(36) “¡No hay que ver al demonio en todas partes!”

demonGiotto

Acudimos a León Bloy una vez más, compartiendo unos párrafos de su Exégesis de lugares comunes. Uno de éstos reza “no hay que ver las cosas demasiado negras”, y Bloy reflexiona:

“Un poco, pasablemente y hasta muy negras, si les parece a ustedes, pero no demasiado. Una amable prudencia aconsejaría, más bien, verlas blancas o color de rosa. Tal es, por lo menos, la opinión de X, que no quiere que a los agonizantes se les haga saber la proximidad de la muerte “aunque la deseen”. No lo quiere absolutamente. El coma le parece preferible a la acción de prepararse a morir y la “atroz costumbre” de la extremaunción lo subleva singularmente. Leo estas cosas en una crónica (…) que tiene un público felizmente liberado de las “crueles exigencias de la fe”:“Adoctrinémonos en la piedad, la dulzura y la compasión, inclusive cuando se trata de velar los signos de la muerte que llega a la cabecera del enfermo. Habituémonos menos al sacrificio que a la cortesía benéfica, que aparta de uno las penas inútiles y las aflicciones superfluas”.

Es evidente que habiendo dejado de ser esencial la salvación del alma, el colmo de la cortesía consistiría en despachar a los enfermos sin más trámite, con lo que se les ahorraría seguramente angustias y dolores. Siglos antes de la era cristiana los antiguos habían encontrado ya eso.”

Pero veamos, ¿por qué no pueden verse las cosas demasiado negras, cuando efectivamente lo están, y ya de tanta “cortesía", corremos el riesgo de vivir en la hipocresía?

Tal vez porque como dice el refrán, “a grandes males, grandes remedios”, y si uno no está dispuesto a poner las barbas en remojo para el remedio, sencillamente parece más conveniente no mencionar siquiera los males. Total, todo se arregla enmendando Códigos, ensanchando mangas, aboliendo Mandamientos y sobre todo, mirando para otro punto cardinal, cuando se huele algo podrido en Dinamarca. ¿Con apartar la nariz, el basural desaparecerá quizás, milagrosamente? –¡Pero estamos en Pascua! –Por eso mismo, porque hay Esperanza, y porque la Cruz es plenamente el signo de Victoria, no se la puede ocultar.

Como en una capilla de mi diócesis, en la que por más que uno busque y rebusque, no hay ni una sola cruz, sino un gran Cristo Resucitado en el altar, y al lado de éste, un pequeño pesebre (ya sea Cuaresma, Pascua o Navidad), -¿pero la Cruz?, -Bien, gracias. “¡Porque si ya ha resucitado, no tiene sentido la Cruz!”, responden alegremente los fieles del lugar.

No sé uds., pero como no he muerto aún, yo sigo viviendo en “este valle de lágrimas”, y sigo viendo ojos que lloran, y cruces que pasan, y no creo que sea misericordioso decirles que “nos estropean la fiesta” si les duele su dolor, y que por favor escondan la herida que sangra -a ver si nos mancha-, porque hay que festejar… porque entonces estaríamos transformando la Pascua en una fiesta mundana, y su Luz gozosa en oscuro cinismo.

La Pascua a los católicos nos dice que el dolor y la muerte no tienen la última palabra, pero hay que pasarlos, y ayudar a otros a llevarlos o aliviarlos, muriendo un poco también nosotros, para encontrar juntos la Vida verdadera.

En este tren de argumentación, pues, nos topamos a menudo con “pascualísimos” hermanos que a la sola mención de la palabra demonio, pecado, tentación, cruz, martirio, confesión, reaccionan automáticamente oponiendo el “Bueno, ¡pero tampoco hay que ver el demonio en todas partes!”

Por supuesto que no, y aún más, en realidad preferiría yo no verlo en ninguna parte, pero la verdad es que ciertas realidades no se pueden suprimir a voluntad, ni siquiera por decreto.

Tampoco podemos ver ladrones en todas partes, pero resulta que cada día el índice de delincuencia es más elevado en esta pobre patria mía, y mis amigos “pascuales”, no se arriesgarían a dormir sin poner una buena cerradura en la puerta de sus casas, y poniendo sus bienes materiales a buen recaudo.

Al demonio no hay que mencionarlo porque es “de mal gusto”, pero lo cierto es que cuando miramos una cultura inundada de feísmo, en que se promueve desde la más pequeña infancia la literatura de terror, y miles de jóvenes son aturdidos diariamente con gritos infernales que pretenden ser llamados “música”, y se vive una moda en que la prenda más preciosa es el impudor y la desvergüenza, no hay que ser muy sagaz para no ver que el príncipe de este mundo tiene ministros muy bien capacitados para su gobierno. 

