Letanías marianas orientales
En estos días en que a veces parece que la Iglesia se dedica sobre todo a interminables reuniones, documentos y declaraciones de prensa y en que los temas del momento son la sinodalidad, la inclusividad y otros igualmente áridos, corremos el riesgo de olvidar que la belleza es uno de los atributos de Dios.
Para recordarlo, no hay nada mejor que poner la mirada en nuestra Señora, la más bella de las obras del Altísimo. De Maria nunquam satis, decía San Bernardo, de nuestra Señora nunca se puede decir lo suficiente y así ha sido siempre en Iglesia, desde el Evangelio (y, sin duda, desde la propia casa de la Sagrada Familia en Nazaret, donde Jesús y San José competirían por inventar nuevos nombres cariñosos para María).
La Tradición también está repleta de títulos y elogios de la Madre de Dios, tanto en Oriente como en Occidente. Como normalmente conocemos más o menos las tradiciones de la Iglesia latina, pero desconocemos por completo las orientales, he pensado que era buena idea componer unas letanías marianas con algunos de los preciosos títulos que se dan a la Santísima Virgen en Oriente. No nos vendrá mal utilizarlas para rezar por la Iglesia en estos días difíciles y espero que, a pesar de la pobre traducción, también puedan ser al menos un eco lejano de la sobrecogedora poesía de las liturgias orientales, para abrir el apetito.
……………………………
Toda santa, ruega por nosotros.
Portadora del Evangelio, ruega por nosotros.
Esperanza cierta, ruega por nosotros.
Cíngulo sagrado, ruega por nosotros.
Lámpara de oro, ruega por nosotros.
Virgen que muestra el camino, ruega por nosotros.
Gran general, ruega por nosotros.
Azote de los demonios, ruega por nosotros.
Manantial de mirra, ruega por nosotros.
Virgen de los mirtos, ruega por nosotros.
Reina de todo, ruega por nosotros.
Trono del Rey, ruega por nosotros.
Sanadora del veneno, ruega por nosotros.
Refugio seguro, ruega por nosotros.
Protección santa, ruega por nosotros.
Virgen revelada, ruega por nosotros.
Liberadora del sufrimiento, ruega por nosotros.
Virgen suplicante, ruega por nosotros.
Virgen misericordiosa, ruega por nosotros.
Virgen libertadora, ruega por nosotros.
Virgen pronta a escuchar, ruega por nosotros.
Virgen en vela, ruega por nosotros.
Virgen que guarda nuestra puerta, ruega por nosotros.
Virgen mayor que los cielos, ruega por nosotros.
Incensario de oro, ruega por nosotros.
Segundo paraíso, ruega por nosotros.
Puente que lleva al cielo, ruega por nosotros.
Fuente de oro, ruega por nosotros.
Fuente de vida, ruega por nosotros.
Fuerza de los mártires, ruega por nosotros.
Puerta de oriente, ruega por nosotros.
Puerta del santo misterio, ruega por nosotros.
Escalera de la gracia, ruega por nosotros.
Campo fecundo, ruega por nosotros.
Regazo de Dios, ruega por nosotros.
Cima encumbrada, ruega por nosotros.
Primer milagro de Cristo, ruega por nosotros.
Barca de salvación, ruega por nosotros.
Columna de pureza, ruega por nosotros.
Corona de castidad, ruega por nosotros.
Alegría de todos, ruega por nosotros.
Salvación de las almas, ruega por nosotros.
Rosa que no se marchita, ruega por nosotros.
Ciudad de Dios, ruega por nosotros.
31 comentarios
¡Hermosas y significativas, sin duda!
Sin embargo no les pongo ningún 'pero' a las letanías latinas. Estimo que, en todo caso, se complementan perfectamente.
Me gusta lo de Gran Capitán, pero para mi, miles Mariae, siempre será "Mi Capitana Generala"!
¿Podrías publicar las letanías en griego? Seguro que están relacionadas con muchos helenismos. Gracias. Y si puedes, borra mis dos comentarios anteriores.
