(374) La Paz de Cristo en el Reino de Cristo - 25 años de Encuentros de Formación Católica de Bs.As.

XXV EFC

Somos tu porción, Señor, que arrebataste con tu espada y tu arco de la mano del amorreo. Espada tuya es tu lenguaje vivo y eficaz; arco tuyo tu encarnación. Somos, pues, tu parte y el pueblo de tu adquisición, que conquistaste con la palabra de la predicación y el misterio de la encarnación.” (San Bernardo de Claraval, Sentencia 13)

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“El imperio de Cristo se extiende no sólo sobre los pueblos católicos y sobre aquellos que habiendo recibido el bautismo pertenecen de derecho a la Iglesia, aunque el error los tenga extraviados o el cisma los separe de la caridad, sino que comprende también a cuantos no participan de la fe cristiana, de suerte que bajo la potestad de Jesús se halla todo el género humano” (León XIII, Enc. Annum sacrum)

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“Él es, en efecto, la fuente del bien público y privado. Fuera de Él no hay que buscar la salvación en ningún otro; pues no se ha dado a los hombres otro nombre debajo del cielo por el cual debamos salvarnos (Hch 4,12).  Él es sólo quien da la prosperidad y la felicidad verdadera, así a los individuos como a las naciones” (Quas Primas, 16)

La actualidad de esta cita de la Quas Primas, en este Centenario de la Encíclica, debería llamar a un serio examen de conciencia de parte de los fieles, y especialmente de muchos pastores que hoy aturden con su atronador silencio ante el panorama contemporáneo.publico17

Por eso nos ha parecido muy oportuno celebrar y agradecer nuestros 25 años de Encuentros de Formación Católica de Bs.As. conmemorando también ese Centenario, y asumiendo como lema “La paz de Cristo en el Reino de Cristo”, en un momento en que el deseo universal de paz corre el riesgo de confundir la Paz verdadera con su falsificación: la que ofrece el mundo, con la expresa condición de asumir todas sus máximas.

En efecto, así como el Pueblo de Dios fue conducido a la espera del Mesías a través de los profetas,  paralelamente la Iglesia, puede permanecer fielmente en vela esperando el regreso del Esposo a través de la palabra de gloriosos pontífices en el auténtico Magisterio de la Iglesia, que en consonancia con la Tradición han denunciado al mundo –hijo del padre de la Mentira- como enemigo de Cristo y de su Reino. Por esa razón nos ha advertido Nuestro Señor que “Si ustedes pertenecieran al mundo, el mundo los amaría como suyos. Pero como no pertenecen al mundo, sino que yo los elegí del mundo, por eso el mundo los odia” (Jn. 15, 19)

Este mundo no es ni puede ser nunca “modelo” para la Iglesia, sino al contrario, aquel ante quien los cristianos han de ponerse en guardia y por eso, precisamente, se ha de llamar a la conversión.

Pero no obstante en nuestros días asistimos a una grave subversión de todas las cosas, en la que el enemigo es propuesto como aliado y maestro, y así se van vaciando de sentido ciertos pilares fundamentales de nuestra fe, entre los cuales se halla el Reinado de Cristo sobre todo el universo,

“no sólo porque en El  la voluntad humana está entera y perfectamente sometida a la santa voluntad divina, sino también porque con sus mociones e inspiraciones influye en nuestra libre voluntad y la enciende en nobilísimos propósitos. Finalmente, se dice con verdad que Cristo reina en los corazones de los hombres porque, con su supereminente caridad[1] y con su mansedumbre y benignidad, se hace amar por las almas de manera que jamás nadie —entre todos los nacidos— ha sido ni será nunca tan amado como Cristo Jesús. Mas, entrando ahora de lleno en el asunto, es evidente que también en sentido propio y estricto le pertenece a Jesucristo como hombre el título y la potestad de Rey; pues sólo en cuanto hombre se dice de El que recibió del Padre la potestad, el honor y el reino[2]; porque como Verbo de Dios, cuya sustancia es idéntica a la del Padre, no puede menos de tener común con él lo que es propio de la divinidad y, por tanto, poseer también como el Padre el mismo imperio supremo y absolutísimo sobre todas las criaturas.” (Quas Primas, 6)

En efecto, la impostura mayúscula pregona un pseudocristianismo, blasfemiachinda insolente que a despecho de la sangre del Cordero y de los verdaderos testigos, pretende conciliar al Rey del universo con todos sus verdugos, rebajándolo al nivel de “uno más” entre los ídolos y demonios de la feria de las religiones demo(nio)cráticas. Lo que no logró el Imperio Romano en el circo, lo ha conseguido en miles de conciencias la prédica revolucionaria con su aliado más exquisito, el modernismo religioso, hoy en su apoteosis.

