del 11 de abril de 1997, nº 15, ed. en lengua española, pg. 3, en la catequesis del Papa durante la audiencia general del miércoles 9 de abril, con el título: La Virgen María cooperadora en la obra de la Redención.)

 San Juan Pablo II, en la catequesis de los miércoles tratando el tema de si la Virgen María habría muerto o sólo se habría dormido, al afirmar su muerte, pone como argumento de conveniencia la asociación a Cristo Redentor, en efecto, dice:

¿Es posible que María de Nazaret haya experimentado en su carne el drama de la muerte? Reflexionando en el destino de María y en su relación con su Hijo divino, parece legítimo responder afirmativamente: dado que Cristo murió, sería difícil sostener lo contrario por lo que se refiere a su Madre. En este sentido razonaron los Padres de la Iglesia, que no tuvieron dudas al respecto.”

A continuación cita el mencionado Papa a varios Padres de la Iglesia a favor de la muerte de María Sma. y continúa:

Es verdad que en la Revelación la muerte se presenta como castigo del pecado. Sin embargo, el hecho de que la Iglesia proclame a María liberada del pecado original por singular privilegio divino no lleva a concluir que recibió también la inmortalidad corporal. La Madre no es superior al Hijo, que aceptó la muerte, dándole nuevo significado y transformándola en instrumento de salvación. María, implicada en la obra redentora y asociada a la ofrenda salvadora de Cristo, pudo compartir el sufrimiento y la muerte con vistas a la Redención de la humanidad. También para Ella vale lo que Severo de Antioquía afirma a propósito de Cristo ‘Si no se ha producido antes la muerte, ¿cómo podría tener lugar la resurrección?’ (Antijuliánica, Beirut 1931, 194 s.). Para participar en la resurrección de Cristo, María debía compartir, ante todo, la muerte. El Nuevo Testamento no da ninguna información sobre las circunstancias de la muerte de María. Este silencio induce a suponer que se produjo normalmente, sin ningún hecho digno de mención. Si no hubiera sido así, ¿cómo habría podido pasar desapercibida esa noticia a sus contemporáneos, sin que llegara, de alguna manera, hasta nosotros? Por lo que respecta a las causas de la muerte de María, no parecen fundadas las opiniones que quieren excluir las causas naturales. Más importante es investigar la actitud espiritual de la Virgen en el momento de dejar este mundo. A este propósito, san Francisco de Sales considera que la muerte de María se produjo como efecto de un ímpetu de amor. Habla de una muerte ‘en el amor, a causa del amor y por amor’, y por eso llega a afirmar que la Madre de Dios murió de amor por su hijo Jesús (Traité de l’Amour de Dieu, Lib. 7, cc. XIII-XIV). Cualquiera que haya sido el hecho orgánico y biológico -continúa el Papa- que, desde el punto de vista físico, le haya producido la muerte, puede decirse que el tránsito de esta vida a la otra fue para María una maduración de la gracia en la gloria, de modo que nunca mejor que en ese caso la muerte pudo concebirse como una “dormición”. Algunos Padres de la Iglesia describen a Jesús mismo que va a recibir a su Madre en el momento de la muerte, para introducirla en la gloria celeste. Así, presentan la muerte de María como un acontecimiento de amor que la llevó a reunirse con su Hijo divino, para compartir con él la vida inmortal. Al final de su existencia terrena habrá experimentado, como san Pablo y más que él, el deseo de liberarse del cuerpo para estar con Cristo para siempre (cf. Filip. 1, 23). La experiencia de la muerte enriqueció a la Virgen: habiendo pasado por el destino común a todos los hombres, es capaz de ejercer con más eficacia su maternidad espiritual con respecto a quienes llegan a la hora suprema de la vida.”(Catequesis del Papa durante la audiencia general del miércoles 25 de junio, La dormición de la Madre de Dios, L’Osservatore Romano en lengua española, nº 26 del 27 de junio de 1997, pg. 3.)

Más que una opinión, el Papa Juan Pablo II está enseñando. Recordamos que es una catequesis y no dice en ningún momento que esto pareciera ser así, sino que lo da como un hecho. No obstante no cierra esto el estudio sobre el tema que es tarea de los teólogos. Pero con lo que hemos visto y lo que sigue a continuación nosotros creemos como un hecho cierto su muerte y resurrección.