Quitaría la de "Salvación de las almas".
Agregaría una que haga referencia a su "Maternidad".
"MADRE" es el título que mejor define su relación con nosotros.
"Santa María, MADRE de Dios y MADRE nuestra, ruega por nosotros pecadores".
Tal cual. Lo sé por experiencia. En horas de tinieblas y tentaciones ha sido mi último Refugio.
En la letanías marianas católicas han añadido algo, para no variar, absolutamente politizado "Consuelo de los migrantes".
Servidor esto nunca lo dice ya que no soy ni un ave ni un pájaro, que son los que "migran". Introducen palabras nuevas en lo sagrado para contaminarlo de mundanidad.
Gracias
Es de las lauretanas. Aunque creo que para estos tiempos rescataría una occidental y otra oriental:
Azote de demonios
Vencedora de todas las herejías
Ora pronobis
Preciosas las Letanías orientales.
De vez en cuando, me tiro una temporada repitiendo el Akatistos.
El problema ante la devoción de la Virgen, es que decirle:
que yo quisiera ser Dios
para poder contemplarte
cómo Él miró a su esclava
para, en tu vientre, amadrarse.
Y es que:
Si le llama el Padre "Llena
de gracia", ¿podría yo
excederme al ensalzarla
como lo hizo mi Dios?.
Y por más que yo la honre,
... ¡si Jesús es su Honor!.
¿cómo temer que yo pueda
honrarla más que mi Dios?
Y si el Espíritu Santo
su seno divinizó,
... cuando yo logre adornarla
más que la adorna mi Dios
entonces, podré decirle :
¡Basta, Madre, se acabó!,
que ya conseguí amarte
como te ama mi Dios.
Pero mientras llega el día
que se cumpla lo anterior,
te veneraré María,
Madre mía y de mi Dios.
Y como la hiperdulía,
dónde acaba, no sé yo,
por si acaso, ¡Trinitaria!
veo a Tu Madre, mi Dios,
porque, a lo que yo entiendo,
¿qué puede ser la Asunción,
sino asumirte en el seno
Trinitario de mi Dios?;
que si Eres criatura,
la Trinidad se donó
a Sí misma a ti, María
por Voluntad de mi Dios.
Y si es Su Voluntad
verte digna de su Amor,
... ¿me pondré yo a tasar
lo que no tasó mi Dios?.
(Y el último verso... para provocar)
Y, si acaso, por exceso
llegara a la adoración...
¿mi adoración será más
que los dones de mi Dios?
Si el Padre y el Hijo y el Espíritu santo son Marianos, por más Marianos que queramos ser, nunca llegaremos a los Tres ni a suela del zapato.
"Nunca tengas miedo de amar demasiado a la Virgen. Jamás podrás amarla más que Jesús" (San Maximiliano Kolbe)
Se trata de la iniciativa de poner en órbita un Satélite Artificial Mariano portador de un Santuario bajo la Advocación de Cristo Rey del Universo y del Corazón Inmaculado de María.
A bordo del mismo viajarían circundando la Tierra una Cruz, el Santísimo Sacramento Expuesto y una Imagen de la Virgen de Fátima. Un trasmisor x 24 hs. enlazaría con satélites retransmisores o con antenas terrestres las imágenes del Santuario Espacial y el rezo del Santo Rosario, que podrían alternarse con las imágenes y oraciones de los fieles en la Tierra.
Es algo absolutamente posible. Lo propongo por medio de Infocatólica al Vaticano, o a la decisión de algún obispado que comprenda la importancia de este instrumento de evangelización. La Iglesia no puede prescindir de los recursos técnicos actuales que le permiten irradiar desde el espacio la Sacra Liturgia de Adoración del Santísimo y la oración del Santo Rosario, cubriendo el suelo de nuestro planeta con “lluvias de bendiciones”.
Los eclesiásticos responsables y los técnicos podrán acordar un vasto programa de transmisión en todos los idiomas, destinado a ser recibido y participado por los fieles de todos los países.
