Los suicidas no son mártires
Varios medios de comunicación nos han informado en los últimos días de una curiosa noticia: un obispo católico brasileño se ha declarado en huelga de hambre. Mejor dicho, ha reanudado una huelga de hambre que inició hace tiempo y que interrumpió por promesas del gobierno, que luego no se han cumplido, con respecto al trasvase de las aguas de un río brasileño.
Que yo sepa, no existe una doctrina magisterial católica sobre la huelga de hambre, al ser algo relativamente reciente que no tenía sentido antes de la aparición de los modernos medios de comunicación.