Mezclemos

Hace años, cuando era catequista en la parroquia de un pequeño pueblo cercano a Madrid, el párroco decidió invitar a todos los catequistas a pasar el día en Guadalupe, como celebración del final de la catequesis de ese curso.

Quienes conozcan Guadalupe podrán imaginar que fue un día bonito, de convivencia, visita del monasterio, paseos, etc. Me llamó la atención, sin embargo, que en toda la programación del día no se había previsto un tiempo para que pudiéramos celebrar la Eucaristía juntos, a pesar de que íbamos con el párroco. Le pregunté al párroco y se me quedó muy grabada su respuesta: “Ahora estamos de vacaciones. No hay que mezclar las cosas”.

No supe que decirle, así que me quedé callado. Sin embargo, de alguna forma intuía que había algo en esa respuesta que no estaba bien. Di una vuelta por la iglesia del monasterio y vi que un grupo de otra parroquia, que también estaba pasando el día de excursión en Guadalupe, iban a celebrar la Eucaristía, así que me uní a ellos. Me pidieron que hiciera de acólito, de manera que, además, pude ver la sacristía del monasterio, que es muy bonita. Fue una Eucaristía muy agradable, más distendida de lo habitual, y se notaba que todos estaban a gusto y seguían la celebración con interés.

Yo, la verdad, disfruté más de ese día de excursión gracias a la Eucaristía, recibir a Cristo hizo que la alegría fuera, de alguna manera, más profunda. Sólo sentí no haber podido celebrarla con los demás catequistas y con el párroco, que, mientras tanto, estaban cada uno por su lado, dando vueltas por el pueblo.

Desde entonces, siempre recuerdo la frase de “No hay que mezclar las cosas”, como el ejemplo más claro de una mentalidad muy extendida entre los propios cristianos, que divide la vida en compartimentos separados. Se piensa que Dios tiene su sitio y los negocios son otra cosa, con sus propias reglas según las cuales el beneficio es lo primero y que no impiden engañar o pisotear al prójimo. Uno puede ir a misa casi todas las semanas, pero que no le digan que hay nada de malo en engañar a su mujer o en acostarse con su novia. Cuántos hay que son los primeros en criticar a los sacerdotes de su parroquia por cualquier tontería, pero nunca se les ocurriría admitir en su oficina o ante sus amigos que son cristianos.

Al final, esa mentalidad equivale a hacer una especie de trato con Dios: Yo te doy tres cuartos de hora los domingos y cinco minutos antes de acostarme o dos horas de voluntariado a la semana. Incluso vivo según algunas de tus reglas, por lo menos las principales o las que no me cueste cumplir. Eso sí, el resto de mi vida es mío y no te metas en ella, que ya tienes tu parte.

Es difícil encontrar una mentalidad menos cristiana que ésta. Los cristianos hemos sido comprados a precio de la sangre de Cristo. Somos totalmente de Dios y él debe ser el centro de nuestra vida. Todo lo que hacemos puede estar y debe estar ofrecido a Dios, ése es nuestro culto razonable.

No quiero decir con esto que no hagamos más que rezar, pero sí que todo lo que hagamos lo hagamos para Dios, que esté ofrecido a él, intentando hacer su voluntad. Si vivimos, vivimos para el Señor. Si morimos, morimos para el Señor. Cuando podemos descansar o divertirnos, se lo agradecemos a Dios y el descanso o la diversión serán más verdaderos por ese agradecimiento. Cuando tenemos que trabajar, se lo ofrecemos al Señor, colaborando con él, y entonces nuestro trabajo, sea el que sea, merecerá la pena.

Todo esto viene muy a cuento ahora en verano. Quien piense que, en vacaciones, también hay que descansar de Dios, de ir a misa, de vivir como un cristiano o, incluso, de rezar, puede estar seguro de que terminará las vacaciones mucho más cansado que cuando las empezó. Nos hiciste, Señor para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti. El descanso verdadero no viene de no dar ni golpe ni de hacer lo que nos dé la gana, sino, más bien, de tener nuestra vida bien centrada donde debe estar, con Dios en su centro.