Leonardo Martínez
DNI 6493684
Córdoba (Argentina)
Gracias nuevamente
Y también que perfuma los lugares con su presencia, en muchos santuarios de la Virgen, se sabe que está presente porque de repente huele a rosas.
Está en sus santuarios o lugares de veneración, pero en algunos lugares he sentido una profunda emoción.
Bella alegria, Profunda emoción, ruega por nosotros.
Oh Madre de Bondad se nuestra trinchera, protégenos de la mentira y la maldad
De Maria nunquam satis!
Waldemir García
Panamá
Pero tengo celos de mis predecesores porque se me ocurre algo bonito para cantarle a Ella y resulta que alguien lo dijo antes.
Hay un libro maravilloso del P. Laurentino Mª Herrán editado por la BAC de casi mil páginas titulado "Mariología poética española"
Una joya que se puede encontrar en Uniliber.com
Quienes hemos propuesto algunas iniciativas como respuestas a los llamados apremiantes de María y a las advertencias de Cristo, continuamos con las mismas por los caminos que Dios disponga.
La propuesta de poner en órbita terrestre un Santuario bajo la advocación de Cristo Rey del Universo y del Corazón Inmaculado de María, responde a un propósito teológico-litúrgico-misionero: proclamar a Cristo y a Su Madre; bendecir el espacio que circunda a la Tierra; y desde él anunciar a los pueblos y naciones el Evangelio y el urgente llamado a la conversión, enviando desde el Santuario Espacial las gracias que se impetren adorando al Santísimo Sacramento, venerando la Cruz y orando a María mediante el Santo Rosario interceda por la Iglesia y la humanidad.
Quizás esta iniciativa desconcierte a algunos, por las dimensiones técnicas que comporta, las que escapan a hábitos extraños a los progresos de la ciencia y la técnica hacia el cosmos inconmensurable, cuya Soberanía y esplendor pertenecen al Reino.
La conversión de la ciencia y de la técnica es un propósito misionero decisivo para vencer a la moderna Babilonia del ateísmo. Porque “todo es vuestro” (I Cor 3, 22).
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LETANIAS DE NUESTRA SEÑORA
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Santa María. Ruega por nosotros.
Santa madre de Dios.
Santa Virgen de las Vírgenes.
Hija predilecta del Padre
Madre de Cristo Rey.
Gloria del Espíritu Santo.
Virgen hija de Sión
Virgen pobre y humilde.
Virgen sencilla y obediente.
Esclava del Señor.
Madre del señor
Colaboradora del Redentor.
Llena de gracia.
Fuente de hermosura.
Conjunto de todas las virtudes.
Fruto escogido de la redención
Discípula perfecta de Cristo.
Imagen Purísima de la Iglesia.
Mujer nueva.
Mujer vestida de sol.
Mujer coronada de estrellas.
Señora llena de benignidad.
Señora llena de clemencia.
Señora nuestra.
Alegría de Israel.
Esplendor de la Iglesia.
Honor del género humano.
Abogada de la gracia.
Dispensadora de la piedad
Auxiliadora del pueblo de Dios.
Reina de la caridad.
Reina de la misericordia.
Reina de la paz.
Reina de los ángeles.
Reina de los patriarcas
Reina de los profetas.
Reina de los apóstoles.
Reina de los mártires.
Reina de los confesores.
Reina de las vírgenes.
Reina de todos los Santos.
Reina concebida sin pecado original.
Reina elevada al cielo.
Reina del mundo.
Reina del cielo.
Reina del universo.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
V/ Ruega por nosotros, Madre Gloriosa del Señor.
R/ Para que seamos dignos de alcanzar las
Promesas de nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN:
Escucha, Dios misericordioso, las súplicas de tus
siervos, y, ya que hemos reconocido a Santa María,
tu esclava, como nuestra madre y nuestra reina,
concédenos que, sirviéndote a ti y a los hermanos,
aquí en la tierra, merezcamos ser recibidos en tu reino
eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/ Amén.
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