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28.02.14

(30) Otra vez, epidemia teológica en Argentina -vacuna y casco para las doctrinas anticatólicas de Anselmo Grün- (I)

“Si éstos callan, gritarán las piedras” (Lc 19,40).
GrunArg Figurémonos una Academia de Gastronomía, y frente a ella, una notoria Panadería. Y resulta que en los recipientes de “polvo para hornear”, esa pobre (?) gente coloca veneno para ratas, pero con un envoltorio más atractivo y elegante que todos los demás. ¿Qué les parece la “travesura”?… ¿Qué debe hacer una autoridad sanitaria frente al hecho? ¿Y qué actitud cabe a quienes han visto los efectos de intoxicación de sus familiares o amigos, ante la desidia corriente para corregir la cosa? Por mi parte pienso que no cabe jamás la resignación ante la pasividad generalizada en una epidemia, sino la acción diligente y enérgica para que se proteja cuidadosamente la “salud de la población”.

¿Y si este mismo ejemplo lo trasladamos a la esfera espiritual…?

¿Y si alguno cree que es más importante la salud del alma que la del cuerpo, dando crédito sincero a la Palabra de Dios, que nos pide temer más a los que matan el alma que a los que matan el cuerpo(Mt.10,28)?.

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4.02.14

(27) Leonardo Boff y la Iglesia docente

boffyhuonder La tradicional distinción entre Iglesia docente y discente era bastante clara, aunque haya caído en desuso. Sin entrar en sutilezas, digamos que la misión docente que compete especialmente a los obispos, llamada por eso magisterial, “está ligada al carácter definitivo de la Alianza instaurada por Dios en Cristo con su Pueblo; debe protegerlo de las desviaciones y de los fallos, y garantizarle la posibilidad objetiva de profesar sin error la fe auténtica. El oficio pastoral del Magisterio está dirigido, así, a velar para que el Pueblo de Dios permanezca en la verdad que libera.” (Catecismo de la Iglesia Católica, n.888).

En numerosas ocasiones, sin embargo, hemos oído que tal o cual verdad no se proclama con suficiente firmeza aduciendo razones presuntamente “pastorales”, y esta misma palabrita mágica exime muy frecuentemente de las tareas elementales de la enseñanza, como son la corrección y aún la amonestación de los errores. Más de una vez he oído que tal o cual obispo, ante la difusión de enormes barbaridades o abusos en algún colegio católico, “tiene asuntos mucho más graves y urgentes” que atender, y entonces me pregunto si sería lícito que una madre deje de alimentar a sus hijos arguyendo que hay cosas más urgentes en la casa…hasta que un buen día un médico le diga que sus niños están sufriendo una desnutrición grave.

Perdón, pero no me convence el argumento pasteral (léase pastelero). No me convence sobre todo cuando uno ve que en ausencia de la comida que debe dar la madre, llega una vecina loca y le da a los hijos hambrientos, por la ventana, comida para perros, o incluso insecticida.

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23.01.14

(24) La esclavitud del verano y la modestia

SantaInes

Siempre sostuve que no debe ser pura casualidad que “vacaciones” rime con “tentaciones”, pero esto se comprende mejor en las vacaciones de verano, como las especialmente sofocantes que estamos pasando aquí en Buenos Aires. Uno se sofoca de calor, pero también a veces de cansancio… como cuando tiene que detenerse a explicar de manera más o menos satisfactoria, a unas adolescentes, el por qué tienen que ir a Misa -¡no digo a la calle, sino a Misa!- simplemente, vestidas. ¿Cómo explicarlo a las adolescentes, si ya ni las adultas lo comprenden?

¿Cómo “osar” hablar del tema, cuando ni los sacerdotes hablan ya de ello? ¿Y cómo pretender una “nueva evangelización”, o “evangelización de la cultura” si las verdades más sencillas, casi elementales de la moral católica, son a veces silenciadas sistemáticamente, por respeto humano? Porque convengamos que hay temas que provocan un escozor intolerable a los tolerantes.

Hace unos días un sacerdote conocido no vaciló, por ejemplo, en interrogar seriamente a una joven que se atrevió a comulgar de rodillas, a ver por qué hacía “eso”, pero no se le ocurre insinuar siquiera a otras, que por lo menos se vistan para ir a comulgar. ¿Decentemente? No: digo “se vistan”, a secas, porque creo que suponer vestidas a personas que sólo cubren apenas unos centímetros más que la ropa interior, es tomarnos el pelo.

