(46) La humildad en la verdad...¿y qué hacer con tantos sonsos?

cananea peterLastman

“Humildad es andar en verdad”, recordaba Sta. Teresa, y sin embargo, hoy es tan grande la subversión del sentido común, que no sólo no se advierte la estrecha relación entre ambos términos, sino que a menudo, incluso, se los presenta como opuestos.

Con el evangelio de la mujer Cananea, uno tiene que escuchar hoy a iluminados predicadores que parecen haber descubierto la pólvora porque “¡Jesús quiere salvar a todo el mundo, no sólo a los católicos!” Y basta una vuelta de cuerda, para que se disparen como un Ford A arremetiendo contra las genuinas misiones católicas, la Conquista de América, la intolerancia, las Cruzadas, y blablablá…Porque gracias a Dios, por fin hoy “la Iglesia se ha abierto reconociendo que no podemos pedir a otros que tengan nuestra misma fe para salvarse”. La “fe” a secas, si es sincera (¿?), lo convierte a uno en persona idónea con el pasaporte ya sellado para el Banquete Celestial, donde Dios Padre nos espera a la mesa junto a Mahoma, Krishnamurti, la Pachamama y el Gauchito Gil, poco más o menos. Hay que ser “abiertos” ante todo.

En efecto, se han ido formando dos campos semánticos antagónicos e irreconciliables (pues su matriz es esencialmente dialéctica) de términos que se presentan recurrentemente en catequesis, homilías, pasquines y otras yerbas modernistas al simple fiel, hasta que éste algún buen día es capaz de repetir y asociar mecánicamente, vacunado eficazmente contra la lógica, el buen sentido, y por supuesto, la fe verdadera. Cada campo consta de términos equivalentes, que pueden ser usados para confeccionar postales, tarjetas de cumpleaños, y hasta discursos académicos y declaraciones “pastorales”, garantizándose con su uso el aplauso del mundo sin necesidad de esfuerzo alguno de la razón, ya que se activan accionando la palanca de la sensación y el sentimiento, solamente.

Se halla así, en el extremo “positivo”, la serie: humildad, pobreza, ignorancia, error, ecumenismo, tolerancia, creatividad, unidad, diálogo, alegría, paz, libertad, apertura, misericordia, amor, luz, colores (y si quieren, podemos agregar estrellitas…).

En el extremo opuesto, “negativo”, encontramos lo que podríamos llamar los términos proscriptos: verdad, soberbia, justicia, fidelidad, oscuridad, Cruz, represión, tristeza, dolor, aburrimiento, guerra, intolerancia, ley, pecado, castigo, odio, violencia, división, cerramiento.

Así, quien está convencido de una verdad o fe única es principalmente, soberbio, además de aburrido, cerrado, intolerante, promueve la guerra y la división, y seguramente es sospechoso de atentar contra los derechos humanos si se presenta una oportunidad.

Como se advierte, en ambos campos hallamos virtudes inequívocas (verdad, paz, humildad, justicia, etc.), junto a meras pasiones (siempre neutras) o términos relativos, que requieren una redefinición, por las tergiversaciones que han sufrido por parte de diversas ideologías (ej. Libertad; ecumenismo, intolerancia, violencia).

Expliquémonos: si el odio se aplica, por ejemplo, al pecado, no es un mal, y por el contrario, si el amor es desordenado, se trata claramente de un mal, moralmente hablando. Pues como señala el Catecismo de la Iglesia Católica, al tratar sobre la moralidad de las pasiones:

1767 En sí mismas, no son buenas ni malas. Sólo reciben calificación moral en la medida en que dependen de la razón y de la voluntad. Las pasiones se llaman voluntarias “o porque están ordenadas por la voluntad, o porque la voluntad no se opone a ellas” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 1-2, q. 24, a.1, c). Pertenece a la perfección del bien moral o humano el que las pasiones estén reguladas por la razón (Sto. Tomás, Summa theologiae, 1-2, q. 24, a.3, c).

1768 Los sentimientos más profundos no deciden ni la moralidad, ni la santidad de las personas; (…) Las pasiones son moralmente buenas cuando contribuyen a una acción buena, y malas en el caso contrario.