Existen otros textos del Papa Juan Pablo II donde menciona expresamente a María Santísima como Corredentora. Como es sabido, el Magisterio de la Iglesia se ejerce de dos maneras principales: de manera extraordinaria por una expresa definición dogmática del Papa hablando ex cathedra, o del Concilio ecuménico presidido por el Papa; de manera ordinaria, por las encíclicas, discursos, etc., del Romano Pontífice, o a través de las Congregaciones Romanas, o por los obispos esparcidos por todo el orbe católico, o por medio de la Liturgia.

 Pues bien, no ha habido hasta ahora ninguna definición dogmática de la Corredención por parte del Magisterio extraordinario de la Iglesia, pero sí múltiples declaraciones expresas del Magisterio ordinario, tanto por parte de los papas como de los obispos y de la Liturgia oficial de la Iglesia. Nos limitamos aquí al testimonio de los últimos papas en forma breve.(Una prueba casi exhaustiva del Magisterio de los papas, obispos y Liturgia sobre la Corredención se puede encontrar en la obra de CAROL De corredemptione B. V. Mariae disputatio positiva, Ciudad del Vaticano 1950, pgs. 509-619.)

A partir de Pío IX, los últimos Papas han venido reafirmando de manera insistente y cada vez más clara y terminante esta misma doctrina de la revelación y de la tradición.

Haciendo alusión al texto de Gén. 3, 15, el Papa Pío IX termina diciendo:

“… así la Santísima Virgen, unida a Él con apretadísimo e indisoluble vínculo, ejercitando con Él y por Él sus sempiternas enemistades contra la venenosa serpiente y triunfando de la misma plenísimamente, aplastó su cabeza con el pie inmaculado.”(PÍO IX, Bula Ineffabilis Deus (8-12-1854). Cf. Doc. mar., nº 285 (cf. el texto original latino).

Triunfar con Cristo quebrantando la cabeza de la serpiente no es otra cosa que ser Corredentora con Cristo. A menos que se quiera desvirtuar el sentido obvio de las palabras.

(última parte en siguiente post)

10 comentarios

  
Giancarlo
La Virgen María "corredentora"...¿y que sigue después, imágenes de la Virgen delante de la cruz en lugar de Jesucristo, y con los pies sobre el mundo(madre tierra)?!....Ah, no espera! esa ya la tenemos en una "aparición mariana" que llora sangre en Akita....
Si fuera la Misa Tridentina ni escribirían nada, pero como son parte de la apostasía se rasgan la vestiduras por que le tocan un "dogma mariano"; sera conveniente eso para la salvación de las almas en esta situación de apostasía?!...
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V.G.: Giancarlo, le sugiero que se informe un poco mejor, ya que justamente el Seminario de la FSSPX, lleva el nombre de Ntra. Señora Corredentora, y la gran mayoría de los fieles de la Misa tradicional son defensores de las apariciones de Akita. La apostasía es negar lo que la Iglesia ha venido creyendo durante siglos, como se demuestra en este artículo y otros muchos.
Está opinando, por lo visto, sólo por el gusto de oponerse, así que su comentario sólo sirve a la confusión. Una pena.
09/11/25 7:51 AM
  
Giancarlo
Digame Virginia ¿por que entonces los principales bloguers de Infocatolica tratan a los de la FSSPX y su fundador como apestados, cismaticos, desobedientes y los tratan despectivamente?!...

Si lei por ahi que un seminario de la FSSPX lleva el nombre de "corredentora" y se tambien que el escudo de la fraternidad es de dos "corazoncitos" ¿y eso que?!


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V.G: Siga informándose, por favor, Giancarlo. Lo que ud. llama los "dos corazoncitos" son el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, asociados tradicionalmente en la devoción de los católicos. Mire la historia del Detente, y por favor no hable despectivamente al referirse a los Sagrados Corazones, porque raya con la blasfemia. Mire algo de la resistencia de la Vendée y lo que éstos significaron. Revise un poco las apariciones de Fátima, y seguimos hablando. Un poco más de seriedad, por favor.
09/11/25 5:26 PM
  
Pedro de Madrid
María es MADRE del Redentor y cualquiera madre nuestra la consideramos superior. María es Madre.
09/11/25 5:50 PM
  
Angeles Wernicke
Querida Virginia, creo que este documento no pretende otra cosa que la que logra ampliamente: dividir al pueblo, causar divergencias, y, como finalidad principal, desprestigiar el valor del Magisterio de la Iglesia... Como ha desprestigiado ya la intangibilidad del Catecismo modificando uno de sus puntos, sobre la pena de muerte; como ha desvalorizado el Evangelio, diciendo que ' no sabemos qué dijo exactamente Cristo, porque en Su época no había grabadoras' ( padre Arturo Sosa, General de la Compañía de Jesús no corregido por el papa Francisco); como ha ninguneado los sacramentos, los mandamientos, la Tradición, el sacerdocio, la Eucaristía, la Santa Misa. Demolición astutamente planificada con la intención de dejar la tabula rasa para fundar la nueva iglesia del nuevo orden mundial. Francisco y Tucho no son ignorantes... son muy hábiles estrategas...llevando a cabo con gran eficiencia los planes de ya sabemos quién. Dios ayude a Su Iglesia.
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V.G.: Francisco no está más, pero se entiende y comparto la idea. Claro que no hay nada casual, pero Dios sabrá sacar abundante fruto, no lo dudemos.
09/11/25 9:42 PM
  
Vicente
Nota doctrinal.
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V.G.: Mí no comprender.
10/11/25 12:35 AM
  
Giancarlo
Si hablo despectivamente de una "revelacion privada", que los catolicos no estamos obligados a creer, rayo en la "blasfemia"...pero si coloco a la Virgen delante de la Cruz, en lugar de Cristo(como en la imagen que usa en su nota o en Akita) no pasa nada(?!)...
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V.G.: Sigo explicándole, creyendo en su buena fe.
La imagen que ud. cree que es de María Santísima delante de la Cruz, es el la imagen oficial de la Tessera de la Legión de María, asociación de fieles de más de 100 años de fundada, con un Manual fundamentado en San Luis M. de Montfort, y que representa a Nuestra Señora superpuesta a la columna de fuego -prefiguración de Ella en el A.Testamento, según muchos mariólogos-, y que guía a las milicias de Cristo, a la sombra del Espíritu Santo (Cf. Lc.1,35). El Manual de la Legión no adolece del modernismo de tantísimas asociaciones contemporáneas, y es digna de conocerse e imitarse la ejemplar vida de sus fundadores (Frank Duff, Eddel Quinn y Alfonso Lambe), como la de muchos de sus miembros. Como ve, vuelvo a remitirlo a S.Luis María. Lo animo a leer su Tratado de la Verdadera Devoción a la Sma. Virgen, cuya lectura llevó a Frank Duff a la fundación de la Legión.
Por cierto, la oración de la Tessera ([video:youtube:https://www.youtube.com/watch?v=DSZGZGDQ8ss]), que los legionarios rezan diariamente, es toda una profesión de fe católica.

Con respecto a Akita, no obliga en conciencia, pero no tiene nada que reprochársele como contrario a la fe, según el dictamen de la Iglesia. Y yo no la he mencionado; ¿por qué su insistencia y encono?
10/11/25 12:38 AM
  
Vendéen
El doble Corazón que usa la FSSPX es un plagio del escudo de la Vendeé.
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V.G.: No deben saber que los vendeanos habían sacado registro de propiedad intelectual, o algo así; habrán pensado que era "patrimonio CATÓLICO", no?
10/11/25 12:56 PM
  
María de África
Nadie puede convencer a un católico, si realmente lo es, que la Santísima Virgen no es Corredentora, aunque no sea dogma. En realidad tampoco es dogma creer en la apariciones marianas.
La Congregación para la Causa de los Santos exige un milagro comprobado para ser beato y dos para ser santo. Ningún católico cree que los santos hagan milagros porque eso es potestad de Dios, lo que creemos es que los santos son intercesores porque existe un artículo en el Credo de los Apóstoles que dice "Creo en la Comunión de los Santos".
Como empiecen así, y a los protestantes les molesten los santos, podemos tener otro documento diciendo que no llamemos intercesor a nadie, por ese camino vamos.

La intercesión SIEMPRE se ha sido creencia de los católicos y, si se trata de la Santísima Virgen, Medianera, Intercesora y Abogada nuestra, mucho más.
10/11/25 10:34 PM
  
José Manuel Guerrero C.
Virginia a Giancarlo: "Sigo explicándole, creyendo en su buena fe."

Una persona que se refiere al Sagrado corazón de Jesús y al inmaculado Corazón de María cómo los "dos corazoncitos", va sobrado de mala leche, que decimos por España y falto de buena Fe. De Dios nadie se burla.
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V.G.: Concedamos el privilegio de la duda, y siempre tratemos de pensar bien al principio...
12/11/25 5:42 AM
  
Vendéen
El escudo de la Vendée va con la divisa
" Utrique Fidelis " que significa Fidelidad y Reciprocidad .

Fácil a investigar , muy interesante .
Buscar " Coeur de Vendée "


15/11/25 3:13 PM

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