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29.11.13

(19) NO podemos ni debemos acostumbrarnos -28º Encuentro Nac. de Mujeres Autoconvocadas-

“Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando echan los primeros brotes, ustedes saben que el verano ya está cerca. Así también, apenas vean ustedes que suceden las cosas que les dije, sepan que el Reino de Dios está cerca.El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Cuídense de ustedes mismos, no sea que una vida materializada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso…”(Lc.21,29-34)

NO es suficiente la noticia y las crónicas: hay confusiones…

Desde ya, pido disculpas a los lectores por la extensión de este artículo, pareciéndome que el tema trasciende mucho lo anecdótico, y hay algunos puntos para detenernos, y para que se conozca un poco mejor este tema.

Un año más, ha terminado un nuevo Encuentro de Mujeres Autoconvocadas (que de autoconvocadas no tienen ni las la “a”.) y se empiezan a “coleccionar” y difundir fotos y videos ilustrativos (advertimos sobre su fuerte contenido explícito este año, no apto para menores) para que el mundo sepa que aquí, en Argentina, los Aquelarres no sólo existen, sino que se programan con bastante anticipación, se les proporciona aparato propagandístico y hasta se los declara cínicamente “de interés cultural” y el día menos pensado, si seguimos así, se organizarán plateas de “morbo sacrílego sadomasoquista” a cielo abierto, frente a templos católicos de esta patria que lleva como enseña los colores del manto de Nuestra Señora.

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24.11.13

(18) Acción de Gracias por un grano de arena

A menos de una semana de finalizado el XVI Encuentro de Formación Católica de Bs. As., no quisiera omitir el dejar constancia fotográfica de un sinfín de gracias que hemos recibido en estos días, tanto organizadores como asistentes, y que no cesamos de agradecer.

Entre algunos favores, destaco por ejemplo, el haber compartido estos días con dos conferencistas muy diferentes entre sí, como lo son el querido padre Alfredo Sáenz -cuya sola presencia es para nosotros un regalo maravilloso-, y Amparo Medina, invitada especial desde Ecuador, testimonio viviente de un milagro de la gracia, al convertirla de guerrillera atea y abortista, en militante católica a favor de la vida, convencida de que lo único imprescindible es buscar la santidad.

Esperamos poder compartir algunas conferencias en posts sucesivos.

Quizá muchos opinen que esto es irrelevante, o que tal vez magnificamos en este Encuentro un suceso que al fin y al cabo, frente a todos los grandes eventos que hoy vemos en el mundo católico… Pero yo creo que tal vez, entre tanto culto a lo grandilocuente y espectacular, numerolátrico, se corre el riesgo de menospreciar el ámbito de lo pequeño, en que Dios sigue convirtiendo el agua en vino en múltiples Canáa, y multiplicando panes y peces para dar de comer a multitudes con nuestra contadísima pobreza. Y ese menosprecio atenta siempre contra la esperanza, porque se ha entorpecido la mirada para ver cotidianamente todo “más allá”. Y el cristiano, hombre de la trascendencia, jamás puede conformarse con quedarse “hic et nunc”, sino que siempre, siempre, es preciso remontar la mirada y el corazón, y ver que somos águilas casi sin saberlo, porque Cristo es Rey del Universo, y nosotros somos suyos.

No es irrelevante que ni un solo asistente haya quedado sin imponerse el Escapulario del Carmen, ni que haya habido 9 confirmaciones en la Misa del domingo. No es irrelevante que hayamos tenido, además de las 16 conferencias, 3 o 4 sacerdotes “católicos” disponibles casi todos los días para oír confesiones a cualquier hora, compartiendo con los fieles liturgia, mesa, estudio y eutrapelia. Ha sido, sí, una fiesta, y bendito sea Dios por ello.

No quiero, pues, “acostumbrarme", ni dejar de sorprendernos año tras año, y Dios nos guarde de la frialdad, y dejar de agradecerle, que al fin y al cabo, la Acción de Gracias es el núcleo de nuestra vida, “fuente y culmen” de toda ella…

Dejo, pues, algunas fotos, invitando a los que hayan asistido, a compartir unas líneas si lo ven oportuno, y agradeciendo una y otra vez a quienes han hecho posibles estos días con su colaboración y oraciones.