Volviendo entonces al punto de partida, debemos admitir que sólo el humilde es capaz de alcanzar la verdad, porque sólo quien se sabe pequeño, inferior a ella, es capaz de respetarla, no tratando de manipularla a su antojo, ni pisotearla por respetos humanos.

Parece urgente, entonces, recuperar la cabeza, para poder así descubrir y agradecer el esplendor de la verdad. Sólo ante ella se descubre nuestra auténtica pobreza, y entonces podemos pedir la gracia de la humildad, roca firme para cimentar cualquier edificio espiritual.

Chesterton, el lúcido converso, pudo reconocer ese esplendor de la Verdad porque era humilde, y sabía que “al entrar en la Iglesia hay que sacarse el sombrero, pero no la cabeza.” (¿será por esto que tantas veces se ha castigado en la historia a los católicos “cerrados” con la decapitación?)

La cananea del evangelio tuvo acceso al milagro por su fe, pero también, sin duda, por su humildad ante la verdad que es Cristo mismo. No argumentó desde sus “derechos” sino desde la oración de súplica insistente, propia de quien se reconoce pobre.

Pero entonces, si la verdad es una, y estos presuntos humildes que pululan por ahí dicen otra cosa, ¿qué pensar de ellos? Concedamos que a veces son “buena gente", pero…¡a cuántos arrastran al precipicio de la confusión y apostasía! ¿Son “malos"?

Mmm….no, a veces “sólo son sonsos", pero nadie puede negar que pueden ser una peligrosa epidemia, como decía el p. Castellani en su poemita “Los infiniti-número”:

Dígame, padre, y no mienta:
de los sonsos que hace Dios,
¿nacen cada día treinta
y mueren al año dos?
¡Qué quiere!
El sonso nunca se acaba;
cuando algún sonso se muere
la sonsa queda preñada.

Hay que conservar la cría;
si Dios los hace es por algo…
díganme lo que sería
un conjunto puro hidalgo.
¡Qué apuro!
Era de salir rajando…
es gran cosa un sonso puro
con tal que no tenga mando
.

10 comentarios

  
Antonio1
· “La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones es verdadero y santo. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, aunque discrepen en varios de los puntos que ella mantiene y propone, sin embargo, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres” (NA 2).
· Teniendo un sólo origen: Dios, y teniendo también un sólo fin: Dios, las religiones no-cristianas contienen rayos de bondad, “elementos de verdad y de gracia como por una casi secreta presencia de Dios” (AG 9).

¿Qué parte de estos textos del magisterio de la Iglesia no ha comprendido usted? Que Cristo sea la Verdad y toda la salvación provenga de Él no es óbice para no matizar sus palabras para ajustarse al magisterio de la Iglesia.
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V.G.: Repito mi invitación, Antonio, a buscar otro sitio en que encuentre condiciones más propicias para su paz espiritual, si éste no es de su agrado. Personalmente comprendo -no sé si a ud. le pasa lo mismo- que los textos del Magisterio deben leerse siempre a la luz de toda la tradición, y que la Iglesia Católica no tiene mi edad, sino 2000 años.
Fíjese ud. qué parte del Catecismo de la Iglesia Católica cree que debemos cambiar en lo tocante a este tema:
III Una sola fe:
172 Desde siglos, a través de muchas lenguas, culturas, pueblos y naciones, la Iglesia no cesa de confesar su única fe, recibida de un solo Señor, transmitida por un solo bautismo, enraizada en la convicción de que todos los hombres no tienen más que un solo Dios y Padre (cf. Ef 4,4-6). San Ireneo de Lyon, testigo de esta fe, declara:
173 "La Iglesia, diseminada por el mundo entero hasta los confines de la tierra, recibió de los Apóstoles y de sus discípulos la fe [...] guarda diligentemente la predicación [...] y la fe recibida, habitando como en una única casa; y su fe es igual en todas partes, como si tuviera una sola alma y un solo corazón, y cuanto predica, enseña y transmite, lo hace al unísono, como si tuviera una sola boca" (Adversus haereses, 1, 10,1-2).
174 "Porque, aunque las lenguas difieren a través del mundo, el contenido de la Tradición es uno e idéntico. "El mensaje de la Iglesia es, pues, verídico y sólido, ya que en ella aparece un solo camino de salvación a través del mundo entero" (Ibíd. 5,20,1).
175 "Esta fe que hemos recibido de la Iglesia, la guardamos con cuidado, porque sin cesar, bajo la acción del Espíritu de Dios, como un contenido de gran valor encerrado en un vaso excelente, rejuvenece y hace rejuvenecer el vaso mismo que la contiene" (Ibíd., 3,24,1).

