(124) Hiroshima y Nagasaki: un espisodio de la Guerra que continúa...
Cuando uno se va acostumbrando a recibir noticias sobre individuos que celebran decapitaciones e incineraciones humanas como quien hace un brindis, nos preguntamos si hay algo peor; si habrá algo que pueda superar el nivel de horror del que son capaces esos personajes.
Pero aquí hay una gran amnesia e hipocresía… Ante cada nuevo atentado que se adjudican los grupos musulmanes, nos rasgamos las vestiduras como si la amenaza que se cierne sobre Occidente viniera a entorpecer la “pacífica convivencia” del mundo presuntamente civilizado. Se anatematiza el terrorismo, focalizando la cuestión en oriente, como si hubiera que encapsular un virus, para que no cunda la epidemia… Y se olvida que occidente -precisamente por haber dejado de ser cristiano- hace rato que está engangrenado, y lógicamente, cuanto más enfermo y corrupto está un cuerpo, más susceptible es de ser comido por las moscas y gusanos. ¿El problema son las moscas? No; la gangrena. Problema mayúsculo, cuando hace décadas que da muestras de su avance, y se prefiere mirar para otro lado, festejando como enajenados los progresos (sic)… de la infección. ¿Quiero minimizar con esto el avance islámico? En absoluto; pero pienso que esto es sólo una consecuencia de nuestra desidia. O dicho en otras palabras, este es sólo un nuevo episodio de una guerra-amenaza mayor, que podemos decir que es siempre la misma…Pero ya no se la reconoce como tal.

Castigat ridendo mores
Hay multitud de fieles que creen que la fidelidad exige una obediencia ciega, de renuncia al sentido común y a la prudencia, y obsecuencia ante toda autoridad, sobre todo si se trata de autoridad religiosa.
Aclara San Bernardo que es por obediencia a un obispo por lo que se determina a escribir el tratado que lleva por nombre “Sobre las costumbres y oficios de los obispos”, que como la gran mayoría de las obras de los santos, sigue conservando vigencia frente a mucho palabrerío contemporáneo que finalmente se lleva el viento.
Hay ciertos grupos religiosos que se definen por el seguimiento de un determinado “líder” espiritual, o por el apego a una serie de ”prácticas rituales”.




