Eutanasia para no creyentes (II)
Quaestio Quodlibetalis 14 (segunda parte). En el artículo anterior sobre el tema, dimos un primer paso para contestar a la pregunta: para los no creyentes, ¿quién es el titular de la vida humana? Parece que la respuesta inmediata es que cada uno puede hacer con su vida lo que quiera, siempre que no perjudique a los demás.
Sin embargo, yo cite una decena de ejemplos en los que, de hecho, nuestra sociedad y las demás consideran que esa libertad no es absoluta. Ante esos ejemplos, un lector, Kepa, ha planteado las siguientes objeciones:
Los ejemplos que planteas son espinosos, casos límites, pero en modo alguno tan evidentes como se pretenden. Voy uno a uno, y por si hace falta aclararlo soy liberal y no creo en el poder de la comunidad sobre los individuos, más allá de la defensa de terceras personas: