(217) La bendecida victoria provida -pura gracia-, no es sino una tregua...pero cuidado con lo que celebramos.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar:
2la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos».
3El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.4Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb.
5Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares. (Sal.125, 1-5)*****
Sólo por Él ha sido, sólo de Su Nombre es la gloria de estos días, que en cada rincón del alma y del mundo debemos proclamar como un auténtico milagro.