Cuando el matrimonio es profanado habitualmente con el adulterio, la anticoncepción, la muerte de inocentes y la degeneración, y esto pretende ser llamado “derechos del hombre”, no podemos pensar que semejante desorden es casual o fruto del “progreso”.

Nosotros también “preferimos el Paraíso”, pero por eso mismo, mientras no lo tenemos asegurado, es de una insensatez inconcebible querer profesar la fe verdadera y desentenderse del combate contra el demonio y el pecado.  

Y quien teniéndolas a su alcance, no hace debido uso de las armas que la Iglesia nos provee  -especialmente los sacramentos y la oración a nuestra Madre-, no puede decir sinceramente que quiera ese Paraíso. “Obras son amores, y no buenas razones”.

Ahora bien, el enemigo sabe que esta es una guerra -que ya tiene perdida de antemano- y es padre de la mentira y de todo lo que ésta rige: la simulación, el engaño, la confusión, el doblez.  Con católica lucidez, advertía Baudelaire que “el mayor triunfo del demonio es hacernos creer que no existe”, o lo que es lo mismo, que no hay que tener ningún cuidado de sus argucias.

Pero si se trata de un mero personaje decorativo en la Historia de la Salvación, ¿por qué y para qué habrá insistido tanto Nuestro Señor en el Evangelio, sobre la necesidad de vigilancia? Se nos insta a una permanente vigilia de disponibilidad para la llegada de Cristo en el Ultimo día (del mundo y de nuestra vida), y para su venida de cada día.

Velar no es ser pusilánime, por cierto, pero sí estar sobre aviso, y actuar en consecuencia, ser “responsables”, en una época que tanto se pregona la madurez y responsabilidad de los cristianos, y tanto se echa de menos una mayor alusión a las responsabilidades más graves, que ponen en juego la eternidad de las almas.

No hay que ver al demonio en todas partes…pero tampoco hay que olvidar que éste bien se vale a veces de nuestra desidia, haciendo siempre alianzas magníficas con el mundo y la carne, y hasta en los católicos que se creen más fieles.

¿Para quién “juega” un sacerdote que se niega a confesar frecuentemente a una adolescente, presuponiendo que los jóvenes o los niños no pecan mortalmente? 

¿Quién está detrás de una familia que impide u obstaculiza una vocación religiosa o un mayor compromiso apostólico en sus hijos, pretextando que “Dios no pide tanto”?

¿Quién se regocijará, nos preguntamos, ante la reciente prohibición de la peregrinación al santuario de Ntra. Sra. de Pompeya a cientos de fieles vinculados a los Franciscanos de la Inmaculada?. La misma se venía haciendo hace unos 10 años en conformidad con las leyes eclesiales, pero este año debió cancelarse, por sugerencia del comisario apostólico. ¿Quién se regocija, en última instancia, al impedir que sus hijos se acerquen a rezar a las plantas de la Madre de Dios?  “Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de quien los provoca!” (Lc.17, 1-2)

No obstante es Pascua, sí: y nos conforta la certeza de que todo esto sucede para que se  pruebe la virtud de los fieles; la Providencia divina no está presente sólo en los gozos, sino también -y muy especialmente- en las benditas cruces que santifican a sus hijos. Cristo reina.

Pero esto no nos exime de la vigilancia y el criterio para distinguir convenientemente el trigo de la cizaña; que El nos conceda la gracia de ser siempre trigo, y “que la luz de Cristo, gozosamente resucitado, disipe las tinieblas de la inteligencia y del corazón”.

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P.D.: Por si quedase alguna duda de lo “activa” que anda la Bestia con sus “adoradores” últimamente, dejo los siguientes enlaces disponibles, que han aparecido mientras seguía en portada este post:

Celebración de una misa “negra” en Harvard.

Finalización de una estatua en homenaje al demonio, con niños a sus pies.

15 comentarios

  
Luis Fernando
El demonio tarda en aparecer muy poco al principio de la historia de la humanidad. Y aparece muy al final en el Apocalipsis. En el intermedio, está bien presente.

Ni se le pueden achacar todos los males ni creer que no tiene arte ni parte en todo el mal que ven nuestros ojos.

Nos basta con saber que Cristo le derrotó en la Cruz y que su destino final está ya marcado. Pero no se nos olvide que está en guerra "...contra los que guardan los preceptos de Dios y tienen el testimonio de Jesús" (Ap 12,17). O sea, con quienes somos hijos de Dios y de María.

No en vano San Pablo nos dice:
“no es nuestra lucha contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal, que habitan en los espacios celestes” (Ef 6,12).


