Creo por los pecados de la Iglesia
Signos de la fe (III). Cuando se habla de la fe, siempre se encuentra uno con alguien que cuenta una mala experiencia con los religiosos o las monjas de su colegio o que habla de la inquisición, de las cruzadas o de lo que hizo el cura de su parroquia hace veinte años. Es decir, se suelen percibir como un gran obstáculo para la fe los pecados de la Iglesia o, mejor dicho, los pecados de los miembros de la Iglesia.
Por supuesto, muchísimas veces lo que se atribuye a la Iglesia son falsedades o leyendas negras, inventadas por ignorancia o por malicia. Aun así, si eliminásemos todos los infundios, calumnias, falsedades históricas, tergiversaciones y leyendas negras (y probablemente se tardarían varias vidas humanas en hacerlo), aún nos quedarían innumerables pecados cometidos por los cristianos a lo largo de los siglos.