(29)...Batallando como ovejas, palomas y serpientes

estampida Un comentarista del post anterior, señalaba “¿cómo les hacemos ver a nuestros hermanos bautizados que estamos en un combate con el Mundo (ONU incluida)?”

Esta es una inquietud que se presenta hoy a más de un fiel que empieza a comprender la seriedad de la cosa, y que sigue rodeado de una multitud que prefiere mirar para otro lado y quiere hacernos creer que estamos locos, que no hay motivo de alarma. Y sí…convengamos que no es muy alentador mirar con estupor la llegada de una estampida de elefantes a la sala llena de cristales, señalarla, y comprobar que algunos, en vez de defenderse de ello, buscan rápidamente un chaleco de fuerza para nosotros, diciendo “¿Qué elefante? No…¡si es un pajarito!”.

Efectivamente, hay todavía a nuestro alrededor una gran cantidad de cristianos que se resisten firmemente a creer en la oposición frontal entre muchas máximas y “dogmas” del mundo contemporáneo, y los principios evangélicos. Y esto entraña un grave peligro ante el que hay que prevenirse.

En ese peligro vemos caer a veces a algunos católicos muy “lúcidos” (¿lo son realmente?), de creer que frente a tamaña invasión de basura de todo tipo -moral, educativa, estética, pseudoreligiosa- que nos rodea con el sello inconfundible de la mentira, ya casi no hay lugar para que se ventile francamente la verdad, sin que sea de inmediato pisoteada o escarnecida. Se piensa entonces que sólo queda sentarse a esperar el regreso de Nuestro Señor, atrincherándose lo mejor posible en “guettos” para no contaminarse, mirando por la ventana cómo se pudre el prójimo, arrastrado por la corriente.

Creo que en todas las épocas de la Iglesia, la peste de los “purísimos” ha estado pululando ante las murallas del alcázar de la fe.

Es preciso por eso estar alerta frente al consorcio del Desánimo con la Soberbia, porque su herencia es un erial inconmensurable.

Y no obstante todo el macabro panorama, lo cierto es que no nos es lícito el cansancio o la renuncia al apostolado de la Verdad, porque al fin y al cabo, ¿quiénes somos nosotros para pedir cuentas de la siembra?

Hay almas empedernidas a las que décadas de prédica de familiares o amigos no hace la menor mella, y un buen día, sin saber cómo, llega el momento de la gracia, y comienzan a ver, amar y vivir la Verdad iluminando todo lo que rozan.

Por supuesto que no se puede vivir pidiendo tampoco a todos una conversión del tipo de la de San Pablo, pero también sería una injuria a Dios pensar que las grandes y profundas conversiones son cosa del pasado. Frente a todas nuestras previsiones, el sol de la gracia se alza cada día siempre nuevo, inesperado y fecundante.

amedinaAmparo Medina es una ecuatoriana que luego de una conversión “como la de Damasco”, tras haber sido guerrillera, luchadora pro-aborto y funcionaria del Fondo de Población de la O.N.U. , pasó a ser una ferviente católica y es vivo testimonio de las maravillas de la gracia. Hoy es presidenta de la Red Pro Vida de Ecuador, y una de las más claras voces que advierten sobre las Leyes de Salud Sexual y Reproductiva que promueven en Hispanoamérica los grandes organismos internacionales. Personalmente, agradecimos el haberla conocido el año pasado para el XVI Encuentro de Formación Católica de Bs. As. , y creemos que difundir su experiencia puede ser de gran ayuda para muchos que no terminan de ver “los elefantes”. Aunque hay en la web varias conferencias suyas que recomendamos vivamente, dejamos aquí un video de una breve esposición suya ante la Asamblea Nacional del Ecuador (órgano que en ese país ejerce el Poder legislativo).

¿Qué nos toca entonces, ante la incredulidad no sólo de la fe verdadera, sino de la Verdad, a secas, de nuestros semejantes? No claudicar, por el contrario, en el servicio a Ella “a tiempo y a destiempo” (2Tim.4,2). La doctrina católica acerca del mundo es bastante clara, pero a veces es bueno refrescarla.

