30 segundos para salvar una vida
Para los lectores que sepan inglés, voy a recomendarles uno de mis blogs favoritos en ese idioma. Se llama The White Lily Blog. Su autora no escribe muy a menudo, pero sus artículos son estupendos. Tiene un estilo propio, lleno de frescura incluso hablando de las cosas más profundas. Espero que algún editor se dé cuenta y la ofrezca escribir un libro.
En este artículo, cuenta su propia experiencia un día gélido de este mismo invierno en Chicago, temblando con un sacerdote y una mujer hispana ante la puerta de una clínica abortista, rezando e intentando disuadir a las mujeres que iban allí para deshacerse de sus hijos.
Treinta segundos. Es el tiempo que calculan que tienen hasta que las mujeres entran en la clínica y dejan de escucharles. Treinta segundos en los que no da tiempo a decir todo lo que querrían sobre la santidad de la vida, los hijos, Dios o las secuelas del aborto. Treinta segundos para entregar un folleto que hable de lo que no tienen tiempo de decir. Treinta segundos para pronunciar un par de frases ofreciéndoles una salida, para sonreírles, para que vean que hay alguien a quien le importan ellas y sus hijos. Treinta segundos de los que depende la vida de ese niño por nacer.
Si pueden, lean el original. Sin embargo, he traducido a vuelapluma parte del relato, para que también puedan disfrutarlo los lectores que no sepan inglés. En el momento en que tomo el hilo, un coche llega a la puerta de la clínica y la autora se acerca para hablar con la conductora…


He leído una noticia trágica, que me ha hecho pensar bastante. Un matrimonio en Inglaterra, tras perder a su hijo pequeño por una meningitis, se ha tirado por un acantilado. Él llevaba en su mochila el cadáver del niño y ella sus osos de peluche. No fue el impulso de un momento, porque tuvieron que recorrer más de 300 kilómetros en tren, con el cadáver del niño, para llegar hasta el acantilado por el que se arrojaron. No quiero ni pensar en ese horrible viaje de varias horas hasta su destino.
InfoCatólica lleva ya casi cuatro semanas de andadura. Durante este tiempo, hemos publicado cientos de artículos de opinión, noticias y posts en los blogs. Tenemos ya veinticuatro blogs diferentes, a mi juicio de un gran nivel, y que tratan los temas desde puntos de vista muy diferentes. Luis Fernando trabaja a tiempo completo para InfoCatólica y nos trae todos los días multitud de noticias con una visión católica de la actualidad del mundo y de la Iglesia. En la sección de Opinión, hemos publicado artículos de más de cuarenta obispos, teólogos, periodistas o, simplemente, buenas plumas católicas.
Hoy he traducido algunos párrafos de un blog canadiense, escrito por una madre soltera evangélica, Myah Walker, que quedó embarazada de un bebé a quien los doctores diagnosticaron anencefalia, recomendando el aborto. Le dijeron que la niña moriría inmediatamente después de nacer, ya que nunca podría vivir separada de su madre. A pesar de tenerlo todo en contra, Myah decidió no acabar con la vida de su hija. Continuó con el embarazo y, sorprendentemente, su hija nació viva y recibió el nombre de Faith Hope (Fe Esperanza).