Cuando uno se acuerda de rezar con toda la familia al empezar el viaje, dando gracias a Dios por la temporada de descanso, y también de alabar a Dios por la belleza de lo que nos rodea, de dedicar ratos a la oración o de ser fieles a la celebración de la Eucaristía, las vacaciones se vivirán de otra manera, con paz y alegría. En cambio, si nos planteamos las vacaciones egocéntricamente, pensando sólo en nuestro propio descanso, generalmente terminarán con discusiones y rencores de toda la familia.

La parte de nuestra vida en la que no esté presente, de alguna manera, Jesucristo, es una parte perdida, desperdiciada, inútil y que hemos malgastado, caminando en dirección contraria a nuestra felicidad. Aunque sean días en el mejor hotel de las Seychelles. Si queremos un descanso que dure de verdad, tenemos que asegurarnos de que Dios esté presente en ese descanso. Mezclemos a Dios como ingrediente principal en el plato de nuestra vida y todo tendrá un sabor siempre nuevo.

16 comentarios

  
juvenal
Pienso en mi diócesis de Málaga, ahora cuando más gente hay es justo cuando también los curas se van de vacaciones, no digo que no lo hagan, como todo el mundo tienen derecho a irse, y es más es una necesidad para algunos siempre con más trabajo de la cuenta, pero justo ahora es cuando la afluencia a la iglesia es mayor, mucha gente por el hecho de estar de vacaciones no deja de acudir a la iglesia.
04/08/07 4:05 PM
  
Montaraz
Ni Dios ni el diablo se toman vacaciones.
Me sorprende que un sacerdote se tome vacaciones de la eucaristía. No es un trabajo, es un encuentro con aquel a quien has entregado tu vida. No lo entiendo.
Tampoco entiendo lo que Juvenal comenta. Si hay más asistencia en verano se pueden tomar unos días de descanso en junio o en octubre. Pero lo primero son las parroquias.
04/08/07 4:12 PM
  
Teofila
Muy bien por su articulo Sr. Moreno le leo a menudo, y sus articulos, son como un soplo de aire fresco para el alma la mente y el corazon.Me parece maravilloso ademas, que haya conservado intacta su fe, no obstante el haber encontrado y frecuentado ese tipo de sacerdote del que nos habla, que por desgracia, no es tan poco frecuente como deseariamos,y esto es un motivo de esperanza para los creyentes, constatar que la accion de Dios en las almes, es siempre superior a las acciones humanas que intentan inpedirselo. Teofila
04/08/07 5:45 PM
  
Teofila
Muy bien por su articulo Sr. Moreno le leo a menudo, y sus articulos, son como un soplo de aire fresco para el alma la mente y el corazon.Me parece maravilloso ademas, que haya conservado intacta su fe, no obstante el haber encontrado y frecuentado ese tipo de sacerdote del que nos habla, que por desgracia, no es tan poco frecuente como deseariamos,y esto es un motivo de esperanza para los creyentes, constatar que la accion de Dios en las almas, es siempre superior a las acciones humanas que intentan inpedirselo. Teofila
04/08/07 5:46 PM
  
Luis Fernando
Poca cosa tan ajena a la fe como los funcionarios de lo sagrado.
Con todo el respeto a los funcionarios, claro.
04/08/07 7:04 PM
  
Isaías
Gracias Bruno, me ha venido muy bien leer este post, un saludo.
04/08/07 8:46 PM
  
vitiza
No sé, Bruno, la anécdota que cuentas me suena excepcional... por lo menos desde mi experiencia. En las parroquias de mi barrio en Madrid, el número de misas y las labores de aistencia a los fieles (no se "cierran por vacaciones"). Y, más llamativo aún, donde veraneo, en Jávea, en Alicante, en verano las Misas se multiplican para atender la gran demanda religiosa de los fieles que pasan por allí... Es maravilloso acudir a Misa diaria, en el Puerto, por la mañana temprano o a media tarde, con las lecturas en varios idiomas... ahora también el rumano... Dios no descansa, y, para muchos cristianos, el tener tiempo extra fuera del trabajo, nos permite meditar, que nuestro alma "descanse" en Dios... y esas Eucaristías de los lugares de veraneo son un regalo. Por cierto... sigue con tu maravilloso blog y no caigas, como otros, en la murmuración... He decidido solo participar en el tuyo, pues en el resto de los casos, es, sencillamante, cooperar al mal.
05/08/07 10:07 AM
  
juvenal
Vitiza, me acuerdo de la última vez que estuve en Madrid, para presentarme a unas oposiciones, entré en una iglesia, creo que era la del Carmen, en una bocacalle de la Puerta del Sol, y me asombré no sólo de tanta gente como había sino también luego mirando el horario de misas, había seis o siete los días de diario, supongo que aprovechando también que está en un sitio tan céntrico y la posible asistencia de gente que viene y va.
05/08/07 12:32 PM
  