No es preciso dedicarse profesionalmente a los Medios de Comunicación para ser responsables de la difusión de la verdad; en un tiempo en que tantas personas “difunden” por las redes sociales multitud de noticias y tanto se cacarea sobre los derechos de opinión, se hace indispensable a todo cristiano alfabetizado el tomar seriamente la responsabilidad de difundir según sus posibilidades, lo que los grandes medios de comunicación se ocupan de torcer y silenciar. Recordamos al respecto algunos números del Catecismo:

2472 El deber de los cristianos de tomar parte en la vida de la Iglesia, los impulsa a actuar como testigos del Evangelio y de las obligaciones que de él se derivan. Este testimonio es transmisión de la fe en palabras y obras. El testimonio es un acto de justicia que establece o da a conocer la verdad (cf Mt 18, 16): «Todos […] los fieles cristianos, dondequiera que vivan, están obligados a manifestar con el ejemplo de su vida y el testimonio de su palabra al hombre nuevo de que se revistieron por el bautismo y la fuerza del Espíritu Santo que les ha fortalecido con la confirmación» (AG 11).

2495 “Es necesario que todos los miembros de la sociedad cumplan sus deberes de caridad y justicia también en este campo, y, así, con ayuda de estos medios, se esfuercen por formar y difundir una recta opinión pública” (IM 8). La solidaridad aparece como una consecuencia de una información verdadera y justa, y de la libre circulación de las ideas, que favorecen el conocimiento y el respeto del prójimo.

Y para señalar especialmente en nuestros días:

2499 La moral denuncia la llaga de los estados totalitarios que falsifican sistemáticamente la verdad, ejercen mediante los mass-media un dominio político de la opinión, manipulan a los acusados y a los testigos en los procesos públicos y tratan de asegurar su tiranía yugulando y reprimiendo todo lo que consideran “delitos de opinión”.

Hoy, estos “estados totalitarios” se han convertido en el “Gran Estado” del Nuevo Orden Mundial, bajo el Poder internacional del dinero que la Iglesia hace décadas viene denunciando. La diferencia es que, como decíamos en el artículo precedente, los campos se van delineando cada vez mejor, y es necesario saber qué partido hemos tomado.

CrisóstomoSan Juan Crisóstomo presenta la justa medida de la actitud frente al mundo en su comentario al evangelio de san Mateo 33,1.2:

Mientras somos ovejas, vencemos y superamos a los lobos, aunque nos rodeen en gran número; pero, si nos convertimos en lobos, entonces somos vencidos, porque nos vemos privados de la protección del Pastor. Este, en efecto, no pastorea lobos, sino ovejas, y, por esto, te abandona y se aparta entonces de ti, porque no le dejas mostrar su poder.

Es como si se dijera: «No os alteréis por el hecho de que os envío en medio de lobos y, al mismo tiempo, os mando que seáis como ovejas y como palomas. Hubiera podido hacer que fuera al revés y enviaros de modo que no tuvierais que sufrir mal alguno ni enfrentaros como ovejas ante lobos, podía haberos hecho más temibles que leones; pero eso no era lo conveniente, porque así vosotros hubierais perdido prestigio y yo la ocasión de manifestar mi poder. Es lo mismo que decía a Pablo: Te basta mi gracia: la fuerza se realiza en la debilidad. Así es como yo he determinado que fuera». Al decir: Os mando como ovejas, dice implícitamente: «No desmayéis: yo sé muy bien que de este modo sois invencibles».Pero, además, para que pusieran también ellos algo de su parte y no pensaran que todo había de ser pura gracia y que habían de ser coronados sin mérito propio, añade: Por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. «Mas, ¿de qué servirá nuestra sagacidad –es como si dijesen– en medio de tantos peligros? ¿Cómo podremos ser sagaces en medio de tantos embates? Por mucha que sea la sagacidad de la oveja, ¿de qué le aprovechará cuando se halle en medio de los lobos, y en tan gran número? Por mucha que sea la sencillez de la paloma, ¿de qué le servirá, acosada por tantos gavilanes?» Ciertamente, la sagacidad y la sencillez no sirven para nada a estos animales irracionales, pero a vosotros os sirven de mucho.

