Nuestra Señora del Crisantemo Blanco

El otro día, un lector mencionó el famoso haiku del crisantemo blanco (un haiku, como ya sabrán, es un brevísimo poema japones de solo tres líneas, de cinco, siete y cinco sílabas). El poema, traducido, dice así:
Mis ojos miran
el crisantemo blanco,
inmaculado.
Precioso, aunque los occidentales no estamos acostumbrados a este tipo de poesía oriental y nos cuesta más apreciarla. A veces parece que no nos ha dado tiempo a prestar atención y ya se ha terminado, pero estos poemas son tan cortos porque intencionadamente se limitan a una sola imagen, una impresión, para despertar la admiración pura de quien los lee, evitando distracciones y complicados razonamientos. El protagonista es el crisantemo, sin mancha ni imperfección, que se presenta a nuestra contemplación maravillada.




Un amable lector me ha enviado una novena a San Roque, patrono de los contagiados por epidemias, para pedir su intercesión y protección en relación con el coronavirus. Por el lenguaje, parece haber sido adaptada de una novena antigua y creo que es buena y provechosa, así que la estamos rezando en familia y la traigo al blog por si algún lector quisiera rezarla también.



