(203) Carta pastoral de los obispos de Astana (Kazajistán) sobre la inalterable vigencia de la Humanae Vitae
“Muchos piensan que la enseñanza cristiana, aunque verdadera, no es viable, al menos en determinadas circunstancias. Como la Tradición de la Iglesia ha enseñado siempre, Dios no nos manda nada que sea imposible, sino quecada mandamiento también lleva aparejada la gracia que ayuda a la libertad humana a cumplirlo.” (S.Juan Pablo II, 5-6-1987)
Mientras algunos miran de soslayo la doctrina de la Iglesia, conspirando en las sombras para alterarla, ya sea disimuladamente o de manera descarada, Nuestro Señor consuela y fortalece a sus hijos concediéndoles pastores que siguen custodiando fielmente la Verdad. Se trata de la verdad que debe seguir siendo transmitida a todos los fieles y a nadie le es lícito silenciar o corromper.
Agradeciéndola de todo corazón y rogando que otros obispos recojan el ejemplo, sacudiendo respetos humanos y pusilanimidad impropia de sucesores de los Apóstoles, publicamos a continuación la Carta Pastoral que el Presidente -español- de la Conferencia de los Obispos Católicos de Kazajstán, el Arzobispo de Astana (Kazajistán) y su obispo Auxiliar, el obispo de Karaganda, el Administrador Apostólico de Atyrau y el Delegado de la Congregación para las Iglesias Orientales para los fieles greco-católicos de Kazajstán y Asia Central, han dirigido a los fieles en la fiesta de Nuestra Señora de Fátima, con motivo del próximo 50º aniversario de la Encíclica Humanae Vitae (25/7/1968). Las negritas son nuestras.

“Muchos piensan que la enseñanza cristiana, aunque verdadera, no es viable, al menos en determinadas circunstancias. Como la Tradición de la Iglesia ha enseñado siempre, Dios no nos manda nada que sea imposible, sino quecada mandamiento también lleva aparejada la gracia que ayuda a la libertad humana a cumplirlo.” (S.Juan Pablo II, 5-6-1987)
Ya se sabe muy bien que en Argentina tenemos hoy uno de los episcopados más claudicantes y vergonzosos del orbe, y que hay obispos y que hacen maravillosamente mejor el papel de lobos que de pastores, pero uno igual no se resigna fácilmente, y hay que admitir que no dejamos de sorprendernos.
“…nada puede ser más útil y glorioso a los príncipes y reyes del mundo, que el dejar a la Iglesia católica regirse por sus leyes, y no permitir a nadie que se oponga a su libertad...»(Pío VII, Epístola Encíclica Diu satis)
Hay quienes consideran que cuando uno se topa con un documento como Amoris Laetitia, plagado con numerosas ideas equívocas, lo mejor es mirar para otro lado, creyendo así contribuir a que se lo “lleve el viento”, sobre todo teniendo en cuenta que un considerable porcentaje del texto no constituye propiamente Magisterio, como claramente han señalado ya muchas voces autorizadas.