Pero veamos cuál es la sagacidad que exige aquí el Señor. «Como serpientes –dice–. Así como a la serpiente no le importa perderlo todo, aunque sea seccionado su cuerpo, con tal que conserve la cabeza, así también tú –dice– debes estar dispuesto a perderlo todo, tu dinero, tu cuerpo y aun la misma vida, con tal que conserves la fe. La fe es la cabeza y la raíz; si la conservas, aunque pierdas todo lo demás, lo recuperarás luego con creces». Así, pues, no te manda que seas sólo sencillo ni sólo sagaz, sino ambas cosas a la vez, porque en ello consiste la verdadera virtud.

Dios nos conceda entonces, los ojos verdaderamente lúcidos de la esperanza, para volver a poner las manos cada día en el arado, sabiendo que “los que sembraban entre lágrimas cosechan entre cantares” (Ps.125, 5).

13 comentarios

  
Luis Fernando
Mucho bien me ha hecho este post. Gracias, Virginia.

Una reflexión. Aunque intentemos actuar conforme a la voluntad de Dios en este mundo, es evidente que a veces nos vamos a equivocar y a cometer errores, que en no pocas ocasiones son simple y llanamente pecados. Pero Dios nos sabe imperfectos y su misericordia acude en nuestro auxilio.

En la mayor parte de los casos esos pecados son fruto de la imprudencia y/o de la soberbia. Esta última es sin duda, el principal enemigo del alma, así que si ves que ronda tu vida, ruega a Dios que la expulse como si fuera un espíritu inmundo.
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V.G.:Así será, Luis, hasta nuestro último suspiro, siempre tenemos que estar alerta con ellas.
17/02/14 7:27 PM
  
Maricruz Tasies
Gracias, niña. Sabe Dios que necesitaba leerte.
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V.G.: ¡Gracias por lo de "niña", Maricruz! Un gran cariño.
17/02/14 7:39 PM
  
Curro Estévez
Gracias Virginia, la verdad es que da gusto leerte. Reconfortas. Me han sorprendido para bien los comentarios de San Juan Crisóstomo que has transcrito. ¡Ah, los Santos Padres, qué autoridad, qué valentía, qué lucidez!
No soy ningún derrotista si digo que es lástima que nuestros pastores no hablen así: ni en el tema ni en las formas.

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V.G.: Los hay, los hay, aunque sean pocos...pero tal vez hay que ayudarlos a "subir el volumen", con nuestras oraciones y actitudes. ¡Cristo cuida muy bien de su Esposa! Y por otra parte, no miremos las cantidades, que ese criterio nos altera la perspectiva de eternidad, porque es muy miope.
17/02/14 10:42 PM
  
José María Iraburu
Es verdad que gran parte del pueblo cristiano pasa hoy por una crisis de fe (ignorancia o incredulidad ante Trinidad, necesidad de la gracia, de la Misa dominical, de la castidad conyugal, de esto y lo otro).

Pero en el Resto del Señor que sí mantiene la integridad luminosa de la fe a veces se aprecia una crisis de esperanza. Creo que ya en tu artículo presente lo estás diciendo. Un derrotismo que lleva a guardarse uno y los suyos del mundo, pero sin apenas intentar evangelizarlo; sin atreverse siquiera a evangelizar a los mismos cristianos-mundanizados; "atrincherándose lo mejor posible en “guehtos” para no contaminarse, mirando por la ventana cómo se pudre el prójimo, arrastrado por la corriente".

Pues sí. Cada uno de nosotros ha de entregar TODO lo que tiene, "cinco panes y dos peces", no más. Pero con esperanza, con esperanza firme de que, pasando por las manos y la bendición de Cristo, pueden multiplicarse y dar de comer a la multitud hambrienta.

