(139) Los principios luteranos de la irracionalidad práctica (Dr. J.Luis Widow Lira)
Publicamos hoy la Parte 2° del ciclo “Lutero, ¿santo?”, que viene realizando el Instituto de Filosofía Práctica de Bs. As. : “Los principios Luteranos de la (i)rracionalidad práctica ” - Por el Dr. José Luis Widow Lira. Abogado, Dr. en filosofía, socio del INFIP y ex director y profesor del Departamento de Filosofía de la Universidad Adolfo Ibáñez, de Chile. Escritor de “Introducción a la ética” y “La naturaleza política de la moral” y de múltiples artículos y ensayos.
El temario de la presente conferencia es:
1. Corrupción absoluta de la razón y de la voluntad humanas en la concepción luterana.
2. El “pecado” del matrimonio y el sacrilegio de los votos monásticos.
3. Justificación de la tiranía y sumisión de la Fe al poder político.
Esperamos que el lector vaya detectando mucho mejor, a lo largo de este Ciclo, el nefasto proceso de protestantización que -luego de impregnar la cultura moderna- hemos llegado a vivir ya en el seno de la propia Iglesia, para saber resistirlo convenientemente, por el bien de las almas y gloria de Dios.
——————————————-
Para agendar: Ciclo de Conferencias: “Lutero, ¿santo?”
———————————————–
Infocatólica agradecerá vuestra generosa colaboración; le sugerimos cómo hacerlo.

Encarcelado en un Carmelo el 15 de agosto de 1792, fue ajusticiado en el jardín, teatro de una de las más terribles matanzas que tuvieron lugar durante aquellos años turbulentos: 166 entre sacerdotes y religiosos, encarcelados y sus cuerpos echados luego a un pozo o sepultados en fosas comunes, por haberse negado a jurar la Constitución Civil del clero.
Yo creo que cada santo le habla a la Iglesia en general, a cada cristiano en particular, pero también y muy especialmente, a su propia patria, porque las patrias también deberán dar cuenta algún Día de los “faros” que han recibido para alumbrarse y abrirse paso entre las tinieblas, porque sus ejemplos no están allí para mirar para otro lado y seguir andando por donde a cada uno le parece, sino para seguir sus huellas, que conducen siempre al Camino seguro.
-¿Gusta ud. una tacita de sangre de niño?
“He combatido el buen combate, he concluido mi carrera, he conservado la fe.” (II Tim.4,7)
Procurando satisfacer el pedido de quienes por razones de distancia sobre todo, no han podido ni podrán asistir a las conferencias del Ciclo que organiza este año el Instituto de Filosofía Práctica (Infip) de Buenos Aires (referencias sobre el mismo
Algunas veces nos hemos lamentado de que ciertas diócesis –al menos en Argentina- funcionen como feudos, pero hay que decir que en ocasiones, se convierten incluso en verdaderos bastiones de resistencia y combate, pero no del “buen combate” paulino -contra el mundo, demonio y carne-, como sería de esperar, sino a favor de estos enemigos del alma. Y los que militan en estas posiciones, tienen el “estilo” que revelaba Mons. Casaldáliga cuando -al lamentarse por la elección de Benedicto XVI-, le preguntaron qué haría, y él respondió: “Seguiremos luchando desde las sombras, desde abajo, hasta que lleguen tiempos más propicios”.