Muy buen post, Virginia.
02/05/14 10:18 AM
  
susi
Claro que hay demonio, pero también hay armas para derrotarlo, siendo una de ellas el rezo del Santo Rosario.
02/05/14 9:21 PM
  
elba
Exelente reflexión Virginia,como todo lo que Ud. escribe y nos ayuda para poder defender nuestra fé(aunque parecería que a muchos católicos no les interesa ya que piensan más en el ecumenismo,aunque en ese trámite callen verdades nuestras "por no herir a los demás").Tengo una amiga que no hay manera de que comprenda que el diablo es un ser,no es una fantasía,según ella Dios es tan misericordioso que hará que todos vayan al cielo y que si una persona cree en Dios ,el mal no lo tocará .Sus reflexiones (las cuales sigo siempre) son un soplo de aire fresco ante tanta necedad ,hipocresía ,e incoherencia dentro de nuestra iglesia ,y no quiero decir que uno es un santo,pero tratamos de ver lo mas claro posible ,aunque el cristal este sucio en estos duros momentos que vive nuestra iglesia,donde parecería que no se puede decir nada que contradiga a la mayoría ,aunque sean verdades dogmáticas ,tradicionales ó doctrinales ,si uno así lo hace lo toman por tradicionalista,ortodoxo,lefebrista,ó simplemente dicen "otra vez encontrando la quinta pata al gato".Gracias y Dios la bendiga.
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V.G.: Gracias a Dios, Elba, que nos da la gracia de poder seguir compartiendo la verdadera fe con muchísimos hermanos todavía. Miremos a los mártires, como ha dicho el Papa, para tomar fuerzas y seguir asidos a la Iglesia, columna de Verdad; aunque la cizaña sea abundante, el trigo sigue dando fruto.
02/05/14 10:08 PM
  
Pedro
Lean "la Fe de los demonios"de Fabrice Hadjad, un libro que desarrolla de un modo certero la fenomenología de la Fe de Satanás y sus secuaces. Una joya. Fabrice es un judío converso. No os defraudará
02/05/14 10:18 PM
  
Alf_3
A mi me acusan de ver al diablo en todas partes, que soy muy negativo. Pero es que yo llego a conectar la promoción de la 'comida chatarra' con las grandes empresas farmacéuticas. Estas son promotoras de aquellas, y ambas ganan dinerales con la venta de sus productos.
Le doy gracias a Dios porque dentro del bando enemigo, no existe una total jerarquía, como puede haberla en la Iglesia, de lo contrario creo ya nos hubieran aplastado. Afortunadamente entre aquellos grandes millonarios existe mucha soberbia y tienen grandes diferencias entre ellos, sin aceptar jerarquías. Pero entre algunos de ellos, SI hay mucha disciplina y siguen avanzando en sus planes.
Dios tenga piedad de nosotros.
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V.G.: Nuestro Padre es "rico en misericordia", pero nosotros no debemos dejar de reparar y de suplicarla, porque en El la misericordia no está reñida con la justicia...
02/05/14 11:28 PM
  
Silvia Ines
Gracias M.Virginia por tus palabras que son un faro en las tinieblas de la apostasìa en que vivimos.
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V.G.: Gracias Silvia, pero cuando mis palabras sean "mías", desconfíe, y rescate sólo las que sean eco de la fe de la Iglesia, que ella es el Faro, suyo y mío.
03/05/14 12:16 AM
  
Jorge
Gracias Virginia por este articulo y me quedo con San Pablo que nos dice:
“No es nuestra lucha contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal, que habitan en los espacios celestes” (Ef 6,12).
l
03/05/14 6:36 AM
  
perallis
Dice Santa Faustina que la mayoria de los que estan el el Infierno son los que no creen en el. Lo sabe bien porque misticamente estuvo alli.
Asimismo San Pio de Pietrelcina a uno que le alegaba que no creía en el Infierno, le replicó: No importa, ya creerás cuando estés allí.
No sobran los artículos que nos alertan sobre el Demonio y sobre el Infierno. Ahora vivimos en tiempo de Misericordia y podemoa luchar. Cuando muramos será tarde para corregir errores y no hay error más trágico ni fatal que el que conduce al infierno eterno.
Es fáil consagrasrse al Corazón Inmaculado de la Virgen María y al Sacratísimo Corazón de Jesús.
Jesús le confió a Santa Faustina: Cuando más pecadora es un alma, más derecho tiene a mi Misericordia.
Las puertas siempre están abiertas en esta vida.
03/05/14 6:01 PM
  
