(194) Pastoral para pobres: sincretismo, sacrilegios y ocultismo en las "misas del Gauchito Gil"

Encomendamos y dedicamos especialmente este post a Nuestra Señora de los Ángeles y Reina del Universo.
Hace unos días, en Argentina y algún otro país hermano se ha “celebrado", la fiesta del Gauchito Gil cuyo origen data aproximadamente de hace unos 20 años.
S.S. Benedicto XVI, muy poco antes de inaugurar el Año de la Fe, diagnosticaba el profundo analfabetismo religioso en medio del cual “no puede crecer la unidad entre los cristianos”.
Ya entonces, muchos nos preguntábamos cómo se puede sanar ese analfabetismo sirviendo al sincretismo o a la confusión entre la fe y la superstición.
¿Cómo hablar de opción por los pobres, si se les oculta la Verdad y Belleza completa de la fe y el culto católico, estafándolos al pactar con sus cadenas de paganismo e idolatría, ensombreciendo así el Misterio luminoso -encandilante- que se nos ha confiado?

“¿Por qué, Señor, nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que dejen de temerte? Tú estás irritado, y nosotros hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti.
“Hubo un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba los Estados. En aquella época la eficacia propia de la sabiduría cristiana y su virtud divina habían penetrado en las leyes, en las instituciones, en la moral de los pueblos, infiltrándose en todas las clases y relaciones de la sociedad. La religión fundada por Jesucristo se veía colocada firmemente en el grado de honor que le corresponde y florecía en todas partes gracias a la adhesión benévola de los gobernantes y a la tutela legítima de los magistrados…” (León XIII – Inmortale Dei)
Tal como anunciábamos unos posts atrás, intentaremos ir compartiendo algunos momentos de la visita de Mons. Schneider que hemos tenido en el mes de septiembre. Por eso publicamos aquí una breve pero significativa entrevista que realizó en ese marco el Dr. Hugo Verdera, quien con su programa “El compromiso del laico” (canal TLV1, “Toda la verdad primero”) hace honor a este nombre con su propia vida.
“Guarda el depósito de la fe que te ha sido confiado. No hagas caso de la estéril y mundana palabrería ni de las contradicciones de una falsa ciencia…” (I Tim.6,20)




