InfoCatólica / Espada de doble filo / Archivos para: Mayo 2022

30.05.22

Una antigua costumbre para la Ascensión

Como acabamos de celebrar la Ascensión del Señor, me ha venido a la mente una antigua costumbre que desapareció con las reformas litúrgicas de mediados del siglo pasado. Antiguamente, en lugar de tener encendido el cirio pascual durante toda la cincuentena de Pascua, el cirio se apagaba solemnemente el día de la Ascensión.

Se trataba de un signo de que Jesús, al ascender a los cielos, había dejado de aparecerse a los discípulos, como había hecho múltiples veces durante los cuarenta días anteriores. La luz de Cristo resucitado, cuyo símbolo es el triunfante cirio pascual, había dejado de ser visible para sus discípulos. Por ello, cuando en el Evangelio se leía el relato de la ascensión, se apagaba el cirio, que no volvía a encenderse hasta el día de Pentecostés, en que el Espíritu Santo, el Consolador enviado por Cristo, era derramado sobre la Iglesia.

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26.05.22

¿Dónde va el Sínodo sobre la sinodalidad? (1)

Antes de hablar de un sínodo de la Iglesia, conviene reconocer que, sin duda alguna, la inmensa mayoría de las personas que participen en él lo harán con la mejor e incluso la más santa de las intenciones. Igualmente, siempre habrá quien se beneficie de lo que oyó en una sesión sinodal o de un acto litúrgico que se celebró, gracias a Dios. Por otro lado, también hay que reconocer que, como dice el refrán, las buenas intenciones no siempre llevan al cielo o a lo mejor para la Iglesia. En ese sentido, aparte de reconocer las buenas intenciones de los participantes y las experiencias pesonales positivas que haya, puede ser buena idea analizar también objetivamente a dónde lleva este Sínodo sobre la sinodalidad.

Para ello, a mi entender, lo primero que hay que hacer es no dejarse llevar por la propaganda (incluso aunque se trate de propaganda bienintencionada). Como fundamento y objetivo principal de este sínodo se señala que “sínodo” significa “caminar juntos” y se hacen multitud de consideraciones piadosas sobre ese tema. Estupendo. Es cierto que, etimológicamente, las raíces griegas del término significan más o menos eso. Sin embargo, no es menos cierto que, desde hace al menos dos milenios y especialmente en el ámbito eclesiástico, la palabra sínodo significa algo mucho más prosaico y cercano a la realidad: simplemente, una reunión.

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19.05.22

¿Existe Dios? Preparativos para el viaje

La tecnología, que tantas cosas buenas nos ofrece, tiene también peligros considerables. Uno de ellos es el de las prisas. Nos hemos acostumbrado a tenerlo todo inmediatamente, a la satisfacción inmediata, a no esperar. Sería muy difícil encontrar una costumbre más nociva para pensar en las cuestiones importantes, que exigen esfuerzo, concentración y contemplación tranquila. Antes de empezar a considerar la existencia de Dios, en vez de lanzarnos a decir lo primero que se nos ocurra, hay que pararse a pensar, porque, de otro modo, no diremos más que tonterías.

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2.05.22

Ateos, agnósticos y cameleopardos: empieza la aventura

Confieso que me fascinan los ateos y los agnósticos. Cuando hablo con ellos, me siento en presencia de seres fantásticos y maravillosos, como debían sentirse los antiguos cuando oían relatos de tierras lejanas en las que aparecían rinocerontes, hipopótamos o cameleopardos. Solo esos nombres griegos o latinos ya resultaban exóticos y evocadores y las descripciones de los viajeros debían de parecerles casi increíbles.

Lo mismo me sucede a mí al encontrarme con un ateo o un agnóstico, solo que con el asombro añadido de tener el prodigio ante mis propios ojos y estar escuchando sus extrañas palabras: un auténtico cameleopardo sentado tan campante en el asiento de al lado del metro o de visita en el salón de mi casa. Quizá a otras personas los ateos y agnósticos no les resulten sorprendentes debido a la fuerza de la costumbre, del mismo modo que, presumiblemente, a los indígenas de Kenia o Namibia los rinocerontes y otras bestias les parecerían lo más normal del mundo. A mí, sin embargo, siguen dejándome con la boca abierta.

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