(2) La belleza del combate
Con el alma en vilo rogando por la paz en Siria, puede parecer desconcertante el título de este artículo, y sin embargo no es así. Porque en algunos corazones que claman por la paz, precisamente, se asoman a veces las peligrosas garras del desánimo y la resignación, y que pueden incluso ser máscaras de la pereza.
Y es que entre las muchas antinomias que contaminan nuestra fe, y por ende nuestro corazón, está esa -falaz, por cierto- que opone la paz al combate, o identifica a éste con la mera violencia. Es peligroso hacer interpretaciones a la ligera… Nos parece preciso, entonces, detenernos un poco, porque la identificación de términos que no son sinónimos puede acarrear en este caso, daños en el corazón mismo de nuestra conciencia.