2087 Nuestra vida moral tiene su fuente en la fe en Dios que nos revela su amor. San Pablo habla de la “obediencia de la fe” (Rm 1, 5; 16, 26) como de la primera obligación. Hace ver en el “desconocimiento de Dios” el principio y la explicación de todas las desviaciones morales (cf Rm 1, 18-32). Nuestro deber para con Dios es creer en Él y dar testimonio de Él.
2088 El primer mandamiento nos pide que alimentemos y guardemos con prudencia y vigilancia nuestra fe y que rechacemos todo lo que se opone a ella. Hay diversas maneras de pecar contra la fe (…).
SOBRE LA LIBERTAD RELIGIOSA:
2104 “Todos los hombres [...] están obligados a buscar la verdad, sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla y practicarla” (DH 1). Este deber se desprende de “su misma naturaleza” (DH 2). No contradice al “respeto sincero” hacia las diversas religiones, que “no pocas veces reflejan, sin embargo, [...] un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres” (NA 2), ni a la exigencia de la caridad que empuja a los cristianos “a tratar con amor, prudencia y paciencia a los hombres que viven en el error o en la ignorancia de la fe” (DH 14).
(¿Comprende ud. la diferencia entre tratar con caridad a quien está en el error, y decirle que está en la verdad, renunciando a la evangelización?)

2105 El deber de rendir a Dios un culto auténtico corresponde al hombre individual y socialmente considerado. Esa es “la doctrina tradicional católica sobre el deber moral de los hombres y de las sociedades respecto a la religión verdadera y a la única Iglesia de Cristo” (DH 1). Al evangelizar sin cesar a los hombres, la Iglesia trabaja para que puedan “informar con el espíritu cristiano el pensamiento y las costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en la que cada uno vive” (AA 13).
Deber social de los cristianos es respetar y suscitar en cada hombre el amor de la verdad y del bien. Les exige dar a conocer el culto de la única verdadera religión, que subsiste en la Iglesia católica y apostólica (cf DH 1). Los cristianos son llamados a ser la luz del mundo (cf AA 13). La Iglesia manifiesta así la realeza de Cristo sobre toda la creación y, en particular, sobre las sociedades humanas (cf León XIII, Carta enc. Immortale Dei; Pío XI, Carta enc. Quas primas).

2108 El derecho a la libertad religiosa NO es ni la permisión moral de adherirse al error (cf León XIII, Carta enc. Libertas praestantissimum), ni un supuesto derecho al error (cf Pío XII, discurso 6 diciembre 1953), sino un derecho natural de la persona humana a la libertad civil, es decir, a la inmunidad de coacción exterior, en los justos límites, en materia religiosa por parte del poder político. Este derecho natural debe ser reconocido en el ordenamiento jurídico de la sociedad de manera que constituya un derecho civil (cf DH 2).

III. “No habrá para ti otros dioses delante de mí”
2110 El primer mandamiento prohíbe honrar a dioses distintos del Único Señor que se ha revelado a su pueblo. Proscribe la superstición y la irreligión.

Podríamos seguir, pero nos extendemos. En este portal hay varios artículos con relación al RECTO sentido de la libertad religiosa, que no tiene nada que ver con el sincretismo relativista que padecemos. El que tengamos que aclarar esto, y esta misma divergencia entre nosotros, es una muestra cabal de la peste que este malentendido significa.