Hay muchos católicos, y también sacerdotes, que dicen estas cosas abiertamente; ¡y se jactan de que van a reformar la Iglesia con estos delirios! (…) toda religión, incluso la pagana, debe considerarse verdadera. (…)  En el conflicto entre diferentes religiones, lo máximo que los modernistas pueden sostener es que la católica posee más verdad porque es más viva y que merece con mayor razón el nombre de cristiana porque se corresponde más plenamente con los orígenes del cristianismo. (…) Pero lo sorprendente es que haya católicos y sacerdotes que, nos gustaría creer, aborrecen tales atrocidades, pero actúan como si las aprobaran plenamente. Porque colman de tales elogios y conceden tal honor público a los maestros de estos errores, que dan lugar a la creencia de que su admiración no se dirige sólo a las personas, que tal vez no estén desprovistas de cierto mérito, sino más bien a los errores que estas personas profesan abiertamente y que hacen todo lo posible por propagar.” (Pascendi, 14)

EFCvariosToda correspondencia con la tibieza y clara apostasía eclesial, no es mera coincidencia. ¿Y cuántos son los católicos que, con muy buena conciencia, se han tragado y naturalizado la firma de tratados apóstatas como el de Abu Dhabi, o que celebran en estos días un farsante “tratado de paz” mundana, cimentado sobre el exterminio sistemático de cristianos, bajo el imperio de la Sinagoga de Satanás?  

Dios nos libre de gloriarnos en la paz que sólo puede ofrecer el mundo, y que El nos conceda en cambio, permanecer hasta el último suspiro “con las armas en la mano” para librar fielmente el buen combate de la fe, aún al precio amargo de la soledad, porque hay una gran multitud que nos consuela: “vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos.” (Ap. 7, 9)

Por esa razón, celebramos nuestros 25 años de Encuentros juntamente con el centenario de la Quas Primas, no sólo como mera memoria sino con ánimo de encender y despertar conciencias, bajo el lema “La Paz de Cristo en el Reino de Cristo”.

Estos 25 años nos obligan a una profunda acción de gracias por innumerables dones recibidos y por haber podido contribuir a la esperanza en el reinado de Cristo gracias al apoyo inestimable de ciertos amigos incondicionales y entrañables (como Javier, Liliana, Cecilia, entre otros) y a la presencia de muchas de las más lúcidas voces católicas de nuestra época –algunos de los cuales ya han dejado el peregrinar terrestre-, entre las que mencionamos a Alberto Caturelli, Alfredo Sáenz s.j., Carmelo Palumbo, Horacio Bojorge s.j., Mons. Areas Rifán; Mons. Antonio Baseotto, Fray Pablo Sáenz; Federico Mihura Seeber, el p. Juan C. Sanahuja; Mons. Caffara, Mons. Nicola Bux, Mons. Raymond Burke, Don Ennio Innocenti; Hugo Verdera; Stan Popescu; Chinda Brandolino, p. Ignacio Andereggen; Tte.Cnel. Santiago Alonso; Zelmira Seligmann; Guillermo Rojas; Enrique Díaz Araujo; Aníbal D’Angelo Rodriguez; Rafael Breide Obeid; Mónica del Río; Victor Basterretche; p. Víctor Sequeiros, Fray Guido Casillo; p. Javier Olivera, Carlos Reyes; Mons. Charbel Mehri; Delia Buisel, Amparo Medina; Bernardino Montejano; Hna. Julia Corengia m.d.; Hna. M. de las Victorias Cuello m.d.; Gerardo Palacios Hardy; p. Ramiro Sáenz; el p. Jorge Hidalgo; Martín Viano; p. Miguel Ángel Fuentes ive; p. Gonzalo Gelonch ive; Juan Carlos Monedero; p. Luis Murri; Ernesto y Silvina Alonso; Jordán Abud; Fray Antonio Miguel Padilla; Antonio y Mario Caponnetto, y últimamente el p. Carlos Spahn y Mons. Athanasius Schneider.