Para evangelizar (fíjate qué descubrimiento hago) hace falta FE, ESPERANZA Y CARIDAD por los hermanos.
21/02/14 12:06 AM
  
Ricardo de Argentina
Efectivamente Virginia, haciendo hincapie en la síntesis antecedente del P. Iraburu podemos afirmar que quien se refugia en el "club de los puros" desobodece el mandato evangélico de "Id y enseñad", y en cambio cae en la reprobación, también evangélica, de quien guarda sus talentos para "asegurarlos" contra todo riesgo.

Y para mayor abundamiento lo tenemos a San Pablo: "No podría no-evangelizar" nos quiere decir. Y es que nadie que conoce la Buena Nueva puede no-evangelizar porque, ¿cómo quedarse tan pancho ante la posible condena de nuestros hermanos? ¡Eso no es evangélico!
21/02/14 9:46 AM
  
Ignacio
Virginia, sugiero como propuesta, si de batallar como Soldados fieles se trata; que desde Info católica, a modo de noticia o alguno de los blogueros diga que opinan sobre la “celebración ecuménica entre católicos y fieles a 500 años de la Reforma Protestante”.
¿Por qué digo esto? Cuando fue propuesto esta celebración a la Iglesia (mas que celebración un pecado) Juanjo Romero (bloguer de este portal) el día seis de junio del 2012 reprodujo las palabras del presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Cardenal Kurt Koch, trabajando bajo la dirección de Benedicto XVI:
“Los acontecimientos que dividen a la Iglesia no pueden ser llamados un día de fiesta” “NO PODEMOS CELEBRAR UN PECADO”(No puedo poner el linck de la noticia)
Al parecer, no obstante, SI VAMOS A CELEBRAR LOS 500 AÑOS DE LA REFORMA (Buscarla en news vaticana, tampoco puedo poner la web) Se agradece muchísimo unas palabras sobre este acto nefasto, ¡gracias!

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V.G.: No encuentro el link que ud. menciona, Ignacio, ni veo que se hable oficialmente de una celebración del hecho (que será en el 2017) por parte de la Iglesia Católica.
23/02/14 8:39 AM
  
peallis
Me sorprende la poca cantidad de comentarios que ha suscitado este artículo.

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23/02/14 7:49 PM
  
Antonio1
" La Iglesia no necesita apologistas de las propias causas ni cruzados de las propias batallas, sino sembradores humildes y confiados de la verdad que saben que cada vez les es nuevamente confiada y que se fían de su potencia.."

Papa Francisco.
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V.G.: No puedo decir que lo extrañábamos porque mentiría, Antonio.
La batalla de los católicos no es sino el "buen combate" de la fe, que no es jamás propio, sino común a todos. Espero que no pretenderá oponer al Papa a San Pablo.
En segundo lugar: "la verdad que cada vez les es nuevamente confiada...": ¿para qué se confía algo a alguien, sino para que lo cuide, proteja, atesore, evitando su corrupción?. Saludos.
27/02/14 10:08 PM
  
José Antonio
Yo creo que esta batalla es desigual porque el mundo grita a través de "todas" las voces que se oponen a Dios y "trabajan" para alejarnos de El. La Iglesia, en cambio, es "una" voz y muchas veces no llega o llega tarde. Entónces aparece como un "victoria" del mundo lo que es, en realidad, sólo un estertor.
Yo no temo porque Jesús ya lo anticipó: "El infierno no prevalecerá sobre la Iglesia", y "No olviden que Yo he vencido al mundo..". Entónces ¿A qué temer..?.
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V.G.: La Iglesia es una voz, pero por supuesto, es la de Cristo, Rey del Universo. Por supuesto que no hay que temer, pero sí vigilar sobre nuestras propias infidelidades, único impedimento a la Gracia. Por eso no podemos dejar de pedir discernimiento a cada paso, y agradecer la gracia presente, cada día.
01/03/14 12:17 AM
  