18/08/14 9:59 AM
  
Néstor
"Stultorum infinitus est numerus", dice la Escritura, y dicen que una versión adaptada del dicho bíblico la formuló el cirquero norteamericano Barnum para explicar el secreto de su éxito: "Every minute a sucker is born" (a cada minuto nace un tonto). Por otra parte, dicen que un místico musulmán de la Edad Media formuló aterrorizado la siguiente profecía: "Llegará el tiempo en que los tontos tendrán autoridad sobre los inteligentes". Lo cual nos hace sentir nostalgia de aquellos tiempos en que tal situación era vista como un horror futuro. Ahora bien, también es cierto que puede ser que los que no se consideran tontos deban finalmente su salvación a las oraciones de alguno que podría ser clasificado en ese rubro. Y que ellos mismos figuren en ese rubro en la lista de alguien. Algo así dice Sciacca en su libro "El oscurecimiento de la inteligencia"; donde trata del predominio histórico de la estupidez en el Occidente moderno. Lo que sí es cierto es que si está en manos de uno, hay que tratar de evitar que lleguen a tener autoridad.

Saludos cordiales
18/08/14 1:01 PM
  
Ricardo de Argentina
Días atrás concurrí a compartir el Día del Párroco con mis parroquianos y el protagonista, nuestro buen cura.
Era en el Jardín de Infantes dirigido por las religiosas adjuntas a la parroquia. Buenas chicas, pero bastante progres. El cura hace lo que puede, que no es ni poco ni mucho. Pero lo que puede, hace. Y lo que no puede, agua y ajo, que tenemos obispo, que para ciertas cosas manda.

Al entrar nomás leo en lugar destacado las "Normas de Convivencia", esos recitados de los "valores" que han de guiar a la "comunidad educativa". Antes eso era innecesario porque se suponía la vigencia del Decálogo, ahora en cambio hay que "consensuar" los "valores".

¿A qué voy con todo esto? A que en la lista de los tales "valores" había muchos de los tópicos "positivos" que mencionas, Virginia. Que son los lugares comunes que la corrección política señala para "lo que deben ser los buenos católicos". Y que estas monjitas, por lo que se ve, se lo han creído.

Ésta es la mala noticia. Que también está la buena: las monjitas, poco a poco, están cambiando. Y para bien.
18/08/14 2:32 PM
  
Juan Argento
La cita al comienzo del comentario de Néstor me intrigó, y aprovecho para aportar algunos datos. Básicamente, en la traduccion de ese pasaje S. Jerónimo "se zarpó", apartandose del original hebreo, por lo que la frase ya no viene en ninguna traduccion moderna.
Pueden leer la historia en este enlace:
cvc.cervantes.es/trujaman/anteriores/octubre_13/30102013.htm

Cito para confirmar esta afirmacion:
Nova Vulgata (1979) de vatican.va:
Quod est curvum, rectum fieri non potest;/ et, quod deficiens est, numerari non potest.

Biblia de Jerusalén:
Lo torcido no puede enderezarse, / lo que falta no se puede contar.

Biblia del P. Junemann (traduccion LITERAL de la version griega de los LXX):
Lo torcido no se podrá exornar; / y lo que falta, no se podrá contar.
El caso de este versículo ya debe haber tenido cierta fama en 1928, porque el P. Junemann en nota al pie agrega las traducciones del texto hebreo masorético y del texto latino de la Vulgata:

H: Lo torcido no puede ser derecho / y lo que falta no se puede contar.

V: Los perversos difícilmente se corrigen,
y de los necios infinito es el número.

18/08/14 5:49 PM
  
Alf_3
Hace menos de un año oí al párroco, hacer su homilía con uno de esos pensamientos políticamente correctos. Creyó que sería una 'buena' homilía( por cierto, era admirador de Pagola).
Desgraciadamente es tanto el avance de esta ideología de frases bonitas, que ya ha impregnado a buena parte de la sociedad. Ahora nos parece que Jalil Gibran, Coelho y tantos otros, son los 'gurús' a quien seguir, contra la Verdad que nos hace libres.
Hasta cuándo, Señor.
18/08/14 11:25 PM
  
Marcos
Reflexionemos sobre este tema releyendo "El nuevo gobierno de Sancho" del querido Padre Leonardo Castellani.
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V.G.:¡Completamente, Marcos! Gracias por la mención; porque si se trata de ofrecer citas, uno no sabe con cuál quedarse.
19/08/14 2:19 PM
  
Antonio1
Todo lo que usted dice es obvio. Gracias por recordarlo. Ya lo hice yo primero al decir que toda salvación viene de Cristo. Pero siendo verdad lo que usted y yo decimos y aceptamos, lo que no me queda claro es que usted acepte el magisterio de la Nostra Aetate. De su artículo se desprende más bien lo vontrarrio.

