(202) Meses de batalla encarnizada...que no es política, sino ante todo sobrenatural.
Mayo es, en parte del mundo, el Mes de María. En Argentina es el mes de la Patrona de nuestra nación, la Santísima Virgen de Luján, cuya fiesta celebramos el 8 de mayo. Hoy, 13, resuenan nuevamente las profecías de Fátima, cada vez más claras en su cumplimiento, y el 24 exclamamos con toda el alma, “¡Auxilium Christianorum, ora pro nobis!”, escuchando a San Juan Bosco, que nos instaba a invocarla confiadamente, si queríamos saber qué son los milagros…
Las huestes infernales están encarnizadas como nunca en nuestro suelo americano, tratando de imponer como ley uno de los crímenes más abominables que conoció la historia, que ni ellos mismos se atreven a llamar por su nombre, aludiéndolo hipócritamente como “interrupción del embarazo”.

Frente a la locura que hemos vivido días atrás, en que multitudes de madres enajenadas pedían a gritos el “derecho” de matar a sus hijos más indefensos, un aire fresco ha recorrido ayer las calles de nuestro país:

Breve, sólo para recordar.
Nunca será bastante nuestro asombro y gratitud por los preciosos frutos con que Dios sigue consolando a este pequeño rebaño. En efecto, el Buen Pastor sabe reunirnos desde diferentes rincones de la tierra, para seguir haciendo Su obra, dándonos a gustar las delicias de la Comunión de los Santos.
Les cuento que hoy mi hija se ha sentido bastante conmocionada por encontrar en las redes sociales una abrumadora cantidad de “contactos” que creía con sentido común, arrastrada por los argumentos sensibleros de la masa, en las “marchas” del día…
“Dios decide el tiempo, y llegará el tiempo en que el Papa y el episcopado proclamarán de nuevo, con toda claridad, sin ambigüedad y con belleza, la santidad del matrimonio, y de la familia, y de la Eucaristía” (Mons. Athanasius Schneider, 15/1/18)