Antonio1
“Dado que la fe procede del anuncio necesitamos obispos kerigmáticos...Hombres custodios de la doctrina, no para medir cuanto viva distante el mundo de la verdad contenida en ella, sino para fascinar al mundo... con la belleza del amor... con la oferta de la libertad que da el Evangelio"
Papa Francisco.
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V.G.: "Y esta es una contradicción: no negociamos los valores, sino que negociamos la fidelidad. Y esto es precisamente el fruto del demonio, del príncipe de este mundo, que nos lleva adelante con el espíritu de la mundanidad. Y después, suceden las consecuencias. Tomaron las costumbres de los paganos, después un paso adelante: el rey prescribió en todo el reino que todos formaran un solo pueblo y cada uno abandonara sus propias usanzas(...) Y este pensamiento único es fruto de la mundanidad(...)Con el espíritu de hijos de la Iglesia pidamos al Señor que con su bondad, con su fidelidad nos salve de este espíritu mundano que negocia todo." Papa Francisco (http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=19159)
. No seguiré más su juego, Antonio. Repase el Catecismo, sin buscar más contradicciones ni dialécticas.
01/03/14 11:04 PM
  
Antonio1
Precioso texto del Papa Francisco que citad. No puedo estar más de acuerdo. Que el Señor nos libre de las mundanas ideologías de la izquierda y también de la derecha: el autoritarismo, el antisemitismo, el fascismo, el falangismo, el belicismo, el nacionalismo... Y tantos ismos mundanos.
03/03/14 1:13 PM
  
Javier
Virginia, entiendo que el comentarista Ignacio se refiere a la siguiente publicación, aparecida en el sitio oficial de noticias de la Santa Sede:

www.news.va/pt/news/os-preparativos-para-a-celebracao-ecumenica-dos-50

El problema es que el texto, hasta donde pude investigar, está disponible sólo en portugués. Busqué en un diccionario de portugués el significado de "celebrar" (ver www.priberam.pt/dlpo/celebrar), no fuera a ser que al traducir del portugués al español perdamos el sentido del texto original (dicho sea de paso y hablando de liturgia: esto, con el latín, no pasaba). Resultado:

"ce·le·brar: (latim celebro, -are, assistir em grande número e solenemente, festejar)
1. Realizar com solenidade. 2. Solenizar. 3. Prestar solenidade a. 4. Exaltar com ironia. 5. Dizer missa."

La cuarta acepción no encaja con el sentido del texto de news.va. Con respecto a la quinta acepción, no hay nada que decir: Lutero buscó abolir la misa católica, de manera que no creo que sus seguidores quieran asistir a una. Y las demás acepciones... bueno, hablan por sí mismas. Concluyo que, con respecto a los 500 años de la reforma luterana, no hay nada que conmemorar, celebrar o solemnizar. Mucho menos festejar.

Sigo sin entender por qué la Jerarquía alienta este tipo de encuentros, o lo que sea, contradiciendo abiertamente la Encíclica "Mortalium Animos" de Pío XI. Y al mismo tiempo -ya que estamos, lo digo-, combate la misa tridentina, también contradiciendo abiertamente el Motu Proprio "Summorum Pontificum" de Benedicto XVI (caso Franciscanos de la Inmaculada y caso Una Voce Costa Rica, este último caso muy similar a lo que sucedió con un grupo de fieles en Buenos Aires).
La saludo respetuosamente.
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V.G.: Muchas gracias por el comentario, Javier. En cuanto a por qué sucede esto..por el mismo motivo por el que Judas estaba sentado a la mesa con los Apóstoles. El misterio de iniquidad no descansa, y nosotros tampoco debemos hacerlo.
Un saludo cordial, en María Reina.
16/03/14 12:01 PM
  
Mª del Pilar
Siempre la lucha es contra el príncipe de las tinieblas encarnado en los poderes de este mundo. La situación actual no es nada nuevo, los santos tuvieron en sus tiempos luchas como las que hoy sostenemos. Muy esclarecedores y de gran auda son Los textos de S. Juan Crisóstomo:(Homilías sobre el Evangelio de S. Mateo 15, 6-7) Como sal y como luz y(Homilías al pueblo de Antioquía, XII, 4-5) La ley natural.

22/04/14 9:02 AM

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