RAFA MOYA
La esperanza en la felicidad eterna, si ésta es verdadera, se basa en la muchas veces cruda realidad objetiva y no en el subjetivismo ingenuo.
Solo reconociendo que el mal existe en este mundo, es posible detectar en toda su amplitud el infinito amor y bondad del Dios en el que creemos.
Y es que al parecer muchas personas hoy en dia practican la politica del avestruz. A fuerza de cerrar sus ojos o de esconder sus cabezas por debajo de la tierra frente a los enemigos que les acechan, pretenden insinuar un infinito amor de Dios del todo vago, erroneo, irreal y subjetivo.
Una sociedad moderna contradictoria e incoherente, capaz de derramar lagrimas ante los males de este mundo pero, al mismo tiempo y absurdamente, incapaz de considerar al mal como algo efectivamente real contra lo que hay que luchar por medio de toda la fuerza que nos suministra la totalidad de nuestro ser.
"No existe el demonio, ni el pecado ni el infierno"...este parece ser el lema de mucho de nuestros contemporaneos. Pues bien, yo a esta clase de personas les preguntaria lo siguiente: Si es cierto que todas esas cosas no existen ¿Porque no lo demostramos? ¿Porque no dejamos de una vez de hacernos daño mutuamente? ¿Porque no acabamos con las guerras, las miseria, la humillacion del hombre por el hombre y con toda clase de crueldades?....ante esta pregunta no sabran que responder, o mucho peor, basaran sus respuestas en el mismo subjetivismo infantil e irreal que les indujo a su primera afirmacion.
04/05/14 2:31 AM
  
Franco
No hay que ver al demonio en todas partes. Pero si el demonio no ayuda...
06/05/14 10:50 PM
  
RAFA MOYA
Ahora esta muy de moda decir que el infierno no existe y que al final todos nos salvaremos.
Como suele ocurrir en las herejias, sobre todo en estas clases de herejias modernas marcadas por su buenismo sensiblero, es su casi total desubicacion con respecto a la realidad objetiva.
Afirmar que todos nos salvaremos hagamos lo que hagamos, es un paradigmatico ejemplo de ese irrealismo al que me refiero, porque si el mal existe, existe precisamente porque hacemos lo que nos da la gana.
¿Como pues, que la misma formula que nos induce a hacer el mal, esto es, hacer lo que nos da la gana, podria ser tambien la misma formula que nos posibilitara la salvacion?....esto supone un absurdo contradictorio se mire como se mire, y lamentablemente en esas estamos.
07/05/14 3:09 AM
  
beto
Estimada Ma. Virginia
Creo que está Ud en la "punta del viento" en sus opiniones. Gracias por su excelente comentario acerca de la cuestión del demonio, cada vez mas rechazada su existencia por ser "politicamente incorrecto" en los católicos domesticados.
Afortunadamente, en el día de la fecha, el mismo Papa se ha referido claramente sobre la cuestión de "Mandinga" como se decía en el interior del país cuando yo era niño.

Muchas gracias por mantener viva la llama sobre el tema de referencia, considerado hoy una "superchería medioeval" por la progresía tilinga.
Saludo en Cristo, Señor de la Historia


07/05/14 4:30 AM
  
Lucia López
Está , desgraciadamente atacando a quienes creemos más sanos y seguros, nuestros adolescentes... porque como padres no les formamos en la fe que te protege a ti y a mi, sino que tontamente "les dejamos Elegir".... y ¿elegir con que información...?Puedes tu elegir sin conocimiento?
Para que mandas a tus hijos al Colegio ...¿porque no los dejas "elegir" también en eso.... el Mal sabe actuar...de eso no tengo la menor duda...y nuestra soberbia, la misma de Eva nos hace caer.....
08/05/14 11:01 PM
  
DAVID DIAZ CRIADO
1º...¡¡¡SAL DEL ARMARIO!!!
2º...¡¡¡TU MIEDO ES SU FUERZA!!!
¿recordais estas palabras?
fueron el slogan de los movimientos homosexuales
Cristianos: salid del armario y mostraos publicamente
no tengais miedo -J.Pablo II- porque tu miedo es su fuerza
Necesitamos testigos cristianos, santos y valientes...
11/05/14 11:16 PM
  
perallis
Seguramente los que no ven al demonio en ninguna parte, tampoco lo verán en el misa satánica, que se va aq celebrar hoy, si Dios no lo impide, en la Universidad de Harvard.
Propongo oración del Rosario y Adoración Eucarítstica en reparación.
Tmabien la comunión de rodillas, el uso frecuente de la confesión y la confianza en la misericordia de Dios son armas contra el demonio.
12/05/14 9:52 AM

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