Rebajas de camisetas ateas por liquidación
Hoy quiero invitar a los lectores a pensar un poco. Pero no como respuesta a razonamientos rigurosos y profundos, porque eso, por desgracia, se lleva muy poco actualmente (con honrosas excepciones, claro, como los lectores de este blog). Pasaron ya los tiempos, más sabios que los nuestros, en los que una disputa entre Arrio y Atanasio, San Bernardo y Abelardo, Newman y Kingsley o Chesterton y Shaw electrizaba a la opinión pública y era seguida con tanto o más interés que una guerra o una crisis económica.
Nuestra época, en cambio, se mueve más por eslóganes que por razonamientos. Las grandes ideas que influyen en millones de personas no se desvelan hoy en tesis doctorales, ni se pronuncian desde los púlpitos o en los parlamentos, sino que se transmiten en series de televisión y las lleva la gente en sus camisetas. Siempre han existido los eslóganes, pero son especialmente apropiados para las generaciones del pensamiento débil, que prefieren sus ideas cortaditas, lavadas y envasadas al vacío, para mayor comodidad.

Hoy me apetece un poco de diversión, así que voy a hablar de algo entretenido. X. Pikaza ha recogido en su blog las 95 tesis que Matthew Fox clavó hace cuatro años en la puerta de la iglesia de Wittenberg. Aparentemente, imitando así a Lutero, quería volver “a nuestros orígenes, un retorno al espíritu y a las enseñanzas de Jesús y sus ancestros proféticos”. Según ha explicado posteriormente, lo que pide es la realización de una “nueva reforma” en el cristianismo.
Como en los últimos días hemos hablado de arte cristiano, me ha parecido buena idea hablar brevemente de la catedral de Palma de Mallorca, un impresionante
Para regocijo de todos, ha llegado el momento de proclamar un Princeps Poetarum de Espada de Doble Filo, título que, como es sabido, conlleva la gloria eterna (o, al menos, hasta el próximo concurso) del poeta. Es más, propongo que, en los comentarios, de ahora en adelante y para reconocer su victoria, nos dirijamos al ganador como Princeps Poetarum o, al menos, hagamos seguir su nombre de la abreviatura “pp”.
Una vez más, los lectores de Espada de Doble Filo me han sorprendido. Cuesta creer que sigan sorprendiéndome, pero, evidentemente, así ha sido. Los poemas participantes en el