Winston Smith
LEY DE ABORTO: FRAUDE DE LEY Y UNA GRAN MENTIRA. La falta de control y rigor en la aplicación de la actual ley de aborto en España la ha convertido en tapadera legal de abortos injustificables, como lo han probado la investigación periodística realizada por algunos medios de comunicación. Es probable que se necesite una nueva ley, lo cual se escapa a nuestro alcance. Pero mientras se dan las condiciones para eso, y, habiendo conocido hasta dónde han podido llegar las cosas, creemos que por algún sitio hemos de empezar, si queremos frenar una clara situación de fraude de ley y una gran mentira. Exijamos los instrumentos de control necesarios para el cumplimiento riguroso del espíritu de esta ley.

Si queréis conocer más sobre la situación del aborto en España y sentís la necesidad de hacer algo para cambiarla, visitad el sitio familiacristianapuntoiespanapuntoes precedida por http doble punto, doble barra inclinada.
05/08/07 6:11 PM
  
nachet
Estimado Bruno, tu artículo de hoy, que toca un tema muy actual (el "funcionariado" de algunos sacerdotes, y el abandono "parcial" de Dios de muchos fieles), se puede resumir con una palabra enterrada en el baúl de los recuerdos: Teocentrismo.
Dios debe ser el centro de nuestra vida, todas las horas del día, en invierno o en verano. Pensar en Él en cada acción que realizamos o pensamiento que tenemos: eso es convertirse de corazón
06/08/07 9:02 PM
  
gabi
Nada que ver los jesuítas "gloriosos" con Ellacuría Poco que ver estos o aquellos jesuítas con Foucauld, que proponen llevar una vida socialmente pobre, que se mantienen con el trabajo de sus manos y que tienen prohibida la enseñanza porque les colocaría en un estatus superior al prójimo.
07/08/07 9:32 PM
  
nachet
"tienen prohibida la enseñanza porque les colocaría en un estatus superior al prójimo"

lo mismito, lo mismito que san Ignacio de Loyola.
08/08/07 1:09 PM
  
Bruno
Siento no haber contestado antes a los comentarios. He estado unos días fuera de Madrid.

Teófila:

Bienvenida. Por cierto, muy apropiado su nombre/seudónimo.

Estoy convencido de que Dios se sirve a menudo de las debilidades humanas, incluso de los malos ejemplos, para que se manifieste más claramente su fuerza.

"Todo sucede para el bien de los que aman a Dios" (los "teófilos").

Vitiza:

Me alegro de oír lo que cuentas de tu parroquia y de Jávea. Por supuesto, no me cabe ninguna duda de que miles y miles de sacerdotes entregan su vida todos los días con generosidad.

Además, la tentación de dar a Dios sólo una parte de la vida y no la vida entera no es de los sacerdotes sólo, sino de todos los cristianos (yo el primero).
09/08/07 5:24 PM
  
Bruno
Nachet, LF:

Completamente de acuerdo.

Juvenal:

La Parroquia de Nuestra Señora del Carmen es una maravilla en el sentido de que, estando en el mismo centro de Madrid, junto a la Puerta del Sol, tiene multitud de misas todos los días.

Eso sí, tiene el problema de que, debido al barrio, se introducen dentro carteristas al acecho de feligreses distraidos durante la misa, así que hay que tener cuidado.
09/08/07 5:40 PM
  
Bruno
Gabi:

No sé si entiendo bien tu comentario, pero, en cualquier caso, los escritos y la vida de Carlos de Foucauld son preciosos y se los recomiendo a todo el mundo.
09/08/07 5:42 PM
  
jose de maria
Te felicito esto es una realidad y como comentara su santidad benedicto xvi el hombre no es hombre sin Dios, o el hombre solo es hombre con Dios.
09/08/07 11:47 PM

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