Entrevías y los cartujos
Navegando por la red, he descubierto con sorpresa que uno de los artículos que he publicado en este blog, “” había sido recogido por una página web.
Algún lector malintencionado podrá pensar que mi sorpresa venía de que a alguien pudiera interesarle lo que escribo, pero no es eso (solamente) lo sorprendente. Lo que me sorprendió fue cuál era la página web que había re-publicado el artículo:

Estos días de agosto, en los que hay muy poca gente en Madrid, las misas parecen a veces algo tristes, con las iglesias casi vacías. En algunos casos, el sacerdote no se molesta siquiera en pronunciar una homilía, porque “para cuatro gatos que hay…”
No, no es una adivinanza ni vale responder que los dos empiezan por A.
Hoy, día de la Asunción de la Virgen, quiero ofrecerles estas palabras que pronunció Benedicto XVI como parte de la homilía en esta fiesta hace dos años. Aparentemente, fue una homilía improvisada, con lo que el Papa mostró su calidad como predicador excepcional y su conocimiento de la Palabra de Dios.



