(383) Argentina: jueza de "familia" condena a muerte a un niño no nacido contra la voluntad de su madre

Guadalupe

Contra toda piedad, contra todo “espíritu navideño”, contra toda tolerancia, contra todo “respeto a la diversidad”, contra todo respeto al orden natural, el titular no contiene ningún eufemismo. Una jueza de familia (¿su nombre, por favor?..sólo sabemos que Teresa Ovejero es la Presidenta de la Corte de Justicia de Salta, máxima autoridad del poder judicial de esa provincia), ordena pena de muerte para un niño, porque en última instancia, no aprueba cómo ha sido concebido.

Fijémonos bien: no se cuestiona tanto que los menores tengan relaciones sexuales o que se masturben (esto se les enseña ya en los primeros grados del colegio), pero si de esto se sigue un embarazo, ¡todos a rasgarse las vestiduras! Lo que le molesta al mundo de hoy no es el pecado ni la muerte, sino la vida y la inocencia.  La guerra es contra el Niño. ¿Alguna duda?

Y hoy, en la ciudad de Tartagal (Salta), una jovencita aborigen, de la comunidad wichi, de 12 años, embarazada de 5 meses, está siendo presionada por una jueza que no considera que deba tener a su hijo, y arremete contra la voluntad de toda la familia, incluido el padre del bebé, presuntamente de 14 años de edad, como si se tratara de la decisión sobre un animal al que es preciso castrar. Así de brutal, como si esto fuese China, pero dicen que se trata de un país civilizado (sic).

Seguramente esta jueza no se ha plantado con tanta vehemencia a la hora de velar por hacer justicia, que es su principal misión, sobre los derechos de miles de niños que no pueden defenderse y que vienen siendo corrompidos por la ley de sexualización obligatoria desde su más tierna infancia, y que lógicamente, desemboca en tantísimos embarazos adolescentes, para proveer “material” a la industria del aborto. 

Se dice que es jueza de familia, y olvida que una familia se constituye con padres e hijos, y que aquí hay una madre que quiere velar por la vida de su hijo. Tan sencillo como esto.

En el hipócrita video que presentamos aquí , con todos los lugares comunes propios de los medios del mundo, vemos el cacareo de defensa de los “pueblos originarios”, pero cuando éstos optan por defender la ley natural, se los trata como incapaces, y se llenan la boca con el estado de derecho.

Resulta que los niños, según ley vigente, siempre tendrían edad para recibir todo tipo de basura cultural que les robe la inocencia, y todo tipo de “información” para hipersexualizarse desde pequeñitos, e incluso para decidir un cambio de sexo o de vayaasaberqué, si se les dice que pueden “autopercibirse” bicicletas, pero se les niega la capacidad de defensa de sus hijos, si por especial iluminación de su ángel de la guarda, se dan cuenta que allí hay vida verdadera y un inocente que depende de ellos.

Sería interesante, en este marco, que podamos ver la presencia activa de la Iglesia a través de sus pastores, poniendo una cuota de sentido común, orden natural, y la luz del Evangelio….un poco de “sentido navideño” no vendría mal como testimonio. No nos es lícito adormecernos, aunque el crimen del aborto esté ya entronizado como Nerón en nuestra pobre patria.

No nos alcanza el espacio para muchas más cosas que quisiéramos señalar, pero el caso es que la joven madre se ha “encadenado” en un sitio público como medida de protesta en defensa de su hijo, y esperamos que este caso tenga la mayor difusión posible, ante todo para defensa de las criaturas (madre e hija), y a fin de que la jueza de familia que entiende en el caso pueda ser, como mínimo, desplazada de su cargo, y se pueda tomar unas vacaciones para hacer un cursillo sobre cómo lavar bien los platos.

Nuestra Señora de Guadalupe, ¡protege a nuestros niños!

Isabel la Católica, madre de Hispanoamérica, para que vuelva a reinar Cristo, Camino, Verdad y Vida en nuestras tierras, ¡ora pro nobis!!

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