Estoy muy lejos de ser relativista. Con etiquetas no se argumenta.
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V.G.: Antonio, para su tranquilidad, acepto el Magisterio "completito", como bloque: no el de Nostra Aetate por aquí y el de la Dominus Iesus por allá. Como en la Sagrada Escritura, no pretendo descuartizar a Cristo. Pienso que el único modo de comprenderlo es a la luz de la Tradición, como nos enseña la Iglesia. Sólo a la luz de ella, se puede comprender el sentido de párrafos que si se sacan de contexto, pueden parecer contradictorios o novedosos...
19/08/14 8:32 PM
  
Antonio1
¿Pero usted aprecia lo que de bueno y santo hay en otras religiones?
¿Usted cree que no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres? ¿Usted reconoce, guarda y promueve aquellos bienes espirituales y morales, así como los valores socio-culturales que en ellos existen?
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V.G.: Antonio, le aseguro que pese a mi apariencia peluda y con colmillos, no ando por la vida cocinando herejes ni paganos, créame. Por supuesto que si se trata de bienes espirituales y morales, los reconozco en quienquiera que sea, y desde ya, en ellos debemos apoyarnos para seguir acercándonos a quienes aún no alcanzan la verdad completa contenida en la revelación. Pero esto no significa para nada "guardar y promover" las religiones o creencias en sí mismas, que por pura misericordia de Dios contienen -a su pesar- esos "destellos de verdad". Vale decir: si PESE A SER religiones falsas contienen elementos de verdad, ello no nos habilita para alabar sus falsedades, sino que debe ser estímulo para confiar en la posibilidad de sus miembros de alcanzar TODA la verdad. "Ay de mí si no evangelizara..."
19/08/14 11:30 PM
  
Juan Argento
Sobre la declaración Nostra Aetate, puede ser útil leer un pasaje de un artículo que Benedicto XVI publicó en L'Osservatore Romano el 11 de octubre de 2012. Por un lado, a mi juicio, el Papa eligió ese formato para poder hablar con libertad, sin las restricciones de un documento magisterial. Pero por otro lado, es lo que personalmente pensaba Benedicto XVI, no un lefebvriano ni un filolefebvriano. Por lo tanto, expresa una posicion legitima y prudente para un catolico.

www.vatican.va/special/annus_fidei/documents/annus-fidei_bxvi_inedito-50-concilio_sp.html

Esto dice sobre la declaración Nostra Aetate:
Por último, creció la intuición de que era justo hablar también de otras dos grandes religiones — el hinduismo y el budismo —, así como del tema de la religión en general. A eso se añadió luego espontáneamente una breve instrucción sobre el diálogo y la colaboración con las religiones, cuyos valores espirituales, morales y socioculturales debían ser reconocidos, conservados y desarrollados (n. 2). Así, en un documento preciso y extraordinariamente denso, se inauguró un tema cuya importancia todavía no era previsible en aquel momento. La tarea que ello implica, el esfuerzo que es necesario hacer aún para distinguir, clarificar y comprender, resulta cada vez más patente. En el proceso de recepción activa poco a poco se fue viendo también una debilidad de este texto de por sí extraordinario: habla de las religiones sólo de un modo positivo, ignorando las formas enfermizas y distorsionadas de religión, que desde el punto de vista histórico y teológico tienen un gran alcance; por eso la fe cristiana ha sido muy crítica desde el principio respecto a la religión, tanto hacia el interior como hacia el exterior.

Nótese "debilidad de este texto" y "recepción activa".

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V.G.: Muy oportuno aporte, Juan, muchas gracias.
20/08/14 5:38 AM
  
Antonio1
"Por supuesto que si se trata de bienes espirituales y morales, los reconozco en quienquiera que sea."
Pues estupendo entonces.
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V.G.: Celebraré esta coincidencia entre ambos como un especial regalo de San Bernardo, jajaja!
20/08/14 9:21 PM

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