En efecto, en estos 25 años hemos sido asociados por pura gracia a muchos testigos de Cristo Rey, pese a los apóstatas, para no perder la esperanza, y recibirla como antorcha encendida que hay que mantener ardiendo para seguir anunciando y denunciando -a tiempo y a destiempo-, en pro de la verdadera Paz tan implorada, alertando sobre sus falsificaciones, que adormecen a los centinelas y desarman a los soldados de Cristo para la batalla decisiva. 

publico17Y como la principal fuerza del cristiano brota de la Liturgia, no podemos dejar de mencionar la gracia de haber contado cada año con la celebración de la Santa Misa Tradicional, tan atacada hoy por los enemigos de Cristo Rey, y haber podido vivir también más de una vez en estos años, el esplendor maravilloso de los ritos católicos orientales -bizantino, armenio, maronita-.

Por eso es una gloria ver que muchos niños que conocimos hace años, son ya hombres que se acercan para llenar las alforjas del alma y sumarse a la lid en que los iniciaron sus mayores. Nunca dejaremos de celebrar el gozo del reencuentro con familias que han ido creciendo a lo largo de estos años en número de hijos, pero también en fidelidad a la fe.  Servir a las familias católicas siempre ha sido un interés privilegiado de los Encuentros, contando con un espacio para los niños, mientras los padres aprovechan el tiempo de las conferencias.

Con la mirada en perspectiva, descubrimos hoy combates que hace una o dos décadas parecían inverosímiles, y provocaban la sonrisa burlona de muchos incrédulos que hoy se rasgan las vestiduras o miran para otro lado, negándose a dar el brazo a torcer ante las evidencias, en el campo eclesial, político, legislativo, y en el panorama internacional.

Así, no podemos dejar de hacer memoria de algunos de los temas que en todos estos años hemos abordado, y que en algunos casos, esperamos ver publicados: «Psicología y espiritualidad católica»; «El liberalismo es pecado»; «Los últimos tiempos»; «La familia, estandarte y trinchera»; «Educación para tiempos difíciles»; «Las leyes del desorden»; «La Liturgia, fuente y expresión de la fe»; «Tradición y espiriitualidad católica»; «La tiranía del NOM»; «La política del bien común»; «Verdad, belleza e ideología»; «Fe y Patria»; «Modernismo y Teología de la Liberación»; «Nuestra Señora y la Iglesia», “Amor y verdad en tiempo de definiciones", y otros..

Vemos así pasar las modas y caprichos, pero se ve asimismo imperecedera la voz unánime de los testigos de Cristo Rey, cumpliéndose una a una, todas sus advertencias. Pero, ¡ay del Israel histórico que no escuchó a sus profetas, y por eso no pudo reconocer al Mesías, y Ay del Nuevo Israel –la Iglesia-,  que ha renegado de su Tradición, amancebándose con los reyes de este mundo! Y así se alaba la mansedumbre ante los herejes y enemigos de la Cruz, pero se resiste fuertemente el sometimiento de las naciones y las conciencias a una única Verdad, la que permanece siempre joven, lozana, seductora.

A ella nos debemos. Ella nos guarda, bajo el manto de Nuestra Señora.

Por eso nunca hemos de dar lugar para el desánimo. Los mártires son el grito de Esperanza que no claudica.

Levantemos la cabeza entonces, pese a todo, porque Cristo vence, reina e impera.

¡Viva Cristo Rey y su Santísima Madre, nuestra Reina!

Temario y expositores:

Ficha de inscripción  (consultar por grupos y familias; descuento especial a estudiantes).

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Para seguir formando sólidamente nuestra FE: 

EdicHisp- Argentina: Ediciones Del Alcázar – Librería Santiago Apóstol (+549)11599 09239 /[email protected]

- Chile: Ediciones Turris Eburnea [email protected]

- Perú: Asociación Domus Aurea (+51) 983 435 321 (Javier Gutiérrez)

- Méjico: Ed. M. Auxiliadora +52 1 442 335 2946 Méjico

- Ecuador: Editorial Dios no muere - +593 99 380 0044
- Colombia: Centro Cultural Cruzada (Dir.: Luis Fernando Escobar Duque) 57 3012061112 [email protected]

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1 comentario

  
LJ
¡Felicitaciones por los Encuentros! Hay que ir y predicar.
Que den buenos frutos.
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V.G.: Muchas gracias LJ; en unión de oraciones!
21/10/25 1:15 PM

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